Era miércoles, día de after office con mi compañera de oficina Romina. Ese día estaba con los pelos medios volados. No tenía mucho humor para salir, pero ella me insitió tanto que accedí. No se que me pasaba, extrañaba Rosario, me sentía sola, sumado a algún problema en el trabajo era un cóctel que no podía manejar.
Fuimos al bar de siempre, Romi se encontró con un amigo y cuando ellos decidieron irse, yo me quedé a terminar mi trago sola en la barra. Al lado mio se sentó un flaco. Pidió en la barra y preguntó por el happy hour, que había terminado 5 minutos antes. El de la barra le dijo que ya no podía ofrecerle 2x1, y como a mi me quedaba todavía el segundo, se lo ofrecí; así podía terminar antes e irme a casa.
Me agradeció y me empezó a hablar y preguntar algunas cosas, a lo que contestaba siempre con un si o un no bien seca. Hasta que en la charla, surgió que él no era de Buenos Aires, sino de Rosario. Ahi me aflojé un poco más. Encima, se llamaba Daniel, como mi hermano, aunque era un poco más chico que él, tenía 28 años.
Le empecé a seguir un poco más la charla. Estaba por trabajo en Buenos Aires por dos semanas. Era la primera vez que se quedaba tanto tiempo. Mientras hablábamos, le sonó el celular. Su cara se transformó. Atendió, y parecía discutir con alguien, hasta que cortó. "Mi ex novia", me dijo.
Le pregunté y me contó. Resumidamente, la mina lo había dejado, después de 5 años. Pero lo seguía llamando y recién le había hecho una escena de celos porque estaba en un bar. Bueno, una de esas locas que abundan. Le dije que no le diera más bola y no le contestara más.
Me dijo que la atendía porque ella estaba mal y triste. De hecho, llamó un par de veces más. Traté de hacerle entrar en razón que ella lo había dejado, que si estaba triste era problema de ella. Pero no había caso. La charla se empezó a hacer más profunda, y ya nos habíamos pedido otra ronda más de bebida. Y siguieron más confesiones. Me contó que su ex había sido la primera y única mujer en su vida.
Así como yo le preguntaba, me tuve que bancar las preguntas de él. Cuando me preguntó por mis novios, le dije que no tuve (verdad). Se sorprendió un poco, y me preguntó sobre mi primera vez. En ese momento yo tenía 23 años, la misma edad que tenía él cuando debutó. No sabía que decir!! (la mía fue muuuucho más chica). Así que le conté la realidad un poco maquillada: le dije que fue con el mejor amigo de mi hermano (casi verdad) a los 19 años (bueno... no tan verdad).
Me contó que estaba nervioso, que ahora tenía que arrancar de nuevo con esto de "salir a encarar" y no sabía como. Además que solo había estado con una mujer en su vida y se sentía inseguro. Suena de nuevo el celular. Lo mira con ganas de atender. Se lo agarré y me lo guardé en el bolsillo. Me pidió que se lo devuelva, pero no lo dejé. "Por hoy olvidate de ella", le dije.
Ya estábamos los dos bastante tomados. Nos paramos y él empezó a acercarse para sacarme el teléfono, aunque no se animaba a buscarlo (lo tenía en el bolsillo de atrás). Ya estábamos los dos casi pegados, él con sus manos rodeando mi cintura pero sin tocarme casi. Nos quedamos mirándonos a los ojos y sabía por lo que me había contado, que él no iba a dar el primer paso. Así que lo agarré de la nuca y le comí la boca.
Al principio dudó, pero enseguida se olvidó del teléfono y me abrazó. Estuvimos chapando un rato en el bar, hasta que le dije que me quería ir. "No te vayas, quedate un rato más", me dijo. Esa ternura e inocencia me encendió. Obviamente, se lo había dicho para que él viniera conmigo.
Le pedí que me acompañara hasta mi departamento, que estaba a unas cuadras. Cuando llegamos a la puerta, con una mirada pícara, lo invité a pasar. Noté en su rostro miedo de lo que podía llegar a suceder arriba. Lo agarré de la mano y lo llevé hasta arriba.
Cuando entramos, nos volvimos a besar, ahora de manera más salvaje y apasionada. Lo arrastré hasta mi habitación, mientras le sacaba la remera y desabrochaba el jean. Lo tiré en la cama. Sabía que iba a tener que trabajar yo. Me subí arriba y lo besé. Fui bajando por su pecho y su panza. Se notaba que iba al gimnasio, estaba todo marcadito y durito, como me gusta a mi. No una bola de músculo, sino algo más talladito.
Me acomodé entre sus piernas. Con mis manos recorría sus abdominales, rozándolos con la punta de mis dedos. Hasta que de un tirón, bajé fuerte mis manos bajando jean con boxer todo junto, dejándolo desnudo. Su pija estaba totalmente dura. Fui besando sus muslos, subiendo hasta llegar a su verga.
La agarré con mis manos y mientras lo pajeaba, puse mi cara al lado del tronco. Lo miré con deseo y le pregunté si quería que se la chupara. Me respondió entre suspiros y gemidos que si. "Pero sabés que vas a tener que hacer vos a cambio, no?", le pregunté. "Me la vas a tener que chupar vos a mi".
"Te la chupo gratis si querés", me respondió. Cuando terminó de decir eso, me enterré la mitad de su pija en mi boca y empecé a chuparla con ganas. Lo pajeaba mientras mi boca subía y bajaba. Solté la pija y se la seguí chupando sin manos, para tocar su cuerpo. De parte de él eran solo exclamaciones de placer y pedidos que siguiera.
Podía sentir como su pija estaba cada vez más dura y latía de la calentura que arrastraba. "No puedo más", me dijo apartando mi cabeza. "No quiero acabar ahora". Me acostó en la cama y me desvistió torpemente. Me fue besando, haciendo rozar sus labios contra mi piel, hasta llegar a mis piernas. Ahí se detuvo y despacio metió su cabeza entre ellas.
Su lengua rozó mi clítoris, haciéndome estremecer. Lo hizo un par de veces más, hasta que abrió grande su boca y me comió toda la concha. Cuando la cerró, con su lengua me refregó desde mi cola para arriba. Siguió con una chupada magistral, moviendo su lengua con fuerza.
Mis piernas temblaban. Agarré fuerte las sábanas mientras sentía como estaba por acabar. Un grito de placer inundó la habitación. Mi clítoris se volvió muy sensible y tuve que sacarlo de entre mis piernas.
Se levantó y me besó. Sus labios aún tenían el gusto de mis jugos. Me encendí de una manera inexplicable y le pedí que me cogiera. Me miró como si nunca se lo hubiesen dicho. Me penetró con cuidado. Me abrazó y besó mientras me cogía sacando y enterrando su pija entera en mi. Su ritmo era cuidado, despacio, controlado.
No estaba mal, pero quería otra cosa. "Más fuerte...", le dije. Aceleró un poco, pero seguía siendo suave. No aguanté. Lo saqué, lo di vuelta y me subí yo arriba. Agarré su pija y me la clavé. Empecé a cabalgarlo violentamente. Saltaba arriba de su pija, me la dejaba enterrada y refregaba mi cuerpo contra el suyo.
Daniel me pedía que parara un poco, porque lo iba hacer acabar. No le hice caso y seguí cabalgando con fuerza su pija. Me quiso agarrar de mis caderas para frenarme, pero yo le aprisioné las manos arriba de su cabeza sin dejar de moverme.
Sentí como su cuerpo se puso tieso, abrió sus ojos y su boca pero no emitió ningún sonido. Lo estaba haciendo acabar. Pero yo seguía cogiéndolo. Cuando se recuperó me dijo que había acabado. Yo sentía su pija aún dura, por lo que no pensaba en sacarla. Seguí cabalgando hasta acabar de nuevo arriba de su verga.
Me levanté y me acosté a su lado. "Me re cogiste, Juli... nunca me habían cogido así en mi vida!", me dijo aun con una sonrisa de oreja a oreja en su rostro. "En serio? que aburrida tu ex novia", le dije. Literalmente no habían sido ni 5 minutos. Ahí me contó, que a la mina no le gustaba hacer cosas raras y que el sexo era algo rutinario. "Bueno... hoy vamos a cambiar eso" le dije mientras lo besaba apasionadamente.
Su pija se levantó de nuevo. Se ve que hacía mucho no la ponía y estaba súper caliente. Era mi día de suerte. "Enseñame..." me pidió con voz temblorosa. Sonreí con la idea. Me calentó aún más. Agarré su pija y le pregunté si su ex se la chupaba seguido, y me dijo que no. Que tenía que rogarle. "Ahora me vas a rogar que pare" le dije antes de tragarme su pija y empezar a chuparla.
Le regalé un pete de lujo. Le escupí la pija, le chupé las bolas, el tronco, la cabeza, la lamía como un cucurucho, me la metía en la boca. Su pija estaba empapada de mi saliva y mi mano resbalaba por su tronco.
"Pará... pará que acabo", me dijo. Solté su pija y subí hasta su boca. Lo besé con pasión. "Ahora me vas a coger como un hombrecito, ok?" le dije mientras lo agarraba de la cara. Le di un beso, me di vuelta y me puse en 4. "Haceme mierda" le ordené. Se acomodó y me clavó la pija. Me agarró de la cintura y empezó a cogerme un poco más violento que antes. Pero no tanto como quería.
Lo frené. Me arrodillé adelante suyo y le dije "mirá... no me vas a hacer mal, ok? cogeme FUERTE. Como yo rencién". Lo besé y volví a ponerme en 4. Ahora si, me pegó una cogida como si quisiera matarme. "Asiiii asiiii!" le gritaba. Me garchaba tan fuerte que la cama se corrió de su posición original y tuvimos que parar para acomodar el colchón que estaba casi en el piso.
Lo tiré a la cama y me subí arriba de nuevo. Mi concha era un mar de flujos. Otro orgasmo hizo estremecer todo mi cuerpo con solo 2 embestidas de su pija cuando me senté arriba. Agarré sus manos y las llevé a mis tetas. Seguí cogiendolo, pero más despacio. Mis piernas ya no respondían como antes.
Le pregunté si estaba por acabar. Yo estaba totalmente satisfecha. Me bajé de su pija y se la volví a chupar. Cuando sentí que estaba por acabar, me acosté en la cama y lo dejé que me acabara en las tetas. Rendido, se acostó a mi lado. Repetía "no lo puedo creer.. no lo puedo creer" como tildado, mientras yo me limpiaba su leche en mi cuerpo.
- Te gustó la clase?- le pregunté
- Me encantó profe... ojalá se repita porque algunas cosas no me quedaron claras...
- Con mucho gusto. Hasta cuando te quedás?
- El viernes... pero creo que puedo volver el sábado, no?
- No hay problema... y no hace falta que pagues hotel. Quedate aca-
Por supuesto aceptó la propuesta. Agarró su celular. 23!!! llamadas perdidas de la ex... "Otra vez, esta rompebolas..." dijo. Se levantó de la cama y la llamó. "Hola... si... NO ME ROMPÁS MAS LAS PELOTAS!"
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Fuimos al bar de siempre, Romi se encontró con un amigo y cuando ellos decidieron irse, yo me quedé a terminar mi trago sola en la barra. Al lado mio se sentó un flaco. Pidió en la barra y preguntó por el happy hour, que había terminado 5 minutos antes. El de la barra le dijo que ya no podía ofrecerle 2x1, y como a mi me quedaba todavía el segundo, se lo ofrecí; así podía terminar antes e irme a casa.
Me agradeció y me empezó a hablar y preguntar algunas cosas, a lo que contestaba siempre con un si o un no bien seca. Hasta que en la charla, surgió que él no era de Buenos Aires, sino de Rosario. Ahi me aflojé un poco más. Encima, se llamaba Daniel, como mi hermano, aunque era un poco más chico que él, tenía 28 años.
Le empecé a seguir un poco más la charla. Estaba por trabajo en Buenos Aires por dos semanas. Era la primera vez que se quedaba tanto tiempo. Mientras hablábamos, le sonó el celular. Su cara se transformó. Atendió, y parecía discutir con alguien, hasta que cortó. "Mi ex novia", me dijo.
Le pregunté y me contó. Resumidamente, la mina lo había dejado, después de 5 años. Pero lo seguía llamando y recién le había hecho una escena de celos porque estaba en un bar. Bueno, una de esas locas que abundan. Le dije que no le diera más bola y no le contestara más.
Me dijo que la atendía porque ella estaba mal y triste. De hecho, llamó un par de veces más. Traté de hacerle entrar en razón que ella lo había dejado, que si estaba triste era problema de ella. Pero no había caso. La charla se empezó a hacer más profunda, y ya nos habíamos pedido otra ronda más de bebida. Y siguieron más confesiones. Me contó que su ex había sido la primera y única mujer en su vida.
Así como yo le preguntaba, me tuve que bancar las preguntas de él. Cuando me preguntó por mis novios, le dije que no tuve (verdad). Se sorprendió un poco, y me preguntó sobre mi primera vez. En ese momento yo tenía 23 años, la misma edad que tenía él cuando debutó. No sabía que decir!! (la mía fue muuuucho más chica). Así que le conté la realidad un poco maquillada: le dije que fue con el mejor amigo de mi hermano (casi verdad) a los 19 años (bueno... no tan verdad).
Me contó que estaba nervioso, que ahora tenía que arrancar de nuevo con esto de "salir a encarar" y no sabía como. Además que solo había estado con una mujer en su vida y se sentía inseguro. Suena de nuevo el celular. Lo mira con ganas de atender. Se lo agarré y me lo guardé en el bolsillo. Me pidió que se lo devuelva, pero no lo dejé. "Por hoy olvidate de ella", le dije.
Ya estábamos los dos bastante tomados. Nos paramos y él empezó a acercarse para sacarme el teléfono, aunque no se animaba a buscarlo (lo tenía en el bolsillo de atrás). Ya estábamos los dos casi pegados, él con sus manos rodeando mi cintura pero sin tocarme casi. Nos quedamos mirándonos a los ojos y sabía por lo que me había contado, que él no iba a dar el primer paso. Así que lo agarré de la nuca y le comí la boca.
Al principio dudó, pero enseguida se olvidó del teléfono y me abrazó. Estuvimos chapando un rato en el bar, hasta que le dije que me quería ir. "No te vayas, quedate un rato más", me dijo. Esa ternura e inocencia me encendió. Obviamente, se lo había dicho para que él viniera conmigo.
Le pedí que me acompañara hasta mi departamento, que estaba a unas cuadras. Cuando llegamos a la puerta, con una mirada pícara, lo invité a pasar. Noté en su rostro miedo de lo que podía llegar a suceder arriba. Lo agarré de la mano y lo llevé hasta arriba.
Cuando entramos, nos volvimos a besar, ahora de manera más salvaje y apasionada. Lo arrastré hasta mi habitación, mientras le sacaba la remera y desabrochaba el jean. Lo tiré en la cama. Sabía que iba a tener que trabajar yo. Me subí arriba y lo besé. Fui bajando por su pecho y su panza. Se notaba que iba al gimnasio, estaba todo marcadito y durito, como me gusta a mi. No una bola de músculo, sino algo más talladito.
Me acomodé entre sus piernas. Con mis manos recorría sus abdominales, rozándolos con la punta de mis dedos. Hasta que de un tirón, bajé fuerte mis manos bajando jean con boxer todo junto, dejándolo desnudo. Su pija estaba totalmente dura. Fui besando sus muslos, subiendo hasta llegar a su verga.
La agarré con mis manos y mientras lo pajeaba, puse mi cara al lado del tronco. Lo miré con deseo y le pregunté si quería que se la chupara. Me respondió entre suspiros y gemidos que si. "Pero sabés que vas a tener que hacer vos a cambio, no?", le pregunté. "Me la vas a tener que chupar vos a mi".
"Te la chupo gratis si querés", me respondió. Cuando terminó de decir eso, me enterré la mitad de su pija en mi boca y empecé a chuparla con ganas. Lo pajeaba mientras mi boca subía y bajaba. Solté la pija y se la seguí chupando sin manos, para tocar su cuerpo. De parte de él eran solo exclamaciones de placer y pedidos que siguiera.
Podía sentir como su pija estaba cada vez más dura y latía de la calentura que arrastraba. "No puedo más", me dijo apartando mi cabeza. "No quiero acabar ahora". Me acostó en la cama y me desvistió torpemente. Me fue besando, haciendo rozar sus labios contra mi piel, hasta llegar a mis piernas. Ahí se detuvo y despacio metió su cabeza entre ellas.
Su lengua rozó mi clítoris, haciéndome estremecer. Lo hizo un par de veces más, hasta que abrió grande su boca y me comió toda la concha. Cuando la cerró, con su lengua me refregó desde mi cola para arriba. Siguió con una chupada magistral, moviendo su lengua con fuerza.
Mis piernas temblaban. Agarré fuerte las sábanas mientras sentía como estaba por acabar. Un grito de placer inundó la habitación. Mi clítoris se volvió muy sensible y tuve que sacarlo de entre mis piernas.
Se levantó y me besó. Sus labios aún tenían el gusto de mis jugos. Me encendí de una manera inexplicable y le pedí que me cogiera. Me miró como si nunca se lo hubiesen dicho. Me penetró con cuidado. Me abrazó y besó mientras me cogía sacando y enterrando su pija entera en mi. Su ritmo era cuidado, despacio, controlado.
No estaba mal, pero quería otra cosa. "Más fuerte...", le dije. Aceleró un poco, pero seguía siendo suave. No aguanté. Lo saqué, lo di vuelta y me subí yo arriba. Agarré su pija y me la clavé. Empecé a cabalgarlo violentamente. Saltaba arriba de su pija, me la dejaba enterrada y refregaba mi cuerpo contra el suyo.
Daniel me pedía que parara un poco, porque lo iba hacer acabar. No le hice caso y seguí cabalgando con fuerza su pija. Me quiso agarrar de mis caderas para frenarme, pero yo le aprisioné las manos arriba de su cabeza sin dejar de moverme.
Sentí como su cuerpo se puso tieso, abrió sus ojos y su boca pero no emitió ningún sonido. Lo estaba haciendo acabar. Pero yo seguía cogiéndolo. Cuando se recuperó me dijo que había acabado. Yo sentía su pija aún dura, por lo que no pensaba en sacarla. Seguí cabalgando hasta acabar de nuevo arriba de su verga.
Me levanté y me acosté a su lado. "Me re cogiste, Juli... nunca me habían cogido así en mi vida!", me dijo aun con una sonrisa de oreja a oreja en su rostro. "En serio? que aburrida tu ex novia", le dije. Literalmente no habían sido ni 5 minutos. Ahí me contó, que a la mina no le gustaba hacer cosas raras y que el sexo era algo rutinario. "Bueno... hoy vamos a cambiar eso" le dije mientras lo besaba apasionadamente.
Su pija se levantó de nuevo. Se ve que hacía mucho no la ponía y estaba súper caliente. Era mi día de suerte. "Enseñame..." me pidió con voz temblorosa. Sonreí con la idea. Me calentó aún más. Agarré su pija y le pregunté si su ex se la chupaba seguido, y me dijo que no. Que tenía que rogarle. "Ahora me vas a rogar que pare" le dije antes de tragarme su pija y empezar a chuparla.
Le regalé un pete de lujo. Le escupí la pija, le chupé las bolas, el tronco, la cabeza, la lamía como un cucurucho, me la metía en la boca. Su pija estaba empapada de mi saliva y mi mano resbalaba por su tronco.
"Pará... pará que acabo", me dijo. Solté su pija y subí hasta su boca. Lo besé con pasión. "Ahora me vas a coger como un hombrecito, ok?" le dije mientras lo agarraba de la cara. Le di un beso, me di vuelta y me puse en 4. "Haceme mierda" le ordené. Se acomodó y me clavó la pija. Me agarró de la cintura y empezó a cogerme un poco más violento que antes. Pero no tanto como quería.
Lo frené. Me arrodillé adelante suyo y le dije "mirá... no me vas a hacer mal, ok? cogeme FUERTE. Como yo rencién". Lo besé y volví a ponerme en 4. Ahora si, me pegó una cogida como si quisiera matarme. "Asiiii asiiii!" le gritaba. Me garchaba tan fuerte que la cama se corrió de su posición original y tuvimos que parar para acomodar el colchón que estaba casi en el piso.
Lo tiré a la cama y me subí arriba de nuevo. Mi concha era un mar de flujos. Otro orgasmo hizo estremecer todo mi cuerpo con solo 2 embestidas de su pija cuando me senté arriba. Agarré sus manos y las llevé a mis tetas. Seguí cogiendolo, pero más despacio. Mis piernas ya no respondían como antes.
Le pregunté si estaba por acabar. Yo estaba totalmente satisfecha. Me bajé de su pija y se la volví a chupar. Cuando sentí que estaba por acabar, me acosté en la cama y lo dejé que me acabara en las tetas. Rendido, se acostó a mi lado. Repetía "no lo puedo creer.. no lo puedo creer" como tildado, mientras yo me limpiaba su leche en mi cuerpo.
- Te gustó la clase?- le pregunté
- Me encantó profe... ojalá se repita porque algunas cosas no me quedaron claras...
- Con mucho gusto. Hasta cuando te quedás?
- El viernes... pero creo que puedo volver el sábado, no?
- No hay problema... y no hace falta que pagues hotel. Quedate aca-
Por supuesto aceptó la propuesta. Agarró su celular. 23!!! llamadas perdidas de la ex... "Otra vez, esta rompebolas..." dijo. Se levantó de la cama y la llamó. "Hola... si... NO ME ROMPÁS MAS LAS PELOTAS!"
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44 comentarios - Quiero ser tu profe
gracias por pasar!
gracias por pasar!
Para cuando una salida en sta fe?
gracias por pasar! 😉
supongo que despues de la cogida que le pegaste a la mierda la ex
yo quiero una profe asi 😞
gracias por pasar
gracias por pasar
EXCELENTE LADY !!!!!!!!!!
Suertdo del ordo el Rosarino !!!!
jajajajaj ❤️ ❤️
jaajaja que genia sos esos parrafos:1 por que demuestra lo lento que somos alguuuunas veces 😒 2 porque que mujeres asi hay que saber valorar y saber devolver con intereses lo que dan nose si se entiende jajajaj
un saludo ju!
gracias por pasar
gracias por pasar!
gracias por pasar
gracias por comentar! 😉