Una mañana estabamos con Dani haciéndonos mimos cuando de pronto me pone de rodillas, de espaldas a el y empieza a bajar su mano por mi abdomen llegando a mi pubis, jugando un rato allí y por último a mi clítoris. En el medio de nuestro sensual juego oímos la puerta del ascensor pero supongo que ambos pensamos que era el vecino que salía o llegaba a su depto. Seguimos “jugando”, el acarició y apretujó un rato mi clítoris, yo entre sutiles gemidos primero y luego a gritos acabé con sus suaves dedos entrando y saliendo con rapidez de mi concha.
A los minutos Dani decide irse, lo acompaño a la puerta para despedirlo con muchos besos (como siempre), cuando el abre había un hombre afuera arreglando la puerta del ascensor. Lo miró a Dani, se saludaron y cuando escuchó mi voz que lo despedía se asomó por la puerta para ver quién había adentro. Lo miré y lo saludé. Cerré la puerta y me despancé de la risa. El tipo había oído todo nuestro “juego” y le dio mucha curiosidad ver a sus partícipes. Jajajajaja todavía me estoy riendo.
A los minutos Dani decide irse, lo acompaño a la puerta para despedirlo con muchos besos (como siempre), cuando el abre había un hombre afuera arreglando la puerta del ascensor. Lo miró a Dani, se saludaron y cuando escuchó mi voz que lo despedía se asomó por la puerta para ver quién había adentro. Lo miré y lo saludé. Cerré la puerta y me despancé de la risa. El tipo había oído todo nuestro “juego” y le dio mucha curiosidad ver a sus partícipes. Jajajajaja todavía me estoy riendo.
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