Hace unos días, volvía a Santa Fe. Me tomo un colectivo interurbano a la tarde. Estaba vacío. Habían dos minas sentadas adelante, y al fondo, un sólo tipo.
Voy y me siento al lado de la ventanilla y en el asiento de al lado dejo la mochila que estaba re cargada y pesada y me empiezo a acomodar el boxer que se me había corrido un poco y me quedó medio bajo. Parece que el movimiento dio la apariencia de otra cosa, porque al toque el tipo que estaba sentado al fondo viene y se sienta entre los dos asientos al lado de los míos, del otro lado del pasillo. Me pareció raro, por supuesto.
Fui haciéndome el boludo y mirando de vez en cuando para ver qué onda la situación, hasta que fui viendo que habían ciertos movimientos bajos...
Estuve un rato largo nervioso, porque nunca me había pasado algo así. Me daba vergüenza mirar directamente, así que trataba de pispear. Después de como 15 minutos me cansé, me acomodé y empecé a apretarme la chota por encima del pantalón, con total descaro, mientras miraba por la ventanilla. No alcanzaba a ver qué reacción había tenido el tipo de al lado, pero me dije que si tanto le molestaba, se podía ir. Pero no, muy por el contrario, el tipo empezó a hacer lo mismo, hasta que directamente se levantó un toque, se bajó los pantalones y se quedó con la pija al aire pajeándose violentamente. Ahí fue cuando me dije ya fue tooooodo, y me desabroché el pantalón, me bajé la bragueta y me empecé a pajear yo también. Fuimos así, cada uno en su lado del pasillo, mirándonos de vez en cuando con complicidad, y pispeando que no nos cacharan, pero el cole estaba muerto y el trayecto era pura ruta.
No sé si acabó, yo no quise porque suelo salpicar y no quería bajarme del bondi todo manchado. Cuando llegamos a la ciudad guardamos las pijas pero nos seguimos tocando por encima del pantalón, haciéndonos algunas caras, riéndonos de lo que habíamos hecho. Unos locos tremendos.
Aguanta pajearse!
Voy y me siento al lado de la ventanilla y en el asiento de al lado dejo la mochila que estaba re cargada y pesada y me empiezo a acomodar el boxer que se me había corrido un poco y me quedó medio bajo. Parece que el movimiento dio la apariencia de otra cosa, porque al toque el tipo que estaba sentado al fondo viene y se sienta entre los dos asientos al lado de los míos, del otro lado del pasillo. Me pareció raro, por supuesto.
Fui haciéndome el boludo y mirando de vez en cuando para ver qué onda la situación, hasta que fui viendo que habían ciertos movimientos bajos...
Estuve un rato largo nervioso, porque nunca me había pasado algo así. Me daba vergüenza mirar directamente, así que trataba de pispear. Después de como 15 minutos me cansé, me acomodé y empecé a apretarme la chota por encima del pantalón, con total descaro, mientras miraba por la ventanilla. No alcanzaba a ver qué reacción había tenido el tipo de al lado, pero me dije que si tanto le molestaba, se podía ir. Pero no, muy por el contrario, el tipo empezó a hacer lo mismo, hasta que directamente se levantó un toque, se bajó los pantalones y se quedó con la pija al aire pajeándose violentamente. Ahí fue cuando me dije ya fue tooooodo, y me desabroché el pantalón, me bajé la bragueta y me empecé a pajear yo también. Fuimos así, cada uno en su lado del pasillo, mirándonos de vez en cuando con complicidad, y pispeando que no nos cacharan, pero el cole estaba muerto y el trayecto era pura ruta.
No sé si acabó, yo no quise porque suelo salpicar y no quería bajarme del bondi todo manchado. Cuando llegamos a la ciudad guardamos las pijas pero nos seguimos tocando por encima del pantalón, haciéndonos algunas caras, riéndonos de lo que habíamos hecho. Unos locos tremendos.
Aguanta pajearse!
8 comentarios - Paja compartida en un colectivo
+10 y aguante la paja.