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Asumiendo mi papel de cornudo III

Esa primera experiencia con Nicolás significó un antes y un después en nuestra pareja. A partir de ahí nuestros encuentros sexuales comenzaron a ser mucho más excitantes porque mientras cogíamos recordábamos cada detalle caliente del encuentro con nuestro amigo. Principalmente era yo el que le relataba a Mariana el recuerdo de las situaciones morbosas, y el efecto que producía era instantáneo, ya que la concha de mi mujer se empapaba de inmediato y yo tenía que pedirle que bajara el ritmo para no acabar inmediatamente.
Quince días después del encuentro con Nicolás, durante un fin de semana, salí a tomar unas cervezas con unos amigos a un bar céntrico. A eso de la una de la mañana la mayoría decidió retirarse ya que madrugaban al otro día salvo yo, que todavía tenía ganas de quedarme un rato más.
Cuando nos estábamos por retirar me encontré con Nicolás, que estaba ingresando al local, y luego de saludarnos afectuosamente, decidí quedarme un rato más en el bar a tomar unas cervezas con él.
Pedimos las cervezas, nos sentamos en una mesa en un rincón, y a los dos minutos estábamos hablando de nuestro encuentro, de lo bien que lo habíamos pasado y de las ganas de repetirlo.
El recuerdo de aquella cogida empezó a calentar el ambiente, y Nicolás, tanteando mi calentura me decía, “che, como me gustó cogerme a tu mujer. Que calentona es, quien lo hubiera imaginado, con esa carita de inocente que tiene que se fuera a dejar garchar así delante del marido”
Eso me ponía a mil y le seguía el juego porque, lo que más me excita de todo esto, además de la situación en si de que se cojan a mi mujer y después a mí, es hacerlo bien explícito por medio de comentarios durante el encuentro en si, y después de la cogida también. Por eso me calentaba tanto esa charla con Nicolás, y a él también
¡“Uff, y no sabés cómo me pone que me lo cuentes!”
“Me doy cuenta que te gusta”, me decía Nicolás, y acercándose a mi oído me dice, “¿tus amigos saben que sos un cornudito que disfruta que un macho se garche a tu mujer? ¿y que tu esposa se hizo romper el culo en tu cara? ¿qué cara pondrían si supieran que además de entregar a tu mujer y comerte con ella la leche del macho que la coge, sos una putita que le gusta la verga por el culo?”Esto lo decía despacio y sonriendo, disfrutando tanto como yo de ese juego.
Yo estaba rojo de la excitación y en eso Nicolás me agarró la mano por debajo de la mesa y la puso sobre su verga que estaba al palo. “Pensar que te comiste toda esta pija, mirá como la tengo de acordarme como me los garche. ¿te gusta tocarla cornudito?”
Yo no podía reaccionar, solo empecé a acariciar su verga sobre el pantalón con una calentura terrible.
En eso se acerca y me dice, “cornudito ¿no te gustaría chupármela un poquito?”
“Sii” le dije casi sin voz. Porque me salió muy bajito, como si intentara decir que no pero sin lograrlo. En realidad no estaba en mis planes profundizar el juego sin Mariana, ya que había quedado claro entre nosotros que ese juego era en pareja, ya que a ninguno de los dos nos gustaba la idea de que el otro tuviera aventuras por su cuenta.
Pero Nicolás me había llevado a un nivel de calentura tal que no me podía negar……Y la verdad es que me moría por probar nuevamente esa verga.
“Vamos a mi auto” dijo Nicolás, y luego de pagar la cuenta salimos para el estacionamiento del bar y entramos en su vehículo. Un vez adentro, el se acomodó en el asiento del conductor, corriendo el asiento hacia atrás y reclinándolo un poco. Inmediatamente le desabroché el pantalón, corrí el calzoncillo, y saltó su verga que estaba ¡re parada!
Metí mi mano hasta sus huevos, y los acaricié, mientras agarraba su verga con la otra mano pajeandolo suavemente. Descubrí la cabeza de su verga que estaba mojada de líquido pre seminal, y al acercar un poco mi cara ¡sentí ese olor a pija caliente que me ponía a mil! Lamí muy despacio su cabeza, saboreando bien su gusto a macho, y me la metí hasta la campanilla.
“¡Uffffff, siii, que bien la chupas putita”, comenzó a decir Nicolás, y de esta manera me incentivaba a ponerle más empeño a la mamada que le estaba haciendo.
“¡Así, muy bien!” seguía Nicolás, “¡Qué suerte que tengo! Me cojo una putita casada como quiero, delante de su marido y encima el cornudito es tan puta como su esposa” Sus comentarios me calentaban de una manera que casi me explotaba la pija. No puedo describir las ganas con las que me tragaba esa verga, hasta que noté que estaba por acabar e intensifique el ritmo de la mamada haciendo que largue toda la leche en mi boca, bufando como un animal. Me tragué todo lo que pude y seguí limpiando los restos que habían bajado por el tronco de su verga hasta el pubis depilado. Seguí lamiendo, despacio, totalmente entregado, hasta que no quedó nada.
“¡Guau, que buena chupada de pija que me pegaste cornudito!” Dijo Nicolás, mientras yo miraba hacia todos lados, preocupado por si alguien nos había visto, y con una calentura encima que me moría!
“Esto no lo podemos dejar a medias”, dijo Nicolás, “vamos a mi casa porque te voy a coger”. Esto lo dijo como quien anuncia una decisión, y yo simplemente accedía a todo lo que él decía, porque la verdad es que, aunque me sentía mal por las consecuencias que aquello podía traerme con Mariana, me moría por las ganas de que Nicolás me cogiera.
Nicolás arrancó su auto y fuimos casi en silencio hasta su departamento, mientras por mi cabeza pasaban mil cosas y la culpa de faltar a lo acordado con mujer.
Ni bien llegamos a lo de Nicolás, fuimos derecho a su habitación, y nos desnudamos por completo. Yo nuevamente comencé a chupar su verga que respondió parándose enseguida, mientras el se dedicaba a dilatar y lubricar mi culo con sus dedos. Lo curioso era que en ese momento, la excitación que yo tenía era impresionante pero mi verga estaba totalmente muerta, y toda empapada.
Luego de chupársela un rato, Nicolás me dio un forro para que se lo colocara, y me dijo que me pusiera en cuatro. El solo hecho de estar en esa posición, con la cabeza apoyada en mis brazos y el culo en popa, ofreciendoseló a un macho para que me cogiera sacándose toda la calentura, me producía un placer indescriptible. Y ni hablar cuando apoyó la cabeza de su verga en el agujero de mi culo y empezó a meterla muy lentamente.
“Mmmmmm, sii, papito, así, despacio, haaaa……” exclamaba yo completamente entregado.
“¡Sii, mirá como se la come ese culo!” decía Nicolás mientras me la metía hasta los huevos. “¿te gusta tenerla adentro putita?”
“¡sí, me encanta, dame pija papi, cógeme bien!” le decía yo totalmente deshinibido ya que esta vez no estaba presente mi esposa.
“¡Si, pedime pija putita!” me decía Nicolás “¿te gusta ser mi putita, cornudito?”
“¡siii, me encanta papito!!! Cogete bien a tu putita, goza de mi culo como gozaste el de mi mujer ¡Dame pija!”
“Uffff, no podes ser tan puta, cornudito ¿te gusta que me coja a tu mujer, putita, te excita que le de verga a gusto?”
“¡¡Siiii!!”Decía yo mientras el me daba verga como loco, “me encanta que te cojas a mi mujer, y que me rompas el culo”
En eso Nicolás me dice “¿Te gustaría ver cómo me cojo a tu esposa mientras recibís verga?”
“¡Sii, me encantaría!” le respondo re caliente y siguiéndole el juego….
“Bueno” dice él, “entonces te voy a cumplir el deseo”, dejándome completamente desconcertado. Inmediatamente agarró el control remoto, y prendió la pantalla donde se veía un video en el que Nicolás se estaba recontra garchando a mi mujer en un encuentro del que yo no estaba enterado.
Esta imagen me dejó paralizado. Mi mujer se había cogido a Nicolás a mis espaldas……
Nicolás, adivinando mis sensaciones, seguía cogiéndome y me decía. “¿qué pasa cornudito? ¿No es lo que querías ver? No te vas a poner celoso justo ahora ¿qué creías, que después de la cogida que le pegué la otra vez a tu mujer no iba a querer más? ¿Qué necesita de vos para comerse otra verga?
Y lo cierto es que luego del impacto que me produjo al principio ¡lo que veía me empezó a gustar mal!
“¡Que hijo de puta¡” le dije, “contame como te la cogiste ¡Dame verga y contame!”
“Esperá”, me dijo. Sacó la verga de mi culo, abrió un cajón y vino con algo en la mano. “Tomá, ponete esto ¿sabes de quien es, no? Y me dio una tanga de mi mujer, toda acartonada en la zona de la concha, lo que evidenciaba cómo se había mojado mi querida esposa antes de dejarse garchar por Nicolás.
Yo simplemente obedecí su pedido, encajándome la tanga de Mariana y volví a ponerme en cuatro ofreciéndole mi culo entangado.
“Siii, muy bien putita” decía Nicolás mientras me corría la tirita de la bombacha y me metía su verga dura hasta el fondo…..
A partir de ahí ¡comenzamos a coger a un ritmo increíble! Nicolás me daba verga a morir, mientras las imágenes que yo veía completaban mi goce. Por un lado nuestro reflejo en el espejo, yo con la tanga de mi mujer mientras Nicolás me cogía como una puta, y en la pantalla mi esposa, tan o más puta que yo, pidiendo y recibiendo pija, totalmente desinhibida también, cómo jamás la había visto.
“A tu mujer me la encontré en el mismo bar que a vos, el sábado pasado. Y también se calentó enseguida, con la diferencia de que ella solita me agarró la verga de entrada y me ofreció chuparla…….Después seguimos los mismos pasos que con vos. Con la diferencia que sobre el final hubo una sorpresita”, me dice.
“¿Qué sorpresita?” le digo yo, esperándome cualquier cosa a esta altura.
“Mirá bien y te vas a enterar cornudito” De pronto se ve en el video a Nicolás rompiéndole espectacularmente el culo a mi mujer, cuando aparece otro tipo en bolas, con una verga parada mas grande que la de Nicolás, y la reacción de sorpresa de Mariana. Y al segundo, se ve que Nicolas le dice algo al oído, tranquilizándola, e inmediatamente la muy puta se mete toda la verga del otro tipo en la boca.
Yo a esa altura no sabía ni que pensar, solo sentía que todo aquello me superaba por completo y me llevaba a un nivel de placer increíble.
De más está decir que inmediatamente cambiaron de posición, y mariana pasó a comerse directamente por el culo la verga de su nuevo amigo mientras chupaba la de Nicolás.
“Terrible putita tu mujer ¿viste?” me decía Nicolás, que a esa altura me tenia totalmente ensartado pero sin bombear. Solo dejaba su verga adentro de mi culo, bien adentro, presionando y aflojando de a poco pero sin salir.
“¿Te gusta como mi amigo Juan le está rompiendo el culo? ¿te gusta su verga?”
“¡Siii, me gusta todo lo que veo!” le digo, totalmente fuera de mi.
“Bien” Dijo Nicolás, “entonces vas a recibir las mismas atenciones que la putita de tu mujer, y levantando la voz dijo, “¡Pasá Juan, que esta puta necesita mas verga! Se abre la puerta de la habitación y lo veo entrar al tal Juan, en bolas y con la verga parada, tal cual lo había visto en el video con mi mujer. Y al igual que Mariana, me quede de piedra ante la sorpresa, y en cuanto me repuse del shok me tragué esa verga hermosa hasta los huevos y ¡comencé a mararlo con verdadero deseo!
Era impresionante el morbo de toda la situación. Yo estaba en cuatro, con el culo totalmente expuesto a un macho que me daba pija a lo grande; saboreando y chupando la verga de otro; mientras veía como esos dos se enfiestaban a mi mujer sin privarse de nada.
“¡Quiero meterla en ese culo!” dijo Juan, y cambiaron de lugar. Se puso un forro, lubricó un poco más mi culo, que a esa altura ya lo tenía a la miseria por la culeada que me estaba pegando Nicolás, y me la empezó a meter hasta hacer tope con sus huevos. Esa verga era un poco más grande que la de Nicolás, y se notaba.
Cuando me adapté al tamaño de esa pija comencé a chupársela a Nicolás, moviendo el culo de poco, metiéndome y sacándome la verga de Juan, comenzando nuevamente a gozar y gemir.
“Mmmm, siiii, que pija que tenés Juan! Le decía cuando podía sacarme de la boca la verga de Nicolás.
“Uffff ¡Tomá putita!” me decía, “comete mi verga igual que tu mujercita. ¡No sabés cómo le rompí el culo! La cogí por todos lados a tu esposa. Se me sentó arriba y me devoró la pija con esa concha empapada e hinchada. Reamente me cogió ella en esa posición, porque saltaba como loca.”
“¡Qué manera de pedir verga esa mujer! Y lo mejor de todo fue cuando le hicimos la doble, cuando tuvo las dos vergas adentro no podía ni hablar de la calentura. Lo único hacía era gemir y gritar sin parar”
De fondo podía observar en la pantalla la situación que describía Juan, y escuchaba los gritos de placer de mi esposa. Una imagen que yo jámas había visto. En ese momento no aguanté más la calentura y empecé a acabar sin tocarme, al mismo tiempo que Nicolás me llenaba la boca de leche por segunda vez en la noche.
Fue un orgasmo largo y profundo que me dejó como inerte. Todavía lo tenía encima a Juan que me cogía cada vez más fuerte reventándome el culo, mientras yo lamía y limpiaba los últimos restos de leche de la verga de Nicolás.
“Prepará la boca que vas a tragar mi leche como tu mujer”, dijo Juan. Me la sacó del culo, se empezó a pajear en mi cara y acabó llenándome la boca y la cara de leche, que también tragué gustoso. Luego seguí lamiendo y limpiando toda tu verga hasta que fue perdiendo tamaño y quedar totalmente flácida. En el video, mi mujer tragaba leche de estos dos animales, que le acabaron a la vez, bañándola en semen, que también relamió gustosa limpiando ambas vergas hasta dejarlas relucientes. La escena terminaba con un primer plano de mi mujer, toda enlechada, y la voz de Nicolás que le decía, “a ver, mandale un besito al cornudo de tu marido”. Ella, riéndose de la situación, tiraba besitos mirando a la cámara.
Luego de reponernos tomamos algo fresco, me vestí dejándome puesta la tanga de mariana, Conversamos un rato de toda la experiencia, riendo y relajándonos, y prometiendo repetirlo pero estando los cuatro.
Nicolás me dio una copia del video en un pene drive, y con Juan me llevaron hasta el estacionamiento del bar para recoger mi auto, ya que eran como las seis de la mañana, y me contaron que eran amigos desde hace muchos años y habían realizado este juego con varias parejas.
Nos despedimos, subí a mi auto y cuando revisé el celular tenía un mensaje de Mariana preguntándome si estaba todo bien, seguramente preocupada por la hora. Le respondí,
“Está todo bien, ME ENTRETUVE CON NICOLÁS Y JUAN, que me los encontré en el bar. Después te cuento ¡Un beso!”
Fin de la tercera parte.

9 comentarios - Asumiendo mi papel de cornudo III

paulacasada +1
muy pero muy lindo y calentito sos genial quiero mas papi porfis pauli
MartinZan
Que bien loko excelente tus relatos cuando andes X el partido d la costa chifla me Que voy con mi primo formando y te damos pija a vos y a tu mujer hasta q gimnasia d la plata salga campeon
JulioAbraxas
Martín, quise poner "me gusta" en tu comentario y le pifié, apreté el pulgar abajo. Ahora no puedo sacarlo...
MartinZan
Todo bien vale la aclaración idolo
deatres05 +1
felicidades muy buen cornudo !!!!
aguero2233 +1
mmmmmmmm q rico van 10 mmmmmm
rodridelp
la puta madre como recien encuentro esto! ya me acabe dos veces leyendote! gracias