Ya saben que Mariana y yo disfrutamos mucho con mis cuernos. Además de los cuernos reales que ella me pone cada vez que coge con sus machos, disfrutamos mucho con mis cuernos de fantasía, que son esos que me pone cada vez que ella y yo hacemos el amor y nos contamos fantasías en las que ella coge con machos imaginarios. A veces no son tan imaginarios, sino que son personas reales que por algún motivo de distancia o de compromiso social o familiar no pueden ser machos de Mariana en su plenitud.
Uno de esos machos imaginarios apareció por primera vez en nuestra cama hace poco más de un mes y es lo que quiero contarles.
Mariana y yo estabamos haciendo el amor muy rico, muy románticos los dos, cuando empiezo a calentarla con frases como "¿Te gusta mi pija, mi amor?" o "¿Te gusta o preferís alguna más grande?". Y como siempre que le hablo de otra pija, ella empieza a mojarse como loca y a gemir como una puta en celo.
Esa noche le digo: "¿A quién te gustaría cogerte ahora mismo?". Ella dudaba, no me quería decir, hasta que me pregunta: "¿De verdad querés saber?". "¡Decimelo ya!", le dije.
"A mi papá", me contesta.
En ese mismo instante no sabía qué sentir. Se me mezclaba la sorpresa con la indignación, pero lo que ganaba era una excitación que se iba de escala. Apenas sentí esa palabra de cuatro letras estuve a punto de acabar. Hice un esfuerzo para contenerme. Solo pude tragar saliva y decirle: "Contame". Y empezó...
Todo esto ella lo decía entre gemidos, cerrando los ojos y mordiendose los labios mientras saltaba arriba de mi pija.
Dijo esto mientras se llevó las dos manos a sus pechos y los empezó a manosear con locura.
Ahí cambié de posición para evitar acabar. Quería que me cuente todo. Así que la acosté boca arriba y me acomodé entre sus piernas para darle una chupada de concha digna de un campeón. Ella siguió...
Ahí Mariana pegó un grito y acabó con furia. Enseguida se puso en cuatro y me dijo: "Rompeme el orto". Sin tardar ni un segundo le apoyé la pija en su culito y le entré sin asco. La estaba taladrando. Ella siguió...
Mariana seguía con su relato mientras le pegaba la culeada del siglo y se llevó una mano hacia su vagina empepada y empezó a masturbarse con violencia.
En ese mismo instante hago lo mismo y acabo con todo, llenándole el culo de leche. Caemos en la cama los dos, jadeando de placer y cansancio. Ella se acerca y me dice al oído: "¿Te gustó?". A lo que yo le pregunto: "¿A vos de verdad te gustaría...?"
Abrió sus labios y dijo una sola y mágica palabra: "Sí"
Uno de esos machos imaginarios apareció por primera vez en nuestra cama hace poco más de un mes y es lo que quiero contarles.
Mariana y yo estabamos haciendo el amor muy rico, muy románticos los dos, cuando empiezo a calentarla con frases como "¿Te gusta mi pija, mi amor?" o "¿Te gusta o preferís alguna más grande?". Y como siempre que le hablo de otra pija, ella empieza a mojarse como loca y a gemir como una puta en celo.
Esa noche le digo: "¿A quién te gustaría cogerte ahora mismo?". Ella dudaba, no me quería decir, hasta que me pregunta: "¿De verdad querés saber?". "¡Decimelo ya!", le dije.
"A mi papá", me contesta.
En ese mismo instante no sabía qué sentir. Se me mezclaba la sorpresa con la indignación, pero lo que ganaba era una excitación que se iba de escala. Apenas sentí esa palabra de cuatro letras estuve a punto de acabar. Hice un esfuerzo para contenerme. Solo pude tragar saliva y decirle: "Contame". Y empezó...
Me gustaría ir a mi casa una tarde, a visitar a mis viejos y al llegar encontrarme solo con mi papá y que él me diga que mamá salió y que va a tardar en volver"
Todo esto ella lo decía entre gemidos, cerrando los ojos y mordiendose los labios mientras saltaba arriba de mi pija.
Me imagino que los dos nos sentamos en la mesa de la cocina y tomamos unos mates con total ingenuidad, pero que en cada oportunidad que tengo le miro su entrepierna y me paso la lengua por los labios, para tratar de calentarlo. Pero me doy cuenta que no soy yo la única con ideas calientes, porque ahí lo veo mirándome fijamente las tetas"
Dijo esto mientras se llevó las dos manos a sus pechos y los empezó a manosear con locura.
Y entonces me imagino que le pregunto '¿Qué mirás, papá?' y él me contesta 'Miro algo que me gusta mucho'"
Ahí cambié de posición para evitar acabar. Quería que me cuente todo. Así que la acosté boca arriba y me acomodé entre sus piernas para darle una chupada de concha digna de un campeón. Ella siguió...
Entonces me gustaría que él se levante me agarre la cara y me coma la boca. Y me imagino que yo me levanto y los dos nos abrazamos y nos besamos. Y ahí empiezo a sentir una de sus manos en mis tetas y otra acariciándome la conchita por arriba de las calzas. A propósito, como una nenita tímida, me aparto y le digo 'Esto está mal, papá' a lo que él me contesta 'Ya sé, pero no puedo parar. Te quiero coger toda hace años'. Y ahí me entrego, lo dejo, dejo que mi papá me haga todo lo que quiera, que me trate como a una puta pero sin dejar de pensar ni un segundo que soy su hija"
Ahí Mariana pegó un grito y acabó con furia. Enseguida se puso en cuatro y me dijo: "Rompeme el orto". Sin tardar ni un segundo le apoyé la pija en su culito y le entré sin asco. La estaba taladrando. Ella siguió...
Me gustaría subirme arriba de mi viejo, como a upa, abrazándolo con mis piernas y que me lleve hasta la que era mi habitación de chica mientras me chupa las tetas. Y que ahí me tire en mi antigua camita mientras los dos nos sacamos la ropa. Me imagino que lo miro con mi mejor cara de puta mientras me abro de piernas y le agarro su verga grande, dura y jugosa y me la llevo hasta mi conchita"
Mariana seguía con su relato mientras le pegaba la culeada del siglo y se llevó una mano hacia su vagina empepada y empezó a masturbarse con violencia.
Y mi papá siente la conchita de su hija, abierta y chorreando de calentura y me penetra con furia, me agarra de las piernas, las abraza y me coge sin importarle nada más en la vida. Estamos así un rato hasta que le digo 'Dame por atrás, papi'. Él escucha que lo llamo así y se pone loco, me da vuelta rápido y me mete toda su verga en la conchita y así en cuatro me da con todo. Empiezo a gritar y a gritar sin parar diciéndole 'Así, pa...' y él me dice gruñiendo '¿Te gusta cómo te coge tu papá, puta de mierda?' hasta que no puedo más y le grito '¡Llename de leche, papi! ¡Damela toda! ¡Embarazame!' y él no aguanta, tira la cabeza para atrás, me penetra hasta el fondo y empiezo a sentir sus tremendos chorros de leche caliente que me llenan toda"
En ese mismo instante hago lo mismo y acabo con todo, llenándole el culo de leche. Caemos en la cama los dos, jadeando de placer y cansancio. Ella se acerca y me dice al oído: "¿Te gustó?". A lo que yo le pregunto: "¿A vos de verdad te gustaría...?"
Abrió sus labios y dijo una sola y mágica palabra: "Sí"
11 comentarios - Mi esposa se quiere coger a su padre
me encanta!!