Buenas tardes a todos! 🙂
Esto que hoy voy a contarles me pasĂł hace unos meses...
Vivo con mi Vane,mi primita, tiene 19 reciĂ©n cumplidos. Y hace un tiempo que venĂa medio mal con su novio. Él tiene 50 y está recien separado. Un dĂa llego del trabajo y la encontrĂ© llorando y peleándose con Ă©l por telĂ©fono.
—Que pasó, amor? —le pregunté.
—Ay, flor, es que no puedo, no puedo!
—Pero qué te pasó? cContame
—No, nada... es que Pato quiere que tengamos sexo chancho y zarpado, y yo no quiero...
—Ay, amor, pero por eso te vas a poner as�
—No, no, ya sé. Pero No puedo más. Él me pide y vengo diciéndole que no…
—Pero qué es lo que te pide? Tanto problema por sexo, mi amor?
—No, pero me da vergüenza, flor.
—Dale, dejate de joder!
—No se… me pide la cola, me pide acabarme en la boca, o adentro de la cola, me pide que le chupe el culo a él, que diga que soy su “puta”y cosas más chanchas.
—Ay, vane, amor… no es tan grave. Vos no haces esas cosas nunca? Pensaba que sĂ…
—ay, flor, no! Sé que todos me creen trola, pero te juro que no. Me visto con shorcitos y me gusta mostrar escote, pero te juro que nunca entregué la cola ni nada de eso.
La verdad es que no le creĂa, realmente yo la quiero un montĂłn pero… la hacĂa re trola. No solo por como viste, sino por la actitud.
—Bueno, ya va a pasar. Tranquila.
—No me ayudas, flor? Realmente me ayudarĂa mucho si vos estuvieras al lado mio. No sĂ©, estar en ese momento sabiendo que vos estas ahĂ, me tranquilizarĂa. —Me quedĂ© boquiabierta. La verdad es que no me esperaba eso. No sabĂa quĂ© decir.
—Ay, vane, no sé qué decirte.
—Dale, dale, por fi!
La vi tan mal que le dije que si. Total, estar ahĂ tampoco iba a implicar mucho, no? Al otro dia hicimos todos los arreglos. Lo llamĂł a Patricio y le dijo que fuera esa noche a las 22. Y asi fue. Cenamos los tres, Ă©l un poco incĂłmodo, pero se fue soltando con los vinitos que fuimos tomando.
A lo largo de la cena, no pude parar de sentirme observada. PensĂ© que era por Patricio, la verdad que no lo conocĂa tanto. Pero despuĂ©s me di cuenta que no era Ă©l sino Vane. La petiza me estaba mirando y mirando, como que sentĂa que me estaba desnudando.
HacĂa mucho calor. Patricio se sacĂł el saco y Vane tambiĂ©n. Se quedĂł con un topcito rosa que estaba para el infarto, uno de esos que ella suele usar, que se le salen las tetas y le queda toda la pancita al aire y una pollerita blanca con voladitos, una de esas que se vuelan con apenas una brisa.
No me sorprendĂa estar mirándola de arriba abajo. Me sorprendĂa estar imaginando las cosas que le podĂa llegar a hacer si se me acercaba y me abrazaba. DejĂ© de pensar y segui comiendo.
Dos horas más tarde, seguĂa mirándola y con unas ganas de tocarla y sentirla, que no pude más. Me levantĂ©, fui al baño y volvĂ con ropa nueva.
—Ah, flor… qué lindo te queda eso! Etas para el infarto vos, eh! —dijo vane, mirándolo a patricio—no?
—Si, si. obvio. —dijo patricio sin entender nada lo que estaba pasando.
—Te querĂa demostrar que te quiero y que puedo ser tan chanchita como vos querĂ©s y mucho mas, bebe. —Le dijo vane a patricio, mientras se agachaba y le iba gateando hasta llegar a donde estaba sentado. Le desabrochĂł el pantalĂłn, le bajĂł el bĂłxer y empezĂł a chuparle la pija como una diosa total.
—Ah, menos mal que tenĂas problemas para estas cosas vos eh! —le dije yo, mientras la miraba petear como puta desde el sillĂłn. —QuĂ© hermosa que sos, vane. Sos hermosa. Me calentas tanto. Sos un angel.
—SĂ, amor, sos terrible. Que hija de puta que sos! Ahhhh no, no, no me podes hacer esto.—decĂa patricio mientras disfrutaba de sus petes. Mientras, yo, sin aguantar más, me levante, fui hasta la silla, y me prendi al pete. Nos disputábamos la pija de patricio como dos animales, nuestras lenguas se entrelazaban, se mesclaban y de repente estábamos chapando como dos trolas hermosas, con patricio mirándonos sin entender nada. Extasis. Placer. Orgasmo.
—Ah, si, si.... ponganse ahi que las acabo a las dos. —nos decia patricio mientras se pajeaba y nos metia la pija hasta la garganta, turnandonos una y una.—Ahi viene, sisi, a ver, si, ahi las dos, a ver.... ahhhhhhhh que putas hermosas que son....a ver, vane, amor, jugame con la lechita, a ver. Mostramela. Eeeeesoooo, mi amor.... a ver, dale un beso a tu primita y pasale la leche.
Eso hicimos. De repente, sentĂa algo espeso y caliente en mi boca. Era leche. Rica leche.
—Tragala, puta. Tragame la leche, dale.—Y sin penar, la traguĂ©. QuĂ© rico el placer de sentir lechita en mi boca. Tenia tantas ganas de hacer esto hacĂa tanto tiempo que esto me parecia un milagro.
Patricio habia acabado un montĂłn. Pero no se le habia bajado aun la pija. Cuando nos dimos cuenta de esto, le agarrĂ© la cara a vanessa y se la lleve a la pija. PodĂa ver los ojitos de vanesa cĂłmo se ponĂan llorosos de tan adentro que le metĂa la pija. La veĂa sufrir, sufrir en silencio sin decir nada, como buena trola, obediente y sumisa. La veĂa sufrir, pero le gustaba. Lo podĂa sentir.
Me parĂ© detras de ella y le parĂ© el culo. Me calcĂ© el culo bien en el medio de la cara y se lo empece a chupar. Le metĂa la lengua bien adentro, le meti un dedo, le meti dos, le metĂ tres. Esto era el placer...
(...continuará)
Espero hayan disfrutado tanto como yo....
Esto que hoy voy a contarles me pasĂł hace unos meses...
Vivo con mi Vane,mi primita, tiene 19 reciĂ©n cumplidos. Y hace un tiempo que venĂa medio mal con su novio. Él tiene 50 y está recien separado. Un dĂa llego del trabajo y la encontrĂ© llorando y peleándose con Ă©l por telĂ©fono.
—Que pasó, amor? —le pregunté.
—Ay, flor, es que no puedo, no puedo!
—Pero qué te pasó? cContame
—No, nada... es que Pato quiere que tengamos sexo chancho y zarpado, y yo no quiero...
—Ay, amor, pero por eso te vas a poner as�
—No, no, ya sé. Pero No puedo más. Él me pide y vengo diciéndole que no…
—Pero qué es lo que te pide? Tanto problema por sexo, mi amor?
—No, pero me da vergüenza, flor.
—Dale, dejate de joder!
—No se… me pide la cola, me pide acabarme en la boca, o adentro de la cola, me pide que le chupe el culo a él, que diga que soy su “puta”y cosas más chanchas.
—Ay, vane, amor… no es tan grave. Vos no haces esas cosas nunca? Pensaba que sĂ…
—ay, flor, no! Sé que todos me creen trola, pero te juro que no. Me visto con shorcitos y me gusta mostrar escote, pero te juro que nunca entregué la cola ni nada de eso.
La verdad es que no le creĂa, realmente yo la quiero un montĂłn pero… la hacĂa re trola. No solo por como viste, sino por la actitud.
—Bueno, ya va a pasar. Tranquila.
—No me ayudas, flor? Realmente me ayudarĂa mucho si vos estuvieras al lado mio. No sĂ©, estar en ese momento sabiendo que vos estas ahĂ, me tranquilizarĂa. —Me quedĂ© boquiabierta. La verdad es que no me esperaba eso. No sabĂa quĂ© decir.
—Ay, vane, no sé qué decirte.
—Dale, dale, por fi!
La vi tan mal que le dije que si. Total, estar ahĂ tampoco iba a implicar mucho, no? Al otro dia hicimos todos los arreglos. Lo llamĂł a Patricio y le dijo que fuera esa noche a las 22. Y asi fue. Cenamos los tres, Ă©l un poco incĂłmodo, pero se fue soltando con los vinitos que fuimos tomando.
A lo largo de la cena, no pude parar de sentirme observada. PensĂ© que era por Patricio, la verdad que no lo conocĂa tanto. Pero despuĂ©s me di cuenta que no era Ă©l sino Vane. La petiza me estaba mirando y mirando, como que sentĂa que me estaba desnudando.
HacĂa mucho calor. Patricio se sacĂł el saco y Vane tambiĂ©n. Se quedĂł con un topcito rosa que estaba para el infarto, uno de esos que ella suele usar, que se le salen las tetas y le queda toda la pancita al aire y una pollerita blanca con voladitos, una de esas que se vuelan con apenas una brisa.
No me sorprendĂa estar mirándola de arriba abajo. Me sorprendĂa estar imaginando las cosas que le podĂa llegar a hacer si se me acercaba y me abrazaba. DejĂ© de pensar y segui comiendo.
Dos horas más tarde, seguĂa mirándola y con unas ganas de tocarla y sentirla, que no pude más. Me levantĂ©, fui al baño y volvĂ con ropa nueva.
—Ah, flor… qué lindo te queda eso! Etas para el infarto vos, eh! —dijo vane, mirándolo a patricio—no?
—Si, si. obvio. —dijo patricio sin entender nada lo que estaba pasando.
—Te querĂa demostrar que te quiero y que puedo ser tan chanchita como vos querĂ©s y mucho mas, bebe. —Le dijo vane a patricio, mientras se agachaba y le iba gateando hasta llegar a donde estaba sentado. Le desabrochĂł el pantalĂłn, le bajĂł el bĂłxer y empezĂł a chuparle la pija como una diosa total.
—Ah, menos mal que tenĂas problemas para estas cosas vos eh! —le dije yo, mientras la miraba petear como puta desde el sillĂłn. —QuĂ© hermosa que sos, vane. Sos hermosa. Me calentas tanto. Sos un angel.
—SĂ, amor, sos terrible. Que hija de puta que sos! Ahhhh no, no, no me podes hacer esto.—decĂa patricio mientras disfrutaba de sus petes. Mientras, yo, sin aguantar más, me levante, fui hasta la silla, y me prendi al pete. Nos disputábamos la pija de patricio como dos animales, nuestras lenguas se entrelazaban, se mesclaban y de repente estábamos chapando como dos trolas hermosas, con patricio mirándonos sin entender nada. Extasis. Placer. Orgasmo.
—Ah, si, si.... ponganse ahi que las acabo a las dos. —nos decia patricio mientras se pajeaba y nos metia la pija hasta la garganta, turnandonos una y una.—Ahi viene, sisi, a ver, si, ahi las dos, a ver.... ahhhhhhhh que putas hermosas que son....a ver, vane, amor, jugame con la lechita, a ver. Mostramela. Eeeeesoooo, mi amor.... a ver, dale un beso a tu primita y pasale la leche.
Eso hicimos. De repente, sentĂa algo espeso y caliente en mi boca. Era leche. Rica leche.
—Tragala, puta. Tragame la leche, dale.—Y sin penar, la traguĂ©. QuĂ© rico el placer de sentir lechita en mi boca. Tenia tantas ganas de hacer esto hacĂa tanto tiempo que esto me parecia un milagro.
Patricio habia acabado un montĂłn. Pero no se le habia bajado aun la pija. Cuando nos dimos cuenta de esto, le agarrĂ© la cara a vanessa y se la lleve a la pija. PodĂa ver los ojitos de vanesa cĂłmo se ponĂan llorosos de tan adentro que le metĂa la pija. La veĂa sufrir, sufrir en silencio sin decir nada, como buena trola, obediente y sumisa. La veĂa sufrir, pero le gustaba. Lo podĂa sentir.
Me parĂ© detras de ella y le parĂ© el culo. Me calcĂ© el culo bien en el medio de la cara y se lo empece a chupar. Le metĂa la lengua bien adentro, le meti un dedo, le meti dos, le metĂ tres. Esto era el placer...
(...continuará)
Espero hayan disfrutado tanto como yo....
20 comentarios - Yo y mi primita
van puntitos!
MUUUYYY excitante...