No voy a contar como debuté sexualmente, no. Voy a contar como fue que cogí con un travesti.
Todo fue una confusion, estaba caliente, tenia plata y en esa epoca se publicaban en los diarios avisos con ofertas de servicios sexuales. Si, en San Juan, también.
LLamé, era cerca de casa y en cinco minutos estacioné a la vuelta y me hice presente. Desfilaron las chicas, fea, fea, feita, sexy... rubiecita menuda, bien arreglada, con una pollerita blanca con vuelos, cortita que mostraba medio culo.
Bueno, esa.
Paula? si, Paula.
Pasamos al privado y se abalanza a chuparmela, bien, con ganas, se ve que amaba su oficio. Cuando intento meterle mano, no se porqué pero me esquivaba un poco, hasta que consigo sacarle la ropa y ahi estaba, venia con sorpresa. No sabia qué decir, no lo esperaba, y soy tan boludo que no me habia dado cuenta.
Ella si, preguntó si seguiamos, y yo que ya estaba caliente, con la pija parada hice de cuenta que estaba todo bien y le di nomás.
Muy educada ella, me pidió permiso para pajearse, Asi, cabalgandome, de espaldas, se pajeaba a todo placer.Tambien me pidio que la pajee yo, pero no, me dio como verguenza, eran demasiadas novedades para un solo dia.
No recuerdo los detalles, creo que la puse en cuatro, no se, seguramente si, me gusta mucho asi, y me la chupó con ganas, eso no lo dudo. Cuando estaba por acabar me pidió un beso, un beso en la boca y me la chupaba hasta acabar en su boca y se chupaba toda. Accedí, sin mucho entusiasmo, pero pasó rápido. Una vez acabada la faena me contó que era de Rosario, que la policia las molestaba, etc y me pidio mi celular. Se lo di, total.
Parece que muchos le han mentido porque inmediatemente me llamó para corroborar. El teléfono sonó y se quedó feliz. Yo no la agendé. No tenia intenciones de llamarte.
Pasados unos meses, estaba cenando en una cita, en una trattoria, y suena mi telefono, numero no agendado. Atiendo, preguntan por Diego (mi nombre de guerra), lo negué enfáticamente y listo. Al llegar a casa me doy cuenta que el numero arrancaba con 0341, y que era ella, pero ya no me atendió ni contestó mi mensaje.
Creo que en caso de habarlo hecho podria haber cambiado mi vida, en algunos aspectos, porque la verdad es que me encanta dar por el culo, y en esa epoca vivia solo y el unico impedimento era la vecina chismosa del primer piso.
Paula quedó en la historia, pero esta no fue la última historia
Todo fue una confusion, estaba caliente, tenia plata y en esa epoca se publicaban en los diarios avisos con ofertas de servicios sexuales. Si, en San Juan, también.
LLamé, era cerca de casa y en cinco minutos estacioné a la vuelta y me hice presente. Desfilaron las chicas, fea, fea, feita, sexy... rubiecita menuda, bien arreglada, con una pollerita blanca con vuelos, cortita que mostraba medio culo.
Bueno, esa.
Paula? si, Paula.
Pasamos al privado y se abalanza a chuparmela, bien, con ganas, se ve que amaba su oficio. Cuando intento meterle mano, no se porqué pero me esquivaba un poco, hasta que consigo sacarle la ropa y ahi estaba, venia con sorpresa. No sabia qué decir, no lo esperaba, y soy tan boludo que no me habia dado cuenta.
Ella si, preguntó si seguiamos, y yo que ya estaba caliente, con la pija parada hice de cuenta que estaba todo bien y le di nomás.
Muy educada ella, me pidió permiso para pajearse, Asi, cabalgandome, de espaldas, se pajeaba a todo placer.Tambien me pidio que la pajee yo, pero no, me dio como verguenza, eran demasiadas novedades para un solo dia.
No recuerdo los detalles, creo que la puse en cuatro, no se, seguramente si, me gusta mucho asi, y me la chupó con ganas, eso no lo dudo. Cuando estaba por acabar me pidió un beso, un beso en la boca y me la chupaba hasta acabar en su boca y se chupaba toda. Accedí, sin mucho entusiasmo, pero pasó rápido. Una vez acabada la faena me contó que era de Rosario, que la policia las molestaba, etc y me pidio mi celular. Se lo di, total.
Parece que muchos le han mentido porque inmediatemente me llamó para corroborar. El teléfono sonó y se quedó feliz. Yo no la agendé. No tenia intenciones de llamarte.
Pasados unos meses, estaba cenando en una cita, en una trattoria, y suena mi telefono, numero no agendado. Atiendo, preguntan por Diego (mi nombre de guerra), lo negué enfáticamente y listo. Al llegar a casa me doy cuenta que el numero arrancaba con 0341, y que era ella, pero ya no me atendió ni contestó mi mensaje.
Creo que en caso de habarlo hecho podria haber cambiado mi vida, en algunos aspectos, porque la verdad es que me encanta dar por el culo, y en esa epoca vivia solo y el unico impedimento era la vecina chismosa del primer piso.
Paula quedó en la historia, pero esta no fue la última historia
0 comentarios - Memorias de un macho argentino