Soy nuevo aca, espero les guste este relato.
Hace años soy usuario del metro de Santiago, en horario punta subirse es una odisea y encontrar lugar para sentarse es imposible, asi que mi tiempo dedicado a la lectura se hacia cada dia mas complicado.
Con una mano te afirmas del pasamanos y con la otra no se puede tomar el libro, asi que opte por adquirir un libro digital o reader para seguir mi vieja costumbre de ratón de biblioteca. Fue asi que pude leer de nuevo tranquilo.
Mis viajes de mi casa al trabajo o universidad demoran normalmente 45 minutos, lo que es mucho tiempo, sin considerar que debo hacer transbordo de línea, pero siempre muy apretados entre estudiantes y oficinistas que tambien luchan como yo llegar temprano a clases o su trabajo.
Fue en uno de esos tantos viajes que el metro cambio para mi, en la misma estación que subo todos los dias corriendo ingreso al carro atestado de gente una chica de edad cercana a los 20 años con libros tipo universitaria hablando por celular que se instaló delante de mi, muy apegada, con un perfume acido muy agradable, yo pendiente de mi lectura note que se pego aun más a mi sin haber necesidad.
Pense que seria lo de siempre alguien delante y ya, a seguir leyendo y que lleguemos pronto a destino, sin embargo la chica mientras hablaba gesticulada, dentro de lo que el espacio disponible permitia, y se movia, sus caderas iban de un lado al otro y su trasero me despertaba aquel dormido que no tenia fiesta desde meses.
Fue inevitable, una erección se inició y no habia forma de bajarla, y esas nalgas iban y venian, no habia lugar donde escapar, sentía que todos me miraban, que todos sabian que estapa ahi disfrutando de esa chica pegada a su celular.
A mitad de camino la chica dejo de hablar por celular y se quedo quieta, sin embargo yo estaba ahi, entre sus nalgas y con el movimiento del carro las rozaban y apuntalaban. Pense mil veces que se daría vuelta y una bofetada en la cara sería mi regalo por tamaño atrevimiento, sin embargo ella aguantaba mis roces y aun más no se alejaba, seguían apegadas sus duras nalgas juveniles.
Fue un gran viaje, lo disfrute como nunca, el perfume de la chica nunca se me ha olvidado, me atrevi ir un poco mas lejos y aproveche cada movimiento del carro para incrementar el empuje, y siempre tuve respuesta. La exitación me tenia el pantalón de tela a punto de reventar y sentia como las nalgas se abrian y cerraban tratando de atrapar mi erección.
Lamente escuchar que ya quedaba la ultima estación antes de bajarme en la Universidad de Santiago, sin embargo ocurrió algo que no estaba en mis planes, senti por atras alquien que se me aserco, tal como yo lo hice, y senti un vulto entre mis nalgas, rogue que fuera un celular u otro objeto, pero me equivoque, en unos segundos me di cuenta que en Metro de Santiago puedes tener una Linea 1, tres en uno.
Seguirá.
Hace años soy usuario del metro de Santiago, en horario punta subirse es una odisea y encontrar lugar para sentarse es imposible, asi que mi tiempo dedicado a la lectura se hacia cada dia mas complicado.
Con una mano te afirmas del pasamanos y con la otra no se puede tomar el libro, asi que opte por adquirir un libro digital o reader para seguir mi vieja costumbre de ratón de biblioteca. Fue asi que pude leer de nuevo tranquilo.
Mis viajes de mi casa al trabajo o universidad demoran normalmente 45 minutos, lo que es mucho tiempo, sin considerar que debo hacer transbordo de línea, pero siempre muy apretados entre estudiantes y oficinistas que tambien luchan como yo llegar temprano a clases o su trabajo.
Fue en uno de esos tantos viajes que el metro cambio para mi, en la misma estación que subo todos los dias corriendo ingreso al carro atestado de gente una chica de edad cercana a los 20 años con libros tipo universitaria hablando por celular que se instaló delante de mi, muy apegada, con un perfume acido muy agradable, yo pendiente de mi lectura note que se pego aun más a mi sin haber necesidad.
Pense que seria lo de siempre alguien delante y ya, a seguir leyendo y que lleguemos pronto a destino, sin embargo la chica mientras hablaba gesticulada, dentro de lo que el espacio disponible permitia, y se movia, sus caderas iban de un lado al otro y su trasero me despertaba aquel dormido que no tenia fiesta desde meses.
Fue inevitable, una erección se inició y no habia forma de bajarla, y esas nalgas iban y venian, no habia lugar donde escapar, sentía que todos me miraban, que todos sabian que estapa ahi disfrutando de esa chica pegada a su celular.
A mitad de camino la chica dejo de hablar por celular y se quedo quieta, sin embargo yo estaba ahi, entre sus nalgas y con el movimiento del carro las rozaban y apuntalaban. Pense mil veces que se daría vuelta y una bofetada en la cara sería mi regalo por tamaño atrevimiento, sin embargo ella aguantaba mis roces y aun más no se alejaba, seguían apegadas sus duras nalgas juveniles.
Fue un gran viaje, lo disfrute como nunca, el perfume de la chica nunca se me ha olvidado, me atrevi ir un poco mas lejos y aproveche cada movimiento del carro para incrementar el empuje, y siempre tuve respuesta. La exitación me tenia el pantalón de tela a punto de reventar y sentia como las nalgas se abrian y cerraban tratando de atrapar mi erección.
Lamente escuchar que ya quedaba la ultima estación antes de bajarme en la Universidad de Santiago, sin embargo ocurrió algo que no estaba en mis planes, senti por atras alquien que se me aserco, tal como yo lo hice, y senti un vulto entre mis nalgas, rogue que fuera un celular u otro objeto, pero me equivoque, en unos segundos me di cuenta que en Metro de Santiago puedes tener una Linea 1, tres en uno.
Seguirá.
5 comentarios - El Metro de Santiago Linea 1