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Compendio II
😕 😕 😕
Siempre deseo que los domingos nunca terminen.
Bueno, esos domingos que él se queda en casa.
Son tantas cosas las que hace, que no quiero que se vaya. Pero le entiendo.
Nunca lo vi así de contento cuando trabajaba en la oficina.
😟 😟 😟
De partida, comemos rico. Sé cocinar, pero no sé si lo haré alguna vez tan bien como lo hace él, porque Liz y yo le vemos en la cocina y pareciera uno de esos chefs de restaurant.
😳 😳 😳
Pica, rebana, fríe, aliña, pela, usa la batidora, baña en una salsa y otras tantas cosas. Pero lo que más nos gusta es el olorcito que sale.
🤤 🤤 🤤
¡Es tan rico, que nos hace rugir el estómago!
Y el saborcito, delicioso. La comida se deshace en nuestras bocas, sin necesidad de masticar tanto y tragar sus bocados sin degustar el sabor es un pecado…
(Lo mismo pasa con el juguito que él me da… XD)
Pero también están sus atenciones. Cuando va al puerto a comprar pescado (porque no le gusta la comida de mar, pero dice que es saludable que comamos, para que cuando las pequeñas crezcan no se pongan mañosas), me trae un chocolatito y un macetero con flores.
☺️ ☺️ ☺️
Al principio, no me interesaba tanto, porque el polen me pone muy alérgica en primavera. Pero entonces, me di cuenta que eran más regalos para Liz que para mí.
😳 😳 😳
Ella se encarga de regarlas, que tomen sol y que estén bien cuidadas.
Y claro, él con sus explicaciones que cautivan…
“Las orquídeas, aparte de su agradable aroma, en el lenguaje de las plantas aluden a la belleza refinada. Toma atención en los pétalos y en los botones. Son de formas onduladas, con colores hermosos y en la mayoría de los casos, se abre con forma de estrella. Pero sin importar la belleza externa de estas flores, es el aroma que emana de ella su mayor encanto. Desde mucho tiempo, se han empleado en la confección de perfumes y otras sustancias aromáticas…”
Y él lo dice, concentrado mirando en la planta y yo, como mujer y su esposa, le miro sin entender cómo puede saber tanto.
Aparte que es clarísimo que los ojos de Liz ya no lo miran como si fuera su empleador, su jefe o un buen amigo…
Hay algo más entremedio…
😈 😈 😈
Por eso, tras almorzar, aprovecho de dormir la siesta con las pequeñas, mientras que ellos se encargan de lavar la loza y no les interrumpo, para que lo disfruten.
Como siempre, él me cuenta todo y yo quedo feliz.
Pero también juega con mis pequeñitas, aunque me deje echa un atado de nervios.
😌 😌 😌
Ya le dicen “Papá” y saben que yo soy “Mamá” e incluso dicen “Liz”, porque él les habla siempre y ellas le entienden.
Pero él las toma y las lleva al jardín, para que jueguen con tierra y con agua. Él se sienta y las cuida, pero lo que me pone los pelos de punta es que las deja comer pasto y tierra.
“¡Relájate, Marisol! En esta etapa, ellas conocen el mundo por echarse cosas a la boca y tú y yo también comimos tierra y pasto alguna vez cuando chicos.” Me dice para calmarme.
Pero me cuesta, porque las veo tan chiquititas e inocentes y las quiero tanto, así como lo quiero a él.
😡 😡 😡
Pero ¿Ven cómo me hace desvariar?
¡Yo quería contarles de la noche del domingo y me voy por las ramas, otra vez!
😟 😟 😟
No podemos hacer mucho, porque se tiene que levantar a las 5 de la mañana y lo hace como un ninja, porque pocas veces me despierta.
Pero es una experiencia bonita (en realidad, toda mi vida se ha vuelto bonita desde el minuto que le robé el beso de sus labios XD).
Es más lento y delicado esas noches. Es como cuando empezábamos a pololear, porque se preocupa que no me vaya a lastimar.
A mí me gusta que sea más salvaje conmigo, pero esas noches, como sé que no lo veré por una semana, no me molesta que sea lento.
Él se coloca sobre mí, levantando el camisón y metiendo solamente la puntita en mi rajita.
😩 😩 😊
¡Les diré que es una experiencia divina, porque es como cuando pruebo su comida!
¡Yo quiero que la meta y que empecemos a hacer el amor, pero me encanta que él pueda darse el tiempo para hacerme sufrir y añorar que me la meta una vez más!
Y están sus ojitos…
😍 😍 😍
Tiene esa misma mirada a cuando iba a trabajar al norte y se quedaba con mi mamá.
No es calentura ni nada por el estilo. Pero noto sus ojos y como que están más vivos, repletos de inteligencia.
¿Cómo podría explicarles?
😓 😓 😓
Yo sé que mi marido tiene 2 mitades. Una, es esa que quiere ser mi marido, mi rescatador y mi mejor amigo. El papá ejemplar y hombre de familia.
Pero también está esa otra mitad. La del ingeniero curioso y del hombre que está feliz con su trabajo.
Lamentablemente, por ahora no puede conciliar esas 2 mitades en el mismo lugar, porque la minería le llama y no es lugar para criar una familia. Pero me dice que en un par de años, tomará un trabajo de oficina.
😆 😆 😆
¿Lo ven? ¡Otra vez me voy por las ramas!
😔 😔 😔
Pero es por eso que no me fijo en más chicos. Confieso que tengo la necesidad de ser tomada en la semana, pero quiero que sea con mi mejor amigo, mi pololo y mi compañero.
Porque no paro de pensar en él y porque le amo una enormidad.
Porque siempre sabe cómo sorprenderme y porque sé que le importo más allá de todas las otras cosas y mujeres.
Y es en esos momentos, que estamos acostaditos, frente a frente, sintiendo su cuerpo sobre él mío y me roba besitos deliciosos, acariciando mi cuerpo y frotándolo despacito, que se da el tiempo para decirme las cosas más tiernas y lindas que he oído.
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De partida, como que da un suspiro, porque parece que me encuentra tan bonita y le gusta tanto mi cuerpo, que le distraigo.
😊 😊 😊
Entonces, como que me hace el quite a la mirada, porque le da vergüenza lo que quiere decirme.
“Marisol… ¿Te acuerdas de la primera vez que lo hicimos sin condón?” me pregunta, todavía avergonzado.
😂 😂 😂
“¡Claro que me acuerdo!” le respondo, mirando levantando mi mano para ver mi anillo.
¡Fue durante esos días muy intensos!
Había vuelto de la mina y mamá y mi hermana le habían exigido más de la cuenta y él acabó colapsando por fatiga. Lo llevamos al hospital, donde le obligaron a guardar reposo por una noche.
Pero cuando volvíamos a casa, encontramos a mi tío queriendo secuestrar a mi prima Romi.
😳 😳 😳
Mi marido, que aún no recuperaba sus fuerzas, valientemente se enfrentó con él, movido solamente por la furia.
👿 👿 👿
Y le dio un violento puñetazo a mi tío, que lo dejó sin sentido, como si fuera un superhéroe del animé.
😍 😍 😍
Y entonces, Romi me contó que él y ella tuvieron algo, mientras yo no estaba.
XD
Pero a la mañana siguiente de ese fenomenal día, mi marido me presentó el anillo de compromiso y que ahora es de matrimonio.
😲 😲 😲
¡Y yo, sorprendida a morir, porque nunca creí que querría casarse conmigo!
😱 😱 😱
“Pues… yo no te lo dije en esos momentos, pero tuve la sensación que te ibas a embarazar esa vez.” Me confesó, mirándome con esos ojazos que me vuelven loca.
😳 😳 😳
Yo tomaba pastillas y él usaba siempre un preservativo.
Pero esa mañana desperté tan contenta y al ver ese anillo, lo único que quería era sentirlo enteramente dentro de mí.
Y parece que me olvidé tomarme la de ese día, porque ahora tengo 2 pequeñitas que me dicen “mamá”.
XD
Pero lo que me dijo después, me dejó waaa…
“Y ahora tengo la sensación que te vas a embarazar de nuevo.”
😳 😳 😳
¡Quedé helada, porque yo le creo todo!
“¡Pero yo me tomo las pastillas! ¡Tú me ves! ¡Lo hago todos los días!” le respondí, sin saber que hacer…
😱 😱 😱
Entonces, me tomó de la mano y se metió enterita dentro de mí.
😖 😩 😲
“¡Si, lo sé! Pero no son 100% efectivas. ¡Y es una sensación, nada más!” me dijo, para calmarme.
😬 😬 😬
“Entonces… ¿Tú no quieres hacerlo ahora?” le pregunté con un nudo en el estómago.
Y él me sonrió…
😍 😍 😍
“¿Cómo no voy a quererlo?” me dice y me besa el cuello.
😂 😂 😂
¡Yo floto en una nube!
¡Y ahí, recién empezamos a hacerlo!
😩 😖 😩 😍
Es delicado y más suave. No la mete tan rápido como los otros días.
Pero avanza lento y me ensancha como todas las veces.
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¡Se afirma de mi trasero, como si quisiera meterla más adentro y yo siento como suspira por mí!
Me envuelve entre sus brazos, me acaricia el pelo y me besa con sus labios preciosos y sus ojitos lindísimos, mirando lo más profundo de mi alma.
😍 😍 😍
Acaricia mis pechos, despacito y con sus manos calientitas. Les da beso y prueba un poquito más de la leche que le tengo a las pequeñas, haciéndome tan feliz que le guste.
Juguetea con mi pezón usando su lengua y dándole besitos apasionados, como la persona que te ama y que lo único que desea es tener tu lengua dentro de su boca.
¡Y me saca ricos orgasmos!
XD
Pero no se queda solamente en eso. Su boquita va subiendo por mi pecho, llega hasta mi cuello, sube por mi mandíbula y llega a mi mejilla, donde está el lunar que a él tanto le gusta, dándome besos y lamidas, mientras que su cintura ardiente y transpirada no para de entrar ni de salir de mí.
😩 😖 😩 😖
La cama se mueve, en una marcha intensa, pero en otro compás, diferente al de las otras veces.
Ras…ras…ras…
Fuerte y seco. Como si fuera un ariete, asediando el castillo.
Yo le envuelvo entre mis piernas, mientras él sigue su marcha colosal. Lo siento muy profundo en mi útero.
No me sorprende, porque ahora todas las veces llega hasta allá.
Y trato de contenerme. De no gemir muy fuerte.
Porque sé que Liz también lo ama y le encantaría estar en mi lugar.
Pero yo soy su esposa y tengo que despedirlo.
Es mi marido y mi mejor amigo y no pararé de decirlo.
😩 😖 😩 😖
Y él me arrasa, entrando y saliendo con impulso.
Me acuerdo de esos videos de la bomba atómica, cuando los árboles se mueven de un lado para otro, por la fuerza de la explosión.
Y es que él es así: una fuerza de la naturaleza, que me sobrepasa en todo mi entendimiento y en mi ser.
Y sigue entrando y saliendo, entrando y saliendo, quemándome con ese bastón grueso e imparable, que no para de bombear.
😩 😍 😩 😖 😍
Llego a un momento donde mi cuerpo pide piedad. Es demasiado placer para poder sentirlo sola y como si fueran los primeros rayos de sol entrando por mi ventana, él acaba.
💦 💦 💦
Quedo rebosante, con mi copa rellena.
😍 😍 😍
Puedo sentir el calor de su juguito, rellenando mi vientre y me hace sentir relajada.
“¿Qué piensas? ¿Te molestaría mucho?” me pregunta, cuando estoy en las nubes.
“¡No te estoy diciendo que lo volvamos a intentar! Créeme que para mí ya es difícil dejarte sola acá, incluso si te quedas con Liz…”
😍 😍 😍
Le doy un beso, para calmarle.
“¡Claro que no me molesta! ¡Tonto! ¡Eres mi marido y también quiero tener más hijos contigo!” le digo, haciéndole un cariño.
Y me mira con esos ojos. Con esos lindos y tiernos ojos, que me entienden y me quieren.
Esos ojos a las que yo soy incapaz de decirle “no”.
“Eres tú el que se preocupa porque estudie y si pasa de nuevo, ¡Bienvenido sea!”
“Pero el parto y las molestias…” me dice, con ojitos preocupados.
😆 😆 😆
Me vuelvo a reír.
😍 😍 😍
“Eso fueron un par de meses. Pero la alegría nos durara por años…” le dije.
Y nos volvimos a besar y a hacerlo una vez más.
Pero como dice la canción…
“Lo que será, será…”
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1 comentarios - Lo que será, será…