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Lara y yo (I)




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Compendio II


😕
A veces, los hombres son tan tontos.
Él piensa algo así como que me volví lesbiana por estar con mi amiga, cuando las cosas todavía están… complicadas, (por decir algo) y tampoco mide el peso de una decisión como esa.
Para mí, no es tan, taaan fácil, porque a pesar que he experimentado cosas con otras chicas, la mayoría de las veces lo he hecho con él acompañándome.
Y los emoticones se volvieron a echar a perder.
ToT
Bueno, las 2 veces que lo hice a solas fue porque…
Porque…
😕
A lo mejor, tiene un poquito de razón.
Pero ahora no es tan fácil.
De partida, no puedo dejar de ser mamá de un momento para otro. Segundo, sigo amando a mi marido un montón y aprovechando cada noche que puedo compartir con él y tercero, porque me siento que le estoy siendo infiel.
😃
Tal vez, eso sea lo más ridículo de todo, considerando que le dejo hacer como él quiera. Pero él siempre me ha cuidado y me ha tratado de proteger, incluso en las veces que no debía y por eso, me siento un poquito culpable de lo que me pasa con Lara.
Pero en fin. El mañoso de mi marido quiere que cuente lo mío.
Estamos hablando del lunes de la semana pasada. Ya había terminado las vacaciones y mi marido llegaba por la tarde.
Yo iba re animosa, porque me iba a encontrar con mis amigas y me sentía bien confiada por lo que había pasado con Lara la tarde que fuimos al cine.
Pero mientras almorzábamos, nos encontramos las 4 y con solo verla, me dio vergüenza.
¿Qué les puedo decir?
Me acordé de sus besos y la suavidad de los labios y me bajó una tremenda plancha.
Además, Lara es bien bonita: su tremenda cola de caballo, unos ojos azules preciosos, una mirada altanera, con pestañas largas y seductoras y unos labios tiernos, suaves como el algodón y con una saliva deliciosa, con una lengua tibia y delicada, que te hace caricias al besar…
No que bese mejor que mi marido, pero tampoco lo hace tan mal.
Y también está su físico, con un par de pechos bien parados y un trasero bien formado.
Al igual que a mí, no faltan los chicos y profes que la invitan a todas partes. Pero con un estilo que le envidio, ella los rechaza fríamente.
Jessie y Sandy estaban contentas que hubiese aprobado, porque las 3 son muy amigas, se conocen desde la escuela y no querían que se quedara atrasada.
Pero entre nosotras, silencio.
Y yo, ahí, con ese hormigueo en el cuerpo.
😕
Quería perderme un rato. Pedirle que me acompañara a alguna parte y no sé.
Darle otro beso.
Pero era un secreto grande el que me contó y las 2 nos destacamos, por lo que si hacíamos algo en la U y alguien nos veía, no nos dejarían en paz.
Fue un día atroz, aunque mis nuevas materias no se ven tan difíciles.
Volví a casa hecha un nudo. Por suerte, estaba él para abrazarme.
😞
Me encantaría contar lo rico que fue hacer el amor con mi marido ese día, pero él quiere que cuente lo del día siguiente.
😉
Bueno, falta un poquito de acción y no he dicho mucho tampoco, ¿Cierto?
Esperamos a que Liz se fuera a clases (estábamos viendo la tele, cada una bajo un brazo, con él, frescamente agarrándonos una pechuga XD) y me saltó encima.
Mucho beso, abrazo, agarrones y voló mi ropa por los aires.
Animoso el muchacho. Se notaba que me echaba de menos. Besos ardientes, que me cortaban la respiración y me levantaba los brazos, haciéndome sentir maravillosamente sometida.
Y para variar, punteándome en el pantalón.
<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3
¡Ay, lo hace tan rico!
😛
No se trata solamente que él tenga un pene grueso. Lo que nos gusta (desde mi prima hasta Liz) es que él sabe correr mano.
😕
Me cuesta explicarlo bien.
Sabe agarrarme, pero no es que me fuerce o algo por el estilo.
Cada vez que me hace el amor, va probando si me gusta un beso por aquí y otro por allá, su lamida loca, un agarrón pícaro en un rollito y cosas así.
Y tampoco es la penetración su único y mejor movimiento tampoco.
🤤
¡Hace maravillas con sus dedos y el sexo oral es magistral!
¡Me comió la rajita como corresponde! ¡Lamiendo el botón y metiéndome dedos, como lo sabe hacer él!
¡Media hora así! ¿Se imaginan?
Orgasmos por montones. Me corría y me corría y no se cansaba de chupar.
Y cuando yo babeaba de placer, recién ahí, se baja el pantalón.
😮
¡Quería llorar!
Tal vez, no sea la más grande ni la más gordita, pero es infatigable.
El número de veces que la he visto así de hinchada y viril es incontable y lo que nos hace estremecer en anticipación es que para él, no vale una, sino que mínimo 2.
🤤
¡Hora y media más! ¡Y yo apenas me aguantaba!
Ahí, él enterrándome en el sofá, agarrándome los pechos, chupeteándolos, pellizcándolos, acariciándome la cola, besos de esos que te sacan el aire y el movimiento…
¡Ese rico movimiento!
Lo hace como desesperado y violento.
Tiene que meterla hasta el fondo.
XD
¡Si no siento sus bolitas, no vale!
Y el roce es fenomenal. Me ensancha cada vez.
Pero su boca, sus manos…
🤤
Me muerde las pechugas despacito. Se siente súper rico, porque parece que me los quiere comer.
¡Y me saca leche, que se siente bárbaro!
XO
Me acaricia la cintura, manosea los pechos y de repente, me agarra la mejilla y me da uno de esos besos de película, que te sacan el aire y te dejan toda sofocada.
¡Genial!
😃
Bombea fuerte y más fuerte y recontra fuerte, besándome implacable. Su boca se enseñorea en mis labios y me mira con sus lindos ojos tiernos.
¡Lo quiero un montón! ¡Es mi marido!
Y ya cuando siento que estoy a punto de desmayarme, que si lo sigue metiendo de esa manera me va a volver loca, como que se pone más intenso y acaba.
Spluuurt, spluurt, splurt, splurt…
<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3
Yo quedo lona.
XD
¡Chiquillo malcriado! ¡Parece que se hubiera aguantado toda una semana para acabar en mí!
Y nos besamos. Me dice que me quiere, que me ha extrañado mucho, que la semana se ha hecho infinitamente larga para él y que está contento, al lado de su esposa.
XD
Yo, flotando en una nube, adolorida de la cintura para abajo, pero contenta que esté a mi lado. Lo sigo sintiendo en mí, hinchado como la vida misma y la saca y sigue igual que cuando la metió.
Lista para otro round.
🤤
Y ya, él va a preparar la once y yo me arreglo, para darle pecho a las peques.
Mi gordita se me queda mirando mientras le doy pecho a su hermana, como si supiera que algo fenomenal le pasó a mami, por lo chascona que estoy y lo desarreglada que quedé.
“A veces, papi es un salvaje.” Aprovecho de culparle, aunque ella no me entiende.
Y también toman pechito, lo que les dejó mi marido.
De repente, mi flaquita seria empieza a saltar y yo y su hermana nos damos cuenta. Papi la toma en brazos, le da muchos besos y le da besitos ruidosos en la barriga.
🙂
Viene y me avisa que podemos tomar once si queremos. Lo amo porque es genial y me alegra un montón que las chiquititas lo quieran.
Dejamos a las peques en los andadores y nos sentamos a la mesa. Le hablan en lenguaje de bebe y él trata de entenderlas y prestarle atención (¡Lo sé! ¡No debería contarlo ahora, pero son las cosas que me gustan de él!) y me habla de la mina y de su semana.
Ahí aprovecho de contarle de lo que me pasó con Lara y en realidad, me sentía confundida, más que nada.
😕
He estado con mi hermana y con mi prima, a solas, pero para mí, el sexo siempre ha sido como entre un juego y una muestra de cariño.
Con mi hermana, nos besábamos y dedeabamos, pero era por practicar estar con él y fue bastante educativo, porque las 2 aprendimos cómo y dónde nos gusta que nos toquen, que posteriormente, lo haría después él con nosotras y nos dejaría lelas.
XD
Pero lo que pasó con Romi fue algo distinto. Esa noche, le pedí a mi marido que fuera a ver a mi hermana, porque siempre la he encontrado preciosísima: sus pechos enormes, su colita sensual y esa actitud de mala y descarada, que no le molestaba meterse con los pololos de nuestras compañeras, me llamaba mucho la atención.
“A lo mejor, tu amiga te recuerda a ella.” Me dijo, ya con una mirada media rara.
😕
Le dije que no, porque esa noche, Romi no me besó con ganas. Incluso pataleo un poco y se resistió, diciéndome que me quería, era mi amiga y le gustaba mi pololo, pero que a mí me quería como hermana.
Le confesé lo guapísima que la encontraba y la envidia que le tenía, por ser pechugona y bueno, lucir como ella y que me preguntaba la manera en que ella besaba.
😞
Para la pobre, debió ser tan confuso como cuando Lara me dijo que le gustaban las chicas y sé que me quiere tanto como Cami, por lo que bajó las defensas y me dejó probar sus labios otra vez.
}:8
¡Ahí ya estaba como encima de mí, mirándome absorto!
Pero fue un momento íntimo entre mi prima y yo. Fui despacito, acariciando su cintura y mirándola a los ojos.
Ella me miraba asustada, porque con su larga trayectoria de chicos, nunca se encontró con otra chica que tuviera la curiosidad de besarla.
Y no sé. Me fui acercando despacito, como cuando los cervatillos van a tomar agua y llegué hasta sus labios.
😕
No sentí lo mismo con Lara, porque ella si quería besarme. Pero Romi fue lo suficientemente paciente para que probara sus labios una vez más.
Metí despacio mi lengua en su boca, porque estaba consciente que ella no quería que lo hiciera. Ya había estado con mi marido antes (y conmigo también… y me porté un poquito mal con ella, porque le comí su almejita, mientras mi marido le hacia la colita :P) y así, a solas, parecía que ya éramos lesbianas.
“¿Y qué pensabas en esos momentos?” me preguntaba él, con una mirada graciosísima, como cuando lo molestamos por la mañana, vestidas en ropa interior.
🙂
Me daba vergüenza, porque no se lo había contado a nadie y fue una de esas experiencias que una las guarda en los rincones más oscuros de los sueños.
Cami era virgen cuando nos dedeabamos y la experiencia tomó otro significado el día que perdí la virginidad con mi marido.
Pero Romi era distinta.
😃
¡A veces pienso que es la versión femenina de mi cuñado!
Nosotras éramos señoritas, caseras e inocentes. Creíamos en el amor y las ilusiones, porque mamá nos lo incentivaba.
Pero Romi era más realista. Siempre me contaba de sus experiencias con chicos y las cosas que le pasaban en el bar y yo la admiraba, porque tiene una personalidad y fiereza que yo nunca podré tener.
Y me contaba de cómo lo hacía en moteles, en camerinos, en baños y yo la admiraba, porque sonaba tan rico y tan sensual todo eso.
Y esa noche, supe que la razón por la que gozaba tanto del sexo (hacer el amor lo aprendió con mi marido XD) fue porque era muy sensible y que no necesitaba tanta estimulación para alcanzarlo.
Así que esa noche, como muchas otras, yo la envidiaba y se lo conté honestamente a mi marido: que tenía mucha curiosidad de verlo con mis propios ojos y estar así, a solas, tras una sesión rica de hacer el amor con mi marido, me la dejaba sumisa y sin remordimientos.
Podría ser yo la que disfrutaba de sus besos y de la manera que le acariciaban los pechos, como en muchas ocasiones ella me contó y en el fondo, mostrarle lo que había aprendido con mi marido.
Y ahí fue cuando las cosas empezaron a cruzar la barrera y que “tan motivado” tiene a mi marido.
Romi y yo nos queremos y casi somos igual de hermanas como con Cami (al menos, así la siento) y hemos estado ahí cuando necesitábamos ayuda y en situaciones tensas.
Las 2 somos necesitadas de cariño y ternura constante (algo que mi marido sabe dar bastante bien por litros… aparte de sus juguitos, claro XD) y necesitamos a alguien estable en nuestra vida, que nos sepa entender (nuevamente, alguien como mi marido XD).
Y ahí estábamos nosotras, que siempre nos apoyamos. Sus besitos empezaron a ser más cariñosos y nos dejamos llevar.
Acariciaba sus pechos, porque a diferencia de ahora, no estaban tan grandes los míos y siempre los había envidiado, porque si sabes que el chico que te gusta es obsesionado a morir por las pechugas, ¿Cómo te sientes cuando él te ama igual, pero sabes que tu cuerpo no tiene lo que le fascina?
😕
Es como pedir que crezcas 20 cm, cuando ya pasaste los 20.
Pensaba que yo debía lucir como ella (Esa noche. Ahora, ya le creo más que soy su chica ideal <3), porque una chica como ella le haría feliz.
Y fue así como los besos empezaron a mejorar.
😛
No pregunten cómo pasó. Romi se empezó a dejar llevar y me acariciaba súper rico. Nos conocemos, somos muy amigas y nos queremos un montón.
Su perfume era riquísimo y hacía que todo se volviera más tierno, íntimo y natural.
Dio un gemidito muy tierno cuando una vez más metí mis deditos en su conchita. Me abrazó fuerte y pude sentir sus pechos sofocando los míos.
🙂
Aun recuerdo cuando decía “¡Ay, Mari!”, con ese acento español tan divertido y sus tercianas, al sentir mis dedos en ella también las encontré bastante tiernas.
Sus labios se veían preciosos, en ese tono carmesí de labial y sus suspiritos eran suavecitos.
XD
¡La cara de mi marido se veía muy chistosa, porque trataba que las peques no le distrajeran tanto y me miraba con unos ojos tremendos!
“Pero con Lara, es distinto…” le dije, con las mejillas ardiendo.
“¿Por qué?” preguntó, con un poco de tartamudeo.
“Es que no sabría decírtelo. Lara sabe lo que quiere…”
Lo que me tuvo tanto tiempo confundida es que besa rico y acaricia genial.
Es un poco como besar a un chico, pero con la ternura de una mujer.
😕
¡Lo sé! ¡No es que esté descubriendo la rueda ni nada así!
Pero fue especial.
Romi y Cami se dejaron estar en mis manos, pero Lara exploró mi cuerpo con la lascivia de un chico.
“Y se sintió rico.” Le confesé a mi marido. “¡Pero no tanto para dejar de quererte! ¡Yo te amo y siempre quiero estar contigo!”
Él tragó saliva (no sé si he podido ser tan enfática como en esos momentos. Todavía me falta aprender a describir mejor :/) y con mucho nerviosismo, me hizo una pregunta de esas de tipo encrucijada.
“Pero a ti… solamente, ¿Te gustaría volver a besarla?”
Yo, roja, celeste, de todos los colores en la cara…
Un suspiro… y ni me di cuenta.
“¡Claro que sí!”
😮
¡Puso ojos como esos!
“Marisol… de verdad… ¿Solo quieres besarla?”
Otro suspiro y repetí mi respuesta.
“¡Sí! ¡Solamente un besito! ¡Nada más!”
Pero ahí me di cuenta.
😃
Él me conoce muy bien.
Mi pestañeo fue largo y ni siquiera me lo propuse. ¿Una respuesta del inconsciente, tal vez?
Se fue a dar una ducha corta (porque extrañaba a las chiquititas y no podía jugar con ellas en ese estado), lave la loza y vimos la tele, hasta que empezaron a cabecear.
Mientras las acostábamos, me miró con sus ojitos mañosos y me hizo una pregunta.
“Marisol, ¿Te gustaría ir a ver a tu amiga mañana? Ya sabes… ir a su departamento, otra vez.”
XD
¡Me reí en su cara, porque le conozco!
“Digamos que yo aceptara… ¿Qué excusa le doy a Jess y Sandy?”
Ellas saben que yo vivo bieeen, bieeen al norte de la ciudad, tomo el bus y el metro, mientras que ellas van en auto o caminan, ya que viven más cerca.
“Pues… les puedes decir que te devuelva los apuntes…”
😮
No les voy a mentir con que la idea no me interesaba.
Además, mi marido me miraba con unos ojos de cachondo que me ponían bien mojada.
Y acepté. Por la noche, hicimos el amor un par de veces más, me hizo la cola y fue fenomenal.
Quedé relajada y rellena por los 2 agujeros de abajo.
Pero estoy cansada y las peques se despiertan a las 7, sin importarles que sea sábado, así que trataré de seguir mañana.
😉


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1 comentarios - Lara y yo (I)

Roso1028007
wauuu que relato, me tome mi tiempo para leerlo, muy agradecido que lo compartieras y las caritas que haces con las letras, increibles, a algunas no le entendia muy bien, gracias por compartir tu relato
metalchono
Antes, cuando funcionaban los emoticones, me quedaban re monos, porque podía animarlo un poquito más. Pero me alegro que te haya gustado. 😉