Una Experiencia Peligrosa (Parte 2)

Antes que nada, les dejo el link de la primera parte por si gustan leerla.

http://www.poringa.net/posts/relatos/2749138/Una-Experiencia-Peligrosa.html

Al regresar de mis vacaciones me di cuenta que no tenía forma de contactarme con Laura, no tenía ni el celular, ni el teléfono de línea, solo sabía adonde trabajaba pero me parecía invasivo llamar al conmutador.
Recordaba cada día el episodio del café y no podía sacarme de la cabeza esa experiencia. Con la excusa de las fotos de vacaciones contacté por Facebook tanto a Laura como Diego (para no generar sospechas). En forma rápida aceptaron mi solicitud, encontraba de esa manera la forma de conectarme con ella. De todas formas no hizo falta que forzara un encuentro ya que nos invitaron a cenar a su departamento, ahí fuimos un sábado por la noche.
Al llegar me encontré con la sorpresa que éramos más de 15 invitados, varias parejas, algunas chicas, conocí a la hermana menor de Laura, Vicky, una morocha simpática de cuerpo exquisito, que también era muy amiga de Claudia.
Con el transcurrir de la noche intenté acercarme a la anfitriona sin mayor éxito, muy dentro mío estaba la fantasía de poder rememorar el episodio de la última noche en Brasil, en un momento, mi amiga Claudia pidió silencio para decirnos algo importante “Gente, tengo 2 cosas que decirles, estoy embarazada y en mayo nos casamos” La noticia nos tomó por sorpresa y en el resto de la noche solo se habló de este acontecimiento, en un momento, casi a punto de retirarnos, Laura se sentó al lado mío, aprovechando la oportunidad le dije que no podía sacarme de la cabeza lo que había pasado, ella me miró, sonrió y me dijo “Lo que pasa en Las Vegas se queda en Las Vegas”
Pasaron casi 3 meses desde aquella cena y el casamiento de mi amiga Claudia, en esos meses ocurrieron hechos significativos en mi vida, rompí con mi novia luego de 4 años de relación y cambié de empleo, al casamiento, entonces, fui sin pareja. Mi Amiga, aprovechando mi flamante estado, me ubicó en una mesa con un par de chicas y chicos de su trabajo, entre los que sobresalía la contadora, con un impactante vestido rosa, también estaban Laura, Vicky y Diego, debido a la buena onda que había quedado luego del viaje a Brasil.
La fiesta tuvo lugar en el último piso de un lujoso hotel céntrico, estaba en plena recepción, hablando animadamente con la contadora cuando vi llegar a Laura, Vicky y Diego. Las hermanas estaban realmente impactantes, pero Laura, con un vestido negro escotado ajustado al cuerpo, era un éxtasis para la vista. Ninguno de mis conocidos me preguntó por mi ex novia, evidentemente Claudia los había puesto al tanto de mi nueva situación.
La noche fue transcurriendo y, para mi sorpresa, la actitud de Laura volvió a ser la de Brasil, para mejor, cada vez que llegaba la hora de bailar, Diego se iba a fumar a la terraza, de manera tal que me quedaba solo con las dos hermanas. A esa altura de la noche la contadora se dio cuenta que mis intereses estaban en otro lado. Cuando volvíamos a la mesa, conversábamos animadamente con Vicky, que me resultó muy agradable, sobre todo cuando sin darse cuenta dejaba ver su entrepierna. En otro momento musical, me quedé bailando solo con Laura, no atiné a decirle nada, pero ella en un momento se puso de espaldas y casi sin querer, aprovechando el vaivén, apoyé su tremendo culo, que se veía totalmente resaltado por el vestido ajustado “Hacemos café?” me dijo burlándose, yo me quedé como solemos quedarnos los hombres en estas situaciones, aturdidos, en eso llega Vicky y Laura le indicó que se quede bailando conmigo mientras iba al baño.
Regresó rápidamente, la pista está llena, repitió la escena de apoyar su hermoso culo sobre mi virilidad, pero esta vez de manera deliberada. Cuando se dio vuelta me miró con picardía y me puso algo en la mano, me susurró al oído “Mirá como me tenes” ahí caí en la cuestión que me había dado su tanga.
Cuando nos sentamos, esta vez se sentó al lado mío, Diego ya se había hecho amigo de los compañeros de trabajo de Claudia, no paraba de hablar del último partido de Boca, yo me quedé mudo, estaba terriblemente caliente, conserve la tanga de Laura en la mano hasta que en un momento la puse en el bolsillo del saco. El solo hecho de imaginar que tenía la conchita libre para ser invadida me llenaba de ansias de volver a estar con ella, en el momento que llega el carnaval carioca, Diego tardó un poco más en ir a fumar, entonces bailaron 1 o 2 temas juntos, yo transitaba la pista como un fantasma, Laura con un antifaz, apenas Diego se fue a la terraza me tomó del brazo y me ordenó que la siguiera. Nos metimos en el baño del anteúltimo piso, me senté en el inodoro y en cuestión de segundos se levantó el vestido y empezó a cabalgar sobre mi miembro. Al tenerla de frente empecé a jugar con sus tetas pequeñas pero de pezones firmes que estaban durísimos. No podía creer estar experimentando nuevamente el éxtasis de estar dentro de su hermosa conchita y nuevamente con el morbo del riesgo que corríamos, subía y bajaba con sus hermosas y largas piernas mientras empecé a inspeccionar su culito con mi dedo. Ella empezó a moverse cada vez con mayor intensidad como presagiando un orgasmo, cada vez que subía yo hacia un esfuerzo sobrehumano para evitar que cuando mi verga estuviera totalmente dentro de ella acabar y terminar con este juego hermoso, empezó a moverse con mayor intensidad y ya no hubo forma de volver atrás, nuevamente terminé dentro de ella, rápidamente se paró, me beso dulcemente y corrió hacia el salón acomodándose el vestido.
Dejé pasar unos minutos y volví, por suerte todavía sonaban los Auténticos Decadentes, nadie había notado nuestra ausencia.
Otro día, si es de su agrado, les cuento como siguió todo, haciendo malabares para no contar detalles que revelen nuestra identidad.