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Compendio II
¿Quieres salir con mi marido?
😠
¡Eso me molesta de los chicos de mi edad!
Siguen siendo pendejos y más encima, se aprovechan de las chicas.
😕
Bueno, no todos son así.
Y una mira tantas cosas en la universidad, que también se da al revés, que las chicas se aprovechan de los chicos.
Pero por eso, cada vez me siento más contenta de estar ya casada y que él sea tan amoroso y romántico para cuidarme y tratarme bien.
😆
Empezaré por el principio.
Ya terminando el semestre, el chico que invité la otra vez junto con su novia rompió con ella.
😡
¡El muy cerdo, aparte de haberle sido infiel, había estado de novia con Ann por interés!
Porque hacían los trabajos de investigación juntos y Ann es de esas chicas lindas que aparte de verse monas, tienen una buena cabeza sobre los hombros.
Al igual que yo…
XD
Pero cuando pasaron las asignaturas, el muy tunante decidió romper con ella, por encontrarlo “demasiado frígida”, cuando en realidad, ella estaba siendo una chica decente.
Así que apenas me enteré de su rompimiento y que el otro chico ya tenía otra novia para navidad, que moví cielo y tierra para contactarla.
Y la pobre se sentía triste.
😭
Porque claro, el chico es guapetón, coqueto y sabe llegar bien a las chicas.
Y la invité a conversar de eso con Vanessa, en la misma cafetería donde nos juntamos la otra vez.
“¡Todos los hombres son iguales! ¡Nunca se conforman con una sola!” decía Vanessa, con una cara insensible.
😶
A mí me molestó, porque mi mejor amigo ES diferente y sé que hay más chicos que valen la pena.
Pero a Ann le gustaba el envase de ese chico, pero no el relleno…
“¿Te gustaría salir con mi marido?” le pregunté, con la mejor de mis sonrisas.
😳
¡Siempre me miran de la misma manera!
Pero yo soy sincera y por eso les pregunto.
“¿Cómo dices?”
Vanessa quedó muda…
😂
“Que si te gustaría salir con mi marido.” Respondí.
Y les mostré una de mis fotos favoritas, que se la tomé cuando lavaba a las pequeñas en el baño.
Es la típica foto de papá cariñoso con sus hijitas, salpicando a mi flaquita enojona, que era puras sonrisas para el que la mojaba.
A Ann le gustó la foto, pero Vane se decepcionó de mi marido… al principio.
😏
“Pero ¿Por qué me preguntas eso?”
“Porque mi marido es distinto a los otros chicos. Es más inteligente y maduro y estoy segura que si sales con él, te sentirás mucho mejor.”
😆
Mi marido siempre me ha alabado en que “parezco más cándida de lo que soy”, lo que al principio me hacía sentir mal e inmadura, porque él es mucho más listo.
Pero después me explicó que era una ventaja, porque me dejaba revisar a los demás, sin llamar la atención.
“¿Cómo una ninja?” Le pregunté esa vez.
“Como una ninja…” respondió él, con esa sonrisa paternal tan linda que tiene.
😍
Ann me miraba como si hubiera gato encerrado…
Así que le conté del divorcio de mi mamá.
Le dije que poquito antes que él y yo nos casásemos, mis papás se separaron y mi mamá se vino a vivir con nosotros.
Le conté que también pasó por un tiempo que se sintió rechazada y fea, cuando mamá es lindísima…
“Y le pregunté a mi marido si no encontraba bonita a mamá. Él dijo que era una mujer atractiva y a mi mamá le dio un poco de vergüenza. Así que le pedí a mi marido que la llevara en una cita, para que disfrutara y se sintiera mejor… ¡Y así lo hizo!” les conté, bien alegre.
“¿Y qué pasó?” Preguntó Vane.
“Bueno… como mi mamá no estaba acostumbrada a salir con alguien tan joven y guapo, volvió muy avergonzada, despeinada, cansada y contenta… pero que tenía razón y que había sido muy bueno salir con él.”
“¿Cansada? ¿Por qué?”
😏
A Vane no se le escapaba ninguna…
“¡No sé! A lo mejor, de tanto caminar. Mamá apenas se podía mantener de pie, de todos los lugares que visitaron, porque salieron por unas 5, 6 horas… pero después de eso, se empezó a vestir más bonita y a tratar con muchos besos y abrazos a mi marido y me decía todo el tiempo que “no tenía que perder un hombre como él, porque hay pocos…” y le gustó salir tanto con mi marido, que a veces iban a comprar al supermercado o a comprar herramientas y salían unas 5 horas o más, pero mamá siempre volvía muy alegre, sonriente y cansada, de tanto caminar y pasarlo bien con él.”
😕
En realidad, no fue tan así. Cuando mamá volvió, le dio un poco de depresión y mi marido la iba a visitar a su dormitorio por la noche, unas 3 o 4 horas, para después siempre volver a mi cama con carita de arrepentido.
Pero también quería mostrarle a Vane que mi marido no es soso.
😃
Como Ann no estaba muy convencida, le conté entonces de mi hermana.
“A mi hermana siempre le ha gustado salir a trotar, pero es muy bonita e inocente y siempre me preocupaba que le pasara algo cuando salía a correr sola. Así que le pedí a mi marido si podía acompañarla, para que la cuidara. Él estaba muy contento y me dijo que no preocupara, porque la cuidaría bien…”
😈
“Y la primera tarde que salieron a correr juntos, volvió muy cansada y adolorida. Mi marido tiene una resistencia impresionante y parece que la llevó a trotar bastante lejos, porque se tardaron mucho… pero mi hermanita también me dijo que la había pasado muy bien con mi marido y que le gustaría entrenar y salir a correr más a menudo con él. Así que salían casi todos los días y se perdían por unas 2 o 3 horas, corriendo a quién sabe dónde… y a veces, cuando llovía, mi marido la ayudaba a entrenar en el dormitorio y mi marido debía ser muy exigente, porque mi hermana se quejaba bastante al entrenar… pero parecía que le gustaba ese entrenamiento, porque le pedía que no parara…” les conté, comiendo tranquilamente mi helado.
😳
Fue entonces que Ann me miraba con tremendos ojos, sin creer que fuera tan boba para no saber lo que realmente le hacía mi marido a mi hermana.
“El entrenamiento de mi hermanita era tan duro, que la pobre siempre tenía que darse una larga ducha de lo sudada que terminaba y al igual que lo hacia mi mamá, me daba las gracias por dejarme salir con él y me decía que no se me ocurriera ser tan tonta para romper con un chico como él…”
😃
En realidad, como algunos ya lo saben, mi hermanita y yo teníamos un acuerdo secreto para compartirlo como pololo.
Pero como les conté, soy bastante buena en hacerme pasar por cándida.
😤
“Y lo mejor que hizo fue con mi prima. Ella era una chica como tú, Vane. De esas que le gustaba salir bastante y tener muchos novios. Pero estaba llegando a esa edad donde tenía que estudiar algo y mi marido fue su tutor. A veces, pasaban unas 7 o 8 horas estudiando todo el día en su casa y mi prima decía que ya no quería más, que había tenido suficiente. Pero mi esposo no se rinde y a veces, estudiaban sábado y domingo todo el día…”
Vane tenía una cara graciosísima…
“¿Y a tu prima… le costaba caminar?” preguntó.
😆
“¡Claro! Después de tanto estar sentada, es natural que te cueste caminar. Pero siempre que terminaba de estudiar con mi marido, volvía contenta, cansada y de un buenísimo humor… y lo mejor fue que dejó de salir con tantos chicos y se enfocó completamente en sus estudios. Yo le pregunté si acaso no se sentiría sola, pero ella me dijo que con mi marido estaba más que bien… así que los dejé tranquilos y al final, entró a estudiar lo mismo que mi marido en la Universidad.”
😂
“Oye, Mari… ¿A ti no te preocupa… que tu marido te sea infiel?” Preguntó Ann, como diría mi marido, “enfrentando el elefante en la habitación”.
XD
“¡Para nada! ¡Eres muy desconfiada, Ann! Te he dicho que él todas las noches me atiende excelente… y es natural que esas noches llegara un poco más cansado, por haber trabajado tanto. Pero te confesaré que hacer el amor con él era más rico, porque el pobrecito siempre parecía esforzarse mucho y terminaba muy satisfecho y agotado conmigo, cuando él siempre me deja así. Y además, siempre tiene amigas que andan cuidando que él no ande en malos pasos…”
“¿Quiénes son estas amigas?” Preguntó Vane, intrigada hasta la medula, poniendo las manos en su mentón y con unos enormes ojos, que parecían no perder un detalle.
“Antes, cuando él trabajaba en oficina, tenía una amiga muy cercana y de confianza, con la que conversaban de todo. Ella le contaba de su novio y él le contaba de mí y a veces salían a comer y también pasaban por tiendas de juguetes eróticos (lo dije con tanta naturalidad, que cuando lo escucharon, quedaron de piedra XD), para conversar de sus fantasías y cosas así. Pero cuando su compañera rompió con su novio, ella también se deprimió como Ann y mi marido la iba a visitar a su casa. A veces, se tenía que quedar todo el fin de semana, porque la pobre chica estaba muy triste y parecía que él le ayudaba a subir los ánimos.”
“¿Y le costaba… caminar?” preguntó Vane, imaginando quién sabe qué cosa.
“¡No lo sé! Casi nunca la veía. Pero por ejemplo, cuando llegamos aquí, él se hizo amigo de la vecina. Es una mujer hermosa y tiene 4 años de casada, pero no sabía cocinar y estaba desesperada por tener un hijo. Así que le dije a mi marido, que es un cocinero excelente, que le enseñara algunos trucos…”
“¡No me digas que…!” exclamó Ann.
“¡Claro! Ella venía por las mañanas, cuando me iba a clases y mi marido le enseñó algunas cositas… ¿Y a que no adivinas qué?... ¡Al poquito tiempo, ella quedó embarazada! Y por supuesto, le tiene mucho afecto a mi marido y cada vez que lo ve, le da muchos besos y abrazos.”
😅
“Oye, Mari… ¿Dónde dijiste que vivías? Porque me gustaría visitar a tu marido… para que no se sienta tan solo, mientras estudias…” Dijo Vane, pasándose de lista.
Ann la miró con enfado, porque todas pensaban lo mismo…
“¡No tienes que preocuparte! Por lo mismo, contraté una niñera, para que le ayude a cuidar a las pequeñas…” respondí, manteniendo mi rol de cándida.
“¿Una niñera?” preguntó Vane, confundida y decepcionada.
“¡Si… y bastante buena! Incluso ya está despierta por las mañanas, cuando me voy a la universidad, siempre sonriendo de darle la leche en biberón de la mañana a las pequeñas en pijama y es muy cariñosa con ellas y con mi marido también. Es tan eficiente, que ni siquiera se toma días libres… y por eso ya no me preocupa que se quede solo.”
😕
“¿Qué dices, Ann? ¿Te gustaría salir con mi marido?” le pregunté otra vez.
Me miraba incómoda.
Sigue siendo una chica de principios y ahora, le estaba presentando la oportunidad de ser la “chica mala de la película”.
Pero aunque había pintado a mi marido como un seductor incorregible, él es mucho más que eso y la verdad es que, aunque quiero mucho a Liz y la pasamos bien, me estoy aburriendo un poquito de jugar solo con ella y por eso, he invitado a Lara y no tuve problemas con lo que pasó entre Jess y mi marido.
Y usé todos mis poderes de convencimiento en mis mágicos ojos verdes de gata, porque en verdad, me haría un favor más a mí que a sí misma, porque mi marido me contaría todo lo que hizo con ella, con lo que terminó aceptando.
Porque eso es lo que más me gusta de todo esto: porque Ann se merece un chico apuesto e inteligente que la quiera y trate bien y mi marido es uno de esos.
Y es por eso que ahora él está abajo, medio enojado conmigo, jugando con sus consolas.
😕
Porque dice que ya no tengo que hacer esas cosas y que no es mi problema que otras personas queden tristes por situaciones amorosas.
Pero aunque está rabiando conmigo y con el año nuevo, seguramente jugando con la porrista rubia que caza zombies, se le pasará un poquito el enojo, me hará caso y saldrá con ella el sábado, si nada malo pasa.
¡Así que tengo otra razón para entusiasmarme por el año nuevo!
¡Felices fiestas!
😚
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