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Compendio II
😓
No me gusta dar disculpas. Menos, por cosas mías.
(Por cierto, ¿Se dieron cuenta del emoticón? ¡Antes de irse, mi marido me dejó un texto con la lista de emoticones! ¿No es genial? 😂 )
Aunque me disculpo de otras maneras. 😉
😈
Tomé uno de los plumones que uso para escribir y me hice bigotes. Me depilé las piernas después de bañarme (¡Obvio! Siempre tienes que lucir mona cuando te arrepientes de algo 😤 ), pantis blancas, calzones blancos, delgaditos y semi- transparentes, sostén del mismo color, delineador en los ojos, sombra, labial, las orejas y cola que compramos en Japón y el camisón blanco que le vuelve loquito.
😆
“¡Miau!” le dije, con mi voz de gata más sensual, al salir del baño.
Él, ya babeando al verme.
🤤
“¡Vaya, te ves hermosa! ¿Vas a bailar?”
😡
“¡Ñiau!” negué, ofendida.
Aunque siempre me dice “Ruiseñor”, cuando me enojo, me dice que parezco gata.
😍
“¿Ya te enojaste, gatita miau-miau?” o “¿Se te pasó el enojo, gatita regalona?”
¡Me encanta, porque adoro los gatos, porque me creo gata y porque parezco gata, con mis ojitos verdes!
Estaba acostado en la cama y claro, no le niego que parecía una go-go dancer o una stripper, pero me sentía gata.
“Entonces, ¿Eres una gata de verdad?”
“¡Miau!” respondí, moviendo mi cabeza.
😏
“¿Y solamente maúllas?”
“¡Miau!” respondí, con la mejor de mis sonrisas.
😆
“Bueno… va a ser interesante ordeñar los pechos de una gata.” Dijo, guardando el laptop al lado de la cama.
😓
¡Llevaba 2 días sintiéndome hinchada, pesada y mega pechugona!
😕
Y empecé a caminar como gata. La verdad, fue difícil, porque tuve que estirar los dedos para tocar el piso.
Y él, aunque estaba tentado de la risa, me esperó hasta que llegara a la punta de la cama.
😃
Me senté en cuclillas, con las piernas abiertas, para que me viera todo: el calzón delgado, los pechos, mis orejas de gata…
😊
Y para darle ideas (aunque ya se le empezaba a parar 😈 ), empecé a lamerme la mano, como lo hacen las gatas cuando se lavan, pero con los dedos estirados.
XD
“Pero ¿Sabes? Las gatas son muy posesivas. Cuando encuentran algo que les gusta mucho, ellas lo marcan, restregando su cuerpo para impregnar su olor.”
😍
¡Me encanta que juegue conmigo así!
¡Obvio que le hice caso!
Me fui restregando mis pechos por su cuerpo y acariciándolo con mi cintura.
“¡Prrr! ¡Prrr!” le ronroneaba, porque me sentía contenta.
🙂
“Pero hay gatas sin respeto, que le ponen toda la cola en la cara al amo…”
😏
Sonreí, abriéndome de piernas para que me revisara el trasero y me viera el calzón chorreando por él.
Yo, más feliz todavía, porque veía ese venoso, maravilloso y portentoso pescadito que se guardaba bajo su pantalón, alzándose bajo la tela desesperado por salir.
🤤
¡Y la gata tenía hambre!
“¡Qué linda cola! ¡Vamos a revisar a esta gatita!”
Y yo, esperando que me dijera que comiera su pescado.
😩
¡Me hace el quite al calzón y me pasa la lengua, rozándome el botón, la rajita y todo!
😂
“¡Miau-Miau!... ¡Miau-Miau!... ¡Miau!” maúllo como loca, diciéndole que no pare, porque lo hace bárbaro.
“¡Que gatita más cochina! ¡Voy a tener que limpiarla otra vez!”
😩 😲 😩 😲
¡Cada lamida, llega más adentro y más adentro!
Yo maúllo a ojos cerrados, olvidándome de todo y disfrutando del placer que él me da.
Pasan los minutos y se detiene.
“¿Se cansó la gatita? ¿No quiere comer el pescado que le tengo escondido?”
😋 😋 😋
¡Se la chupo como desesperada!
¡No la he probado en 2 días!
Y esta dura, tiesa, ardiente, enorme…
Con esa cabecita enorme y pegajosa, que lo único que quiere que la bese mami.
😮 😋 😘 😮
¡Un manjar exquisito!
Y yo, probando y probando…
😘 😮 😘 😮
¡Me encanta! ¡La adoro! ¡Me vuelve loca!
Pero estoy subiendo y bajando, subiendo y bajando y siento que me rompe el calzón.
😮
¡Nunca lo había hecho antes y me corté, sin entender!
Y de repente…
😲 😲 😲
¡Se siente como un pene chiquito, pero gordito, entrando por mi ano!
¡Nunca había hecho algo así!
Pero más encima, prosigue con su lengua…
😱
¡No pasa mucho para que me baje un orgasmo intenso y demoledor!
😋
“Oye, gata. ¿No te ibas a comer mi pescado?” me pregunta, riéndose que esté así.
😡
¡Se la muerdo despacito!
“¡Está bien! ¡Cálmate! ¡No muerdas tan fuerte!” me dice, al sentir mis dientes apretándola.
Y empezamos a hacer un rico 69.
Cambia de dedos, sacándome el pulgar y poniendo el del corazón y el índice en mi colita.
🤤
¡Se siente de lo mejor! ¡Y rasca tan rico!
Y con su lengua enorme, chupetea todo mi botón y bien goloso, se toma todos mis juguitos, deslizándola bien adentro de mi rajita.
😍 😛 😩 😲
¡Me come hasta con limón!
XD
Y yo, en cambio, la pruebo hasta que me toque la campanilla.
Se siente enorme, palpitante y ardiente.
Con un sabor maravilloso.
😚 😮 😂 😍
Lagrimeo. Es mucha carne para mi boquita.
Pero la salsa es deliciosa y no puedo parar de chupar.
Entonces, se da vuelta la tortilla…
😈
Empiezo a chupar y chupar, chupar y chupar, sin dejarle descansar.
Siento como su cuerpecito entero tiembla, pero quiero probarla.
Es mi comida de gata.
Más fuerte, más fuerte.
La sentí bien hinchada y súper venosa en mi boca.
Apenas me deja respirar.
Subo y bajo, subo y bajo, como el pájaro carpintero.
Se la baboseo. Juego con mi lengua. Beso su cabecita.
Puedo sentir como su lengua también se empieza a olvidar un poco de mí, para disfrutar la chupada de su gata.
Pero no así sus dedos. Siguen metiéndose y saliendo, sin parar.
😩 😲 😩 😲
¡Me vuelve loca! ¡Quiero que se venga luego, para que me haga la colita!
Y mis deseos son concedidos.
💦 💦 💦
😮 😩 😮 😩 😍
¡Me cuesta, pero la bebo toda!
“¡Miau! ¡Miau!” maúllo bien contenta.
😋
Él me alza las pompas y yo, expectante, en 4 patas.
Empieza a subir, llevándose mi pescado.
😕
“¿Sabes? Cuando el gato se la mete a la gata, también se hincha. La gata chilla, porque la siente enorme y no se puede zafar. ¿Probamos si te pasa eso, gatita linda?”
😓
“¡ñiau- ñiau! ¡ñiau- ñiau!” le respondo, meneando mi colita con impaciencia.
¡Los segundos se me hacen eternos!
¡Anhelaba sentirlo de nuevo!
Y siento su puntita, besando mis labios…
😍
¡Va ensanchándome despacito!
¡Y se siente enorme! ¡Interminable! ¡Candente!
😩 😫 😩 😛 😩
Me digo a mí misma “hasta aquí, él llega…”
Pero no. Maravillosamente, me equivoco.
Su trompita se siente más larga.
Y se va meneando bien despacio.
“¡Miiiiau! ¡Miiiaaau!¡Mmmmmiiiaaaauuu!” voy gimiendo, a medida que la voy sintiendo.
“¡Qué gata más mala! ¡No maúlles tan fuerte, que despiertas a mis chiquititas! ¡Más encima, eres una gata tan apretada!”
😲 😩 😖
¡Es un combo triple!
Porque me hace sentir más sensual, como una gata de verdad con su gato machón; me hace bajarme el volumen de mis gemidos, para que mis peques no nos escuchen (y eso es maravilloso :F) y más encima, me encuentra apretada, porque mi vagina ha recibido solamente el pene de mi gato favorito.
Con la cola en pompa, meneándome maravillosamente y sintiendo ese pujante bastón ardiente de carne, que me parte entera, tengo que taparme mi hocico de gata, para no dar gemidos muy grandes.
😩 😖 😩 😖 😩 😖
Sus manos me toman de los muslos, para que no me arranque.
Luego empiezan a subir por mi cintura, acariciando mis rollitos solitarios y me empieza a enderezar de a poquito.
Siento que pierdo el equilibrio y que me falta la respiración, pero entonces siento sus tibias manos sobre mis pechos y él las aprieta con suavidad.
“¡Mira esta gatita mala! ¡Es mamá y tiene tanta leche!”
“¡Miauu! ¡Miaaauuuu!” le respondo, apoyando su cuello en mi hombro para afirmarme, pidiéndole en idioma de gata que no pare.
Que por favor siga.
😩 😲 😩 😲
Siento su cosa enorme dentro de mí, bombeando con tanta violencia.
Yo floto en el espacio y lucecitas y destellos me reciben al volar.
Estruja mis pechos y siento como la leche escapa, con mis pezones hinchados y duros como piedras.
Estruja mis fresitas de manera delicada.
🤤
Mordiéndome los labios es la única manera de contener mi placer. Siento mi vientre subir y bajar, mientras que mi gato se mete cada vez más adentro.
“¡Qué linda gata! ¡Qué linda gata!” me susurra en el oído y me da un beso cariñoso en la mejilla.
💦 💦 💦
Pareciera que estrujara hasta la última gota en mí.
Siento mi vientre rellenito y tibiecito con su leche y sin querer, me pregunto hasta cuándo tendremos suerte, porque sé que más temprano que tarde, mi gato me volverá a preñar.
Nos acostamos con la cabeza hacia los pies de la cama.
Mi gato me lame la espalda.
😆
¡Todavía me desea!
Cuando la puede sacar, me da vuelta y me mira a los ojos.
¡Lo que pasó a continuación, todavía me pone mojadita!
🤤
“¡Mira, gatita! ¡Te tengo que decir la verdad! ¡Tú y yo no podemos hacer más esto!”
😕
“¿Miau?” pregunté, sin poder entender.
“¡Eres una gatita muy bonita y sensual, pero yo soy una persona que está casada, con una mujer que amo mucho!”
😊 😊 😊
“¡La amo con todo mi corazón y no está bien que la engañe con una gata callejera como tú!” me dijo, metiendo la puntita otra vez entre mis piernas.
“¡Mmm!” alcancé a decir, antes que me diera un suave beso.
😍
“Aunque beses así de rico, no está bien que engañe a mi esposa con una gata como tú.” Me repite suavemente.
😱
¡Me estaba volviendo loca!
¡Me excitaba un montón que me engañara a mí conmigo misma!
¡Que fuera su esposa y su amante, al mismo tiempo!
😃
¡Y eso no era todo, porque más encima, me chupaba los pechos!
😩
“¡Tienes una leche tan rica, gatita! ¡Mi esposa tiene leche del mismo sabor, con unos pechos enormes!” me dijo, sacándome otro par de orgasmos.
Mis pechos se deshacían en sus labios, mordiéndolos, pellizcándolos, chupándolos…
Una vez más, la leche atravesaba tibia en mis ardientes pezones, para alimentar a mi “hijo-esposo”, cuando sus movimientos de cadera se movían con impaciencia al estar dentro de mí.
“¡Te amo mucho! ¡Te amo mucho, mi gatita mala!” dijo, mientras me hacía cariño en las mejillas.
😭
Yo lloraba. ¿Cómo pude ser tan tonta para enojarme con él?
😚
Más besitos tiernos, mientras hacíamos el amor.
😍
¡Lo amo tanto!
Pensaba cómo podía gustarle tanto, si me disfracé de gata para jugar con él y si me enojé por puras leseras mías.
Se afirmaba suavemente de mi cintura.
Quería meterla más adentro.
😩 😲 😩 😲
Seguía sintiéndola hinchada y enorme.
Me mataba una y otra vez, con cada una de sus embestidas.
Yo me entregaba para él.
Porque soy su esposa.
Su amada.
🤤
Y me lamía el cuello.
¡Es tan rico hacerlo con alguien como él, que te conoce todos los puntos débiles, como yo también se los suyos!
😩 😖 😩 😖 😩 😖
Nos movemos rápido, más rápido y aún más rápido.
Se descarga una vez más y siento como nuestros juguitos se vuelven a combinar dentro de mí, en un maravilloso orgasmo.
💦 💦 💦
Me baja el sueñito y me quedo un poco dormida.
Entonces siento algo caliente y enorme dentro de mí que me despierta cuando se empieza a retirar.
Abro los ojos y me está besando las mejillas, con mucha ternura.
😍
“¿Estás muy cansada?” me pregunta.
Muevo mi cabeza con impaciencia, en un rotundo no.
Él me sonríe, sabiendo que ya no me queda más de gata por esa noche.
Entonces, le baja como vergüenza, pero igual pregunta.
😳
“¿Sabes? He extrañado hacerte el amor estos días… y me preguntaba… si es que no sigues molesta… si me dejarías hacerte la cola… una vez más.”
🤤
¡Di un suspiro intenso!
¡Ya lo habíamos hecho 3 veces al vuelo, casi sin descansar y todavía quería más!
“¡Claro!” le respondí, presentándole nerviosa mis pompas.
“Si… pero… no pares de maullar…” me dijo, colocándome de nuevo mis orejas de gata.
Y mientras me ensanchaba a 4 patas y la metía pujante, venosa y vencedora, me decía.
“¡Uy, gatita! ¡Qué culito más apretado tienes!”
😩 😲 😩 😖 😩 😍
Algo que hasta hoy me hace suspirar.
😉
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1 comentarios - ¡Yo soy tu gata mala!