Mi historia con el cartonero 2
Ni bien salió me fui hacia el cuarto, mire la cama desarreglada, tuve el instinto de sacar las marcas de mi engaño, saque las sábanas y las puse a lavar, después fui a bañarme, quería limpiar mi cuerpo, primero me lave los dientes y enjuague mi boca, después me metí bajo el agua caliente y la deje correr por mi cuerpo, enseguida estaba acariciándome los pechos, recordando cada segundo de lo que acababa de pasar, yo creía que el sexo con mi marido era bueno, pero esto era algo totalmente diferente era algo que me arrastraba y yo quería que me arrastre cada vez más, me acaricie un largo rato mi pepita, me calentaba recordando cuando estaba por salir y me llevó hacia el dandome besos de lengua y apretando mi culo con esas manos asperas y sucias. Con ese recuerdo volví a acabar en la bañera. Después me fui a cambiar, me puse un conjunto de ropa interior muy sexi que solo guardaba para cuando salíamos, una pollera bien entallada que hacía notar mi tanga clavada en mi culo, mi marido, es muy ordenado, solo cogemos los días que voy al gimnasio, quería probar que pasaba con él, no quedaban ni restos de culpa en mi, cada vez más deseo de volver a encontrarme con el cartonero, que me hiciera su puta, su hembra, sentir ese fuego. me puse a cocinar, me serví una copa de vino tinto, me sentía plena, toda una mujer, integra.
Primero llegó mi hijo:
-Hola ma, que comemos?
-Milanesas con papa.
-Otra vez milanesas...
-Bueno podés cocinar vos si querés... que te pensás, yo trabajo y vuelvo cansada igual que vos. -Se fue bufando de la cocina, después llego mi nena
-Hola ma... te ayudo en algo?
-No cielo, viene papá y comemos.
Cuando entró mi marido me miro desde la puerta de la cocina, se acercó y me beso en la mejilla.
-Que linda te vestiste, pero hoy no nos toca.
-Ya se amor... cogemos cuando vuelvo de gimnasia y te cuento como me miraron eh...
-Si me calienta que hagas calentar a los tipos y que yo te recoja bien caliente.
-Pero amor, y si alguno quiere algo más... -hablabamos bajito para que no nos escucharan.
-Que harías?
-Nada amor, soy tu esposa, no soy una putita cualquiera.
-Te recogería pero hoy no nos toca.
-Mañana le voy a sacar una foto al muchacho ese que me sigue de cerca querés...?
-Si me encantaría dale...?
El día siguiente no veía el momento de volver del gimnasio, en el gimnasio le saqué una foto a un pibe carilindo y musculoso, traté que no se diera cuenta, me había quedado con esa tanguita chiquita que se remarcaba debajo de la calza, cuando salí del gimnasio, me paré un rato en la puerta, ya sentía mi corazón galopando como si estuviera en una clase de aerobics. Camine despacio, me acordaba que antes solía pasar caminando ligero por el lugar, a medida que me iba acercando no lo veía al morocho por ningún lado. Caminaba lento moviendo bien el culo, me sentía una leona, esperando que su macho apareciera para poseerla, no lo veía y me desilusionaba, de repente escuché.
-Eh doña...!
Estaba subido arriba de uno de los camiones, esos blancos cerrados, un par de carros tapaban la entrada quedaba solo un costado para pasar.
-Vení doña subi... te estaba esperando...
Otra vez me latía fuerte el corazón, mire para todos lados y no vi a nadie, me acerque al camion y me dio la mano para ayudarme a subir. le dijo a un flaco que estaba por ahí.
-Che lombriz... fijate que no venga la Jenifer...
Nos empezamos a besar el metía la mano bajo la calza y me apretaba fuerte el culo mientras nos dabamos lengua como enamorados.
-Que espere la putita esa de Jenifer... es mi turno ahora...
-Ja ja... claro doña... es tu turno... -mientras me empujaba para que quede de rodillas delante de él. metió su mano por adentro de mi calza acariciandome el culo mientras yo empezaba a chuparle la pija. Sentía ese olor y me volvía loca, la estaba babeando toda, después me acomodo en cuatro, sentía el piso del camión sucio, lo senti bajandome la calza
-Que linda tanguita doña... te la pusiste para mi...?
-Para que te de más ganas de partirme el ogt como me prometiste cuando pase por acá. -se rió y me pego una chupada de culo que me volvía loco, después acomodó su miembro y me la metió en la concha, era impresionante como me llenaba, pero no tenía forro y me dio miedo, pero el miedo solo me provocaba más excitación. Después si se fue a mi culo, me agarró fuerte metiendo sus manos por mis pechos agarrandome de los hombros.
-Hoy si te voy a dar el gusto de llenarte la colita...
-Que bueno hijo de puta...
-Che lombriz... vení a darle la mema a la señora...
Me gire a mirarlo para reprocharle, me tomó fuerte del pelo y aceleró su bombeo, el lombriz estaba parado delante mio, le liberé su pija del encierro.
-Por eso le decimos lombriz... tiene una pija larga y finita...
La empecé a chupar y tenía un gusto más acido que la del otro, pero me volvía loca, estaba totalmente sacada el lombriz le dijo
-Que grande Rubén sos un idolo...
-Callate y llenale la boca de leche a la puta... dale que le gusta el biberón...
Pareció que se hubieran puesto de acuerdo porque acabaron casi en simultaneo trague todo lo que el lombríz me dio. tuve un orgasmo como nunca había sentido, quedé en cuatro en el piso del camión mientras ellos se acomodaban. Después Ruben me subió la tanga y la calza y me ayudo a poner de pie. Me dio un profundo beso metiendo sus manos, por adentro de mi calza y apretandome el culo, su pija se empezaba a endurecer.
-Quiero que cojamos tranquilos... llevarte a un telo y gozarte bien gozado hijo de puta...
-El martes a la tarde, la Jeni no viene... tipo cuatro te parece...
-Si, te busco con el coche... pero a algunas cuadras de aca...
Nos pusimos de acuerdo en el punto de encuentro y me ayudaron a bajar, mirando primero que no pasara nadie.
Cuando llegué a casa fui al baño enseguida, me salió un montón de leche con unos restos de caquita, fue como una enema que me había hecho, no me enjuague la boca, mis hijos no venían hoy, cuando llegó mi marido me beso, me dijo que tenía gusto raro en la boca.
-Si comí un pescado medio malo hoy al mediodía y me puso mal del estomago...
Lo traté de seducir en la cocina, pero teníamos que hacerlo después de cenar, estaba entre enojada y divertida, me desnudé y lo esperé en la cama, se puso un forro y vino a montarme. Le mostré la foto del gimnasio y empezó a bombearme bien duro.
-Viste que brazos fuertes tiene... me pone caliente como me mira... te gustaría que me hiciera algo él...
-No no me gustaría... -dijo con su pija bien dura y bombeando cada vez más rápido.
-Ay amor no te apures... esperame... que me vas a dejar calentita... a ver si me tengo que levantar al muchacho del gimnasio... -y acabó abundantemente. Lo bese y le dije.
-Sos único para mi... te amo tontito...
Ni bien salió me fui hacia el cuarto, mire la cama desarreglada, tuve el instinto de sacar las marcas de mi engaño, saque las sábanas y las puse a lavar, después fui a bañarme, quería limpiar mi cuerpo, primero me lave los dientes y enjuague mi boca, después me metí bajo el agua caliente y la deje correr por mi cuerpo, enseguida estaba acariciándome los pechos, recordando cada segundo de lo que acababa de pasar, yo creía que el sexo con mi marido era bueno, pero esto era algo totalmente diferente era algo que me arrastraba y yo quería que me arrastre cada vez más, me acaricie un largo rato mi pepita, me calentaba recordando cuando estaba por salir y me llevó hacia el dandome besos de lengua y apretando mi culo con esas manos asperas y sucias. Con ese recuerdo volví a acabar en la bañera. Después me fui a cambiar, me puse un conjunto de ropa interior muy sexi que solo guardaba para cuando salíamos, una pollera bien entallada que hacía notar mi tanga clavada en mi culo, mi marido, es muy ordenado, solo cogemos los días que voy al gimnasio, quería probar que pasaba con él, no quedaban ni restos de culpa en mi, cada vez más deseo de volver a encontrarme con el cartonero, que me hiciera su puta, su hembra, sentir ese fuego. me puse a cocinar, me serví una copa de vino tinto, me sentía plena, toda una mujer, integra.
Primero llegó mi hijo:
-Hola ma, que comemos?
-Milanesas con papa.
-Otra vez milanesas...
-Bueno podés cocinar vos si querés... que te pensás, yo trabajo y vuelvo cansada igual que vos. -Se fue bufando de la cocina, después llego mi nena
-Hola ma... te ayudo en algo?
-No cielo, viene papá y comemos.
Cuando entró mi marido me miro desde la puerta de la cocina, se acercó y me beso en la mejilla.
-Que linda te vestiste, pero hoy no nos toca.
-Ya se amor... cogemos cuando vuelvo de gimnasia y te cuento como me miraron eh...
-Si me calienta que hagas calentar a los tipos y que yo te recoja bien caliente.
-Pero amor, y si alguno quiere algo más... -hablabamos bajito para que no nos escucharan.
-Que harías?
-Nada amor, soy tu esposa, no soy una putita cualquiera.
-Te recogería pero hoy no nos toca.
-Mañana le voy a sacar una foto al muchacho ese que me sigue de cerca querés...?
-Si me encantaría dale...?
El día siguiente no veía el momento de volver del gimnasio, en el gimnasio le saqué una foto a un pibe carilindo y musculoso, traté que no se diera cuenta, me había quedado con esa tanguita chiquita que se remarcaba debajo de la calza, cuando salí del gimnasio, me paré un rato en la puerta, ya sentía mi corazón galopando como si estuviera en una clase de aerobics. Camine despacio, me acordaba que antes solía pasar caminando ligero por el lugar, a medida que me iba acercando no lo veía al morocho por ningún lado. Caminaba lento moviendo bien el culo, me sentía una leona, esperando que su macho apareciera para poseerla, no lo veía y me desilusionaba, de repente escuché.
-Eh doña...!
Estaba subido arriba de uno de los camiones, esos blancos cerrados, un par de carros tapaban la entrada quedaba solo un costado para pasar.
-Vení doña subi... te estaba esperando...
Otra vez me latía fuerte el corazón, mire para todos lados y no vi a nadie, me acerque al camion y me dio la mano para ayudarme a subir. le dijo a un flaco que estaba por ahí.
-Che lombriz... fijate que no venga la Jenifer...
Nos empezamos a besar el metía la mano bajo la calza y me apretaba fuerte el culo mientras nos dabamos lengua como enamorados.
-Que espere la putita esa de Jenifer... es mi turno ahora...
-Ja ja... claro doña... es tu turno... -mientras me empujaba para que quede de rodillas delante de él. metió su mano por adentro de mi calza acariciandome el culo mientras yo empezaba a chuparle la pija. Sentía ese olor y me volvía loca, la estaba babeando toda, después me acomodo en cuatro, sentía el piso del camión sucio, lo senti bajandome la calza
-Que linda tanguita doña... te la pusiste para mi...?
-Para que te de más ganas de partirme el ogt como me prometiste cuando pase por acá. -se rió y me pego una chupada de culo que me volvía loco, después acomodó su miembro y me la metió en la concha, era impresionante como me llenaba, pero no tenía forro y me dio miedo, pero el miedo solo me provocaba más excitación. Después si se fue a mi culo, me agarró fuerte metiendo sus manos por mis pechos agarrandome de los hombros.
-Hoy si te voy a dar el gusto de llenarte la colita...
-Que bueno hijo de puta...
-Che lombriz... vení a darle la mema a la señora...
Me gire a mirarlo para reprocharle, me tomó fuerte del pelo y aceleró su bombeo, el lombriz estaba parado delante mio, le liberé su pija del encierro.
-Por eso le decimos lombriz... tiene una pija larga y finita...
La empecé a chupar y tenía un gusto más acido que la del otro, pero me volvía loca, estaba totalmente sacada el lombriz le dijo
-Que grande Rubén sos un idolo...
-Callate y llenale la boca de leche a la puta... dale que le gusta el biberón...
Pareció que se hubieran puesto de acuerdo porque acabaron casi en simultaneo trague todo lo que el lombríz me dio. tuve un orgasmo como nunca había sentido, quedé en cuatro en el piso del camión mientras ellos se acomodaban. Después Ruben me subió la tanga y la calza y me ayudo a poner de pie. Me dio un profundo beso metiendo sus manos, por adentro de mi calza y apretandome el culo, su pija se empezaba a endurecer.
-Quiero que cojamos tranquilos... llevarte a un telo y gozarte bien gozado hijo de puta...
-El martes a la tarde, la Jeni no viene... tipo cuatro te parece...
-Si, te busco con el coche... pero a algunas cuadras de aca...
Nos pusimos de acuerdo en el punto de encuentro y me ayudaron a bajar, mirando primero que no pasara nadie.
Cuando llegué a casa fui al baño enseguida, me salió un montón de leche con unos restos de caquita, fue como una enema que me había hecho, no me enjuague la boca, mis hijos no venían hoy, cuando llegó mi marido me beso, me dijo que tenía gusto raro en la boca.
-Si comí un pescado medio malo hoy al mediodía y me puso mal del estomago...
Lo traté de seducir en la cocina, pero teníamos que hacerlo después de cenar, estaba entre enojada y divertida, me desnudé y lo esperé en la cama, se puso un forro y vino a montarme. Le mostré la foto del gimnasio y empezó a bombearme bien duro.
-Viste que brazos fuertes tiene... me pone caliente como me mira... te gustaría que me hiciera algo él...
-No no me gustaría... -dijo con su pija bien dura y bombeando cada vez más rápido.
-Ay amor no te apures... esperame... que me vas a dejar calentita... a ver si me tengo que levantar al muchacho del gimnasio... -y acabó abundantemente. Lo bese y le dije.
-Sos único para mi... te amo tontito...
4 comentarios - Mi historia con el cartonero 2