Bodas de Plata

Somos un matrimonio de Argentina, esta historia es totalmente real, fue hace un par de años y nos cambio completamente nuestra vida sexual. Ella, Maria, tenia 45 años, castaña, pelo corto, flaca, cola chata pero linda y unos pechos enormes, bien firmes, blancos, con apenas venitas azules, que se los cuida como si fueran de oro, bastante timida, tanto que soy yo el que le dice que se ponga ropa un poco mas osada, porque me gusta y aparte porque le queda bien. Yo, 188, casi 100kg de peso, grandote, morocho, lo que se dice un matrimonio totalmente común y normal. En ese momento cumplimos nuestras bodas de plata y le regale un viaje al nordeste de Brasil. Alli fuimos, un lugar paradisiaco, Maceio. El primer dia, no ocurrio nada fuera de lo común, salvo que yo con mi malla a la rodilla parecía que iba vestido a la playa, todos en zunga y yo con esos pantalones. Le dije a mi sra., hoy me compro una zunga¡¡ total aca todos la usan y no me da vergüenza.
A la noche fuimos a un shopping y me compre una negra que tan mal no me quedaba; mi sra aprovecho el revoleo y se compro una bikini que no me la mostro, sorpresa dijo. Al otro dia fuimos a la playa, yo con mi zunga nueva y ella con un solero y la malla nueva debajo. yo seguía sin haberla visto.Nos instalamos en una sombrilla y nos desvestimos.
Aca comienza todo, ella se saca el solero y queda con una mallita que apenas la cubria, abajo, la bombachita, era negra y apenas un triangulo adelante que me explicaba porque había estado tanto tiempo en el baño, se había sacado todos los pelitos porque sino se le escapaban, y atrás se le perdia entre los cachetes para asomar en el nacimiento de su cola. El corpiño era amarillo y apenas podía abarcar sus tetas, que se escapaban por el centro y los costados, los trangulitos apenas tapaban los pezones. Sorpresa¡¡¡¡¡ dijo, como me queda?. Yo me quede sin habla y ella con una sonrisa de oreja a oreja, repitió las mismas palabras mias, total aca no nos conoce nadie.
Pasamos un dia genial, yo estaba realmente caliente, verla asi era un sueño, la veía venir de la orlla y el bamboleo de sus pechos era un espectáculo, ya quería que llegara la noche, para agarrarla en el hotel¡¡¡
Asi fue, pasamos unas vacaciones barbaras.
Cuando faltaban un par de días para venirnos, teníamos una excurcion a una playa bastante retirada, Praia do Franceses, y allí fuimos, había gente, pero estábamos distantes unos con otros, o sea bastante tranquilos.
A la tardecita, aparece un negro, de unos 25 años, flaco, muy alto, vestido todo en ropa de bambula blanca, muy simpático que se ofrece a darme unos masajes. La verdad que hablaba un portuñol muy gracioso, y me regala unos masajes en los pies que realmente no pensé que eran tan buenos. Me ofrece los masajes completos y le dije que si.
Me hizo unos masajes descontracturantes espectaculares mientras Maria, tomaba sol y charlába con el negro.En un momento, me hace sentar en la arena y se coloca detras mio y comienza un frotamiento en toda la espalda. Cuando termino, le pago y ahí salta mi esposa y dice, no vale a vos si y a mi no¡¡¡ en tono de broma, pero le dio pie al negro, que dijo, que si quería me cobraba solo la mitad por los masajes a ella. No me convencio mucho, es mas me dio por mandarlo a la mierda, pero realmente había buena onda y estábamos muy bien, entre los dos me convencieron y le dije que si. Ella recontenta y el flaco empieza su trabajo. Mientras hablábamos y nos reíamos, el flaco comienza por sus pies y empieza a subir por sus piernas. Verla acariciada por otro tipo realmente no me hizo nada, el tema empezó cuando llego a su cola, pensé, y ahora que va a hacer? pero con un profesionalismo barbaro le empezó a masajear los glúteos. Ahí sentí que la verga me explotaba, ver la cara de satisfacion de mi sra, mas me calentaba. Me quede un rato mirando esas manos recorriendo la cola, y llego un momento que ya no daba mas, y me fui a dar un baño a ver si podía apagar un poco el fuego. Me levante y empeze a caminar hacia la orilla tapándome el bulto lo mas que podía.En ese mismo instante, el la hace sentar y se coloca atrás de ella como lo había hecho conmigo, la única diferencia era que la puso entre sus piernas como si fueran en moto y el va detrás.
Me meto al agua y empiezo a nadar y pensar en la situación estoy un rato, y desde el agua, primero me parece, pero después lo confirmo, el negro tenia la mano izquierda en la teta de mi sra., la había metido por debajo del corpiño, y la teta derecha directamente al aire, le pellizcaba el pezón, mientras le hablaba al oído y Maria miraba para arriba con los ojos cerrados sonriendo.
Primero fue furia, pero después la pija se me endurecio como nunca. Verla asi con esas manos grandes y negras contra sus tetas blancas, no podía sacar los ojos.
Cuando por fin puedo salir del agua, el negro estaba acomodando sus cosas, me arrimo, le pago hablamos un rato mas como si nada. Ella se va a pegar un baño y me quedo solo, muy caliente. No dije nada, a la noche en el hotel, la agarre y mientras estaba cojiendola a lo perrito le dije la verdad, que la había visto, que me caliento verla asi, le conte todo. Ella se puso mas en perra y me cojio como nunca.
Lo que me hizo acabar, fue cuando me confeso, que mientras el negro estaba sentado detras de ella y le apretaba las tetas, ella lo había pajeado hasta sentir el semen entre los dedos.