11:45 AM
Terminaba de colocarme las zapatillas color rojo cuando la puerta de la habitación se abrió. Daniel entraba enfundado en un traje negro que lo hacia verse endemoniadamente atractivo puso su saco sobre la cómoda y sus manos fueron directamente a mi rostro, acarició mis mejillas y su boca se fundió a mis labios en un beso apasionado, lleno de fuego, su lengua jugaba con la mia mientras sus manos se deslizaban por mis pechos hasta mis caderas. Su molestia se hizo presente cuando los pliegues del vestido le impidieron rozar con mi ropa interior.
Lo alejé de mi cuerpo para hacer la tarea por el, se que no le gusta sentirse un novato pero hay veces en que tengo que hacer las cosas fáciles para los dos,safe los broches que unian la falda con el corset, abrí lentamente aquella estorbosa falda color perla y me dio su mano para no perder el equilibrio mientras sacaba mis piernas de los tules.
Frente a él con un corset que resaltaba mi busto, una tanga del mismo color que la falda que ahora estaba en el piso y unos tacones de vertigo en color rojo eso es todo lo que portaba, me hizo una seña para que girara y asi lo hice. Mi cuerpo giró y él lo detuvo en su movimiento llevándome a la cama con paso lento, sus ojos estaban clavados en mis zapatos, recostados comenzamos a besarnos de manera arrebatadora, mis manos buscaban quitarle la camisa color arena y cuando abrí su mancuernilla derecha para sacar la manga vi que de ella colgaba mi dije de mariposa que alguna vez perdí en su casa mientras el caia de forma divertida sobre la andadera de su sobrina, justo cuando galanteaba e intentaba coquetearme.
Mis ojos se humedecieron al recordar tal historia, parecía que solo habia pasado un pestañeo desde aquel encuentro "casual". Daniel noto mi mirada perdida recordando el pasado.
-Siempre la traigo conmigo, se que no crees en la suerte pero a mi me a traído mucha
-Tenemos suerte?
-Mucha Ana pues estamos juntos no es así?
No dije más no podía decir más, mi cuerpo le deseaba y mi corazón le pertenecía, era todo.... estaba perdida, quería que me hiciera suya en ese mismo momento, terminé de quitarle la camisa y le desnudé en un instante se sentó en la orilla de la cama esperando quitar el corset y no lo permití, me inqué frente a su cuerpo desnudo, sus ojos chispeantes me veían con incredulidad mientras mis labios se acercaban a su mienbro erecto, puse mis labios justo en la punta de su pene y rocé mi lengua al abrir mis labios, él intentó pronunciar palabra, no lo logró, lo tragué de un solo bocado y sin respirar.
-Ahhhh!!!!-gimió sin tapujos
Lo lamí con ganas ferrias de darle placer, comerlo era una delicia y sabía que a él lo enloquecía que se la mamara, mi cuerpo reccionaba en consecuencia que excitaba tanto que mi tanga ya estaba más que empapada, mi lengua resbalaba de arriba a bajo, lo sacaba y volvía atragar hasta la base mientras acariciaba sus testiculos, quería que terminara en mi boca, quería sentir como explotaba en mi garganta y sentirme orgullosa de voloverlo loco, pero no me dejó hacerlo. Suavemente me levantó y me regaló un beso fugaz, boca arriba en la cama pensé que me regresaría el placer, pero su cuerpo entero fue contra el mío, sus labios recorrian mi cuello y sus manos se peleaban con la dura armadura que atrapaba mi pecho, sus dedos llegaron a mis caderas y se deslizaron lentamente entre mi pubis, la tanga estaba mojada por completo y sus dedos estaban comprobándolo. Metió sus dedos entre los labios de mi vagina lentamente en busca de mi clítoris y yo contenia la respiración, por fin encontró su destino un gemido agudo lo confirmó.
Sus dedos me torturaban y yo sólo quería que me penetrara, quería que me hiciera suya de una vez, como si adivinara mis pensamientos sacó sus dedos y los chupó con dulzura, hizo a un lado la suave y empapada tela y....
-Ohhhh!!!
Entró en mi interior de una sola embestida, abriendo mis piernas, me tomó por los tacones y elevó mis piernas por encima de su pecho, su ritmo era lento pero comenzó a llevar un ritmo más y más rápido al son de mis gemidos.
-Más por favor Daniel, no pares, dame más!!!!!-mis manos sujetaban con fuerza las sábanas
Mis palabras eran dulce música en sus oídos y continuaba llenándose de mis fluídos.
-Córrete hermosa, por favor quiero verte.
Sus palabras me detonaron, pequeñas descargas de electricidad recorrieron mi cuerpo y un gemido largo de Daniel me siguió, su cuerpo se desplomaba sobre el mío.
-Siempre es un placer Ana, siempre....
12:17 PM
Sale de la habitación un poco más guapo que cuando entró, salgo tras de él, con el vestido color perla en su sitio pero con el peinado un poco diferente al que traía antes.
-Encontraste tu mancuernilla amor?, pregunta Liz desde las escaleras.
-No amor, sólo encontré a la futura esposa de mi hermano.
Terminaba de colocarme las zapatillas color rojo cuando la puerta de la habitación se abrió. Daniel entraba enfundado en un traje negro que lo hacia verse endemoniadamente atractivo puso su saco sobre la cómoda y sus manos fueron directamente a mi rostro, acarició mis mejillas y su boca se fundió a mis labios en un beso apasionado, lleno de fuego, su lengua jugaba con la mia mientras sus manos se deslizaban por mis pechos hasta mis caderas. Su molestia se hizo presente cuando los pliegues del vestido le impidieron rozar con mi ropa interior.
Lo alejé de mi cuerpo para hacer la tarea por el, se que no le gusta sentirse un novato pero hay veces en que tengo que hacer las cosas fáciles para los dos,safe los broches que unian la falda con el corset, abrí lentamente aquella estorbosa falda color perla y me dio su mano para no perder el equilibrio mientras sacaba mis piernas de los tules.
Frente a él con un corset que resaltaba mi busto, una tanga del mismo color que la falda que ahora estaba en el piso y unos tacones de vertigo en color rojo eso es todo lo que portaba, me hizo una seña para que girara y asi lo hice. Mi cuerpo giró y él lo detuvo en su movimiento llevándome a la cama con paso lento, sus ojos estaban clavados en mis zapatos, recostados comenzamos a besarnos de manera arrebatadora, mis manos buscaban quitarle la camisa color arena y cuando abrí su mancuernilla derecha para sacar la manga vi que de ella colgaba mi dije de mariposa que alguna vez perdí en su casa mientras el caia de forma divertida sobre la andadera de su sobrina, justo cuando galanteaba e intentaba coquetearme.
Mis ojos se humedecieron al recordar tal historia, parecía que solo habia pasado un pestañeo desde aquel encuentro "casual". Daniel noto mi mirada perdida recordando el pasado.
-Siempre la traigo conmigo, se que no crees en la suerte pero a mi me a traído mucha
-Tenemos suerte?
-Mucha Ana pues estamos juntos no es así?
No dije más no podía decir más, mi cuerpo le deseaba y mi corazón le pertenecía, era todo.... estaba perdida, quería que me hiciera suya en ese mismo momento, terminé de quitarle la camisa y le desnudé en un instante se sentó en la orilla de la cama esperando quitar el corset y no lo permití, me inqué frente a su cuerpo desnudo, sus ojos chispeantes me veían con incredulidad mientras mis labios se acercaban a su mienbro erecto, puse mis labios justo en la punta de su pene y rocé mi lengua al abrir mis labios, él intentó pronunciar palabra, no lo logró, lo tragué de un solo bocado y sin respirar.
-Ahhhh!!!!-gimió sin tapujos
Lo lamí con ganas ferrias de darle placer, comerlo era una delicia y sabía que a él lo enloquecía que se la mamara, mi cuerpo reccionaba en consecuencia que excitaba tanto que mi tanga ya estaba más que empapada, mi lengua resbalaba de arriba a bajo, lo sacaba y volvía atragar hasta la base mientras acariciaba sus testiculos, quería que terminara en mi boca, quería sentir como explotaba en mi garganta y sentirme orgullosa de voloverlo loco, pero no me dejó hacerlo. Suavemente me levantó y me regaló un beso fugaz, boca arriba en la cama pensé que me regresaría el placer, pero su cuerpo entero fue contra el mío, sus labios recorrian mi cuello y sus manos se peleaban con la dura armadura que atrapaba mi pecho, sus dedos llegaron a mis caderas y se deslizaron lentamente entre mi pubis, la tanga estaba mojada por completo y sus dedos estaban comprobándolo. Metió sus dedos entre los labios de mi vagina lentamente en busca de mi clítoris y yo contenia la respiración, por fin encontró su destino un gemido agudo lo confirmó.
Sus dedos me torturaban y yo sólo quería que me penetrara, quería que me hiciera suya de una vez, como si adivinara mis pensamientos sacó sus dedos y los chupó con dulzura, hizo a un lado la suave y empapada tela y....
-Ohhhh!!!
Entró en mi interior de una sola embestida, abriendo mis piernas, me tomó por los tacones y elevó mis piernas por encima de su pecho, su ritmo era lento pero comenzó a llevar un ritmo más y más rápido al son de mis gemidos.
-Más por favor Daniel, no pares, dame más!!!!!-mis manos sujetaban con fuerza las sábanas
Mis palabras eran dulce música en sus oídos y continuaba llenándose de mis fluídos.
-Córrete hermosa, por favor quiero verte.
Sus palabras me detonaron, pequeñas descargas de electricidad recorrieron mi cuerpo y un gemido largo de Daniel me siguió, su cuerpo se desplomaba sobre el mío.
-Siempre es un placer Ana, siempre....
12:17 PM
Sale de la habitación un poco más guapo que cuando entró, salgo tras de él, con el vestido color perla en su sitio pero con el peinado un poco diferente al que traía antes.
-Encontraste tu mancuernilla amor?, pregunta Liz desde las escaleras.
-No amor, sólo encontré a la futura esposa de mi hermano.
0 comentarios - Ana y Daniel (Versión 1)