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Compendio II
😃
¡Si, confieso que me encanta el mañanero!
🤤
Es que tienen el sabor más rico.
XD
¿Qué les puedo decir?
¡Me encanta todo, todo y realmente, me siento agradecida cuando me los deja probárselos!
🙂
Es que él mismo me ha dicho que una erección matinal es la prueba de una vida sexual sana y saludable.
Pero si solamente fuera por eso, no me convencería lo suficiente para hacerlo todos los días que lo tengo a mi lado.
😛
De partida, me sirve mejor que el desayuno: me deja el estómago calientito y aunque te laves los dientes y la boca, igual queda ese olorcito a los juguitos del chico que más te gusta en todo el planeta (No olvidando que te llevas parte de él en la pancita, también XD).
Y tiene un buen aporte energético, porque el semen está compuesto de azucares, lípidos y proteínas que en el fondo, sirven para hacer nueva vida.
😃
Además, le hago un inmenso favor, porque una erección le hace difícil moverse por las mañanas y lo otro, es que está acostumbrado a que yo se las haga y es maravilloso que te puntee los pocos días que te quedas dormida de largo, para que lo atiendas.
También, los días que me tocan clases los encuentro bastante tiernos, porque cuando él está dormido, como que empieza a suspirar y a mover las piernas, pataleando.
Pero cuando se despierta, te hace cariño en la cabeza, sigue suspirando un montón y te dice palabras ricas como “¡Sigue así, Marisol!” o “¡Tómatela toda!” o un maravilloso y largo “¡Ahhh!”. :x
Entonces, me inunda con su esencia y me ahoga, porque vienen entre 3 o 4 tiros poderosos y muy calientitos.
A veces, me da por lagrimear porque me roza la campanita de la boca y cuando pasa por mi garganta, se siente de lo mejor.
¡Tiene un sabor tan peculiar!
Como entre sopita saladita y medio dulzona, pero también, como con algo amargo.
Y claro, yo me lo trago, pero también me hago responsable que le quede limpia y brillante.
Y bueno… soy una mujer afortunada, porque no le baja tanto, tanto y como que se te queda mirando (tanto su pene como los ojos de mi marido) para ver si quieres hacer el amor.
😑
Pero ante todo, sigo siendo una alumna responsable y tengo que decirle no, meterme a la ducha y huir a la universidad…
XD
Despertando a Liz antes de irme, para que ella si lo calme durante la semana.
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Y el envase es rico, como si fuera un biberón gordo de carne y la cantidad de leche y sabores son maravillosos, sin olvidar que es la parte más sensible y la que más trata de proteger y que te la quiera dar, por las mañanas, para que te la devores entera.
🤤
¡Rico!
}:8
Pero la única queja que tengo del viaje (aparte del terremoto) fue que los primeros días no me dio el desayuno.
😕
Miento. Fue de unos 2 o 3 días antes y mucho peor, porque ni siquiera hicimos el amor.
Como dice mi mamá, “me cortaron el agua” y es complicado, porque me encanta jugar con él cuando estamos juntitos.
XD
Más encima, para el lunes los pechos me ardían terriblemente.
No se me hacía nata ni nada de eso, pero las peques no se toman toda la leche que les doy.
Esa es la ración de mi marido y no se la había tomado, por lo que más encima, me sentía más pesada, pechugona e hinchada.
😕
Pero le entendía, porque él es un tipo bueno.
En realidad, Liz y yo queríamos jugar la noche anterior al viaje para darle las gracias y porque definitivamente, la pasamos requetebién cuando jugamos juntos.
:8
Lo malo fue que él nos dijo que no, porque al día siguiente teníamos que madrugar para el aeropuerto.
Aunque nos dejó dormir en la misma cama a los 3 juntitos.
😛
Y no le dio mucha importancia que se nos arrancaran las manos, para agarrarle las cositas que nos gustan.
XD
La cosa fue que llegamos a Chile y la habitación que teníamos de solteros es muy chica comparada con la que tenemos ahora y las peques nos quedaban a 2 pasos de la cama, mientras que aquí están como a 7.
😕
Entonces, a él le complicaba que se fueran a despertar y nos sorprendieran expresando nuestro amor... un par de veces.
😉
Además, también le preocupaba que su mamá descubriera sobre “el profundo cariño” que tiene mi familia con su hijo.
Pero lo más gracioso es que para él también le fue terriblemente difícil.
:s
Incluso si salía envuelto en la toalla y se iba derechito al baño, nosotras imaginábamos bastante bien el por qué y si a mi mamá y mi hermana les pasaba igual que a mí, debía bajarle esa picazón incesante entre las piernas, que solamente se alivia cuando la vara del chico que te gusta te rasca varias, varias veces.
🤤
Para el jueves, ya no podía aguantar más. Fue la mañana del mismo día que vino mi prima y que le sugirió a mi hermana lo de sus estudios.
Les digo: yo estaba verde por probársela.
Porque estaba ahí, bajo las sabanas, alzándose obviamente.
XD
Por fortuna, no se había despertado y se la toqué bien suavecito.
0.0
Para variar, estaba hinchada, caliente y extremadamente dura.
🤤
Y se la empecé a acariciar, mientras dormía.
¡Fue genial!
Porque seguía durmiendo, pero se daba cuenta que la mujer que más lo ama le estaba acariciando su cosita y su carita daba unos suspiritos de alivio que me ponían bastante de ganas.
🤤
Entonces, cuando encontré que estaba ya listo, me metí debajo de las sabanas.
😛
¡Estaba delicioso!
Su sabor estaba especialmente fuerte y salado, porque el pobrecito ni siquiera se había tocado (y eso que mi mamá, Cami y Romi le siguen alzando con solo verlas) y se sentía como si se derritiera entre mi lengua, con su carnecita suave y varonil.
Empecé a subir y bajar, como si hubiese encontrado un chupete legendario, devorando cada maravilloso centímetro de tan apetitoso bocado.
Lo chupeteaba de lado a lado, porque el pobrecito se había aguantado toda la semana y me encargaba de enfriarlo, pasándole la lengua.
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¡Lo chupaba como si estuviera hecha de crema!
Y le daba besitos a la cabecita, succionando con mucha fuerza, para que me diera el jugo que por derecho me corresponde.
😶
Y es que para mí, no hay excusas al momento de chupar.
Podrá contenerse y contenerse, para no dármelo, pero mi boca no da a tranzar y si necesito estar succionando por 2 horas, la mía lo va a estar.
-o-
Porque yo la sigo viendo como mi leche. Pasé muchos meses queriéndola sentir en mi interior y por eso, no me gusta que se masturbe, porque es un enorme desperdicio.
Y subo y bajo, subo y bajo, incitándole a que pare de resistirse y que me de lo que por derecho es mío. :o
Le lamía por el lado, jugueteaba con la puntita y me la metía por las mejillas, enamorada de ese maravilloso olor.
No me podía detener, porque era mi propio biberón y aunque se me tapaba la nariz y el aire se ponía un poco pesado bajo las sabanas, yo no me iba a echar para atrás.
XD
De repente, me asusté, porque sentí algo en la cabeza y me demoré en entender que había despertado y que le gustaban mis atenciones.
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Así que yo seguí degustando ese delicioso manjar de carne completamente.
Hasta la punta de la garganta, como le gusta a él.
Es que es rosadita y bullente y la puntita cada vez se hinchaba más y más.
Yo la lamía entera, obsesionada en sacarle ese calor intenso que brotaba de ese maravilloso bocadillo.
Y tampoco me despreocupaba de sus bolitas, las que besaba y chupeteaba, agradecida por lo generosas que eran conmigo, mientras que mi mano la seguía acariciando incesantemente para que no perdiera su esplendo y sentía la manera en que su cuerpo se tensaba más y más, mientras daba suspiros con mi nombre.
“¡Ahh, Marisol! ¡Marisool!”
😃
¡Simplemente, magistral!
Entonces, se empezó a sacudir y sacudir, moviendo las piernas y ya sabía que venía lo mío y lo esperaba.
Spluuuurt, spluuuurt, spluurt.
XO
¡Hacía mucho tiempo que no me daba tanta leche!
Pero aunque se me escapaba entre las mejillas y su durísima piedra seguía botando bastante, yo bien golosa, lamía como desesperada antes que se perdiera una gota.
Eran los juguitos concentrados de más de 3 días y el sabor y el aroma era arrollador.
🤤
Me quedé un buen rato chupándole, como cuando mis peques encuentran su chupete favorito y me sentía tranquila y maravillosa.
Él, atento y agradecido, se destapó para que pudiera respirar mejor y se lo agradecí, porque también me encanta mirársela.
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Gordita, apuntando al cielo, muy rosada y brillante.
Subí para darle los buenos días y para que me besara y viera que su esposa fiel se lo había bebido todo, como siempre le gusta hacerlo.
“¡No debiste hacer eso!” Me dijo, después del beso, pero con una cara de relajado que no se la quitaba nadie.
}:X
¡Claro!
¡Ese es el comentario que a toda mujer le encanta escuchar, cuando hace algo que al marido le encanta y que una también disfruta!
Obvio que me enojé, sin importar su explicación de las pequeñas.
😕
Pero no me puedo enojar tanto con él.
Es su manera de ser y está bien.
No me importa que a primera hora del día después de llegar, me lleve a mí y a Liz a comprar ropa y a hacer un tour por la ciudad, porque muchas veces tiene razón.
El tiempo de verdad se nos hizo bastante corto y haberlo hecho otro día pudo ser incluso más peligroso que el terremoto en sí.
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Pero lo bueno es que él también me entiende.
Yo le dije que tenía ganas de hacer el amor y lo difícil que se me hace dormir, si lo amo tanto.
¡Y los mañaneros siempre son generosos!
XD
Además, le conozco y todavía seguía caliente.
Le prometí que estaría calladita y que lo haríamos despacito, para que las peques no se despertaran con nuestro movimiento, pero que me lo diera.
🤤
¡Hubiese sabido lo rico que era, lo habría hecho antes!
XD
Es que todavía no sé.
A lo mejor, fue no hacerlo por tantos días o tanto secretismo, pero lo disfrute bastante.
😕
Incluso, por un momento me habría gustado que nos vieran.
Cuando tenían medio año, se metía con la vecina o nuestras amigas azafatas en el mismo dormitorio que las peques dormían y no se hacía problemas.
Pero ahora, están más crecidas e inteligentes y por eso, me encanta más y más mi marido, porque aunque son tan chiquititas, igual las respeta.
XD
Lo que es yo, lo veo como algo natural.
¡Es mi marido y lo amo bastante y no deja de ser un excelente papá, porque las peques no entienden lo que él está haciendo!
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Pero fue maravilloso volver a hacerlo en la vieja cama.
😃
¡Tengo tantos recuerdos lindos en ese dormitorio!
A lo mejor, incluso mi mamá tiene mejores con mi marido que con los que tenía con mi papá.
Pero mientras lo cabalgaba, enterrándolo hasta la matriz, pensaba en todas las cosas que han cambiado.
Por supuesto, él embobado con mis pechos.
XD
¡En realidad, se sentía distinto!
De partida, el peso de los pechos me incomodaba otra vez.
😶
Tuve que decirle que “por ser tan caballero”, se había olvidado de atender los pechos de su señora y ahora estaba ahí, toda hinchada, caliente y con los pezones que ardían por ser devorados por una boca experta y salvaje.
Obedientemente, empezó a atender mis tremendas cantimploras mega-hinchadas con su maravillosa lengua y su desesperada boca.
¡No respetó nada y me encantó tanto!
Porque claro, al igual que mamá y mi hermana, los pezones se me han puesto bien sensibles.
A lo mejor más, por el paso de leche.
Pero él no lamía el pezón solamente: pasaba la lengua por el contorno, como si trazara la cinta de los bikinis veraniegos con su salida y enterraba su cabecita entre mis pechos, sacudiéndolos maravillosamente mientras me ponía de más humores para que hiciéramos el amor y me sacara su buen grupo de orgasmos, como le corresponde como esposo.
XD
Pero eso no era todo.
🤤
¡Se sentía esplendorosamente genial!
Es que, está bien. Él es súper rico cuando va arriba.
Pero como esa vez, él estaba abajo, como que todos los movimientos eran más intensos y repentinos.
🤤
Si pudiera describirlo, era como que todas las cosas que hacemos de a poco y rápido, lo hacíamos lento y de golpe.
XD
¡Sé que eso tampoco lo explica mejor!
Pero la mejor descripción que podría darle es que la tenía que meter hasta el fondo y rapidísimo, de una sola embestida.
🤤
¡Fue una experiencia diferente!
XP
Porque él va pololeando conmigo mientras hace el amor (¡No lo puedo describir de otra manera! XD), metiéndola y sacándola de a poquito, pero moviéndose bien rápido.
Se siente como si me fuera cepillando por dentro y claro, me va calentando las ganas que me llene y me rebalse con su calurosa leche.
En el fondo, me dan ganas de meterlo más y más adentro y voy disfrutando como él se va controlando y deformando de a poquito.
😛
Pero de esta manera, entraba todo de golpe y mi cuerpo no está acostumbrado a recibirla de manera tan repentina.
Como que me dolía un poco y era más violento, pero no se sentía nada mal.
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Además, él me agarraba de la cintura y me obligaba a encajarlo y eso lo hacía genial.
🤤
Porque paff, avanzaba hasta el fondo, quedaba alelada y él me tomaba de la cintura y me volvía a sacar. :o
Yo quedaba así, con ganas de quejarme, pero él me tomaba otra vez y me sacudía nuevamente.
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¡Fue algo genial!
XD
Lo más gracioso es que al final, igual empezamos a hacer el amor como siempre.
Él, como desesperado, sacudiéndose para meterla más adentro, mientras me besaba el cuello y respiraba sobre mis pechos y los amasaba.
Caricias iban y venían, pero es que le sigo encantando toda y eso me gusta, porque yo también lo amo enormemente.
XP
¡Y la parte que me alivia un montón y me calienta, es cuando saca leche de mis pechos!
XD
Porque trata de metérselo todo el pezón en la boca y como que lo envuelve entero.
Y el paso de mi leche, tibiecita, por entremedio de sus labios, es espectacular, porque las peques no chupan así.
Mi marido está acostumbrado a bocados grandes, pero las peques quedan satisfechas con un poco y sigo creyendo que la única razón por la que sigo lactando es porque a él le encanta probarlo.
XO
Y ahí, otra vez viendo estrellitas y puntitos, porque me aliviaba un montón.
Les digo, me sentía bastante incomoda al caminar y al hacer todo, porque te sientes hinchada y también te duele cuando te pones el sostén y lo único que te alivia es cuando las peques quieren comer un poco.
🤤
En fin, para cuando las pequeñas abrieron los ojos, mami estaba desecha y sonriente.
Y acordamos hacerlo así, por las mañanas… y algunas noches también.
😉
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