Ella salió a cazar en celo

La música rítmica, hipnótica, para el movimiento espasmódico de los cuerpos. La oscuridad, las luces y el alcohol. El humo artificial y el olor a sudores, perfumes y alcohol. El baile candente, la poca ropa y la mucha piel. Los roces, los diálogos en el oído, y los besos. Las parejas apretando y metiendose mano. Y en el centro, ella.
Bailando seductora, con su mini de jean y su blusa con la pancita al aire. Su cabello suelto y sus labios pintados. Su hambre voraz de sensualidad. Su mirada sexual que pervertía a hombres y mujeres por igual.
En un momento un chico joven se le acercó, mucho menor que ella, no tendría más de veinte años. Fachero, físico de gimnasio pero cara de nene. Obviamente no pude oír qué le decía, sólo veía que le hablaba al oído y ella se reía. Desde mi posición de espectador de lujo, en el primer piso del boliche, observaba el baile entre ellos, y una conversación que en lo gestual tardó apenas cinco minutos en convertirse en un explícito cachondeo. La calentura era evidente. Se rozaban los brazos, se tocaban, se abrazaban. Sonaron dos temas más y el la besó, con timidez, con inexperiencia notoria pese a no ser un niño. Ella respondió como toda una mujer treintañera y caliente: le tomó la cabeza con las dos manos y le comió la boca. Las lenguas iban y venían. pronto su pancita al aire se convertiría en un vientre volcánico que magnetizaba las manos del muchacho. En este punto los perdí de vista, ella lo tomó de la mano y caminó en dirección a los baños.
Pasaron veinte minutos hasta que los volví a ver. Ella salía del baño de varones con el cabello revuelto, el maquillaje corrido y la mini arrugada, y a su blusa le faltaba un botón. Al ratito salió él. Se despidieron rápidamente, el chico parecía interesado en seguir pero ella le cortó el rostro con frialdad. El pibe puso cara de no entender.
Ella me vio a metros del baño y me dirigió una sonrisa de oreja a oreja. Vino caminando, me tomó de las manos y me dio un piquito.
-La pasaste bien? le pregunté
-Si amor, muy bien, me lo re garché al pendejo
-Te cogió bien?
-Mas o menos, la calentura le jugó en contra, y en el cubículo ese no estabamos cómodos, pero yo me lo cogí muy bien, tenía una buena pija
-Te cuidaste, no?
-Obvio, siempre llevo conmigo los forros que me comprás para estas ocasiones
-Y le tomaste la leche?
-Quise, pero acabó antes de que me salga de encima suyo. Igual, me lo monté re bien
-Te veo contenta
-Jajaj es que soy una hembra completa amor, y satisfecha, y con vos me siento segura y amada, y puedo ser yo misma
-Igual que vos me dejas ser yo mismo
-Es que te conozco bien lo pervertidito que sos y cómo te gusta mirarme en acción...bueno, y yo que soy putita
-Vos también sos pervertida y te gusta mirar...el pobre flaco quedó medio en bolas por cómo le cortaste el mambo...
-Jajaja bueno, pobre, no me quedó otra que decirle que no podía darle mi número
-Qué le dijiste?
-Que gracias por haber sido nuestro sex toy
-Que te contestó?
-No entendió por qué le decía "nuestro"...pero dejalo, vamos para casa? mi conchita está deseosa de que la llenes de tu pija
-Vamos amor.