Antes que nada, quiero agradecer la colaboración de @Lady_GodivaII , en la corrección de este relato.
Que como dice en el título, marcará, mi despedida como posteador, al menos por un tiempo
http://www.poringa.net/posts/relatos/2756667/P-oringueando-la-monja-1.html
El 31/12 por la tarde, surge una rara discusión con Alba. Tal como habíamos acordado esa noche recibiríamos el nuevo año en casa de sus padres. Pero…el Diablo, siempre mete la cola!!
Me comenta Alba, que sus padres había invitado para esa noche a su tío COCO, este era un activo policía de la pesada bonaerense de aquella época, con quien tenía yo muchas diferencias, (estamos hablando del año 1977, plena dictadura ) y que había venido a la ciudad a recibir el nuevo año.
“Mira Alba, vos sabes que con tu familia está todo bien, pero sentarme a la mesa con alguien que tiene las manos manchadas de sangre inocente, no me lo pidas”
“Vos sabes como pienso, yo los vi matar gente cuando vivía con mi tío, son la basura más grande que existen, están hoy comiendo con vos, y mañana te entregan a los grupos de tareas ”
Esos y mil argumentos esgrimía, para poder zafar de esa cena e ir a las 00 a reunirme con Josefa.
“Pero como les explico a mis viejos, que van a decir, lo van a tomar como un desprecio”. Esos y miles argumentos también esgrimía Alba, y con justa razón!
“Hagamos una cosa, vas con la nena, y les decís, que yo me tengo que ir a cuidar a mi abuela, que por esos días, estaba internada en el hospital, por una fuerte afección renal. Explícales que por las fiestas, hay poco personal y que mis tíos maternos debieron viajar a otro lugar y que como yo me llevo muy bien con la abuela me ofrecí para cuidarla. Que ni bien vaya regresando el personal, yo voy para tu casa.” etc.etc,etc.
Nunca supe si Alba, creyó mis argumentos, o simplemente por evitar llevar las cosas a mayores terminó aceptando mis excusas para no ir esa noche a su casa.
La cuestión, es que una parte estaba ya lograda!!!
Josefa, por su parte, había encontrado también, la forma de no participar de los festejos, ese año, quizá por la situación política, no se reunirían en la capilla pegada a su vivienda, sino que se reunirían en la iglesia parroquial junto a un destacado Monseñor, que había arribado a la ciudad para dirigir la misa de recepción del nuevo año, que continuaría con una reunión con el Intendente de facto y su familia, para la ceremonia social.
Por lo tanto la casa de las monjas, estaría completamente vacía, por lo menos hasta las 03 de la mañana!!
La vivienda de las monjas, estaba unida por un pasillo a la capilla y al hospital, que era por donde normalmente se manejaban las hermanitas, para realizar sus tareas.
Ese fue el camino que recorrí, debo decir, que no sin pocos temores!!
Pero, a las 00 del 31 de Diciembre, estábamos mi inconsciencia y YO frente a la puerta del dormitorio de Josefa, temblando de nervios y de miedo, golpee suavemente pensando que no escucharía mi llamado.
Y es en este momento, donde se me hace difícil describir todos los sentimientos que había dentro de mí.
Antes de continuar, le propongo que hagamos un pequeño cuadro de situación.
Yo, aunque casado y con una hija, era un pendejo de 18 años, que había mentido a mi esposa y a toda su familia, incluso a un milico represor, para ir al encuentro de una Monja de 27/28 años que arriesgaba su carrera para tener una aventura amorosa en su propia casa, en un momento de la historia, donde Clero ,civiles “ encumbrados” , fuerzas policiales y militares manejaban la realidad de todo un país, y que por mucho menos que nuestro acto de locura, desaparecía y moría gente.
Era para tener miedo sin lugar a dudas!!!
PARTE 4
Sencillamente, el miedo desapareció, junto a las dudas, incertidumbres, culpas, y demás sinónimos que se les puedan ocurrir.
Nada de eso quedo dentro de mí cuando Josefa abrió, muy lentamente la puerta de su dormitorio.
Enmarcada en el umbral, y con una luz muy tenue de fondo, estaba Ella, parada delante de mí, con esa sonrisa que ilumina todo a mí alrededor, cual reflector de 2.kwts!!
Su cabello, de color castaño muy claro, que llegaba casi hasta la cintura, caía en catarata cubriendo sus senos, su cuerpo, envuelto una especie de túnica sin mangas, que cubría hasta debajo de sus rodillas, transparente como un velo y de un tono turquesa que resaltaba el color negro de su diminuto conjunto de ropa interior.
“Te vas a quedar ahí afuera”, dijo, y para mí, fue como si un coro de ángeles me estuviese hablando!!!
Titubeando, extendí mi temblorosa mano, para entregarle un pequeño obsequio que le había comprado, e ingrese muy despacio, sin despegar mis ojos de ese cuerpo maravilloso que se erguía frente a mí.
“Aunque lo deseaba y me preparare durante un largo tiempo, pensé que no vendrías” susurraba, mientras fundía su cuerpo al mío en un abrazo interminable y sus labios buscaron, por primera vez mis labios.
La suavidad de esos labios, la calidez de esa boca, la lujuria de esa lengua, la fuerza de ese abrazo, están aun presentes en mí, y perduran en el tiempo como si nunca se hubiesen interrumpido!!
Suavemente y con desplazamientos sensuales cual una gacela, ella separo su cuerpo y me invito a sentarme.
Su cuarto, si bien era humilde, estaba ornamentado cual palacio real a la espera de un príncipe, con las lógicas limitaciones...
Había unas suaves luces (provenientes de alguna lámpara votiva, seguramente prestada para la lujuriosa ocasión, por una imagen sagrada) que brindaban calidez al lugar, una pequeña mesa provista de alimentos ya preparados para comenzar una cena, dos sillas, un pequeño y viejo, aunque conservado sillón, una cama de una plaza, un pequeño placard. Y muy pocas cosas más, pero en mi agitada cabeza, eso era cuasi un suite presidencial en el mejor hotel del mundo!!!
Al sentarnos, comenzamos una breve charla, de mera formalidad, sabíamos que la cena era solo una excusa para llevarnos a otra instancias, que los dos anhelábamos.
Quiero acotar, que aun siendo una cena de fin de año, no había bebidas alcohólicas, un detalle muy sutil!!
Quizá por no conocerme o por temor a que la cuestión tomara un rumbo no deseado, o porque su presupuesto no lo permitía, solo había para beber, una exquisita limonada que ella misma había preparado.
Rápidamente dimos cuenta de algo de esa cena, y realizamos un simbólico brindis, al cruzar los brazos para beber, fue cuando nos dejamos llevar por nuestros más básicos instintos.
En cuestión de segundos, estábamos ya en la pequeña cama, besándonos, comiéndonos, tratando de fundirnos el uno con el otro en cada uno de nuestros escarceos amorosos.
En un momento entre jadeos propios de la situación, ella se separa bruscamente, totalmente enrojecido su rostro, y me dice: “vayamos despacio, hace mucho espero este momento y no quiero que se termine rápidamente” .
Acto seguido, comenzó a quitarme cada una de mis prendas, con la suavidad y ternura propias de quien sabe manejar los tiempos de placer.
Por cada prenda que retiraba recibía yo, besos, lamidas y pequeños mordiscos, en cada parte de mi piel que quedaba expuesta. A los que retribuía de igual manera en su formidable humanidad.
Cuando ambos estábamos ya totalmente desnudos, fueron nuestras manos y bocas las que comenzaron un dialogo, con cada porción de nuestros cuerpos.
Recorría su cuello con mi lengua mientras mi mano se pasaba sobre un monte de Venus, suave y mullido, con un apenas recortado pelambre, señal de un apresurado intento de prolijidad de último momento.
Ella hacía lo propio en con mi pecho, lamiendo mis tetillas que se endurecían de una forma que nunca me había sucedido, las lamia y mordisqueaba mientras su mano buscaba ese tesoro al que pocas veces tenía acceso, aunque supe que sabía muy bien cómo tratarlo, con firmeza y suavidad, para lograr que se irguiera en todo su esplendor.
Esas mismas manos, que más de una vez habían recorrido su propio interior y el de más de una compañera en la búsqueda de placer, aplacando a medias las ansias tras largos días y noches de total abstinencia.
La humedad que se produjo en su vagina casi inmediatamente, me dio la seguridad de una inminente explosión orgásmica, que vino acompañada de una especie de gutural ruido de animal en celo.
Acompañó su primer orgasmo, una catarata de lágrimas, producto del placer experimentado y sin perder un segundo, se abalanzó sobre mi pene, que lamia, besaba y manipulaba con una maestría digna de una profesional del sexo.
Respondía mi cuerpo arqueándose de placer, retorciéndose de forma casi espasmódica , mientras interiormente luchaba para contener mi propio orgasmo, en pos de hacer aquel momento lo más extenso posible, para deleitarme con su prodigiosa maestría !
Mis manos y mi boca, estaban también en una frenética lucha, en búsqueda de cada punto de sensibilidad de ese hermoso cuerpo, tratando de extraer hasta el límite cada gota de sus sagrados jugos.
Y así fue que nuevamente explotó en un excepcional orgasmo, que inundó mis manos y boca de una forma tal, que nunca había vivido. Su cuerpo se sacudió casi un espasmo epiléptico, como entumeciéndose luego, mientras sus gemidos y raras e incomprensibles palabras llenaban mis oídos.
Tras unos minutos en los que logró recomponerse, de forma suave y casi en silencio, me dio vuelta sobre mí mismo, quedé boca abajo, y ella comenzó a recorrer mi espalda con besos, lamidas, mordiscos, y dedos que en forma de suaves rasguños hacían que sintiera placeres nunca experimentados antes.
En un momento, pasó sus manos debajo de mi vientre y con suavidad y firmeza logró acomodarme de forma tal, que arqueado mi cuerpo dejaba expuesta mi cola a su total merced. Y puedo asegurar que su lengua y sus dedos lograron elevarme a un estado tal de excitación que ya era imposible contener más mis propios jugos.
Percatada ella de mi estado y cual una consumada contorsionista, logró ubicarse debajo mío, para recibir en su boca el torrente de mi semen, que fue acumulando sin dejar de succionar mi pene hasta extraer hasta la última gota, asegurándose de que yo viera, el sublime momento en que con una sonrisa bebió ese néctar tan esperado por ella !!
Extenuado, jadeante henchido de placer quede postrado por unos cuantos minutos, con ella acurrucada, casi sumergida dentro mío. Fundidos el uno con el otro en un abrazo casi animal.!!
Reinaba el silencio, sólo se oían muestras entrecortadas respiraciones, y casi puedo asegurar que fue como si hubiésemos entramos en un estado de trance tan profundo, que no se me ocurren palabras para poder describirlo.
No sé exactamente cuánto tiempo estuvimos así. Si se que de alguna forma tome conciencia del lugar y el momento que estaba viviendo, me voltee a mirar ese rostro, que era casi una imagen angelical, bese sus párpados, su frente, y nos fundimos nuevamente en un beso tan frenético, que logro excitarnos nuevamente y entonces sí, nos acomodamos para lograr por fin introducirme de ese templo sagrado.
Suave, lentamente, como quien esta poseyendo algo tan frágil, que teme romperlo, me fui adentrando en su húmedo interior. Las paredes de su vagina acompañaban mis movimientos con unas increíbles contracciones musculares, como queriendo apresar mi pene, de forma tal que nunca se escapara de esa deliciosa cárcel!!
Comenzó entonces a contorsionar su cuerpo de una forma tan armónica y grácil, que se asemejaba a una danza clásica, seguimos a ese ritmo, sin prisas, ni pausas, hasta que nuevamente sentí correr su lava ardiente, que inundaba su cuerpo y el mío y corría hacia su ano, que había yo penetrado con mis dedos y acompañando cada uno de nuestros movimientos.
Conocedora, seguramente de mis intenciones, me dirigió una lasciva sonrisa y fue ella misma, quien en esta oportunidad acomodo su cuerpo, arqueándolo de forma tal , que dejo totalmente expuesta su cola, como hacen normalmente los animales salvajes, en un acto de total sumisión, tras una batalla perdida.
“Hoy quiero ser totalmente tuya, disfrútame y permitirme disfrutarte por completo” ,susurro mordiendo la almohada..... y se llamo a silencio.
Mis posteos abajo
Gracias por comentar,recomendar y participar!![/color][/b][/i][/color][/size]
Rodolfo322 P!oringuero[/color][/b][/size][/size]
Que como dice en el título, marcará, mi despedida como posteador, al menos por un tiempo
http://www.poringa.net/posts/relatos/2756667/P-oringueando-la-monja-1.html
El 31/12 por la tarde, surge una rara discusión con Alba. Tal como habíamos acordado esa noche recibiríamos el nuevo año en casa de sus padres. Pero…el Diablo, siempre mete la cola!!
Me comenta Alba, que sus padres había invitado para esa noche a su tío COCO, este era un activo policía de la pesada bonaerense de aquella época, con quien tenía yo muchas diferencias, (estamos hablando del año 1977, plena dictadura ) y que había venido a la ciudad a recibir el nuevo año.
“Mira Alba, vos sabes que con tu familia está todo bien, pero sentarme a la mesa con alguien que tiene las manos manchadas de sangre inocente, no me lo pidas”
“Vos sabes como pienso, yo los vi matar gente cuando vivía con mi tío, son la basura más grande que existen, están hoy comiendo con vos, y mañana te entregan a los grupos de tareas ”
Esos y mil argumentos esgrimía, para poder zafar de esa cena e ir a las 00 a reunirme con Josefa.
“Pero como les explico a mis viejos, que van a decir, lo van a tomar como un desprecio”. Esos y miles argumentos también esgrimía Alba, y con justa razón!
“Hagamos una cosa, vas con la nena, y les decís, que yo me tengo que ir a cuidar a mi abuela, que por esos días, estaba internada en el hospital, por una fuerte afección renal. Explícales que por las fiestas, hay poco personal y que mis tíos maternos debieron viajar a otro lugar y que como yo me llevo muy bien con la abuela me ofrecí para cuidarla. Que ni bien vaya regresando el personal, yo voy para tu casa.” etc.etc,etc.
Nunca supe si Alba, creyó mis argumentos, o simplemente por evitar llevar las cosas a mayores terminó aceptando mis excusas para no ir esa noche a su casa.
La cuestión, es que una parte estaba ya lograda!!!
Josefa, por su parte, había encontrado también, la forma de no participar de los festejos, ese año, quizá por la situación política, no se reunirían en la capilla pegada a su vivienda, sino que se reunirían en la iglesia parroquial junto a un destacado Monseñor, que había arribado a la ciudad para dirigir la misa de recepción del nuevo año, que continuaría con una reunión con el Intendente de facto y su familia, para la ceremonia social.
Por lo tanto la casa de las monjas, estaría completamente vacía, por lo menos hasta las 03 de la mañana!!
La vivienda de las monjas, estaba unida por un pasillo a la capilla y al hospital, que era por donde normalmente se manejaban las hermanitas, para realizar sus tareas.
Ese fue el camino que recorrí, debo decir, que no sin pocos temores!!
Pero, a las 00 del 31 de Diciembre, estábamos mi inconsciencia y YO frente a la puerta del dormitorio de Josefa, temblando de nervios y de miedo, golpee suavemente pensando que no escucharía mi llamado.
Y es en este momento, donde se me hace difícil describir todos los sentimientos que había dentro de mí.
Antes de continuar, le propongo que hagamos un pequeño cuadro de situación.
Yo, aunque casado y con una hija, era un pendejo de 18 años, que había mentido a mi esposa y a toda su familia, incluso a un milico represor, para ir al encuentro de una Monja de 27/28 años que arriesgaba su carrera para tener una aventura amorosa en su propia casa, en un momento de la historia, donde Clero ,civiles “ encumbrados” , fuerzas policiales y militares manejaban la realidad de todo un país, y que por mucho menos que nuestro acto de locura, desaparecía y moría gente.
Era para tener miedo sin lugar a dudas!!!
PARTE 4
Sencillamente, el miedo desapareció, junto a las dudas, incertidumbres, culpas, y demás sinónimos que se les puedan ocurrir.
Nada de eso quedo dentro de mí cuando Josefa abrió, muy lentamente la puerta de su dormitorio.
Enmarcada en el umbral, y con una luz muy tenue de fondo, estaba Ella, parada delante de mí, con esa sonrisa que ilumina todo a mí alrededor, cual reflector de 2.kwts!!
Su cabello, de color castaño muy claro, que llegaba casi hasta la cintura, caía en catarata cubriendo sus senos, su cuerpo, envuelto una especie de túnica sin mangas, que cubría hasta debajo de sus rodillas, transparente como un velo y de un tono turquesa que resaltaba el color negro de su diminuto conjunto de ropa interior.
“Te vas a quedar ahí afuera”, dijo, y para mí, fue como si un coro de ángeles me estuviese hablando!!!
Titubeando, extendí mi temblorosa mano, para entregarle un pequeño obsequio que le había comprado, e ingrese muy despacio, sin despegar mis ojos de ese cuerpo maravilloso que se erguía frente a mí.
“Aunque lo deseaba y me preparare durante un largo tiempo, pensé que no vendrías” susurraba, mientras fundía su cuerpo al mío en un abrazo interminable y sus labios buscaron, por primera vez mis labios.
La suavidad de esos labios, la calidez de esa boca, la lujuria de esa lengua, la fuerza de ese abrazo, están aun presentes en mí, y perduran en el tiempo como si nunca se hubiesen interrumpido!!
Suavemente y con desplazamientos sensuales cual una gacela, ella separo su cuerpo y me invito a sentarme.
Su cuarto, si bien era humilde, estaba ornamentado cual palacio real a la espera de un príncipe, con las lógicas limitaciones...
Había unas suaves luces (provenientes de alguna lámpara votiva, seguramente prestada para la lujuriosa ocasión, por una imagen sagrada) que brindaban calidez al lugar, una pequeña mesa provista de alimentos ya preparados para comenzar una cena, dos sillas, un pequeño y viejo, aunque conservado sillón, una cama de una plaza, un pequeño placard. Y muy pocas cosas más, pero en mi agitada cabeza, eso era cuasi un suite presidencial en el mejor hotel del mundo!!!
Al sentarnos, comenzamos una breve charla, de mera formalidad, sabíamos que la cena era solo una excusa para llevarnos a otra instancias, que los dos anhelábamos.
Quiero acotar, que aun siendo una cena de fin de año, no había bebidas alcohólicas, un detalle muy sutil!!
Quizá por no conocerme o por temor a que la cuestión tomara un rumbo no deseado, o porque su presupuesto no lo permitía, solo había para beber, una exquisita limonada que ella misma había preparado.
Rápidamente dimos cuenta de algo de esa cena, y realizamos un simbólico brindis, al cruzar los brazos para beber, fue cuando nos dejamos llevar por nuestros más básicos instintos.
En cuestión de segundos, estábamos ya en la pequeña cama, besándonos, comiéndonos, tratando de fundirnos el uno con el otro en cada uno de nuestros escarceos amorosos.
En un momento entre jadeos propios de la situación, ella se separa bruscamente, totalmente enrojecido su rostro, y me dice: “vayamos despacio, hace mucho espero este momento y no quiero que se termine rápidamente” .
Acto seguido, comenzó a quitarme cada una de mis prendas, con la suavidad y ternura propias de quien sabe manejar los tiempos de placer.
Por cada prenda que retiraba recibía yo, besos, lamidas y pequeños mordiscos, en cada parte de mi piel que quedaba expuesta. A los que retribuía de igual manera en su formidable humanidad.
Cuando ambos estábamos ya totalmente desnudos, fueron nuestras manos y bocas las que comenzaron un dialogo, con cada porción de nuestros cuerpos.
Recorría su cuello con mi lengua mientras mi mano se pasaba sobre un monte de Venus, suave y mullido, con un apenas recortado pelambre, señal de un apresurado intento de prolijidad de último momento.
Ella hacía lo propio en con mi pecho, lamiendo mis tetillas que se endurecían de una forma que nunca me había sucedido, las lamia y mordisqueaba mientras su mano buscaba ese tesoro al que pocas veces tenía acceso, aunque supe que sabía muy bien cómo tratarlo, con firmeza y suavidad, para lograr que se irguiera en todo su esplendor.
Esas mismas manos, que más de una vez habían recorrido su propio interior y el de más de una compañera en la búsqueda de placer, aplacando a medias las ansias tras largos días y noches de total abstinencia.
La humedad que se produjo en su vagina casi inmediatamente, me dio la seguridad de una inminente explosión orgásmica, que vino acompañada de una especie de gutural ruido de animal en celo.
Acompañó su primer orgasmo, una catarata de lágrimas, producto del placer experimentado y sin perder un segundo, se abalanzó sobre mi pene, que lamia, besaba y manipulaba con una maestría digna de una profesional del sexo.
Respondía mi cuerpo arqueándose de placer, retorciéndose de forma casi espasmódica , mientras interiormente luchaba para contener mi propio orgasmo, en pos de hacer aquel momento lo más extenso posible, para deleitarme con su prodigiosa maestría !
Mis manos y mi boca, estaban también en una frenética lucha, en búsqueda de cada punto de sensibilidad de ese hermoso cuerpo, tratando de extraer hasta el límite cada gota de sus sagrados jugos.
Y así fue que nuevamente explotó en un excepcional orgasmo, que inundó mis manos y boca de una forma tal, que nunca había vivido. Su cuerpo se sacudió casi un espasmo epiléptico, como entumeciéndose luego, mientras sus gemidos y raras e incomprensibles palabras llenaban mis oídos.
Tras unos minutos en los que logró recomponerse, de forma suave y casi en silencio, me dio vuelta sobre mí mismo, quedé boca abajo, y ella comenzó a recorrer mi espalda con besos, lamidas, mordiscos, y dedos que en forma de suaves rasguños hacían que sintiera placeres nunca experimentados antes.
En un momento, pasó sus manos debajo de mi vientre y con suavidad y firmeza logró acomodarme de forma tal, que arqueado mi cuerpo dejaba expuesta mi cola a su total merced. Y puedo asegurar que su lengua y sus dedos lograron elevarme a un estado tal de excitación que ya era imposible contener más mis propios jugos.
Percatada ella de mi estado y cual una consumada contorsionista, logró ubicarse debajo mío, para recibir en su boca el torrente de mi semen, que fue acumulando sin dejar de succionar mi pene hasta extraer hasta la última gota, asegurándose de que yo viera, el sublime momento en que con una sonrisa bebió ese néctar tan esperado por ella !!
Extenuado, jadeante henchido de placer quede postrado por unos cuantos minutos, con ella acurrucada, casi sumergida dentro mío. Fundidos el uno con el otro en un abrazo casi animal.!!
Reinaba el silencio, sólo se oían muestras entrecortadas respiraciones, y casi puedo asegurar que fue como si hubiésemos entramos en un estado de trance tan profundo, que no se me ocurren palabras para poder describirlo.
No sé exactamente cuánto tiempo estuvimos así. Si se que de alguna forma tome conciencia del lugar y el momento que estaba viviendo, me voltee a mirar ese rostro, que era casi una imagen angelical, bese sus párpados, su frente, y nos fundimos nuevamente en un beso tan frenético, que logro excitarnos nuevamente y entonces sí, nos acomodamos para lograr por fin introducirme de ese templo sagrado.
Suave, lentamente, como quien esta poseyendo algo tan frágil, que teme romperlo, me fui adentrando en su húmedo interior. Las paredes de su vagina acompañaban mis movimientos con unas increíbles contracciones musculares, como queriendo apresar mi pene, de forma tal que nunca se escapara de esa deliciosa cárcel!!
Comenzó entonces a contorsionar su cuerpo de una forma tan armónica y grácil, que se asemejaba a una danza clásica, seguimos a ese ritmo, sin prisas, ni pausas, hasta que nuevamente sentí correr su lava ardiente, que inundaba su cuerpo y el mío y corría hacia su ano, que había yo penetrado con mis dedos y acompañando cada uno de nuestros movimientos.
Conocedora, seguramente de mis intenciones, me dirigió una lasciva sonrisa y fue ella misma, quien en esta oportunidad acomodo su cuerpo, arqueándolo de forma tal , que dejo totalmente expuesta su cola, como hacen normalmente los animales salvajes, en un acto de total sumisión, tras una batalla perdida.
“Hoy quiero ser totalmente tuya, disfrútame y permitirme disfrutarte por completo” ,susurro mordiendo la almohada..... y se llamo a silencio.
Muchas gracias a todos
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Gracias por comentar,recomendar y participar!!
Rodolfo322 P!oringuero
15 comentarios - P!oringueando,la monja,2,Mi despedida
Lamentamos muchos no haber llegado con las fotos tal lo prometido pero a veces pasan cosas que no podemos controlar, de todas maneras e incluso si nos las usas te vamos a mandar las fotos comprometidas aunque más no sea para tu entretenimiento personal .
Un abrazo y disculpas nuevamente !
Gracias por compartir.
Angie te deja Besos y Lamiditas !!!
La mejor forma de agradecer la buena onda que se recibe es comentando, al menos al que te comenta. Yo comenté tu post, vos comentaste el mío?
Compartamos, comentemos, apoyemos, hagamos cada vez mejor esta maravillosa Comunidad !!!
(después por MP , te comento algo )
Reapareciendo por aca.......
que tremendo!!!!!!!!
Propuesta para warner, paramount pictures, MGM o sony entertainment television:
la historia deberia ser llevada a la pantalla grande .....
"las 80 sombras de las chanclas lujuriosas de rodo"
😀
Por pasar, comentar, y todo el resto, y por todos estos años de amistad P!oringueril compartida!!!
"...como quien esta poseyendo algo tan frágil, que teme romperlo, me fui adentrando en su húmedo interior"
Impresionante.... sin palabras. Y cómo no recordarlo tan vívidamente!!!
Gracias, muchas gracias por compartir!!
gran trabajo!