De vacaciones
Después de la apuesta y la casa y de decidir empezar con una historia juntos Rafa y yo le metimos pilas a la facultad, nos queríamos recibir e ir de viaje, a donde nos llevara el viento. Lo malo de esto era el tiempo que nos insumía, cursar las últimas materias, preparar finales y laburar para juntar la guita para el viaje, a veces no nos dejaba tiempo para coger como conejos calientes, apenas un par de polvos en la semana más algún pete furtivo en la mañana.
Fin de año llego con todo, nos recibimos. Festejamos nos emborrachamos y al otro día arrancamos con la organización. No era complicado, solo teníamos que elegir los destinos, la plata estaba y el tiempo también. Habíamos decidido que el viaje podía durar un mes como un año.
La idea era arrancar en Brasil y después ir viendo. Llegamos a Río un par de días después y nos instalamos en un hotel de Ipanema, 5 días, después seguimos viaje a otro lado más tranqui. Nos costó bajar las revoluciones: nos cambiamos, playa, caminata, mar, vuelta al hotel, ducha, salida, caminata por el centro, comida, vuelta al hotel, garche tipo trámite, dormir.
Al otro día cuando me desperté Rafa ya estaba levantado y en el balcón, me acerque, los dos en bolas obvio, y le di un chirlo – que haces acá tan pensativo? – le pregunté – nada – me dice – nada, ayer fue todo un flash, tenemos que bajar un cambio, hasta cogimos mal, no te pareció? – me dio un pico y apoyo una de sus manos en mis tetas y la amaso suave – y si – le respondo y lo empujo un poco para atrás para sentarme a upa - estamos muy acelerados, gor. Vamos despacio, nadie nos apura – no termine de hablar cuando ya había arrancado con una franela caliente, besos, lenguas, manos, un rato después nos vestimos y bajamos a desayunar. De ahí a la playa.
Más tranquilos y desde la orilla rafa me hizo notar que había muchas mujeres haciendo toples, yo lo escuche la primera vez y me hice la boluda. Repitió el comentario 2 o 3 veces más y yo seguí haciéndome la distraída hasta que pregunto – no queres hacer topless? Tendrías menos marcas de sol – yo me empecé a reír – Gor, pedimelo de una, no des tanta vuelta – le pellizco un pezón – Auch! Que perra sos, dale sacate el corpiño y vamos a caminar – empecé a desatar el moño y le dije – yo me quedo en tetas pero vos empezas a usar una de esas mallitas mini así también tenes menos marcas – Dale – me contesto entre risas, nada le gusta más que mostrarse el bolas. Caminar en tetas así libremente en una playa con gente debo reconocer que me puso mimosa.
Antes de comer fuimos a caminar por Copacabana, mucho turista, mucho sexshop en las galerías, por supuesto entramos a uno, Rafa compro unas tangas diría yo, aunque eran solo hilo dental, lo único que cubrían era la raja y si estaba cerrada. Volvimos, comimos, cogimos lindo pera nada del otro mundo.
Esa mañana ya estaba envalentonada, de una me iba en tetas a la playa y con una tanguita nueva que yo me había comprado el día anterior a un negro que vendía en la playa (ni me acorde de la compra de Rafa de la noche anterior). Me cubrí con un pareo y espera a Rafa que salió del baño con una tanga blanca que solo le escondía la verga, me empecé a reír – los putos van a estar de fiesta cuando te vean con eso – doy chongo?- pregunta preocupado, le dije que no, se puso un short y salimos. En el ascensor había una pareja de españoles que hablaban de una playa nudista, cagaste pensé para mis adentros, esa playa es el próximo destino.
Mientras desayunábamos obviamente le pregunto al mozo si sabía dónde estaba esa playa y el chico se lo dijo, más allá de Barra de Tijuca, sin auto era la loma del recontra orto. Después de pasearnos por la playa casi en bolas porque mi tanga apenas era un triangulito que tapaba la conchita y en tetas y él con esa tanga que parecía un semáforo porque entre que era colaless y tenía la verga medio despierta, decidimos alquilar un auto para ir hasta Barra. Después del mediodía llegamos a la Praia do Abarico, como ya era medio tarde no había mucha gente, caminamos totalmente en bolas los dos, Rafa se había depilado la verga también así que parecía más grande, eso me puso algo tibia, nos metimos al mar, nos tiramos al sol entre las piedras y ahí de contrabando Rafa arranco haciéndome una pajita hermosa, me prendio fuego al toque, todo sumaba, la playa, estar en bolas, esas manos enormes, me calentaba más pensar cuando me la iba a comer, pero ese momento no nunca, no me dio para petearlo, cuando alguien pasaba el sacaba la mano y listo, yo quedaba más obvia. Abría los labios y percutía con el dedo gordo sobre el clítoris con una maestría que me hacía arquear el cuerpo como si me la estuviese guardando hasta el fondo, casi chorreando acabe por primera vez en la playa, llegaría un orgasmo más, tenía que gemir despacio para que no escucharan los demás – vamos al mar putita hermosa – me dijo despacio, me levanto y me llevo al agua, lejos de enfriarme estaba cada vez más caliente me lo quería coger ahí, ya!, pero él siguió con la paja hasta que volví a acabar. –Vamos – me dijo, - quiero coger ya! – le dije en el auto – estoy en llamas puto!, me prendes fuego y me dejas así! – Callate – me contesta – no puedo ni pensar de lo dura que la tengo, cometela o no llegamos al hotel – me tire palomita sobre ese tronco de carne duro, estaba como loca, el gemía y yo se la comía más fuerte, hasta los huevos, y después los huevos, me la metía en la boca hasta la garganta, la sentía latir y sentía como él tenía espasmos, estaba por acabar, se le hinchaban las venas, la saque de la boca y se la tire con las manos, no me importaba que nos vieran de afuera, me salía humo de la pocha, quería verga rápido y la quería ya!
Llegamos al hotel más rápido que volando. Ya en la habitación no nos daban las manos para desvestirnos aunque era muy poca la ropa que teníamos puesta. Me levanto y me apoyo contra la pared y ahí sin decir casi nada me la guardo esa verga maravillosa hasta el fondo de la pocha que a esa altura chorreaba como un volcán – que puta hermosa sos, me volves loco! – Sin sacármela se sentó en la cama y con las manos en las cachas manejo el ritmo del bombeo mientras me comía las tetas yo me arqueaba hacia atrás para que entrara más. Sentía electricidad en el cuerpo, los orgasmos pasaban uno atrás del otro – rómpeme toda puto!! Dámela toda!!! Los dos gemíamos y jadeábamos como si no hubiese vecinos en las habitaciones de al lado. Me acostó boca arriba, abrió mis piernas como una v corta y de nuevo me la guardo, sin usar las manos apuro el bombeo, cada vez más ligero, soltó las piernas y me agarro las tetas, las amasó y las chupeteo a medida que el bombeo se hacía más lento pero más profundo, sentía como la verga se hinchaba más adentro mío y su cuerpo se empezó a tensar, me sujeto las manos atrás de la cabeza, casi inmovilizada, en cada bombeo comenzó a acabar y los jadeos se hicieron más espaciados igual que los gemidos.
Nos quedamos los dos tirados en la cama, al rato me come la boca de un chupón hermoso y se levanta – vamos a comer? Tengo que recuperar energía, putita hermosa, me dejas seco! – se ríe – no creas que me olvide de ese hoyito hermoso, el viaje recién empieza y te lo voy a romper todo – me pellizca el culo y se va a bañar – Ay! Forro, me dolió puto! Esperame – nos bañamos juntos y nos fuimos a comer. Durante la comida decidimos el próximo destino, sería Jericocuara, una playa más al norte de Fortaleza, una reserva natural, con dunas y playas solitarias.
Obvio, de la ciudad solo vimos las playas, el resto del tiempo volvimos a coger como conejos hasta partir para el nuevo destino.
Continuará...
Después de la apuesta y la casa y de decidir empezar con una historia juntos Rafa y yo le metimos pilas a la facultad, nos queríamos recibir e ir de viaje, a donde nos llevara el viento. Lo malo de esto era el tiempo que nos insumía, cursar las últimas materias, preparar finales y laburar para juntar la guita para el viaje, a veces no nos dejaba tiempo para coger como conejos calientes, apenas un par de polvos en la semana más algún pete furtivo en la mañana.
Fin de año llego con todo, nos recibimos. Festejamos nos emborrachamos y al otro día arrancamos con la organización. No era complicado, solo teníamos que elegir los destinos, la plata estaba y el tiempo también. Habíamos decidido que el viaje podía durar un mes como un año.
La idea era arrancar en Brasil y después ir viendo. Llegamos a Río un par de días después y nos instalamos en un hotel de Ipanema, 5 días, después seguimos viaje a otro lado más tranqui. Nos costó bajar las revoluciones: nos cambiamos, playa, caminata, mar, vuelta al hotel, ducha, salida, caminata por el centro, comida, vuelta al hotel, garche tipo trámite, dormir.
Al otro día cuando me desperté Rafa ya estaba levantado y en el balcón, me acerque, los dos en bolas obvio, y le di un chirlo – que haces acá tan pensativo? – le pregunté – nada – me dice – nada, ayer fue todo un flash, tenemos que bajar un cambio, hasta cogimos mal, no te pareció? – me dio un pico y apoyo una de sus manos en mis tetas y la amaso suave – y si – le respondo y lo empujo un poco para atrás para sentarme a upa - estamos muy acelerados, gor. Vamos despacio, nadie nos apura – no termine de hablar cuando ya había arrancado con una franela caliente, besos, lenguas, manos, un rato después nos vestimos y bajamos a desayunar. De ahí a la playa.
Más tranquilos y desde la orilla rafa me hizo notar que había muchas mujeres haciendo toples, yo lo escuche la primera vez y me hice la boluda. Repitió el comentario 2 o 3 veces más y yo seguí haciéndome la distraída hasta que pregunto – no queres hacer topless? Tendrías menos marcas de sol – yo me empecé a reír – Gor, pedimelo de una, no des tanta vuelta – le pellizco un pezón – Auch! Que perra sos, dale sacate el corpiño y vamos a caminar – empecé a desatar el moño y le dije – yo me quedo en tetas pero vos empezas a usar una de esas mallitas mini así también tenes menos marcas – Dale – me contesto entre risas, nada le gusta más que mostrarse el bolas. Caminar en tetas así libremente en una playa con gente debo reconocer que me puso mimosa.
Antes de comer fuimos a caminar por Copacabana, mucho turista, mucho sexshop en las galerías, por supuesto entramos a uno, Rafa compro unas tangas diría yo, aunque eran solo hilo dental, lo único que cubrían era la raja y si estaba cerrada. Volvimos, comimos, cogimos lindo pera nada del otro mundo.
Esa mañana ya estaba envalentonada, de una me iba en tetas a la playa y con una tanguita nueva que yo me había comprado el día anterior a un negro que vendía en la playa (ni me acorde de la compra de Rafa de la noche anterior). Me cubrí con un pareo y espera a Rafa que salió del baño con una tanga blanca que solo le escondía la verga, me empecé a reír – los putos van a estar de fiesta cuando te vean con eso – doy chongo?- pregunta preocupado, le dije que no, se puso un short y salimos. En el ascensor había una pareja de españoles que hablaban de una playa nudista, cagaste pensé para mis adentros, esa playa es el próximo destino.
Mientras desayunábamos obviamente le pregunto al mozo si sabía dónde estaba esa playa y el chico se lo dijo, más allá de Barra de Tijuca, sin auto era la loma del recontra orto. Después de pasearnos por la playa casi en bolas porque mi tanga apenas era un triangulito que tapaba la conchita y en tetas y él con esa tanga que parecía un semáforo porque entre que era colaless y tenía la verga medio despierta, decidimos alquilar un auto para ir hasta Barra. Después del mediodía llegamos a la Praia do Abarico, como ya era medio tarde no había mucha gente, caminamos totalmente en bolas los dos, Rafa se había depilado la verga también así que parecía más grande, eso me puso algo tibia, nos metimos al mar, nos tiramos al sol entre las piedras y ahí de contrabando Rafa arranco haciéndome una pajita hermosa, me prendio fuego al toque, todo sumaba, la playa, estar en bolas, esas manos enormes, me calentaba más pensar cuando me la iba a comer, pero ese momento no nunca, no me dio para petearlo, cuando alguien pasaba el sacaba la mano y listo, yo quedaba más obvia. Abría los labios y percutía con el dedo gordo sobre el clítoris con una maestría que me hacía arquear el cuerpo como si me la estuviese guardando hasta el fondo, casi chorreando acabe por primera vez en la playa, llegaría un orgasmo más, tenía que gemir despacio para que no escucharan los demás – vamos al mar putita hermosa – me dijo despacio, me levanto y me llevo al agua, lejos de enfriarme estaba cada vez más caliente me lo quería coger ahí, ya!, pero él siguió con la paja hasta que volví a acabar. –Vamos – me dijo, - quiero coger ya! – le dije en el auto – estoy en llamas puto!, me prendes fuego y me dejas así! – Callate – me contesta – no puedo ni pensar de lo dura que la tengo, cometela o no llegamos al hotel – me tire palomita sobre ese tronco de carne duro, estaba como loca, el gemía y yo se la comía más fuerte, hasta los huevos, y después los huevos, me la metía en la boca hasta la garganta, la sentía latir y sentía como él tenía espasmos, estaba por acabar, se le hinchaban las venas, la saque de la boca y se la tire con las manos, no me importaba que nos vieran de afuera, me salía humo de la pocha, quería verga rápido y la quería ya!
Llegamos al hotel más rápido que volando. Ya en la habitación no nos daban las manos para desvestirnos aunque era muy poca la ropa que teníamos puesta. Me levanto y me apoyo contra la pared y ahí sin decir casi nada me la guardo esa verga maravillosa hasta el fondo de la pocha que a esa altura chorreaba como un volcán – que puta hermosa sos, me volves loco! – Sin sacármela se sentó en la cama y con las manos en las cachas manejo el ritmo del bombeo mientras me comía las tetas yo me arqueaba hacia atrás para que entrara más. Sentía electricidad en el cuerpo, los orgasmos pasaban uno atrás del otro – rómpeme toda puto!! Dámela toda!!! Los dos gemíamos y jadeábamos como si no hubiese vecinos en las habitaciones de al lado. Me acostó boca arriba, abrió mis piernas como una v corta y de nuevo me la guardo, sin usar las manos apuro el bombeo, cada vez más ligero, soltó las piernas y me agarro las tetas, las amasó y las chupeteo a medida que el bombeo se hacía más lento pero más profundo, sentía como la verga se hinchaba más adentro mío y su cuerpo se empezó a tensar, me sujeto las manos atrás de la cabeza, casi inmovilizada, en cada bombeo comenzó a acabar y los jadeos se hicieron más espaciados igual que los gemidos.
Nos quedamos los dos tirados en la cama, al rato me come la boca de un chupón hermoso y se levanta – vamos a comer? Tengo que recuperar energía, putita hermosa, me dejas seco! – se ríe – no creas que me olvide de ese hoyito hermoso, el viaje recién empieza y te lo voy a romper todo – me pellizca el culo y se va a bañar – Ay! Forro, me dolió puto! Esperame – nos bañamos juntos y nos fuimos a comer. Durante la comida decidimos el próximo destino, sería Jericocuara, una playa más al norte de Fortaleza, una reserva natural, con dunas y playas solitarias.
Obvio, de la ciudad solo vimos las playas, el resto del tiempo volvimos a coger como conejos hasta partir para el nuevo destino.
Continuará...
11 comentarios - De vacaciones (I) - Río
Besos diosa!!!