El alcohol ya había hecho efecto, las mezclas de cerveza, fernet y vodka había hecho estragos en nosotros dos, nos habíamos soltado y hacia rato que nos veníamos besando s lo largo de la noche. Ella me meneaba cada vez más pegada, más fuerte y mi ereccion era indisimulable. En un rincón del boliche me manoteo la verga por encima del jean y constato que la dureza y el tamaño le gustaban.
Nos fuimos hasta su casa manejando peligrosamente. Cada tanto me acariciaba lapija y me tiraba besitos. Llegamos a su casa, me sirvió un vaso de agua y sin mediar palabras me empujó hacia el sillón. Una vez sentado se arrodilló en el mismo y me empezó a mordisquear la verga sobre el pantalón. Tenía la pija tan dura que la saque del pantalón y apenas lo hice se la comió toda de un bocado. Juraría que había chupado 1000 pijas en su vida pq tenía la técnica de una putita golosa. Iba y venía, variando el movimiento y dejando caer un montón de baba, me chupaba los huevos un ratito, y volvía a comersela entera. A los 5 minutos ya tenía toda la leche en la punta, le avise que venía toda la lechita por si se quería correr, pero se la comió más todavía y me agarró los huevos. Mi calentura fue tal cuando sentí que le llenaba la boca de leche que la tome del pelo y le empuje la verga todo lo más que pude. La atragante con pija y leche, venía sus ojitos llorozos con una mirada que gozaba de todo eso, y la solté.
Ella se reincorporó sin decir nada y de un beso me solto parte de la leche en mi boca. Durante un tiempo nos besamos apasionadamente compartiendo toda mi leche hasta que los dos la tragamos. Mientras tanto se arrodillaba encima mio, y se había empezado a frotar mi verga llena de leche sobre su conchita depiladita, mientras con una mano me acariciaba los huevos todos babeados y con un dedo me acariciaba el año.
Por la ventana empezaba a asomar la claridad del día, pero la noche recién empezaba...
Nos fuimos hasta su casa manejando peligrosamente. Cada tanto me acariciaba lapija y me tiraba besitos. Llegamos a su casa, me sirvió un vaso de agua y sin mediar palabras me empujó hacia el sillón. Una vez sentado se arrodilló en el mismo y me empezó a mordisquear la verga sobre el pantalón. Tenía la pija tan dura que la saque del pantalón y apenas lo hice se la comió toda de un bocado. Juraría que había chupado 1000 pijas en su vida pq tenía la técnica de una putita golosa. Iba y venía, variando el movimiento y dejando caer un montón de baba, me chupaba los huevos un ratito, y volvía a comersela entera. A los 5 minutos ya tenía toda la leche en la punta, le avise que venía toda la lechita por si se quería correr, pero se la comió más todavía y me agarró los huevos. Mi calentura fue tal cuando sentí que le llenaba la boca de leche que la tome del pelo y le empuje la verga todo lo más que pude. La atragante con pija y leche, venía sus ojitos llorozos con una mirada que gozaba de todo eso, y la solté.
Ella se reincorporó sin decir nada y de un beso me solto parte de la leche en mi boca. Durante un tiempo nos besamos apasionadamente compartiendo toda mi leche hasta que los dos la tragamos. Mientras tanto se arrodillaba encima mio, y se había empezado a frotar mi verga llena de leche sobre su conchita depiladita, mientras con una mano me acariciaba los huevos todos babeados y con un dedo me acariciaba el año.
Por la ventana empezaba a asomar la claridad del día, pero la noche recién empezaba...
3 comentarios - Acabamos la noche (relato)