Mi primera experiencia con un hombre

Siempre había tenido curiosidad por tener sexo con un hombre pero hace una semana confirme que soy bisexual.

Matias es amigo mío desde hace ya mucho tiempo. Es alto como yo pero más musculoso y fuerte que yo.

Todo empezó un sábado cuando estábamos en el sillón mirando una película. Ya era tarde así que me dijo que se iba a bañar, a lo que yo asentí y seguí mirando television. Mientras él se bañaba, encontré deje una película XXX y me empece a poner muy caliente. La película en cuestión involucraba un trio mmf con lo que se despertó, ademas de la calentura, cierto morbo que siempre había tenido dentro...

Cuando Matias sale de la ducha, escucha la película y entra en el living. Él estaba desnudo con la toalla alrededor de la cintura recién salido de la ducha. Se quedó mirando unos segundos la película como tratando de entender y luego me miró como si estuviera decidiendo que hacer al respecto; se acerco y se quedo parado frente a mi mientras seguimos mirándonos. Yo me incliné hacia adelante, bajé la mirada a su entrepiernas y le quité la toalla para descubrir que no solo estaba muy bien dotado y la tenía completamente afeitada, sino que también la tenia semidura. Me quedé mirandosela unos instantes. Estaba muy nervioso. Por suerte él reaccionó. se inclinó y me quitó la remera. Entonces me decidí y se la agarré. Estaba semipesara, calentita y tenía olor rico porque recién se había bañado; y eso sin mencionar que era muy grande, lo que me excitaba aun más. Se la acaricié un poco tocandosela desde la base hasta la punta mientras con la otra mano le tocaba los huevos. Y ahí no aguanté más la tentación, la tome firme, la retraje, me la metí en la boca y empecé a chupársela. Empecé a sentir como se ponía completamente dura adentro de mi boca y yo se la chupaba cada vez con más ganas pasándole la lengua por todos lados mientras la tenía adentro de mi boca y yo cabeceaba para adelante y para atrás sin parar al tiempo que con una mano le agarraba la base (sí, era realmente muy grande y no me entraba toda e la boca) y con la otra seguía acariciándole los huevos. ¡Todo lo que podia sentir era una excitación tremenda! Me estaba encantando y encima podía escuchar como gemía de placer. En un momento me agarra la cabeza y me saca la pija completamente dura de la boca y sin decir nada me da a entender que me pare. Cuando lo hice me desabrochó el pantalón mientras yo seguía tocandosela. Yo, anticipando ansioso lo que se venía, aproveché para sacar el condón que tenía guardado en la billetera mientras el me quitaba rápido lo que me quedaba de ropa. Abrí el pobrecito, saque el forro y me encargué de desesnrollarselo bien sobre la pija (aunque la tenía tan larga que no le llegaba bien hasta la base). Ni bien termine, lo miré a los ojos con mi mejor cara de patito en celo y le dije "Listo...". Me empujó al sillón, se arrodilló, puso mis pies sobre sus hombros y empezó a tocarme mientras con los dedos de la otra mano empezó a acariciar y jugar con mi culo. Yo empecé a sentir como se abría camino hacia adentro hasta que logró meter no uno, sino dos dedos dentro mío. Los metía y los sacaba muy despacio y yo me estaba volviendo loco. Creí que me moría del placer, lo que debió haberse notado mucho porque en medio del juego me preguntó "Te gusta mucho, ¿No?" a lo que yo asentí con la cabeza mordiéndome el labio. "Creo que ya estás listo..." Me dijo, a lo que yo volví a asentir con la cabeza. Me sacó los dedos de adentro, me agarró de la cintura y me dio vuelta. Yo quedé boca abajo, con el cuerpo apoyado en el sillón y las rodillas en el piso. Él seguía detrás mío; me agarro las dos manos juntas y las dejó atrapadas sobre mi espalda con una mano suya. Yo quedé inmóvil y totalmente entregado. Y en ese momento fue cuando lo sentí. Empezó por la cabeza y siguió metiéndomelo despacio pero seguro hasta que sentí sus bolas apoyadas en el periné, y antes de que pudiera decir algo, se encargó de confirmar mi sospecha diciendo "Ya está toda adentro...". Yo no daba más de la excitación. Él me soltó las manos, me agarró firme de la cintura y empezó a meterla y sacarla cada vez más rápido y fuerte mientras yo me mantenía el culo abierto con mis manos para que entre bien profundo. Esto siguió hasta tal punto que con cada embestida de du bestial porongo, se me escapaba un gemido de placer mezclado con un poquito de dolor...

Él: "¿Te gusta como te rompo el culito?"
Yo: "¡Sí! Me encanta!"
Él: "¿Sos mi putito?"
Yo: "¡Sí! Matu, ¡Sí!"
Él: "¡Decilo!"
Yo: "¡Soy tu putito! ¡Me encanta como me das pija!"

Ni bien dije eso me empezó a dar chirlos en la cola mientras con la otra mano me seguía agarrando firme de la cintura...

Él: "¡No aguanto más! ¿Dónde la queres?"
Yo: "¿Me la vasa dar toda?"
Él: "Es toda para vos..."

Mientras decía esto, la sacó de adentro mío, se sacó el preservativo y siguió tocandose. Yo me incorporé, me di vuelta todavía arrodillado, se la agarré y empecé a chupársela otra vez, pero esta vez sin vergüenza ni timidez, jugando con sus bolas...

Él: "Ah, ¿Tenes hambre entonces...?"
Yo lo mire a los ojos y asentí con la cabeza sin sacarme la pija de la boca.
Él: "¡Entonces tomatela toda!"

Me agarró la cabeza con las dos manos y me cogió la boca hasta que lo escuche gemir muy fuerte y empecé a sentir como le latía dentro de mi boca y con cada latido sentía un chorro calentito contra la garganta... Después se quedo quieto unos segundos mientras yo le seguía pasando la lengua dentro de mi boca para asegurarme de dejarle la pija bien limpia. La saco y me dijo "Quiero ver como te la tragas si tenias tanto hambre...". Obedecí y arrodillado como estaba abrí la boca bien grande para que pudiera ver. Me paré, nos miramos, sonreímos y me fui a bañar.

Mi segundo encuentro con Matias ocurrió una semana después. Habíamos quedado en vernos en su casa para salir juntos (ya que él tiene auto y yo no) a una reunión de amigos que estaba planeada.

Cuando llegué él estaba terminando de cambiarse. Cuando estuvo listo, salimos de la casa y nos subimos al auto.

No habíamos hablado nada desde nuestro encuentro la semana anterior. El silencio se estaba poniendo algo incómodo así que decidí decir algo para romper el hielo, pero antes de que pudiera emitir sonido alguno, él me agarró la mano y la puso sobre su pierna y me dijo "Nunca me la habían chupado tan bien.". Sin perder más tiempo, deslicé mi mano hasta su bulto, le bajé el sierre y le saque la pija por la abertura del boxer. Era tan grande y perfecta como la recordaba... Empecé a masturbarlo y a acariciarselo. Para cuando se estacionó a un costado de la calle donde estaba oscuro, ya la tenía durísima. Reclinó su asiento hacia atrás y yo me recline sobre él y me la metí en la boca. Empecé a chupársela despacito alternando con pasadas de lengua desde la base a la punta mientras con una mano lo seguía pajeando hasta que sentí los tan ansiados latidos de descarga en mi boca acompañados de gemidos de placer. Me la trague toda, le terminé de limpiar la pija con la lengua, se la acomodé adentro del pantalón mientras el enderezaba el asiento y seguimos viaje.

Yo: "Me debes la segunda parte..."
Él: "Quédate tranquilo que no te voy a dejar con las ganas."

Me encanta chuparle la pija y no puedo esperar para que me rompa el culo otra vez... Fue una de las mejores experiencias de mi vida y me encantaría volver a repetirla. Como plus, me puse a buscar pijas (cosa que no me cuesta nada jaja) y les dejo unas fotos de algunas parecidas a la de mi amigo para que vean de lo que hablo...

Ésta es prácticamente idéntica:


Ésta igual de grande y está hasta igual de afeitadita...




Comenten que les pareció y si tienen ganas de más, pasen por mi segundo relato ("Mi primer trío gay") y por el tercero ("Mi tarde gay con Juani"):)