Luego de la experiencia narrada en Memorias, anduve un poco desorientado. Leia los avisos en los diarios, sobre todo el principal de San Juan, e imaginaba las caras, los cuerpos, detrás de ellos.
Un dia acudi a un aviso, era una casa en el centro y habia varias chicas, tambien varios clientes, y no tomaban la precaución de que no se crucen entre ellos. Había un grupo de chilenos, y todos querian una cita con la misma, una tal Patricia.
Yo me quedé con la que estaba disponible, creo que era Analía. A simple vista no prometía mucho, no era una belleza para girar la cabeza cuando pasa al lado tuyo por la calle. No obstante ni bien entramos en la habitación atacó mi pene con su boca, y debo confesar que sabia usarla muy bien. A los pocos minutos setí que acababa, no obstante ella seguía ahi, y estoy seguro que acabé pero ella no abrió su boca para nada, y cuando lo hizo mi pene salió impecablemente limpio. Dudé de si realmente había acabado. No obstante, no languideció mucho, y seguia bastante firme por lo que ella se tumbó de espaldas abriendo sus piernas. Arremetí unos minutos y luego giró ofreciendome su ano, oferta que no rechacé y ahi si embestí con ganas hasta acabar. Me retiré sorprendido de ese lugar, y creo que no volví.
Seguía buscando algo más algun tipo de relación, de conexión, no se. Meses mas tarde, y diario mediante, descubrí una casa en Concepción. de las chicas que alli trabajaban me gustó Sofia, jovencita, dulce. Aun tengo dudas si no la tenian a la fuerza, era muy sumisa ,y por unos pocos pesos extras (un par de dolares al cambio de esa epoca) ofrecía su ano. Con ella volví un par de veces, era muy suave, incluso de tan sumisa accedia facilmente a chupar sin condón. Pero el momento que más me excitaba era cuando debia ofrecer su ano, yo le pedia crema para untarle y asi, antes de penetrarla lo hacia con mis dedos. Ella lo agradecía. Despues se dejaba penetrar mansamente.
Suspendi esas visitas cuando me puse de novio, aunque el noviazgo no duró mucho pero fue intenso, sobre todo en sexo oral.
Libre otra vez, e internet mediate encontré en olx y evisos que habian contactos personales, y me dejé llevar por la curiosidad, contactando a algunos "pasivos" en busca de macho activo. Contacté a varios, pero finalmente hablé con uno que se veia muy putito y muy sumiso, no era cross, solo pasivo, pero le pedí que se pusiera lencería cuando fuera a verlo.
Acordamos un encuentro, creo que era su casa, o al menos una habitación en un chorizo de habitaciones con una sola entrada principal. Me recibió cubriéndose con un toallón, giró para guiarme a su pieza y en el camino abrió el toallon para que pudiera apreciar su lencería. El encuentro fue intenso, se dedicó a chuparme el pene desde el primer minuto. Yo atiné a sobarle el culo, y llevado por mi instinto comencé a darle chirlos, que parece que le gustaron. Al ver su reacción fui aumentando la fuerza, dandole verdaderos chirlos con la palma de mi mano, a vece paraba y veí que tenia el culo rojo, pero seguia con mas fuerza aun, hasta que acabé en su boca y lo giré para dedicarme a castigarlo y meterle uno , dos, tres dedos en su ano. Mete y saca frenético, chirlos, culo rojo, uf! eso me gustó. Guardé violin en bolsa y me fui todo sofocado. No volví a verlo, pero supe que eso era lo que me gustaba.
Un dia acudi a un aviso, era una casa en el centro y habia varias chicas, tambien varios clientes, y no tomaban la precaución de que no se crucen entre ellos. Había un grupo de chilenos, y todos querian una cita con la misma, una tal Patricia.
Yo me quedé con la que estaba disponible, creo que era Analía. A simple vista no prometía mucho, no era una belleza para girar la cabeza cuando pasa al lado tuyo por la calle. No obstante ni bien entramos en la habitación atacó mi pene con su boca, y debo confesar que sabia usarla muy bien. A los pocos minutos setí que acababa, no obstante ella seguía ahi, y estoy seguro que acabé pero ella no abrió su boca para nada, y cuando lo hizo mi pene salió impecablemente limpio. Dudé de si realmente había acabado. No obstante, no languideció mucho, y seguia bastante firme por lo que ella se tumbó de espaldas abriendo sus piernas. Arremetí unos minutos y luego giró ofreciendome su ano, oferta que no rechacé y ahi si embestí con ganas hasta acabar. Me retiré sorprendido de ese lugar, y creo que no volví.
Seguía buscando algo más algun tipo de relación, de conexión, no se. Meses mas tarde, y diario mediante, descubrí una casa en Concepción. de las chicas que alli trabajaban me gustó Sofia, jovencita, dulce. Aun tengo dudas si no la tenian a la fuerza, era muy sumisa ,y por unos pocos pesos extras (un par de dolares al cambio de esa epoca) ofrecía su ano. Con ella volví un par de veces, era muy suave, incluso de tan sumisa accedia facilmente a chupar sin condón. Pero el momento que más me excitaba era cuando debia ofrecer su ano, yo le pedia crema para untarle y asi, antes de penetrarla lo hacia con mis dedos. Ella lo agradecía. Despues se dejaba penetrar mansamente.
Suspendi esas visitas cuando me puse de novio, aunque el noviazgo no duró mucho pero fue intenso, sobre todo en sexo oral.
Libre otra vez, e internet mediate encontré en olx y evisos que habian contactos personales, y me dejé llevar por la curiosidad, contactando a algunos "pasivos" en busca de macho activo. Contacté a varios, pero finalmente hablé con uno que se veia muy putito y muy sumiso, no era cross, solo pasivo, pero le pedí que se pusiera lencería cuando fuera a verlo.
Acordamos un encuentro, creo que era su casa, o al menos una habitación en un chorizo de habitaciones con una sola entrada principal. Me recibió cubriéndose con un toallón, giró para guiarme a su pieza y en el camino abrió el toallon para que pudiera apreciar su lencería. El encuentro fue intenso, se dedicó a chuparme el pene desde el primer minuto. Yo atiné a sobarle el culo, y llevado por mi instinto comencé a darle chirlos, que parece que le gustaron. Al ver su reacción fui aumentando la fuerza, dandole verdaderos chirlos con la palma de mi mano, a vece paraba y veí que tenia el culo rojo, pero seguia con mas fuerza aun, hasta que acabé en su boca y lo giré para dedicarme a castigarlo y meterle uno , dos, tres dedos en su ano. Mete y saca frenético, chirlos, culo rojo, uf! eso me gustó. Guardé violin en bolsa y me fui todo sofocado. No volví a verlo, pero supe que eso era lo que me gustaba.
0 comentarios - Memorias de un macho II