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Meche y la lluvia

Llovía a cántaros cuando me dispuse a abrir la clínica donde realizaba mi Servicio Social eran las 8 de la mañana, me quede contemplando por un buen rato el cielo totalmente azul obscuro, daba avisos que no pararía de llover durante el día, el timbre del teléfono me volvió a la realidad era la Enfermera también de Servicio Social reportándose que no acudiría a la clínica ya que las calles donde vivía estaban inundadas y no podía salir de su casa, le comente que no se preocupara ya que si seguía lloviendo de esta manera hoy no creo que venga nadie a la consulta será un día muy aburrido, colgué el teléfono y me instale en el consultorio a revisar unas revistas médicas para ir pasando el día.
Había pasado como media hora y seguía lloviendo de la misma intensidad cuando escuche “buenos días” salí del consultorio y pude ver a “Meche” completamente empapada por la lluvia que aunque traía puesto un impermeable este no fue suficiente por la intensidad de la lluvia.
_Mujer! Que haces aquí con esta lluvia? _Vine a mi cita de control de mi anticonceptivo
Meche se quitó el impermeable que cubría su espalda y en ese momento pude admirar su hermoso cuerpo que se transparentaba y delineaba con su vestido completamente pegado a su piel, brotaban sus hermosos senos redondos simétricos sin brasier con un pezón completamente formado pude ver su bikini que se trasparentaba por lo delgada de la tela de su vestido que al girarse contemple sus nalgas bien paraditas y veía el agua que le escurría por sus muy torneadas piernas morenas, me provoco una erección que ella pudo ver y solo sonrió cuando le ofrecí un par de toallas para que se secaran, ella empezaba a temblar por el frio ya que seguía con la ropa mojada, como seguía lloviendo sin parar y aún más fuerte, le ofrecí que se diera un baño con agua tibia y que yo le prestaría una playera y un short mientras se secaba su vestido, ella acepto y entro a bañarse.
Meche es madre soltera de 26 años trabaja de modista en su casa y practica el atletismo desde joven esto hace que mantenga un cuerpo divino con su 160 cm de estatura, morena, cabello lacio a los hombros, ojos claros cafés, nariz respingada y labios carnosos, sus senos como 2 melones tiernos, sus brazos y piernas marcados los músculos por el ejercicio, las nalgas duras paraditas que cuando camina hasta el más ciego la voltea a ver, con varios pretendientes queriéndose comer esa cosita, a ella la conocí cuando acudió por que se había lastimado un tobillo mientras practicaba atletismo y como yo en ese tiempo me gustaba ir a trotar a veces coincidíamos y nos hicimos amigos, siempre me había atraído y ella lo sabía le gustaba darme picones enseñándome su bien torneado trasero con los mini short que se ponía.
Finalmente salió de bañarse y fue a mi consultorio, el short le quedaba apretadísimo y se le marcaba la vulva ya que se había quitado el bikini y la playera le quedaba holgada dejando libre esas tetas redonditas, estaba parada frente a mi escritorio dándome las gracias y pregunto si podía esperar allí hasta que pasara la lluvia, le respondí que con gusto sirve que me haces compañía, hoy al parecer no vendrá nadie con este diluvio, - te quedo bien el short le comente, ella girándose y pasando sus manos por sus nalgas dijo – así me gustan ajustaditos, noto que no le podía quitar la vista de encima y sin más me pregunto -¿ te gusto? Me sorprendí de lo directa que había sido, – porque lo dices? le respondí, mirándome a los ojos y mordiéndose los labios dijo – pude ver que se te paro hace rato cuando me viste mojada, como te pones nervioso cuando hemos hablado en otras ocasiones, como me miras ahorita y te apuesto a que aún la tiene parada y que me deseas.
Me sonroje había sido descubierto y dije mientras caminaba hacia ella– has acertado en tu diagnóstico efectivamente te deseo, me gustas, me excitas, puedes comprobarlo le agarre su mano y la puse en mi miembro erecto que se remarcaba claramente en mi pantalón, lo acaricio y apretó, la tome del talle y la gire le restregué mi verga sobre su culito y mis manos acariciaban sus tetas cabían perfectamente, ella suspiro cuando empecé a besar y pasar mi lengua por su cuello y sus orejas, sin dejar de acariciarla la lleve al diván y la empotre le baje el short hasta sus tobillos y empecé a acariciarle las nalgas y a pasar mi lengua por su culito en automático separo sus piernas y mi lengua recorrió su vulva ya húmeda estaba empezando a calentarse, la gire y jale su cadera hacia la cabecera del diván para estar más cómodo y poder darle una rica mamada en su vulva completamente depilada por donde ya escurría su miel y su ano solo explorado por mi lengua según después me conto, le latía cada que mi lengua pasaba una y otra vez por ese orificio, en su vulva le atrape su clítoris y lo succionaba oyendo sus quejidos agarrando con sus 2 manos mi cabeza como queriendo que no lo soltara, mis dedos empezaron a explorar al mismo tiempo su vagina y le introduje con facilidad 2 de ellos en un mete y saca frenético donde se escuchaba el splash de sus jugos, sus piernas se entrelazaban en mi cuerpo con fuerza mientras gemía y se retorcía en palabras entrecortadas le escuche -sigue así, ummm, dame más, no pares, que rico… yo también te deseaba pero como no te decidías…. no termino la frase cuando tuvo un orgasmo, separándose de mí, por las contracciones de excitación y agarrándose con sus 2 manos su vulva como queriendo impedir que saliera su néctar en posición fetal se movía de un lado a otro escuchándose los quejidos de satisfacción casi cayéndose del diván, ese espectáculo me calentó más y me acerque para acariciarla repentinamente se giró y me tomo de los cabellos y busco mi boca con desesperación para darnos en un beso, nuestras lenguas combatían entrelazadas como queriendo ver quien dominaba a quien, eso era obvio yo estaba a su disposición, con habilidad desabrocho mi pantalón y saco mi miembro de su prisión y empezó a masturbarlo, lentamente fue bajando sin dejar de besar mi cuello mi pecho hasta llegar a su objetivo que era mi verga que ya lubricaba líquido seminal, paso su lengua por mi glande una y otra vez, lo recorrió todo y lamia y chupaba mis testículos con delicadeza para su suerte acostumbro a estar siempre afeitado de esas partes por lo que no tenía nada que le estorbara, poco a poco se metió todo mi pene erecto en su boca hasta perderse, agarrándome fuertemente con sus manos mis nalgas empezó a mover su cabeza hacia delante y atrás de manera sincronizada, yo me dejaba hacer solo controlaba con mis manos sus movimientos, casi a punto de venirme me separe y le dije aun no, -te quiero coger, ella seguía mamando mis testículos y dijo después antes quiero hacerte gozar y quiero tu primera lechita en mi boca, acto seguido me tiro en el diván alzo mis piernas sujetándolas con fuerza para que no me escapara y de los testículos paso a mi ano su lengua giraba alrededor y se introducía en mi agujerito, besaba acariciaba mi periné, succionaba mis testículos y mamaba mi verga todo con gran desesperación estaba como poseída, era una combinación perfecta, eso era una delicia lo disfrute como nunca cuando en su boca se introdujo mi verga la agarre fuertemente de la cabeza y no la solté hasta que tuve una rica venida empezó a tragarse mi semen, yo gritando de la excitación, le dije ahí está tu lechita Meche, en ese momento soltó mis piernas y no dejo de mamármela hasta que me saco la última gota, mientras que con su dedo jugueteaba con mi ano, aún seguía con una gran erección y me siguió masturbando ambos acostados en el diván.
Estábamos recuperándonos cuando oímos que había dejado de llover, es una lástima me dijo, pero me tengo que ir, seco su vestido con una plancha que le preste, se vistió y se despidió diciéndome ojala y llueva mañana otra vez…

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