Fantasías, placeres e infidelidad.
CAPITULO II
Esa tarde Pao volvió a retrasarse, le había mandado un msj diciéndole que tenía que hacer horas extras, el, ya sabía lo que pasaba así que decidió esperarla con una sola idea que le quemaba la cabeza!...
Su vida había cambiado para siempre, ¿Qué haría? ¿Decirle que sabía todo y terminar con la relación? ¿ o explorar sus fantasías mas ocultas y ver hasta donde seria capaz de llegar? En un principio, se decidió por la segunda. Le comía la cabeza pensar que estaría haciendo Pao, se los imaginaba y se le paraba instantáneamente.
Sonó el timbre. Había vuelto, se había retrasado 2 horas, la notaba algo cansada, el pelo un poco desprolijo, hizo de cuenta que no pasaba nada, ella quiso ir a darse un baño, tal cual el día de su cumpleaños, el volvió a acatar y se quedó con tremendas ganas de cogerse a su esposa. Luego de un rato, salió envuelta en una toalla, y se fue directo a la habitación, si puso una bombacha blanca, una remerita y se acostó en la cama. Alan mientras, comía una carne con papas, esperando que ella se durmiera. Se dirigió al cuarto, constato que Pao ya estaba dormida, y fue al baño. Trabo la puerta. Se acercó hacia el tacho de la ropa sucia y comenzó a buscar la tanguita, que muy temprano por la mañana, él había visto que su mujer se había puesto. No la encontraba, dio vuelta todo el tacho, hasta que por fin cayo, estaba al final, la había ocultado, era una tanguita negra con un diminuto triangulo adelante y un hilo por detrás. La agarro. De inmediato sintió algo espeso entre sus dedos, no podía creerlo, la tanga estaba manchada con semen. ¿Acaso ella no se cuidaba Ricardo? Pensó sumamente excitado, comenzó a pajearse mientras olfateaba la tanguita de su novia, cubierta por el semen de su amante. No tardo mucho en acabar, cada momento que pasaba el morbo se apoderaba de él, hasta se le paso por la cabeza probar el semen, aunque desistió de hacerlo. Él nunca había tenido relaciones con alguien de su mismo sexo, ni siquiera fantasías, pero esto estaba despertando en él, un costado que desconocía, y parecía gustarle mucho.
Paso una semana de lo que parecía ser el último encuentro de Pao y Ricardo. Se había hecho sábado, y ella, tenía todo arreglado para salir con sus “amigas”, obviamente Alan no creía en eso, sin embargo no se opuso a su salida. Pensó en seguirla pero parecía muy arriesgado, así que solo se quedó en casa, mirando alguna película, fantaseando con que estarían haciendo, a que hotel la llevaría o si irían a su casa. Se hicieron las 5am, Alan dormía, hasta que escucho que su esposa estaba poniendo la llave para entrar. Paso brevemente por el baño a lavarse los dientes, se puso su remerita habitual y se metió en la cama.
Alan: (con vos de dormido) llegaste amor? Como te fue?
Pao: bien amor, no quería despertarte seguí durmiendo.
Alan no se había pajeado esa noche, había hecho un esfuerzo enorme por no hacerlo, por lo que comenzó a recorrerle la pierna con su mano, hasta llegar a sus muslos, se había sacado la bombachita en el baño y no llevaba nada puesto, de inmediato se encendió, se sacó su bóxer y comenzó a apoyarla. Ella intento alejarlo diciendo que estaba cansada, pero fue un vano, Alan estaba muy caliente y no tenía pensado quedarse con las ganas. Comenzó a darle pequeños mordiscos en la oreja derecha, mientras la apoyaba por detrás, con pequeños movimientos, simulando estar cogiendo, quizo llevar su mano a la conchita de Pao pero ella le alejo la mano, de inmediato él pensó que sería porque tendría restos de semen y podría descubrirla, pero eso, solo aumento su calentura, y llevo de prepo sus dedos. Comenzó a frotarle el clítoris a un ritmo acelerado, mientras le chupaba el cuello, y la apoyaba bruscamente, ella dejo salir algunos gemidos lo que lo calentó aún más. Con sus dedos no pudo detectar si había o no semen en la conchita de Pao, por lo que comenzó a besarle lentamente los hombros, la espalda, y comenzar a bajar hasta llegar a su cola, ella intento detenerlo, pero fue estéril. Él le mordía y chupaba los cachetes de la cola, mientras le colaba 2 deditos en la conchita. No aguanto más, la tomo de las piernas y la puso boca arriba, mientras con sus manos la tenía de las rodillas, bien abierta, ella atino a taparse la conchita, pero él se abalanzo con su boca y comenzó a chuparla muy desaforadamente, nunca le había practicado sexo oral de esa manera, Pao se sorprendió y se dejó hacer, en el fondo la excitaba saber que su esposo estaba chupándole todo en donde hacia un rato había entrado la pija de su amante. El no pudo distinguir entre tantos fluidos si había o no semen, pero se encontraba sumamente excitado, por lo que siguió comiéndole la conchita hasta que Pao no aguanto más, y comenzó a temblar por el tremendo orgasmo que estaba teniendo. Tardo 1 minuto en reincorporarse, lo trajo a su novio del fondo de las sabanas, lo recostó en la posición en que ella se encontraba y comenzó a pajearlo mientras le chupaba los huevos… no tardo en acabar y llenarse el abdomen de leche, mientras miraba a su novia con esa carita, tan angelical y tan traviesa a la vez, los dos la habían pasado muy bien, ella, de inmediato se acercó a él, le dio un gran beso, y se dispusieron a dormir.
Continuara...
CAPITULO II
Esa tarde Pao volvió a retrasarse, le había mandado un msj diciéndole que tenía que hacer horas extras, el, ya sabía lo que pasaba así que decidió esperarla con una sola idea que le quemaba la cabeza!...
Su vida había cambiado para siempre, ¿Qué haría? ¿Decirle que sabía todo y terminar con la relación? ¿ o explorar sus fantasías mas ocultas y ver hasta donde seria capaz de llegar? En un principio, se decidió por la segunda. Le comía la cabeza pensar que estaría haciendo Pao, se los imaginaba y se le paraba instantáneamente.
Sonó el timbre. Había vuelto, se había retrasado 2 horas, la notaba algo cansada, el pelo un poco desprolijo, hizo de cuenta que no pasaba nada, ella quiso ir a darse un baño, tal cual el día de su cumpleaños, el volvió a acatar y se quedó con tremendas ganas de cogerse a su esposa. Luego de un rato, salió envuelta en una toalla, y se fue directo a la habitación, si puso una bombacha blanca, una remerita y se acostó en la cama. Alan mientras, comía una carne con papas, esperando que ella se durmiera. Se dirigió al cuarto, constato que Pao ya estaba dormida, y fue al baño. Trabo la puerta. Se acercó hacia el tacho de la ropa sucia y comenzó a buscar la tanguita, que muy temprano por la mañana, él había visto que su mujer se había puesto. No la encontraba, dio vuelta todo el tacho, hasta que por fin cayo, estaba al final, la había ocultado, era una tanguita negra con un diminuto triangulo adelante y un hilo por detrás. La agarro. De inmediato sintió algo espeso entre sus dedos, no podía creerlo, la tanga estaba manchada con semen. ¿Acaso ella no se cuidaba Ricardo? Pensó sumamente excitado, comenzó a pajearse mientras olfateaba la tanguita de su novia, cubierta por el semen de su amante. No tardo mucho en acabar, cada momento que pasaba el morbo se apoderaba de él, hasta se le paso por la cabeza probar el semen, aunque desistió de hacerlo. Él nunca había tenido relaciones con alguien de su mismo sexo, ni siquiera fantasías, pero esto estaba despertando en él, un costado que desconocía, y parecía gustarle mucho.
Paso una semana de lo que parecía ser el último encuentro de Pao y Ricardo. Se había hecho sábado, y ella, tenía todo arreglado para salir con sus “amigas”, obviamente Alan no creía en eso, sin embargo no se opuso a su salida. Pensó en seguirla pero parecía muy arriesgado, así que solo se quedó en casa, mirando alguna película, fantaseando con que estarían haciendo, a que hotel la llevaría o si irían a su casa. Se hicieron las 5am, Alan dormía, hasta que escucho que su esposa estaba poniendo la llave para entrar. Paso brevemente por el baño a lavarse los dientes, se puso su remerita habitual y se metió en la cama.
Alan: (con vos de dormido) llegaste amor? Como te fue?
Pao: bien amor, no quería despertarte seguí durmiendo.
Alan no se había pajeado esa noche, había hecho un esfuerzo enorme por no hacerlo, por lo que comenzó a recorrerle la pierna con su mano, hasta llegar a sus muslos, se había sacado la bombachita en el baño y no llevaba nada puesto, de inmediato se encendió, se sacó su bóxer y comenzó a apoyarla. Ella intento alejarlo diciendo que estaba cansada, pero fue un vano, Alan estaba muy caliente y no tenía pensado quedarse con las ganas. Comenzó a darle pequeños mordiscos en la oreja derecha, mientras la apoyaba por detrás, con pequeños movimientos, simulando estar cogiendo, quizo llevar su mano a la conchita de Pao pero ella le alejo la mano, de inmediato él pensó que sería porque tendría restos de semen y podría descubrirla, pero eso, solo aumento su calentura, y llevo de prepo sus dedos. Comenzó a frotarle el clítoris a un ritmo acelerado, mientras le chupaba el cuello, y la apoyaba bruscamente, ella dejo salir algunos gemidos lo que lo calentó aún más. Con sus dedos no pudo detectar si había o no semen en la conchita de Pao, por lo que comenzó a besarle lentamente los hombros, la espalda, y comenzar a bajar hasta llegar a su cola, ella intento detenerlo, pero fue estéril. Él le mordía y chupaba los cachetes de la cola, mientras le colaba 2 deditos en la conchita. No aguanto más, la tomo de las piernas y la puso boca arriba, mientras con sus manos la tenía de las rodillas, bien abierta, ella atino a taparse la conchita, pero él se abalanzo con su boca y comenzó a chuparla muy desaforadamente, nunca le había practicado sexo oral de esa manera, Pao se sorprendió y se dejó hacer, en el fondo la excitaba saber que su esposo estaba chupándole todo en donde hacia un rato había entrado la pija de su amante. El no pudo distinguir entre tantos fluidos si había o no semen, pero se encontraba sumamente excitado, por lo que siguió comiéndole la conchita hasta que Pao no aguanto más, y comenzó a temblar por el tremendo orgasmo que estaba teniendo. Tardo 1 minuto en reincorporarse, lo trajo a su novio del fondo de las sabanas, lo recostó en la posición en que ella se encontraba y comenzó a pajearlo mientras le chupaba los huevos… no tardo en acabar y llenarse el abdomen de leche, mientras miraba a su novia con esa carita, tan angelical y tan traviesa a la vez, los dos la habían pasado muy bien, ella, de inmediato se acercó a él, le dio un gran beso, y se dispusieron a dormir.
Continuara...
5 comentarios - Fantasías, placeres e infidelidad. Cap II