Este relato continúa la fiesta con Agus, y como concluye aquel glorioso dia. El preludio de la fiesta pueden leerlo en la parte II
http://www.poringa.net/posts/relatos/2741212/Agus---la-pendex-del-Cupon-Parte-II.html
Y el origen de todo pueden revivirlo en la parte I con Agus
http://www.poringa.net/posts/relatos/2726414/Agus---la-pendex-del-Cupon.html#comment-114253
Despues de lo que paso en el baño, me quede un rato de costado, tomando algo mientras la pendeja volvió con sus amigas. Linda fiesta!
En eso, volví a ver a la rubia aquella que recordaba del local. Tenía el mismo culo que rajaba la tierra que antes, solo que en una calza brillante era mucho más notorio. Alguna pavada le habré dicho y terminamos tomando algo juntos. Le tire algún perro al enterarme que a esta altura no trabajan juntas, pero no prendió en ninguno, y después de 10 minutos se fue a bailar con el resto del grupo.
Bailamos un rato más con la pendeja, y cuando me quise dar cuenta ya era momento de volver. Así que le avise que volvería en el auto y que se viniera conmigo, así cerrábamos la noche. Y para mi sorpresa, ahí pico la rubia, preguntando si no la acercábamos. Obvio que la otra metió un puchero importante, pero yo sabía que había que meter alguna ficha.
Al final terminamos volviendo juntos, Agus, Anita y yo. Eran alrededor de las 5 de la mañana cuando saque el auto, y volví a enfilar para la autopista, que nos traería de vuelta a la ciudad.
Venía manejando tranqui, sin prisas porque aunque no iba borracho, habíamos metido un par de tragos. Como ya saben, la pendeja y yo lo habíamos pasamos muy bien en la fiesta, además de bailar y tomar, nos habíamos reencontrado en el baño.
El regreso a casa era tranqui, con música dance a volumen bajo, mientras la relojeaba, y cada tanto le jugueteaba un pecho a Agus, que estaba medio adormilada del lado del acompañante.
A Anita, que estaba en la parte de atrás ya se la veía mas dormida por efecto del alcohol. Y como tenía las piernas medio abiertas le veía por el retrovisor su tanguita de color negro. A estas alturas, Agus también estaba recostada y despatarrada en el asiento del copiloto y también se dejaba ver tanga blanca.
De solo ver la escena, ya me estaba poniendo cachondo de nuevo! Las 2 amiguetas medio abiertas de piernas y me dieron el morbo de enfiestarlas.
Con bastante más énfasis, mi mano derecha arranco a tocarla a Agus, desde las piernas hasta arriba, y de a ratos siguiendo el contorno de los pechos, Una y otra vez colocaba mi mano derecha en sus piernas y las masajeaba, hasta que empezó a verse como a la muy putita se le mojaba la ropita interior.
Aunque me apartaba mi mano se notaba que le gustaba por lo que me la jugué y metí mi mano en su entrepierna para tocar su conchita, corriendo su tanga solo para ver el depiladito ese que antes había recorrido a la perfección.
Conforme la iba acariciando la pendeja gemía en voz baja y se abría de piernas para mí y estaba cada vez más mojada. Tiró la cabeza hacia atrás y se dejó hacer todo lo que yo le hacía hasta que ella se puso tan caliente que también empezó a manotearme la pija por encima del pantalón. Siguió así durante unos minutos y como estaba a tope, me desabrochó el pantalón y empezó a pajearme unos segundos para seguidamente chupármela lentamente.
Lo estábamos pasando de lujo y era un morbo esa situación, nosotros a nuestra marcha y su amiga durmiendo en la parte de atrás o eso creíamos porque en un momento que me giré disimuladamente de repente vida a Ana incorporada en el asiento y viéndonos pleno acto sexual...
Paramos al momento y le dijimos que estábamos algo copeteados y cachondos y se nos había ido la cabeza, Ana se rió y nos dijo que nos había escuchado desde hace un rato, que llevaba ya varios minutos mirándonos y que estaba muy caliente de vernos.
Al principio medio que me quede, y cuando conseguí reaccionar, y le pregunte medio jugándola de joda, que podía hacer por ella, a lo que sin movérsele un pelo a la muy trola de Anita sino que riéndose, nos dijo que podíamos parar en uno de los telos de la ruta, y garchar los 3, ya que era claro que veníamos todos muy cachondos.
Miré a Agus a ver lo que decía y creía que iba a tener que remarla, (sabía que iba a agarrar viaje, pero no me imaginaba que la muy puta lo hiciera de una) cuando para mí sorpresa me, me marco que saliera por la siguiente bajada.
Así lo hice, y en la siguiente salida, baje a colectora a buscar adonde meternos. Todavía andábamos lejos, por lo que no había un telo a mano, así que con la calentura que tenía, arranque para la zona más rural y me coloqué en una zona boscosa paralela a la autopista. Como era de madrugada no había nadie salvo nosotros...
Apague el auto y pasamos a la parte de atrás. El auto era una rural, por lo que la parte de atrás es bastante espaciosa. Voltee el asiento, y me puse en el medio de aquellas dos calientes mujeres y empezamos a besarnos y a sacarnos ropa lentamente.
Aquello era la típica fantasía sexual de cualquier hombre, hacer un trío con dos hembras divinamente perras. A principio empezamos toqueteando suave, hasta que juntas, bajaron a lamerme la puntita de la pija, siguiendo por los testículos y el tronco. Había tanta lengua que no conseguí identificar quien hacia cada cosa.
Mientras, yo las ponía cachondas, chupando sus pechos, pezones, y cuando llegaba, bajando a sus depiladitas conchitas. Cuando los tres entramos a punto caramelo, arrancamos a coger cual orgia romana.
Hicimos, dentro de lo que el auto permitía, varias posiciones, alternando yo abajo y ellas encima, ellas abajo y yo encima, a cuatro patas, un 696 y hasta ellas se besaron y manotearon entre ellas...
Después de casi hora y media de sexo en grupo, estábamos completamente sudados y el olor a sexo en el auto era imposible de no percibir, lo que hacía que el morbo fuera total y todos quisiéramos seguir garchando.
Pero se hacía de día, y con el alcohol un poco más bajo, me agarro un rapto de cordura, por lo que decidí acomodarme un poco, y arrancar de nuevo.
Ahí abusando de mi rol de conductor, les dije que la condición para llevarlas de vuelta a casa fue que me la chuparan un poquito en el camino.
Ellas como si fueran mis putitas obedecieron y se turnaron en el asiento de adelante, donde me la chuparon hasta que me exprimieron lo último que quedaba de leche. Después de tomársela toda, Agus, me limpio prolijamente la pija con la lengua.
Llegamos a su casa, dejamos a Agus, y luego la acerque a Anita, que pago peaje antes de bajarse.
Fue la mejor experiencia sexual que había tenido hasta el momento. Lástima que no quedo registrada más que en nuestra memoria...
http://www.poringa.net/posts/relatos/2741212/Agus---la-pendex-del-Cupon-Parte-II.html
Y el origen de todo pueden revivirlo en la parte I con Agus
http://www.poringa.net/posts/relatos/2726414/Agus---la-pendex-del-Cupon.html#comment-114253
Despues de lo que paso en el baño, me quede un rato de costado, tomando algo mientras la pendeja volvió con sus amigas. Linda fiesta!
En eso, volví a ver a la rubia aquella que recordaba del local. Tenía el mismo culo que rajaba la tierra que antes, solo que en una calza brillante era mucho más notorio. Alguna pavada le habré dicho y terminamos tomando algo juntos. Le tire algún perro al enterarme que a esta altura no trabajan juntas, pero no prendió en ninguno, y después de 10 minutos se fue a bailar con el resto del grupo.
Bailamos un rato más con la pendeja, y cuando me quise dar cuenta ya era momento de volver. Así que le avise que volvería en el auto y que se viniera conmigo, así cerrábamos la noche. Y para mi sorpresa, ahí pico la rubia, preguntando si no la acercábamos. Obvio que la otra metió un puchero importante, pero yo sabía que había que meter alguna ficha.
Al final terminamos volviendo juntos, Agus, Anita y yo. Eran alrededor de las 5 de la mañana cuando saque el auto, y volví a enfilar para la autopista, que nos traería de vuelta a la ciudad.
Venía manejando tranqui, sin prisas porque aunque no iba borracho, habíamos metido un par de tragos. Como ya saben, la pendeja y yo lo habíamos pasamos muy bien en la fiesta, además de bailar y tomar, nos habíamos reencontrado en el baño.
El regreso a casa era tranqui, con música dance a volumen bajo, mientras la relojeaba, y cada tanto le jugueteaba un pecho a Agus, que estaba medio adormilada del lado del acompañante.
A Anita, que estaba en la parte de atrás ya se la veía mas dormida por efecto del alcohol. Y como tenía las piernas medio abiertas le veía por el retrovisor su tanguita de color negro. A estas alturas, Agus también estaba recostada y despatarrada en el asiento del copiloto y también se dejaba ver tanga blanca.
De solo ver la escena, ya me estaba poniendo cachondo de nuevo! Las 2 amiguetas medio abiertas de piernas y me dieron el morbo de enfiestarlas.
Con bastante más énfasis, mi mano derecha arranco a tocarla a Agus, desde las piernas hasta arriba, y de a ratos siguiendo el contorno de los pechos, Una y otra vez colocaba mi mano derecha en sus piernas y las masajeaba, hasta que empezó a verse como a la muy putita se le mojaba la ropita interior.
Aunque me apartaba mi mano se notaba que le gustaba por lo que me la jugué y metí mi mano en su entrepierna para tocar su conchita, corriendo su tanga solo para ver el depiladito ese que antes había recorrido a la perfección.
Conforme la iba acariciando la pendeja gemía en voz baja y se abría de piernas para mí y estaba cada vez más mojada. Tiró la cabeza hacia atrás y se dejó hacer todo lo que yo le hacía hasta que ella se puso tan caliente que también empezó a manotearme la pija por encima del pantalón. Siguió así durante unos minutos y como estaba a tope, me desabrochó el pantalón y empezó a pajearme unos segundos para seguidamente chupármela lentamente.
Lo estábamos pasando de lujo y era un morbo esa situación, nosotros a nuestra marcha y su amiga durmiendo en la parte de atrás o eso creíamos porque en un momento que me giré disimuladamente de repente vida a Ana incorporada en el asiento y viéndonos pleno acto sexual...
Paramos al momento y le dijimos que estábamos algo copeteados y cachondos y se nos había ido la cabeza, Ana se rió y nos dijo que nos había escuchado desde hace un rato, que llevaba ya varios minutos mirándonos y que estaba muy caliente de vernos.
Al principio medio que me quede, y cuando conseguí reaccionar, y le pregunte medio jugándola de joda, que podía hacer por ella, a lo que sin movérsele un pelo a la muy trola de Anita sino que riéndose, nos dijo que podíamos parar en uno de los telos de la ruta, y garchar los 3, ya que era claro que veníamos todos muy cachondos.
Miré a Agus a ver lo que decía y creía que iba a tener que remarla, (sabía que iba a agarrar viaje, pero no me imaginaba que la muy puta lo hiciera de una) cuando para mí sorpresa me, me marco que saliera por la siguiente bajada.
Así lo hice, y en la siguiente salida, baje a colectora a buscar adonde meternos. Todavía andábamos lejos, por lo que no había un telo a mano, así que con la calentura que tenía, arranque para la zona más rural y me coloqué en una zona boscosa paralela a la autopista. Como era de madrugada no había nadie salvo nosotros...
Apague el auto y pasamos a la parte de atrás. El auto era una rural, por lo que la parte de atrás es bastante espaciosa. Voltee el asiento, y me puse en el medio de aquellas dos calientes mujeres y empezamos a besarnos y a sacarnos ropa lentamente.
Aquello era la típica fantasía sexual de cualquier hombre, hacer un trío con dos hembras divinamente perras. A principio empezamos toqueteando suave, hasta que juntas, bajaron a lamerme la puntita de la pija, siguiendo por los testículos y el tronco. Había tanta lengua que no conseguí identificar quien hacia cada cosa.
Mientras, yo las ponía cachondas, chupando sus pechos, pezones, y cuando llegaba, bajando a sus depiladitas conchitas. Cuando los tres entramos a punto caramelo, arrancamos a coger cual orgia romana.
Hicimos, dentro de lo que el auto permitía, varias posiciones, alternando yo abajo y ellas encima, ellas abajo y yo encima, a cuatro patas, un 696 y hasta ellas se besaron y manotearon entre ellas...
Después de casi hora y media de sexo en grupo, estábamos completamente sudados y el olor a sexo en el auto era imposible de no percibir, lo que hacía que el morbo fuera total y todos quisiéramos seguir garchando.
Pero se hacía de día, y con el alcohol un poco más bajo, me agarro un rapto de cordura, por lo que decidí acomodarme un poco, y arrancar de nuevo.
Ahí abusando de mi rol de conductor, les dije que la condición para llevarlas de vuelta a casa fue que me la chuparan un poquito en el camino.
Ellas como si fueran mis putitas obedecieron y se turnaron en el asiento de adelante, donde me la chuparon hasta que me exprimieron lo último que quedaba de leche. Después de tomársela toda, Agus, me limpio prolijamente la pija con la lengua.
Llegamos a su casa, dejamos a Agus, y luego la acerque a Anita, que pago peaje antes de bajarse.
Fue la mejor experiencia sexual que había tenido hasta el momento. Lástima que no quedo registrada más que en nuestra memoria...
1 comentarios - Agus (Y Anita) - El trio del cupon - Parte III