Sexo con mi tía

Hola, mi nombre es Carlos, tengo 22 y vengo a contarles una experiencia muy excitante.
Mi tía de nombre Laura, me es mayor con tan solo 3 años, esto justifica el hecho de que ella y yo hayamos sido tan amigos desde pequeños.

Cuando cumpli 18, el irme a la universidad me parecía algo tonto hasta que mi tía se ofreció a acompañarme, era algo normal y siguió asípor un tiempo hasta que un día la encontré masturbandose.

Pasó una mañana: había salido a la universidad hasta que recordé que los de mi curso tenían toda la semana libre, en cuanto regreso a mi casa noto el silencio del lugar, camino lentamente hasta la habitación de mi tía y la escucho gemir.

Esta sentada de espaldas a la puerta, con los ojos cerrados, enfrente de la computadora de escritorio, admirando un montón de imágenes de hombres mostrando el pene.

Sus gemidos son lentos, y noto su mano derecha entre las piernas.

No sé que hacer durante esos segundos, pero pasando el tiempo, me fijo en las desnudas piernas de Laura, mordiéndome el labio de placer.

Sé que es malo, pero por unos segundos me imagino su rica vagina sobando mi pene, y nuestras miradas encontrandose, una visión divina.

No aguanto más, voy directo a mi habitación, cierro cuidadosamente la puerta, me desnudo, me recuesto en la cama y me masturbo pensando en Laura.

Días después, aún ansiado por saborear esa concha, me masturbo en la terraza del edificio.
En eso, llega Laura con un cesto de ropa para lavar. Yo rápidamente me tapo mi pene con una sábana.

-Que haces aquí Carlos?
-Nada, admirando la vida tal vez (me río)
En eso cuelga las prendas para que se sequen, y sin darme cuenta, agarra la sábana con la cual me tapo el pene.

Queda sorprendida al instante, yo pienso rápidamente en cubrirmela, pero decido dejarla a su vista, para que la ame con la mirada. Ella se muerde el labio, sé que esta excitada. De un momento a otro sale disparada a nuestra casa diciendo que hará "cosas más importantes"

Sé que quiere mi polla, sé que quiere saborearla, sé que quiere, yo también.
Pasan los días y ella me presenta a su novio, con el cual en realidad me llevo muy bien.
Una noche, a eso de la 1 de la mañana, escucho unos gemidos, salgo tímido a ver y veo a su novio salir desnudo (por suerte solo le alcanzo a ver el trasero. Él sale directo al baño.

Yo, tímido, salgo temblando directo a la habitación de mi tía.

Ella está desnuda en la cama, con las muñecas amarradas a la cama, los ojos vendados y sus piernas abiertas, con su rica concha a mi vista.

Ella aún no se ha percatado de mi presencia, y se me ocurre algo muy genial.
Me desnudo enfrente de ella, ella aparentemente escucha ya que se ríe.

Entonces me acerco, ella sin previo aviso agarra mi pene ya erecto y (no se como) empieza a masturbarlo, yo lanzo un gemido de excitación y ella sonríe.

Lo masturba de tal forma que me aguanto las ganas de correrme, mientras empiezo a besar sus tetas, joder, que ricas tetas.

Entonces me inclino sobre ella, dejando mi pene entre sus labios, y ella, como toda una sumisa, lo chupa, como una puta lo haría.

Me lo sigue chupando por un rato, hasta que ella misma lo agarra dice en voz baja "ahora a mi conchita"
Bajo hasta que mi pene acaricia su vagina, y voy entrando, la sensación es muy genial, y Laura empieza a gemir como loca.

-JODER SI, SI NO PARES, AHH QUE RICO TU PENE, OHH SI, VAMOS, HAZME TU PERRA,OHH SI!!!

Entonces me corro, saco mi pene enseguida y lo pongo en su boca, el semen se escurre por toda su cara y chupa enseguida mi pene mientras deja escapar un muy satisfaciente "mmmm"

Y así de rica fue mi tía.