Tenía toda la pinta de ser un sábado aburrido. Estaba en Rosario, pero justo ese finde nadie salía. Algunas amigas con sus novios, otros compromisos y hasta una enferma. Me quedé en casa, boludeando un rato en internet.
Me puse a chatear por facebook con un pibe que lo conocía del club. Hacía rato no lo veía y nos pusimos al día. En eso, me pregunta si salía, le digo que no. Él tampoco hacía nada, así que me dice si quería ir a tomar algo, que me pasaba a buscar en el auto. La verdad que eran la 1am y yo ya estaba cambiada para irme a dormir.
Pero tampoco quería pasar el fin de semana en Rosario encerrada en mi casa. Me cambié lo más rápido que pude, inventé una excusa boluda en casa (las niñas bien no salen a las 2 am con un pibe por ahí, claro que no...) y me fui.
Me llevó a un bar, muy chetito del centro. El chabón seguía yendo al club, así que me puso al día con varios chismes. Cuando se empezaron a agotar los temas de conversación, nos fuimos. Al llegar al auto, me acompaña hasta la puerta, la abre y cuando estaba por entrar hace un movimiento rápido y ágil agarrándome del brazo y me come la boca. Mi primera reacción fue devolverle el beso hasta que me cayó la ficha. Lo paré y me metí en el auto sin decir nada.
- No está bien esto, Tomi - le dije, arrepentida de lo que había hecho. Yo tenía cuidado de mantener un perfil bajo dentro del ambiente del club. Si bien yo ya no iba más, mi familia y si; y somos socios de varias generaciones, siguen yendo y somos conocidos. Y los chismes corren rápido. De hecho, sé que llegaron rumores de algunos eventos que no pude ocultar. (les dejo los links a los relatos de esos episodios, por si los quieren ver al final del post).
- Dale Juli, cuál es el problema? La pasamos bien, terminemos la noche mejor.- me dijo mientras me agarraba la cara y me comía la boca de nuevo. Otra vez, no lo detuve. Y se dio cuenta de esto. Sus manos se apoyaron sobre mis muslos. Ya fue todo, dije. Me tiré encima y empezamos a chapar con ganas.
"Vamos a tu casa", le dije. El flaco se quedó mirándome y me dijo que vivía con los padres, que podíamos ir a un telo.
- No... telo no. No me gusta (!)- puta, pero minita conchuda primero. Ganas de garchar, tenía. Con ese pibe no muchas. Así que de histérica nomás iba a poner todas las trabas posibles.
Sorprendentemente, el flaco lo tomó lo más bien. Me dijo que no había problema. "Te llevo a tu casa o vamos a dar una vuelta?", me dijo. No era tan tarde así que le dije que vayamos por ahí.
Esperaba que me llevara a un telo de prepo y ahi pegar mi mejor actuación de ofendida para rajar, pero no. Igual, creo que fue peor. Encaró para la zona de la estación fluvial. Años atrás, ahí era un cogedero mal, pero ahora pusieron unas vayas y hay mucho control. Una pena.
Cuestión que se estacionó cerca del río y nos quedamos mirando la luna. Seguimos charlando un rato y otra vez empezamos a los besos. Ahora las manos de él se metían por debajo de mi remera. Yo hice lo mismo.
Con una de sus manos desabrochó mi corpiño mientras la otra lo levantaba y empieza a tocarme las tetas. Mi temperatura se estaba elevando y no podía dejar de lanzar pequeños gemidos mientras Tomás me besaba el cuello y acariciaba mi pelo. Ya no ponía resistencia a nada, y no me oponía a sus manos recorriendo mi piel.
Lo agarré fuerte de la espalda clavándole las uñas. Fue bajando sus manos, llegó al jean y despacio lo fue desabrochando. Mi respiración se agitaba esperando su mano meterse en mi concha empapada. Mientras lo hacía me miraba con carita pícara que me volvía loca. Cuando metió su mano deslizó su dedo hasta casi tocar mi cola y cuando lo retrocedía lo enterró en mi vagina haciéndome lanzar un gemido mientras lo agarraba de los pelos.
- Uhhh estás re mojada boluda... dale, vamos a un telo
- No.. - le decía con la respiración entrecortada por los movimientos de sus dedos dentro mío - telo no... seguí así - no se porqué seguía empecinada en esa postura, pero bueno...
Mientras él seguía cogiéndome con los dedos, yo llevé mi mano a su pija. La toqué por arriba del jean, marcándole el tronco. "Si empezás ahí... tenés que terminar". Me dijo desafiante. Lo miré con mi cara de puta caliente, le saqué la mano y me fui a la parte de atrás del auto.
Me senté y abrí mis piernas. Estiré un brazo y con el dedo índice le dije "vení". Desesperado se tiró atrás. Otra vez, chapamos a morir. Los vidrios ya estaban todos empañados. Le saqué la remera, yo me quedé en tetas. Me tiré contra la puerta y lo dejé que me besara todo el cuerpo. Tocaba mis pezones y besaba la base de mis tetas, bajaba por mi panza hasta mi tanguita. Con los dientes la corría y me besaba más abajo. Yo volaba de la calentura.
Me incorporé de golpe, lo senté y le bajé el jean y el boxer de una. Agarré su pija y me la metí en la boca. Le hice un pete violento, metía y sacaba rápido, la escupía y pajeaba, le pasaba la lengua desde las bolas hasta la cabeza. Tomás me agarraba de los pelos y acompañaba los movimientos de mi cabeza. Levanté mi vista y lo vi con los ojitos cerrados y la boca abierta, disfrutando mi lengua.
Seguí un rato más, hasta que no se pudo aguantar y acabó. "Qué pedazo de pete me hiciste boluda!", me decía Tomi mientras yo tragaba lo más que podía de la leche; para no ensuciar el auto. Puse mi mano abajo de las bolas del flaco para que lo que se me cayera (porque era mucho) fuera a mis manos y no manchar el asiento.
Me bajé el jean y empecé a tocarme las piernas, llamándolo. Tomi entendió el mensaje. Me corrió la tanguita y con su lengua me rozó todo el contorno de mi vagina. Yo buscaba de donde agarrarme, porque mi cuerpo no respondía de mi y me contorsionaba toda.
Después, se la comió toda. Abrió su boca y se la tragó por completo, metiendo un dedo que movía en círculos, para arriba, abajo, los costados... Estaba a punto de explotar, pero quería hacerlo con la pija adentro. Por suerte, Tomi seguía con la verga durísima. La agarré y la empecé a chupar.
Frené de petear y me senté arriba. Sentí como cada centímetro de su pija iba abriéndome hasta llegar al fondo. Cuando la sentí bien adentro, empecé a moverme. Estaba descontrolada. Cabalgaba esa pija como si fuese la última de mi vida. Tomi trataba de frenarme un poco; porque el auto se movía mucho y había gente pescando a unos metros.
Me agarró del culo mientras pegaba chirlos cada vez más fuertes que me hacían cogerlo más rápido. "Aflojá... no aguanto más", me decía. No me importaba. Seguí cogiendomelo fuerte, hasta que sentí cómo acabó adentro mío. La seguía teniendo dura, así que lo seguí cabalgando un rato, pero ahora más despacio.
Cuando se le bajó un toque, me volví a poner contra la puerta, lo agarré de los pelos y le metí la cara en mi concha. "Haceme acabar" le ordené. Tomi arrancó a chuparme la concha mientras me tocaba las tetas. No tardé en explotar, gritando y apretando fuerte su cabeza contra mi concha.
Lejos de calmarme, mis ganas de seguir cogiendo eran mayores. Tomás se sentó tomando aire al lado mío, pero yo estaba sacada de calentura. Había despertado una loba hambrienta. Le miré con ganas la verga, que estaba semierecta y me tiré encima. Ante la sorpresa de Tomi, empecé a petearlo desesperada. Me la metía al fondo, le tocaba las bolas, lo pajeaba. "Uff pendeja, sos un infierno!", decía él mientras yo desesperada conseguía mi objetivo de tener su poronga dura para mi.
"Cogeme" le pedí, mientras me daba vuelta y me arrodillaba en el asiento. "No me esperaba esto de vos... sos insaciable Julieta!" me decía excitadísimo el chabón mientras se acomodaba atrás mío. Me agarró de los pelos y con su otro brazo rodeó mi panza. Me pegó una garchada violenta, profunda y salvaje como a mi me gusta.
"Ay dale cogeme... dale cogeme" le gritaba mientras me penetraba con más fuerza. Mi cabeza la tenía totalmente tirada hacia atrás, ya que Tomás se aferraba de mi pelo como agarrando las riendas de una yegua que estaba siendo domada. Después de un rato, sacó la pija y la apuntó a mi espalda. Pude sentir un chorro de leche caliente caer sobre mi cola.
Nos calmamos un poco y nos sentamos desnudos. Estuvimos charlando un rato. "No lo puedo creer" me repetía. "Nunca pensé que fueras tan puta, sos insaciable!". Agradecí el ¿elogio? mientras le tocaba la pija. "Vos no te quedás atrás boludo", le dije al notar que su pija estaba poniéndose dura de nuevo. Un animal el chabón. Acababa rápido, eso si... pero se le ponía dura al toque.
Me agaché a chupársela otra vez. Su verga estaba tiesa de nuevo, lista para otro polvazo. Seguí con el pete hasta que notamos las luces de la policía. Ahí bajamos un cambio y nos vestimos.
Abrimos las ventanas para cambiar el aire y nos tranquilizamos un poco. Tomás encendió el auto y me llevó a casa. En el camino, le hice cerrar las ventanas de nuevo. Estacionó en una esquina, le saqué el cinturón de seguridad y le bajé los pantalones. "Seguí manejando", le dije mientras se la chupaba.
Cuando estuvimos cerca de mi casa, me avisó y volví a mi asiento, pero sin dejar de pajearlo. Lo hice dar la vuelta y estacionar en una calle donde hay un colegio, que había menos movimiento. "Olvidate que me la trago de nuevo", le dije mientras lo pajeaba.
Seguí pajeandolo hasta que acabó en su pancita. Con mi mano la desparramé por su cuerpo y me la pasé por mi panza también. Tomás seguía con la boca abierta sin poder creerlo.
Esa noche no volvió a pasar nada. Pero a la siguiente semana Tomás se vino a pasar el fin de semana a Buenos Aires donde nos pusimos al día como corresponde.
Mis otras experiencias en el club:
- cuando era una niña, en una previa antes del boliche
- mi primer trio, aun siendo una niña
- no me pude sentar por una semana, pero me tuve que comer un pijón
- una despedida de soltera
- un casamiento
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Indice
Me puse a chatear por facebook con un pibe que lo conocía del club. Hacía rato no lo veía y nos pusimos al día. En eso, me pregunta si salía, le digo que no. Él tampoco hacía nada, así que me dice si quería ir a tomar algo, que me pasaba a buscar en el auto. La verdad que eran la 1am y yo ya estaba cambiada para irme a dormir.
Pero tampoco quería pasar el fin de semana en Rosario encerrada en mi casa. Me cambié lo más rápido que pude, inventé una excusa boluda en casa (las niñas bien no salen a las 2 am con un pibe por ahí, claro que no...) y me fui.
Me llevó a un bar, muy chetito del centro. El chabón seguía yendo al club, así que me puso al día con varios chismes. Cuando se empezaron a agotar los temas de conversación, nos fuimos. Al llegar al auto, me acompaña hasta la puerta, la abre y cuando estaba por entrar hace un movimiento rápido y ágil agarrándome del brazo y me come la boca. Mi primera reacción fue devolverle el beso hasta que me cayó la ficha. Lo paré y me metí en el auto sin decir nada.
- No está bien esto, Tomi - le dije, arrepentida de lo que había hecho. Yo tenía cuidado de mantener un perfil bajo dentro del ambiente del club. Si bien yo ya no iba más, mi familia y si; y somos socios de varias generaciones, siguen yendo y somos conocidos. Y los chismes corren rápido. De hecho, sé que llegaron rumores de algunos eventos que no pude ocultar. (les dejo los links a los relatos de esos episodios, por si los quieren ver al final del post).
- Dale Juli, cuál es el problema? La pasamos bien, terminemos la noche mejor.- me dijo mientras me agarraba la cara y me comía la boca de nuevo. Otra vez, no lo detuve. Y se dio cuenta de esto. Sus manos se apoyaron sobre mis muslos. Ya fue todo, dije. Me tiré encima y empezamos a chapar con ganas.
"Vamos a tu casa", le dije. El flaco se quedó mirándome y me dijo que vivía con los padres, que podíamos ir a un telo.
- No... telo no. No me gusta (!)- puta, pero minita conchuda primero. Ganas de garchar, tenía. Con ese pibe no muchas. Así que de histérica nomás iba a poner todas las trabas posibles.
Sorprendentemente, el flaco lo tomó lo más bien. Me dijo que no había problema. "Te llevo a tu casa o vamos a dar una vuelta?", me dijo. No era tan tarde así que le dije que vayamos por ahí.
Esperaba que me llevara a un telo de prepo y ahi pegar mi mejor actuación de ofendida para rajar, pero no. Igual, creo que fue peor. Encaró para la zona de la estación fluvial. Años atrás, ahí era un cogedero mal, pero ahora pusieron unas vayas y hay mucho control. Una pena.
Cuestión que se estacionó cerca del río y nos quedamos mirando la luna. Seguimos charlando un rato y otra vez empezamos a los besos. Ahora las manos de él se metían por debajo de mi remera. Yo hice lo mismo.
Con una de sus manos desabrochó mi corpiño mientras la otra lo levantaba y empieza a tocarme las tetas. Mi temperatura se estaba elevando y no podía dejar de lanzar pequeños gemidos mientras Tomás me besaba el cuello y acariciaba mi pelo. Ya no ponía resistencia a nada, y no me oponía a sus manos recorriendo mi piel.
Lo agarré fuerte de la espalda clavándole las uñas. Fue bajando sus manos, llegó al jean y despacio lo fue desabrochando. Mi respiración se agitaba esperando su mano meterse en mi concha empapada. Mientras lo hacía me miraba con carita pícara que me volvía loca. Cuando metió su mano deslizó su dedo hasta casi tocar mi cola y cuando lo retrocedía lo enterró en mi vagina haciéndome lanzar un gemido mientras lo agarraba de los pelos.
- Uhhh estás re mojada boluda... dale, vamos a un telo
- No.. - le decía con la respiración entrecortada por los movimientos de sus dedos dentro mío - telo no... seguí así - no se porqué seguía empecinada en esa postura, pero bueno...
Mientras él seguía cogiéndome con los dedos, yo llevé mi mano a su pija. La toqué por arriba del jean, marcándole el tronco. "Si empezás ahí... tenés que terminar". Me dijo desafiante. Lo miré con mi cara de puta caliente, le saqué la mano y me fui a la parte de atrás del auto.
Me senté y abrí mis piernas. Estiré un brazo y con el dedo índice le dije "vení". Desesperado se tiró atrás. Otra vez, chapamos a morir. Los vidrios ya estaban todos empañados. Le saqué la remera, yo me quedé en tetas. Me tiré contra la puerta y lo dejé que me besara todo el cuerpo. Tocaba mis pezones y besaba la base de mis tetas, bajaba por mi panza hasta mi tanguita. Con los dientes la corría y me besaba más abajo. Yo volaba de la calentura.
Me incorporé de golpe, lo senté y le bajé el jean y el boxer de una. Agarré su pija y me la metí en la boca. Le hice un pete violento, metía y sacaba rápido, la escupía y pajeaba, le pasaba la lengua desde las bolas hasta la cabeza. Tomás me agarraba de los pelos y acompañaba los movimientos de mi cabeza. Levanté mi vista y lo vi con los ojitos cerrados y la boca abierta, disfrutando mi lengua.
Seguí un rato más, hasta que no se pudo aguantar y acabó. "Qué pedazo de pete me hiciste boluda!", me decía Tomi mientras yo tragaba lo más que podía de la leche; para no ensuciar el auto. Puse mi mano abajo de las bolas del flaco para que lo que se me cayera (porque era mucho) fuera a mis manos y no manchar el asiento.
Me bajé el jean y empecé a tocarme las piernas, llamándolo. Tomi entendió el mensaje. Me corrió la tanguita y con su lengua me rozó todo el contorno de mi vagina. Yo buscaba de donde agarrarme, porque mi cuerpo no respondía de mi y me contorsionaba toda.
Después, se la comió toda. Abrió su boca y se la tragó por completo, metiendo un dedo que movía en círculos, para arriba, abajo, los costados... Estaba a punto de explotar, pero quería hacerlo con la pija adentro. Por suerte, Tomi seguía con la verga durísima. La agarré y la empecé a chupar.
Frené de petear y me senté arriba. Sentí como cada centímetro de su pija iba abriéndome hasta llegar al fondo. Cuando la sentí bien adentro, empecé a moverme. Estaba descontrolada. Cabalgaba esa pija como si fuese la última de mi vida. Tomi trataba de frenarme un poco; porque el auto se movía mucho y había gente pescando a unos metros.
Me agarró del culo mientras pegaba chirlos cada vez más fuertes que me hacían cogerlo más rápido. "Aflojá... no aguanto más", me decía. No me importaba. Seguí cogiendomelo fuerte, hasta que sentí cómo acabó adentro mío. La seguía teniendo dura, así que lo seguí cabalgando un rato, pero ahora más despacio.
Cuando se le bajó un toque, me volví a poner contra la puerta, lo agarré de los pelos y le metí la cara en mi concha. "Haceme acabar" le ordené. Tomi arrancó a chuparme la concha mientras me tocaba las tetas. No tardé en explotar, gritando y apretando fuerte su cabeza contra mi concha.
Lejos de calmarme, mis ganas de seguir cogiendo eran mayores. Tomás se sentó tomando aire al lado mío, pero yo estaba sacada de calentura. Había despertado una loba hambrienta. Le miré con ganas la verga, que estaba semierecta y me tiré encima. Ante la sorpresa de Tomi, empecé a petearlo desesperada. Me la metía al fondo, le tocaba las bolas, lo pajeaba. "Uff pendeja, sos un infierno!", decía él mientras yo desesperada conseguía mi objetivo de tener su poronga dura para mi.
"Cogeme" le pedí, mientras me daba vuelta y me arrodillaba en el asiento. "No me esperaba esto de vos... sos insaciable Julieta!" me decía excitadísimo el chabón mientras se acomodaba atrás mío. Me agarró de los pelos y con su otro brazo rodeó mi panza. Me pegó una garchada violenta, profunda y salvaje como a mi me gusta.
"Ay dale cogeme... dale cogeme" le gritaba mientras me penetraba con más fuerza. Mi cabeza la tenía totalmente tirada hacia atrás, ya que Tomás se aferraba de mi pelo como agarrando las riendas de una yegua que estaba siendo domada. Después de un rato, sacó la pija y la apuntó a mi espalda. Pude sentir un chorro de leche caliente caer sobre mi cola.
Nos calmamos un poco y nos sentamos desnudos. Estuvimos charlando un rato. "No lo puedo creer" me repetía. "Nunca pensé que fueras tan puta, sos insaciable!". Agradecí el ¿elogio? mientras le tocaba la pija. "Vos no te quedás atrás boludo", le dije al notar que su pija estaba poniéndose dura de nuevo. Un animal el chabón. Acababa rápido, eso si... pero se le ponía dura al toque.
Me agaché a chupársela otra vez. Su verga estaba tiesa de nuevo, lista para otro polvazo. Seguí con el pete hasta que notamos las luces de la policía. Ahí bajamos un cambio y nos vestimos.
Abrimos las ventanas para cambiar el aire y nos tranquilizamos un poco. Tomás encendió el auto y me llevó a casa. En el camino, le hice cerrar las ventanas de nuevo. Estacionó en una esquina, le saqué el cinturón de seguridad y le bajé los pantalones. "Seguí manejando", le dije mientras se la chupaba.
Cuando estuvimos cerca de mi casa, me avisó y volví a mi asiento, pero sin dejar de pajearlo. Lo hice dar la vuelta y estacionar en una calle donde hay un colegio, que había menos movimiento. "Olvidate que me la trago de nuevo", le dije mientras lo pajeaba.
Seguí pajeandolo hasta que acabó en su pancita. Con mi mano la desparramé por su cuerpo y me la pasé por mi panza también. Tomás seguía con la boca abierta sin poder creerlo.
Esa noche no volvió a pasar nada. Pero a la siguiente semana Tomás se vino a pasar el fin de semana a Buenos Aires donde nos pusimos al día como corresponde.
Mis otras experiencias en el club:
- cuando era una niña, en una previa antes del boliche
- mi primer trio, aun siendo una niña
- no me pude sentar por una semana, pero me tuve que comer un pijón
- una despedida de soltera
- un casamiento
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39 comentarios - Matando el aburrimiento del sábado
gracias por pasar!
Lo que no entiendo es la razón de no querer ir a un telo.
Y esa cabalgada... lo mejor!!! 😉
gracias por pasar!
Muy bueno
Que andes Bien...besos
gracias por pasar
te dejo los 10 puntos linda!
gracias por pasar
gracias por pasar
Te dejo 10 puntines por tu muy buen relato, como siempre una genia
gracias por pasar!
graicas por pasar
gracias por pasar!
Besotes Juli!!
P.D. Me mata la forma en la que perdes el control cuando te calentas jajaja y pobre (o afortunada) victima que este en tu camino cuando eso ocurre +10
espero disfrutes los otros 😉
estan los relatos de todas esas experiencias jaja
me alegro que te gusten los relatos
Un muy buen relato, bah como siempre 😜😘😘
Sos tremenda jajaja 😉
+10
las niñas bien no salen a las 2 am con un pibe por ahí, claro que no...) y me fui.
a mi no me las creerian asiq intentar es meterme al bosque de espinas jajajja
Le hice un pete violento, metía y sacaba rápido, la escupía y pajeaba, le pasaba la lengua desde las bolas hasta la cabeza. wahoo lo mataste jajjajaj