Hola poringueros y poringueras. Cada vez que mi hija viaja (es azafata) me deja la listita de cosas que hay que hacer en el departamento que compró. Cambiar un cuerito de un canilla, revisar un tomacorrientes que se fundió, arreglar la plancha, siempre se las arregla para dejarme trabajo. No me quejo, lo hago gustoso, incluso ella me reconoce mi trabajo con un whiskicito importado, un perfume, y demás regalos. Cuando terminé con los trabajos encargados me tiré en el sillón del living para disfrutar de alguna peli que tenga mi hija en su smart tv de 55" curved, el último chiche que compró. Entre todos los DVD, me llamó la atención uno que decía "BRAZIL!!! XXX". Me pareció una película porno, y entre dudas lo puse en el reproductor, con la cabeza en "que es lo que mira la nena" por más que la misma ya tiene 29 años y hace 6 que se independizó.
Al comienzo no había nada que juzgue raro, ni siquiera porno, tan solo un video que salió ella y Lara, su amiga de toda la vida también azafata, bromeando mientras hacían topless. A decir verdad nunca la había visto así a mi hija y por pudor adelanté la película. A continuación la película seguía en un living en el Lara y mi hija compartían un rato en apariencia agradable con un par de hombres. Bebían y reían, hasta que la imagen se corta y vuelve a aparecer en escena Lara besándose con uno de los hombres, luego la imagen se corta y en este caso fue mi hija quien aparece semidesnuda, apenas cubierta por una diminuta tanga entre dos hombres negros, ambos con los torsos desnudos. Aquellos hombres hicieron "sanguchito" con mi hija y mientras la manoseaban toda ella se mostraba extasiada, entregada a esos negros. Las oscuras manos de aquellos hombres que recorrían la anatomía ella contrastaban con la piel apenas dorada por el bronceado. La imagen nuevamente se cortó pero al rato retomó la escena, solo que esta vez Lara estaba atendiendo el pene de uno de los negros mientras, como a lo lejos, se sentía los sonoros gemidos de mi hija. Al retomar la imagen en ella veo como su oscuro amante literalmente le comía la cola mientras ella acariciaba su necesitada conchita. Ella se da vuelta, se abre de piernas y deja que su amante le coma su conchita jugosa y brillante. Lara, en tanto, a los gritos recibía las embestidas del otro muchacho. "Argentinas zafadas", decía burlón uno de ellos. El video se corta nuevamente pero cuando "retoma la escena" mi hija recibía por detrás un pene de esas que solo vi en películas XXX mientras atendía bucalmente el al otro moreno. Lara yacía extasiada a lo lejos. Luego de unos minutos uno de los negros le largo un chorro del más espeso esperma que cubría su cara, sus pechos y sus cabellos. El otro negro dejó de atender la vagina para pentrarla por el ano. La cámara quedó por un espacio largo apuntando el piso, casi unos diez minutos. De pronto el video pareció tomar la imagen de Lara filmándose mientras decía: "Maru. No podés ser tan puta!!!!!!" para luego filmar a mi hija recibiendo una doble penetración. A los gritos ella les exigía que sus amantes fueran más duros con ella. Sobre el final del video veo como le llenaron sus dos agujeros de semen, al tiempo que, rendida, se dejaba caer sobre uno de sus amantes. Cuando terminó el video me doy cuenta que estoy con mi pene en la mano, mi ropa sucia. Quiero reaccionar y volver a ser un padre normal pero mi deseo era más fuerte que yo.
Nada fue igual a partir de ese día. Cada vez que iba a hacer algún trabajito a lo de mi hija, como un enfermo adicto, agarraba sus diminutas tangas y no paraba de pajearme imaginándola a ella en alguna fiesta sexual.
Al comienzo no había nada que juzgue raro, ni siquiera porno, tan solo un video que salió ella y Lara, su amiga de toda la vida también azafata, bromeando mientras hacían topless. A decir verdad nunca la había visto así a mi hija y por pudor adelanté la película. A continuación la película seguía en un living en el Lara y mi hija compartían un rato en apariencia agradable con un par de hombres. Bebían y reían, hasta que la imagen se corta y vuelve a aparecer en escena Lara besándose con uno de los hombres, luego la imagen se corta y en este caso fue mi hija quien aparece semidesnuda, apenas cubierta por una diminuta tanga entre dos hombres negros, ambos con los torsos desnudos. Aquellos hombres hicieron "sanguchito" con mi hija y mientras la manoseaban toda ella se mostraba extasiada, entregada a esos negros. Las oscuras manos de aquellos hombres que recorrían la anatomía ella contrastaban con la piel apenas dorada por el bronceado. La imagen nuevamente se cortó pero al rato retomó la escena, solo que esta vez Lara estaba atendiendo el pene de uno de los negros mientras, como a lo lejos, se sentía los sonoros gemidos de mi hija. Al retomar la imagen en ella veo como su oscuro amante literalmente le comía la cola mientras ella acariciaba su necesitada conchita. Ella se da vuelta, se abre de piernas y deja que su amante le coma su conchita jugosa y brillante. Lara, en tanto, a los gritos recibía las embestidas del otro muchacho. "Argentinas zafadas", decía burlón uno de ellos. El video se corta nuevamente pero cuando "retoma la escena" mi hija recibía por detrás un pene de esas que solo vi en películas XXX mientras atendía bucalmente el al otro moreno. Lara yacía extasiada a lo lejos. Luego de unos minutos uno de los negros le largo un chorro del más espeso esperma que cubría su cara, sus pechos y sus cabellos. El otro negro dejó de atender la vagina para pentrarla por el ano. La cámara quedó por un espacio largo apuntando el piso, casi unos diez minutos. De pronto el video pareció tomar la imagen de Lara filmándose mientras decía: "Maru. No podés ser tan puta!!!!!!" para luego filmar a mi hija recibiendo una doble penetración. A los gritos ella les exigía que sus amantes fueran más duros con ella. Sobre el final del video veo como le llenaron sus dos agujeros de semen, al tiempo que, rendida, se dejaba caer sobre uno de sus amantes. Cuando terminó el video me doy cuenta que estoy con mi pene en la mano, mi ropa sucia. Quiero reaccionar y volver a ser un padre normal pero mi deseo era más fuerte que yo.
Nada fue igual a partir de ese día. Cada vez que iba a hacer algún trabajito a lo de mi hija, como un enfermo adicto, agarraba sus diminutas tangas y no paraba de pajearme imaginándola a ella en alguna fiesta sexual.
17 comentarios - Mi hija no puede ser tan puta...