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consulta a domicilio

He tenido suerte en mi vida sexual, desde mi adolescencia y hasta la actualidad he tenido relaciones con diferentes tipos de mujeres de diferentes edades y condiciones sociales, solteras, casadas, viudas y de manera casi espontanea sin tener que cortejar por mucho tiempo, simplemente se presenta el momento y el gusto por ambas partes, hay una atracción y consentimiento implícito de que se terminara en la cama desde que existe el primer acercamiento. Mi profesión ha facilitado algunas aventuras como la que a continuación relato.
Soy Médico y desde que salimos de la Universidad ya varios años, no había vuelto a ver a Mendiola, es más ya ni su nombre recordaba, se llama Agustín, nos cruzamos en la calle de la ciudad donde actualmente vivo desde hace 10 años aproximadamente, como fuimos amigos nos saludamos efusivamente y como ambos teníamos tiempo acudimos a un bar a tomar unas copas para recordar momentos de la escuela, aunque soy menor como 5 años que él, la manera jovial que siempre presentaba nos hizo amigos, después de algunos tragos me comenta que esta por emigrar de la ciudad hacia una nueva propuesta de trabajo, ya que actualmente no tenía nada fijo se dedicaba a trabajar en una farmacia que tenía consultorio anexo por honorarios pero lo que regularmente le dejaba ingresos era una cartera fija de pacientes que visitaba a domicilio en diferentes colonias de la localidad de manera periódica, la mayoría de ellos de la tercera edad con problemas de salud crónicos que les imposibilitaba acudir a un hospital o unidad de salud y que esto último era lo que realmente le preocupaba ya que llevaba como tres años con esta actividad y prácticamente era el médico de la familia y que al irse de la ciudad no sabía aun como resolver esta situación ya que no les había comentado nada a sus pacientes. Yo trabajo en dos instituciones una ya fijo y en la otra eventual, esta ultima de reciente ingreso ya que mis horarios fijos son los fines de semana y al no tener que hacer durante la semana decidí entrar a esta unidad donde el trabajo es con horario flexible aunque muy rutinario le comente y que prácticamente los ingresos de esta última son para los gastos “hormiga” que en ocasiones son un verdadero hormiguero, seguimos platicando y recordando las “pato aventuras” y las colitas de la Universidad y en algún momento me propuso si no estaba interesado en adquirir su cartera de pacientes, me pareció interesante me comento que eran visitas a domicilio programadas quincenal o mensual en horario a mi elección y que las consultas no programadas tenían un costo adicional que eran raramente ocasionales que te localizaban por teléfono, quedamos de vernos en tres días para recorrido de la ruta y presentarme con sus pacientes que eran en total 18, finalmente el emigro y yo conocí a todos los pacientes e inicie mi propia aventura, la primera que hoy contare es de Doña Viridiana, después de 3 visitas que realice a la casa donde vivía con su esposo Don Andrés entramos en confianza, como mencione desde que nos conocimos sabíamos ambos que íbamos a tener sexo, su mirada provocativa, las atenciones y sus deseos facilitaron las cosas.
Don Andrés de 60 años Diabético desde hace 30 años, mal controlado y con una vida no muy saludable con gusto por el alcohol y el tabaco termino con amputación hace 5 años de su pierna izquierda hasta la rodilla y recientemente con amputación de 3 ortejos del pie derecho, lo que lo mantenía deprimido y postrado en cama. Doña Viridiana 10 años más joven con un buen cuerpo para su edad tez blanca ojos claros, dentadura perfecta, tetas firmes sin panza caderona, piernas bien torneadas todo esto gracias al gimnasio que ya hacía tiempo practicaba, después de revisar a su esposo me invito a la cocina a tomar un café y platicar sobre cómo había encontrado a Don Andrés, con más confianza me comento que últimamente había estado más agresivo con ella y se atrevió con pena y ruborizándose a hablar sobre su vida sexual, durante muchos años hacia que por la impotencia de su esposo había recurrido a la masturbación y a los juguetes sexuales que nunca se había atrevido a serle infiel que trataba de complacerlo con juegos sexuales donde ella lograba excitarse y eso le molestaba ya que al no tener erección reaccionaba violentamente incluso hasta tirarla de la cama e insultarla, con lágrimas en sus ojos se acercó a mí y la abrace recargando su cabeza en mi hombro e inconscientemente mis manos bajaron a su cintura deslizándose a sus ricas nalgas iniciando un masaje muy lento a lo que reacciono y de inmediato pego sus labios con los míos y de inmediato busco mi lengua para unirnos en un beso muy cachondo, bajando su mano a mis genitales que en ese momento ya iniciaba con una erección, acariciándolo sobre el pantalón sin separarse de mis labios hábilmente desabrocho el cinturón bajo el cierre y saco mi pene ya en completa erección y con lubricación inicio a masajearlo y sin decir más se agacho y lo introdujo en su boca de una sola bocanada succionando y al sacarlo suspiro diciendo ya necesitaba sentir algo así, ahí me di cuenta que sexualmente estaba dispuesta a hacer lo que le pidiera, deje caer mis pantalones a los tobillos y la tome de los cabellos y arremetí mi verga con su boca penetrándola rápida y con fuerza alcanzando horcajadas pero sin soltarla aferrándose con las dos manos a mis nalgas provocándole casi que vomitara. Se la saque y ella ansiosa se apegó a mi verga nuevamente succionando con más fuerza pero sin que yo la tomara por los cabellos había entendido como debía hacerlo se la saque por un momento y le di a lamer mis bolas las cuales con suavidad pasaba la lengua chupando haciendo un ruido sabroso cuando chupas una paleta de caramelo y no quieres que se acabe, me senté en la silla y alce mis piernas invitándola a que pasara su lengua por el ano ya que soy fanático del beso negro y sin tardanza inicio lengüetazos alrededor de mi orificio e introdujo su lengua separando con ansias mis piernas parecía que quería lubricarme lo más posible sin pensarlo introdujo un dedo y empezó a masajearme sin dejar de mamarme el ano, (posteriormente me conto que era una de sus fantasías que su esposo nunca se dejó) con la otra mano me masturbaba la verga que ya avisaba con liquido la venida próxima, yo con mis manos le empujaba la cabeza queriendo que toda su lengua se introdujera a mi culito, al sentirme excitado al mil, devoro nuevamente mi pene introduciéndolo hasta la garganta de una forma frenética mete y saca y de forma rítmica dedo en mi ano y su boca en mi pene se movían hasta que alcance una de las más ricas venidas que he tendido se tragó todo e incluso le escurrió por los labios quedándose unos momentos hasta dejar limpia y brillante el glande palpitando pidiendo que no acabara, justo en ese momento tocaron el timbre ambos nos levantamos y acomodamos la ropa, me despedí diciéndole hasta la próxima visita, no sin antes recordarme al oído la próxima me toca a mí….
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3 comentarios - consulta a domicilio

sebirra
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