Parte 1
Parte 2
Parte 3
Por un instante me quedé quieta sin reaccionar observando el panorama. Lucas, desnudo, en mi cama esposado pidiéndome que lo someta. Lo tenía entregado por completo. Me olvidé del cansancio de los polvazos anteriores y saltando a la cama tiré la botella de agua que había traído para darnos un descanso al piso.
Me senté arriba suyo y lo empecé a besar con desesperación. Ahora era el turno de mi revancha por lo que me había hecho. Con mis manos no dejé un centímetro de su cuerpo sin acariciar. Lo besé en el cuello y bajando muy lentamente fue llegando a su panza. Mientras lo besaba, con mis manos lo acariciaba en su pecho hasta que le clavé las uñas en su piel haciéndolo gritar.
Lejos de detenerme, seguí mezclando el dolor con el placer y la ternura de mis besos. Bajé un poco más, y ahí estaba su terrible pija queriendo crecer nuevamente. Con la lengua le recorrí el tronco, pero todavía no era momento de chuparla como se merecía.
Me levanté y me puse otra vez frente a su cara y lo besé. "Tenés sed?", le pregunté amablemente. "Si" me respondió. Agarré la botella de agua del piso y me puse a tomar yo, mientras él me miraba.
Cuando acabé el sorbo, lo miré y le volví a preguntar si quería. Me respondió que si nuevamente. "Ganatelo", le dije mientras me sentaba sobre su cara, apoyando mi concha en su boca. Él ya sabía que hacer.
Con su lengua empezó a escarbar por toda mi rajita, penetrándome con su lengua. Podía ver como trataba de soltarse para tocarme. Volví a agarrar la botella y tomar agua, pero ahora dejé caer un chorrito por mi cuerpo, que cayó directamente sobre su cara.
"Suficiente" dije mientras me paraba. Le di un poco de agua y me di vuelta. "Nooo, si vas hacer esto soltame, no puedo ver esa cola sin tocarla y pegarle", me decía mientras me acomodaba haciendo un 69.
Cuando me acomodé, me alejé a una distancia suficiente para que no llegara con su boca, por más que intentara. Y me dediqué a chuparle la pija. Agarré su tronco semi dormido y lo empecé a meter en mi boca, despacio. Solo la cabeza. Bajaba un poco. Lo escupí y con mi mano desparramé la saliva por todo el largo.
Me clavé su pija hasta el fondo de mi garganta y lo empecé a petear con fuerzas mientras con mi mano lo pajeaba. Sentir como crecía en mi boca me calentaba mucho y se notaba, porque me empecé a mojar.
Moví mi cola para atrás, y le volví a poner la concha en su boca. Desesperado, Lucas se acomodó para chupármela. Sus movimientos eran tan fuertes que tuve que parar el pete, porque no podía concentrarme.
La pija de Lucas ya estaba durísima. Me di vuelta y lo besé nuevamente, mientras me acomodaba para cabalgarlo. Mientras nos besábamos, franeleaba mi concha sobre el largo de su verga. Podía sentir como mis flujos iban mojando su pija.
Me senté y con cuidado empecé a clavarme todo el matafuego de mi amante preferido. La lubricación que tenía ayudó a que entrara toda sin problemas. Una vez acomodada, empecé a bajar y subir sobre el tronco.
Me moví para todos lados. Arriba, abajo, adelante, atrás, con la pija enterrada, la sacaba. Estaba desesperada. Me levantaba y me dejaba caer violentamente hasta que nuestros cuerpos chocaran.
Me fui girando, sin sacar la pija de mi interior, y poniéndome de costado, me moví en círculos con su verga totalmente enterrada. Refregaba mi clítoris contra sus muslos. No tardé en explotar en un fuerte orgasmo que me hizo detener un rato, hasta que volví a recuperar fuerzas.
Seguí girando hasta ponerme de espaldas a él, siempre con la pija clavada. Otra vez, levantaba mis caderas para enterrarla hasta el fondo.
Lucas se enloquece cuando me pongo así, porque puede ver bien mi cola sentarse sobre él y hacer desaparecer su pija con cada embestida. Pero también le gusta tocarme y pegarme mientras lo hago, cosa que no podía hacer porque estaba atado. Sentía como su respiración se aceleraba seguramente por la desesperación de no poder usar sus manos.
Me saqué la pija de adentro, me di vuelta y volví a ponerle mi concha en la cara. Esta vez, lo dejé chuparla hasta que me hizo acabar. Con el orgasmo pude sentir como mi concha se inundaba, cayendo todo sobre la cara de Lucas. "Me encantó" gritó cuando le liberé la boca. Me senté sobre él, y lo besé. Sentía el gusto de mis flujos en su lengua y lo besaba con más fuerza.
- Si te suelto ahora...
- Te destruyo pendeja - me interrumpió
- ... me cogés en 4?- le decía mientras franeleaba mi concha sobre su pija
- Lo que vos quieras... pero te hago mierda
- Cogeme en 4... como vos sabés.
- Fuerte?
- Muy fuerte. Haceme mierda con esta pija enorme que tenés
- Me volviste loco hija de puta, soltame que te parto al medio
- Ay si, partime que me encanta- le empecé a gemir en su oído, simulando que me estaban cogiendo.
- No hagas así puta - me suplicaba, y yo no le hacía caso.
- Así como? ay siii ay siii dale más - repetía gimiendo mientas mi cola se movía hacia atrás y adelante, como si hubiese una verga garchándome bien duro.
Cuando lo liberé, pareció que dejé suelta una bestia luego de tenerla en cautiverio. Me empujó a un costado y de un tirón me dio vuelta. Me agarró fuerte de las caderas y levantó mi cola. No hizo falta ningún tipo de lubricación ni previa.
Me enterró su pijón hasta lo más profundo de mi, provocándome un grito que pareció de dolor, pero tenía una alta dosis de placer por sentir ese trozo de carne perforarme hasta el fondo.
Empezó con una cogida bestial, sin ninguna pausa. Su pija salía y entraba con rapidez en mi. Lucas me tenía agarrada de mis caderas y golpeaba mi cola. Yo no podía moverme. Él me arrastraba hacia su cuerpo y me alejaba lo suficiente para sacar la mitad de la pija y volverla a clavar con fuerza. Su cuerpo golpeaba contra el mío con violencia.
No tardé en acabar de nuevo. Mis piernas temblaron hasta hacerme caer sobre la cama. Lucas sacó su pija de adentro mío. Se pajeó sobre mi cola y me tiró toda la lechita calentita sobre mis nalgas.
Yo estaba destruida tirada en la cama. Lucas se paró y se fue a bañar. Cuando recuperé las fuerzas, me levanté y entré al baño. Me puse de espaldas a él y levantando mi cola le dije con voz aniñada "me ayudás a limpiarme la colita... la tengo sucia".
Me besó y con sus manos acariciaba mi cola tirándole agua. Me arrodillé y le agarré la pija empezando a chuparla. "Boluda pará un poco!!" me gritó, aunque cuando metí toda su pija en mi boca (la única forma de hacerlo, era cuando estaba dormida) dejó de quejarse.
El agua caliente y mi boca hicieron el trabajo y luego de un rato ya tenía su pija al palo nuevamente. Me paré y lo besé. "Quiero la leche ahora!", le dije con mi mejor cara de puta. Lucas me agarró de los pelos y me empujó hacia abajo. Agarré su verga con las dos manos y seguí con el pete, mientras él me agarraba la cabeza dándome suaves empujones hacia adentro siguiendo mis movimientos.
"Ahí viene!" gritó. Me metí la pija lo que más pude en la boca y recibí su descarga en mi garganta. Tragué todo, no era mucho, ya lo había vaciado en las últimas horas. Seguí chupándosela un rato hasta que su pija empezó a perder dureza y ahí si, lo dejé descansar. Nos seguimos bañando, ahora abrazados y besándonos. Parecía mentira tanta ternura, lejos del salvajismo de apenas unos minutos atrás.
Después de preparar algo de comer, volvimos otra vez a garchar ahora en el living del departamento. A la noche descansamos un poco, y nos despertamos nuevamente garchando. Luego Lucas se fue a hacer los trámites por los que había ido a Buenos Aires. Yo me dormí una siesta terrible. Estaba muerta.
Me despertó Lucas, otra vez tocándome para tener sexo nuevamente. No se como, pero ese ritmo lo mantuvimos hasta el domingo que volvió a Rosario. Por supuesto, el lunes di parte de enferma en el trabajo. Me quedé durmiendo todo el día.
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Parte 2
Parte 3
Por un instante me quedé quieta sin reaccionar observando el panorama. Lucas, desnudo, en mi cama esposado pidiéndome que lo someta. Lo tenía entregado por completo. Me olvidé del cansancio de los polvazos anteriores y saltando a la cama tiré la botella de agua que había traído para darnos un descanso al piso.
Me senté arriba suyo y lo empecé a besar con desesperación. Ahora era el turno de mi revancha por lo que me había hecho. Con mis manos no dejé un centímetro de su cuerpo sin acariciar. Lo besé en el cuello y bajando muy lentamente fue llegando a su panza. Mientras lo besaba, con mis manos lo acariciaba en su pecho hasta que le clavé las uñas en su piel haciéndolo gritar.
Lejos de detenerme, seguí mezclando el dolor con el placer y la ternura de mis besos. Bajé un poco más, y ahí estaba su terrible pija queriendo crecer nuevamente. Con la lengua le recorrí el tronco, pero todavía no era momento de chuparla como se merecía.
Me levanté y me puse otra vez frente a su cara y lo besé. "Tenés sed?", le pregunté amablemente. "Si" me respondió. Agarré la botella de agua del piso y me puse a tomar yo, mientras él me miraba.
Cuando acabé el sorbo, lo miré y le volví a preguntar si quería. Me respondió que si nuevamente. "Ganatelo", le dije mientras me sentaba sobre su cara, apoyando mi concha en su boca. Él ya sabía que hacer.
Con su lengua empezó a escarbar por toda mi rajita, penetrándome con su lengua. Podía ver como trataba de soltarse para tocarme. Volví a agarrar la botella y tomar agua, pero ahora dejé caer un chorrito por mi cuerpo, que cayó directamente sobre su cara.
"Suficiente" dije mientras me paraba. Le di un poco de agua y me di vuelta. "Nooo, si vas hacer esto soltame, no puedo ver esa cola sin tocarla y pegarle", me decía mientras me acomodaba haciendo un 69.
Cuando me acomodé, me alejé a una distancia suficiente para que no llegara con su boca, por más que intentara. Y me dediqué a chuparle la pija. Agarré su tronco semi dormido y lo empecé a meter en mi boca, despacio. Solo la cabeza. Bajaba un poco. Lo escupí y con mi mano desparramé la saliva por todo el largo.
Me clavé su pija hasta el fondo de mi garganta y lo empecé a petear con fuerzas mientras con mi mano lo pajeaba. Sentir como crecía en mi boca me calentaba mucho y se notaba, porque me empecé a mojar.
Moví mi cola para atrás, y le volví a poner la concha en su boca. Desesperado, Lucas se acomodó para chupármela. Sus movimientos eran tan fuertes que tuve que parar el pete, porque no podía concentrarme.
La pija de Lucas ya estaba durísima. Me di vuelta y lo besé nuevamente, mientras me acomodaba para cabalgarlo. Mientras nos besábamos, franeleaba mi concha sobre el largo de su verga. Podía sentir como mis flujos iban mojando su pija.
Me senté y con cuidado empecé a clavarme todo el matafuego de mi amante preferido. La lubricación que tenía ayudó a que entrara toda sin problemas. Una vez acomodada, empecé a bajar y subir sobre el tronco.
Me moví para todos lados. Arriba, abajo, adelante, atrás, con la pija enterrada, la sacaba. Estaba desesperada. Me levantaba y me dejaba caer violentamente hasta que nuestros cuerpos chocaran.
Me fui girando, sin sacar la pija de mi interior, y poniéndome de costado, me moví en círculos con su verga totalmente enterrada. Refregaba mi clítoris contra sus muslos. No tardé en explotar en un fuerte orgasmo que me hizo detener un rato, hasta que volví a recuperar fuerzas.
Seguí girando hasta ponerme de espaldas a él, siempre con la pija clavada. Otra vez, levantaba mis caderas para enterrarla hasta el fondo.
Lucas se enloquece cuando me pongo así, porque puede ver bien mi cola sentarse sobre él y hacer desaparecer su pija con cada embestida. Pero también le gusta tocarme y pegarme mientras lo hago, cosa que no podía hacer porque estaba atado. Sentía como su respiración se aceleraba seguramente por la desesperación de no poder usar sus manos.
Me saqué la pija de adentro, me di vuelta y volví a ponerle mi concha en la cara. Esta vez, lo dejé chuparla hasta que me hizo acabar. Con el orgasmo pude sentir como mi concha se inundaba, cayendo todo sobre la cara de Lucas. "Me encantó" gritó cuando le liberé la boca. Me senté sobre él, y lo besé. Sentía el gusto de mis flujos en su lengua y lo besaba con más fuerza.
- Si te suelto ahora...
- Te destruyo pendeja - me interrumpió
- ... me cogés en 4?- le decía mientras franeleaba mi concha sobre su pija
- Lo que vos quieras... pero te hago mierda
- Cogeme en 4... como vos sabés.
- Fuerte?
- Muy fuerte. Haceme mierda con esta pija enorme que tenés
- Me volviste loco hija de puta, soltame que te parto al medio
- Ay si, partime que me encanta- le empecé a gemir en su oído, simulando que me estaban cogiendo.
- No hagas así puta - me suplicaba, y yo no le hacía caso.
- Así como? ay siii ay siii dale más - repetía gimiendo mientas mi cola se movía hacia atrás y adelante, como si hubiese una verga garchándome bien duro.
Cuando lo liberé, pareció que dejé suelta una bestia luego de tenerla en cautiverio. Me empujó a un costado y de un tirón me dio vuelta. Me agarró fuerte de las caderas y levantó mi cola. No hizo falta ningún tipo de lubricación ni previa.
Me enterró su pijón hasta lo más profundo de mi, provocándome un grito que pareció de dolor, pero tenía una alta dosis de placer por sentir ese trozo de carne perforarme hasta el fondo.
Empezó con una cogida bestial, sin ninguna pausa. Su pija salía y entraba con rapidez en mi. Lucas me tenía agarrada de mis caderas y golpeaba mi cola. Yo no podía moverme. Él me arrastraba hacia su cuerpo y me alejaba lo suficiente para sacar la mitad de la pija y volverla a clavar con fuerza. Su cuerpo golpeaba contra el mío con violencia.
No tardé en acabar de nuevo. Mis piernas temblaron hasta hacerme caer sobre la cama. Lucas sacó su pija de adentro mío. Se pajeó sobre mi cola y me tiró toda la lechita calentita sobre mis nalgas.
Yo estaba destruida tirada en la cama. Lucas se paró y se fue a bañar. Cuando recuperé las fuerzas, me levanté y entré al baño. Me puse de espaldas a él y levantando mi cola le dije con voz aniñada "me ayudás a limpiarme la colita... la tengo sucia".
Me besó y con sus manos acariciaba mi cola tirándole agua. Me arrodillé y le agarré la pija empezando a chuparla. "Boluda pará un poco!!" me gritó, aunque cuando metí toda su pija en mi boca (la única forma de hacerlo, era cuando estaba dormida) dejó de quejarse.
El agua caliente y mi boca hicieron el trabajo y luego de un rato ya tenía su pija al palo nuevamente. Me paré y lo besé. "Quiero la leche ahora!", le dije con mi mejor cara de puta. Lucas me agarró de los pelos y me empujó hacia abajo. Agarré su verga con las dos manos y seguí con el pete, mientras él me agarraba la cabeza dándome suaves empujones hacia adentro siguiendo mis movimientos.
"Ahí viene!" gritó. Me metí la pija lo que más pude en la boca y recibí su descarga en mi garganta. Tragué todo, no era mucho, ya lo había vaciado en las últimas horas. Seguí chupándosela un rato hasta que su pija empezó a perder dureza y ahí si, lo dejé descansar. Nos seguimos bañando, ahora abrazados y besándonos. Parecía mentira tanta ternura, lejos del salvajismo de apenas unos minutos atrás.
Después de preparar algo de comer, volvimos otra vez a garchar ahora en el living del departamento. A la noche descansamos un poco, y nos despertamos nuevamente garchando. Luego Lucas se fue a hacer los trámites por los que había ido a Buenos Aires. Yo me dormí una siesta terrible. Estaba muerta.
Me despertó Lucas, otra vez tocándome para tener sexo nuevamente. No se como, pero ese ritmo lo mantuvimos hasta el domingo que volvió a Rosario. Por supuesto, el lunes di parte de enferma en el trabajo. Me quedé durmiendo todo el día.
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28 comentarios - Finde intenso 4
Muy buen relato
Besos
gracias por pasar!
"Mientras nos besábamos, franeleaba mi concha sobre el largo de su verga" que lindo ese momento 🙂
gracias por pasar!
hermoso nena, que lindo garchar y garchar como vos hiciste.. y te hicieron...
y feliz cumple atrasado
gracias por compartir
van puntos
gracias por pasar
gracias por pasar! 😉
gracias por pasar!!
gracias por pasar
van puntos