Desde los trece añitos aprendí en la ducha a tocarme, cuando el agua de la canilla tocaba la cabeza de mi pene. En ese entonces solía ducharme con algún vecinito del barrio, eramos "todos varones" y nos duchábamos al salir de la pileta. Siempre fui una persona androgina en mi pubertad, mi actitud era naturalmente femenina y eso confundía siempre a mis amigos. Yo siempre disfrute de ese morbo, de ver como me miraban cuando nos duchábamos y por supuesto mas adelante cuando crecí y decidí aceptar que era una chica trans, ame confundirlos con mi femineidad al palo.
Es extraño como quede adherida a la idea de la paja. En mi adolescencia, precisamente en en secundario tuve experiencias de calentura inexplicables con ciertos compañeros con los que nos juntábamos a estudiar. Siempre saltaba el tema sexo, y algunas veces terminábamos manoseándonos pero sin besos. Lo mas incomodo era al otro día en el colegio cuando nos veíamos y hacíamos como si nada hubiera pasado. Tontos. Nadie sabia. Nadie sospechaba.
Crecí confundiendo y excitando heteros, y ese morbo, verlos manosearse, verlos como se les para, pajear, es lo que mas placer me da.
Ya mas grande me forme físicamente como una mujer, y mi "lado b" continuo siendo esta fijación por la paja. Encontré pocos pero buenos amigos de paja cruzada. Chicos hetero, algunos que recuerdo con mucho cariño. En general prima la amistad, la charla pero detrás de todo ese tiempo que compartimos esta implícito que nos vamos a pajear, o frotar, pero no cogernos. Es una locura, pero es excitante manosearse. Con algunos , lentamente, con otros frenéticamente. Me gusta ser su confidente y que ellos como amigos me respondan igualmente. Siempre fui selectiva, exigente, y estoy contenta con haber tenido pocos pero buenos amigos hetero de pajas. Los momentos en que ellos se confundían conmigo, solía ayudaros a entender que esto quedaba en secreto. Lo mas lindo de este tipo de amistad es respetar el código y cuidarse. Mis amigos hetero experimentaron y me hicieron experimentar las mejores pajas de mi vida. Acabadas sincronizadas, mucho liquido pre-seminal, calor, manoseos, labios mordidos pero sin dejar rastros para que cada quien siga su vida sin ningun vestigio de sexo prohibido.
Ese es mi secreto. Amo la paja desde hace mucho tiempo pero sobre todo amo captar y confundir heteros que se hacen adictos a tenerme como su mejor amiga. Y cuando digo mejor amiga, es cierto, porque hablamos de la vida, de las parejas y descargamos de la mejor manera: con sexo a pajas.
Es extraño como quede adherida a la idea de la paja. En mi adolescencia, precisamente en en secundario tuve experiencias de calentura inexplicables con ciertos compañeros con los que nos juntábamos a estudiar. Siempre saltaba el tema sexo, y algunas veces terminábamos manoseándonos pero sin besos. Lo mas incomodo era al otro día en el colegio cuando nos veíamos y hacíamos como si nada hubiera pasado. Tontos. Nadie sabia. Nadie sospechaba.
Crecí confundiendo y excitando heteros, y ese morbo, verlos manosearse, verlos como se les para, pajear, es lo que mas placer me da.
Ya mas grande me forme físicamente como una mujer, y mi "lado b" continuo siendo esta fijación por la paja. Encontré pocos pero buenos amigos de paja cruzada. Chicos hetero, algunos que recuerdo con mucho cariño. En general prima la amistad, la charla pero detrás de todo ese tiempo que compartimos esta implícito que nos vamos a pajear, o frotar, pero no cogernos. Es una locura, pero es excitante manosearse. Con algunos , lentamente, con otros frenéticamente. Me gusta ser su confidente y que ellos como amigos me respondan igualmente. Siempre fui selectiva, exigente, y estoy contenta con haber tenido pocos pero buenos amigos hetero de pajas. Los momentos en que ellos se confundían conmigo, solía ayudaros a entender que esto quedaba en secreto. Lo mas lindo de este tipo de amistad es respetar el código y cuidarse. Mis amigos hetero experimentaron y me hicieron experimentar las mejores pajas de mi vida. Acabadas sincronizadas, mucho liquido pre-seminal, calor, manoseos, labios mordidos pero sin dejar rastros para que cada quien siga su vida sin ningun vestigio de sexo prohibido.
Ese es mi secreto. Amo la paja desde hace mucho tiempo pero sobre todo amo captar y confundir heteros que se hacen adictos a tenerme como su mejor amiga. Y cuando digo mejor amiga, es cierto, porque hablamos de la vida, de las parejas y descargamos de la mejor manera: con sexo a pajas.
11 comentarios - Hetero Curiosos.Amo confundirlos.
Van puntos