Hola!
Nuevamente un relato sacado de la web!!!
Espero que les guste tanto como a mi.
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Me he metido por dentro como un virus, poco a poco, sin que te des cuenta, a través de tus poros; introduciéndome a hurtadillas en tu sangre, infectandote secretamente, de mis maneras, de mi morbo, inflamandote de feromonas y deseo, nadando en esa sopa de fluidos que somos y que, a veces, consigue volvernos locos...
Todo el tiempo voy contigo, moviéndome entre los pliegues de tu sexo, llenándola de ideas, haciendo que mojes tus bragas, metiéndote mano en el bus, babeando tu carne, pellizcando tus pezones en el baño, mordiéndote los labios, libandote el coño como un vampiro avaricioso que consigue sacar de ti los orgasmos que te rompen desde dentro cada día. Todo el tiempo.
Por fin has ido a verme. Hemos tardado mucho, la distancia, las circunstancias... No sabias si podríamos encontrarnos porque te aclare que si no me avisabas con tiempo igual no podría. Pero has preferido arriesgarme. Me has mandado un escueto sms desde el móvil informándome de la hora y el hotel: “...te espero caliente y complaciente. Tu niña insaciable.”
Te has tumbado en la cama mientras me esperabas, regodeandote en los entresijos de la mente, en las cosas que te digo, que te hago, que te hago hacer. Absolutamente con nadie tienes una confianza así. Es una sensación deliciosa, no puedes sacarla de tu cabecita, te sientes como si estuviera dentro de ti, casi protegida, como si mi misión fuera atender los misterios de tu sexo y estudiara cada secreto, cada enigma de tu carne, y pudiera despejar uno a uno cada incógnita pendiente de tu placer. Hasta las que tu misma desconoces. Buscando en al pozo mas profundo los laberintos que llegan hasta el centro de tu concupiscencia.
Cuando he llegado te ha parecido que el tiempo se paraba. Mi olor lo ha inundado todo. Se ha desplegado por toda la alcoba llegando hasta tu cuerpo. Me he acercado hasta a ti en silencio, mirándote a los ojos, pretendiendo inundarte de mi, de mi mirada. He conseguido intimidarte un poco. Me gusta jugar contigo. Me gusta irritarte. Ponerte de mala hostia. Sacar fuera de ti ese animal que llevas dentro y hacerte bailar al son del chasquido de mis dedos. TRACK, TRACK. Y va saliendo de ti esa bicha lasciva y lubrica que conozco tan bien. TRACK, TRACK. Y te mojas para mi. TRACK, TRACK. Pendiente del hilo que te conduce hacia mis dedos.
Te he agarrado de los brazos como para besarte, solo los he rozado y has notado como gotas de flujo inundaban los labios de tu coño discurriendo desde la entrada de tu agujero hasta tus muslos. “Mmmmmmm, preciosa” he dicho susurrando sobre tus labios. He dado un par de pasos hacia atrás, separándome de ti, para poder observarte bien. “Ábrete la blusa y déjate las tetas fuera”. Te has desabrochado despacio. Sabes que me gusta que lo hagas así. Me gusta alargar los tiempos, tomarme mi tiempo, darte tu tiempo, como si fueras un bollo que hay que cocer muy lentamente...Me he sonreído. He pasado los dedos por tus tetas, por todo el contorno dibujándolos sobre mis manos pero con mucha suavidad, te acariciaba y tu deseabas que las tocara con mas fuerza. Yo, por supuesto, lo sabia. Me he vuelto a sonreír. Tu pecho subía y bajaba. Me gusta ver que te cuesta respirar. Has apretado la mandíbula y has echado la cabeza hacia atrás levemente... Me gusta ver que te pones cachonda, que todo lo que hago tiene un efecto sobre ti. A todos los niveles. Me he puesto frente a ti y he pellizcando tus pezones. Sin piedad. Te gustaba y te dolía un poco. Cuando he sentido que era suficiente he aflojado un poco. Has temblado. Estabas irritada y excitada al mismo tiempo. Deseabas que mi poder se desplegara sobre ti con ese efecto que tan bien conoces. Esa mezcla de deseo, entrega y abandono. Esas ganas de salir de ti y ser solo miá.
¿Has sido una niña buena? - Lo he dicho en ese tono en que te hablo, con esa forma de hacerte saber que me da igual lo que pienses o lo que digas porque estas en mi manos, que voy a cuidar de ti, que voy a hacerlo bien. Has ido a responder pero te he hecho callar -shhhhhhh, no digas nada aun mi niña, piensatelo bien.- Si- Has respondido muy bajito, dudando.
Yo creo que no, yo creo que has sido una niña mala que merece unos....azotes...¿no crees?-
Si, has sentido un latigazo en tus vertebras lumbares. Yo sabia que lo deseabas y sabia la justa medida de este juego. He subido tu falda. Te he colocado sobre mis rodillas. He pasado mi mano por tu culo. Aunque no hubiera hecho nada mas se que te tenia, ya, a mis pies. Loca. Has apretado los ojos. He bajado tus bragas, un poquito, dejándolas por los muslos. Te has mordido el labio. Y he esperado. Te he hecho esperar sabiendo que tus coño goteaba, sabiendo que tu corazón latía desbocado y apenas podías controlar el ritmo de tu respiración. Entonces has sentido el primer azote. La palme de mi mano entraba en contacto con tu piel con cada azote y con cada azote tu corazón parecía retumbar en tu pecho, en cambio, por alguna razón que se te escapa apenas podías sentirla. Sentías mi mano, sentías cierta angustia y la humillación de ser azotada, sentías el dolor, aunque te gustaba muchisimo mas de lo que te dolía, pero no sentías que nadie te estuviera azotando. Cuando he comprobado que tu culo se enrojecía me he detenido.
Te picaba, te escocia, te morías de ganas de ser follada. El estado al que te había conducido no puedes describirse. Excitación no es la palabra adecuada. Enajenación, rapto, éxtasis...quizás. Sobre mis rodillas ademas sentías mi tremenda erección. Yo también jadeaba. Introduci lentamente un dedo en tu coño, lo he metido y sacado follandote con mi dedo despacito varias veces y luego te lo he dado a chupar... -Chupa, ¿Esta rico, verdad?-. Lo he impregnado en tu boca bien y luego lo he metido en tu culo muy muy despacito...- Como estas de cachonda mi niña....¿ves? Esto es lo que mas me gusta de todo, ponerte asi, ver que estas que te sales. Palpar tu chochito mojado y acariciar tu culo rojo.- Te he vuelto a azotar dos o tres veces mas y luego te he acariciado el culo, suave, suave. Es delicioso el tacto de mi mano sobre su culo ardiendo. He acercado mi cara a tu culo y lo he lamido entero. Ya estabas tan cachonda que me hubieras permitido que te pidiera cualquier cosa, estabas realmente fuera de ti...-Follame, por lo quemas quieras, no puedo mas, es que no puedo mas.
Entonces he vuelto a ponerte de pie. He desabrochado tu blusa del todo, te la he sacado al mismo tiempo que te besaba muy suave. He bajado la cremallera de tu falda mientras aspiraba tu olor. He olido todo tu cuerpo despacio, como si quisiera retener tu olor en mi memoria. Te he bajado la falda y la he echado a un lado. He hundido mi nariz en ti esnifando tu coño a bocanadas, inhalando tu olor almizclado y picante de niña mala -Me gusta asi, tuyo, excesivo, hinchado, lubrico-. Te he dicho entre susurros. Te he terminado de desnudar. - No, mi niña, no, aun no te voy a follar....cuando llegue el momento...- He sacado mi polla. La he mirado a los ojos. Se que tiene algo en la cabeza capaz de adivinar mis pensamientos, lo se. Por eso se ha colocado entre mis piernas. Me he sentado en la cama. Deseabas comerme la polla mas que nada en esta mundo. Sentir mi deseo sobre tu lengua, mi piel caliente, mi olor, mi suavidad, mi fuerza, mis ganas. Me has hecho una felacion lenta, profunda, entregada, pacifica, dulce. Deseabas sacarme con tu boca todo el placer que fuera capaz. Deseabas dármelo todo. Deseabas entregarte totalmente en esa mamada, hacerme tuyo. Pero no he querido correrme aun. Cuando estaba apunto de hacerlo te he parado.
Te he besado, te he levantado y te he tumbado en la cama. Me he sacado la ropa y me he echado sobre ti. Sentir mi cuerpo cuerpo caliente junto al suyo, su olor, su deseo ha sido maravilloso. -Follame, te lo suplico, de verdad que no puedo mas...- Te he besado otra vez y otra vez mas, te he besado cerdo, te he besado muy dulce, no sentías la diferencia entre uno y otro, Besos y mas besos bajando por tu cuerpo, lamiendote, babeandote. Te he entregado todo los besos que te había prometido y con cada uno de ellos te sentías morir. Morir de gusto. Morirte a besos. Mi saliva resbalaba por tu dermis y soplaba sobre ella erizando tu piel. Te daba mordiscos. Te volvía a besar. He separado los labios de tu coño para introducir mi lengua. La he metido en tu coño, te lo follaba, te lo acariciaba, empujaba tu clítoris con ella. Estabas tan salida que has estado a punto de correrte varias veces. Pero en cuanto me daba cuenta de que estabas a punto de hacerlo paraba. Entre jadeos suplicabas – Cabrón, cabrón, déjame, déjame correrme por favor.-
Entonces me he separado de ti. -Ponte a cuatro patas y no digas nada- Has hecho lo que te he pedido. Sentías como los minutos transcurrían despacio y tu ansia crecía y crecía. Sentías mi mirada sobre ti, recorriendote, casi fustigandote. Mis ojos posados sobre tu cuerpo, indagando en tu sexo, apretando tus tetas, sobando los labios de tu coño, perforando tu culo.... Por un momento he pensado, que la fuerza de tu respiración, rompería algo en la habitación. Te morías de ganas de ser penetrada. Me has odio pajearme detrás de ti, el ruido de mi polla te estaba trastornando y mientras se pajeaba te he dicho -Guarreate el coño, toca tu chochito para mi, hasta correrte, hazlo.- Has metido los dedos en tu coño. Ardía. Podías notarlo inflado y goteando, tus dedos impregnados en tu deseo. Estabas muy guarra. Esa combinación de cumplir mis deseos y alcanzar los tuyos te cautiva, que yo sea un conducto, un pozo misterioso a través del cual te encuentras con tus pasiones es algo....sustancial. Como si un enigma se te hubiese revelado. Has metido tus dedos en tu coño pajeandote, retorciéndote de gusto, sintiendo como tu orgasmo llegaba hasta ti bajo las indicaciones de este hombre que te hace suya guiando tu placer, tu hambre, tu cuerpo, tu mente...Te has tendido en la cama tratando de recuperarte de un orgasmo soberbio mientras la sensación de estar flotando se expandía por la habitación, estabas tiritando de gusto, tratando de sosegarte un poco, fuera de ti...Me he acercado hasta ti, te he vuelto a besar dulce, tierno, cariñoso,...esa capacidad de pasar de la autoridad a la ternura, te pierde, sencillamente te puede, te hechiza...
Luego te he agarrado por la muñeca con suavidad guiándote hasta al baño. He abierto el grifo del agua caliente. Nos hemos metido en la ducha. Mi polla brillaba de excitación. Tus ojos también. Me la has agarrado firme pero con delicadeza. Me la has pajeado un poco mientras no dejabas de mirarme a los ojos. Te has inclinado para lamerme los huevos. El agua caía sobre mi cuerpo, se deslizaba por mi polla hasta su cara. Me has comido la polla. Tu lengua deslizándose obediente por mi tronco, parándote en el frenillo, volviéndome a pajear, entregada a tu tarea de hacerme gozar, gozando tu también, de mi carne, aprisionando mi capullo entre tus labios...la querías dentro de tu boca, dentro, dentro, dentro. Te has puesto de rodillas. - Pon las manos atrás.- Lo has hecho como te he pedido. Lo he hecho como yo sabia que tu querías. Te he follado la boca me mirabas a los ojos con tu cara de guarra. Con tu cara de zorra. Con tu cara de no desear otra cosa en el mundo que comerme la polla. Adelantaba mis caderas sobre tus labios y mis cojones pegaban en tu barbilla. Te has puesto muy cerda. Me la has comido tan adentro que te faltaba aire. Deseabas mi leche en tu boca. Deseabas hacerme feliz. Deseabas todo de mi, conmigo. Pero he vuelto a parar....
Te he dado la vuelta, he abierto tus nalgas y te he comido el culo lento, lento. Creo que te han crujido hasta las venas...Luego he metido mis dedos despacio, metía un dedo escurriéndolo dentro de ti, sacándolo y metiéndoselo delicadamente, luego otro.... salivandote, dilatandote, volviéndote loca. Tu eras un animal. Mi animal. He colocado mi verga sobre tu ano empujando despacito. Tu culo se abría a mi paso dejándome entrar obediente a mis maniobras. He metido todo mi rabo en tu culo y empezado a moverme despacio, en un vaivén estudiado, metódico, maravillosamente blando. Tu culo pedía mas. Y te he dado mas. Te lo he dado todo. Follandote a saco, como una bestia sobre ti. Como dos animales en celo entregados al celo. Tu culo se contraía contra mi rabo haciéndonos que ambos fuéramos uno. Un mismo movimiento, un mismo placer. Has estallado en varios orgasmos grandiosos. Correrse por el culo es uno de los placeres mas cercanos a tocar el cielo. Tu orgasmo vibraba dentro de tu culo propagándose por tu organismo a borbotones, haciéndote hervir en ese liquido en el que te he convertido, reventando placer dentro de tu cabeza, aflojando tu carne, tu mente, tus sentidos... En ese momento me he levantado y me he corrido sobre tu cara, sobre tus labios, sobre tu pelo mojado, sobre tu propio placer estremecido. Te has abrazado a mi, te he besado, nos hemos deshecho...
Y has creído que llegaba hacia ti para hacerte sentir de un modo esplendido, y que no importa el tiempo, la distancia o lo que tenga que pasar entre nosotros para llegar un momento así, para poder llegar a ser mas tu, mas yo, mas carne, mas placer, mas suya...y con ella... MÍA.
Nuevamente un relato sacado de la web!!!
Espero que les guste tanto como a mi.
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Me he metido por dentro como un virus, poco a poco, sin que te des cuenta, a través de tus poros; introduciéndome a hurtadillas en tu sangre, infectandote secretamente, de mis maneras, de mi morbo, inflamandote de feromonas y deseo, nadando en esa sopa de fluidos que somos y que, a veces, consigue volvernos locos...
Todo el tiempo voy contigo, moviéndome entre los pliegues de tu sexo, llenándola de ideas, haciendo que mojes tus bragas, metiéndote mano en el bus, babeando tu carne, pellizcando tus pezones en el baño, mordiéndote los labios, libandote el coño como un vampiro avaricioso que consigue sacar de ti los orgasmos que te rompen desde dentro cada día. Todo el tiempo.
Por fin has ido a verme. Hemos tardado mucho, la distancia, las circunstancias... No sabias si podríamos encontrarnos porque te aclare que si no me avisabas con tiempo igual no podría. Pero has preferido arriesgarme. Me has mandado un escueto sms desde el móvil informándome de la hora y el hotel: “...te espero caliente y complaciente. Tu niña insaciable.”
Te has tumbado en la cama mientras me esperabas, regodeandote en los entresijos de la mente, en las cosas que te digo, que te hago, que te hago hacer. Absolutamente con nadie tienes una confianza así. Es una sensación deliciosa, no puedes sacarla de tu cabecita, te sientes como si estuviera dentro de ti, casi protegida, como si mi misión fuera atender los misterios de tu sexo y estudiara cada secreto, cada enigma de tu carne, y pudiera despejar uno a uno cada incógnita pendiente de tu placer. Hasta las que tu misma desconoces. Buscando en al pozo mas profundo los laberintos que llegan hasta el centro de tu concupiscencia.
Cuando he llegado te ha parecido que el tiempo se paraba. Mi olor lo ha inundado todo. Se ha desplegado por toda la alcoba llegando hasta tu cuerpo. Me he acercado hasta a ti en silencio, mirándote a los ojos, pretendiendo inundarte de mi, de mi mirada. He conseguido intimidarte un poco. Me gusta jugar contigo. Me gusta irritarte. Ponerte de mala hostia. Sacar fuera de ti ese animal que llevas dentro y hacerte bailar al son del chasquido de mis dedos. TRACK, TRACK. Y va saliendo de ti esa bicha lasciva y lubrica que conozco tan bien. TRACK, TRACK. Y te mojas para mi. TRACK, TRACK. Pendiente del hilo que te conduce hacia mis dedos.
Te he agarrado de los brazos como para besarte, solo los he rozado y has notado como gotas de flujo inundaban los labios de tu coño discurriendo desde la entrada de tu agujero hasta tus muslos. “Mmmmmmm, preciosa” he dicho susurrando sobre tus labios. He dado un par de pasos hacia atrás, separándome de ti, para poder observarte bien. “Ábrete la blusa y déjate las tetas fuera”. Te has desabrochado despacio. Sabes que me gusta que lo hagas así. Me gusta alargar los tiempos, tomarme mi tiempo, darte tu tiempo, como si fueras un bollo que hay que cocer muy lentamente...Me he sonreído. He pasado los dedos por tus tetas, por todo el contorno dibujándolos sobre mis manos pero con mucha suavidad, te acariciaba y tu deseabas que las tocara con mas fuerza. Yo, por supuesto, lo sabia. Me he vuelto a sonreír. Tu pecho subía y bajaba. Me gusta ver que te cuesta respirar. Has apretado la mandíbula y has echado la cabeza hacia atrás levemente... Me gusta ver que te pones cachonda, que todo lo que hago tiene un efecto sobre ti. A todos los niveles. Me he puesto frente a ti y he pellizcando tus pezones. Sin piedad. Te gustaba y te dolía un poco. Cuando he sentido que era suficiente he aflojado un poco. Has temblado. Estabas irritada y excitada al mismo tiempo. Deseabas que mi poder se desplegara sobre ti con ese efecto que tan bien conoces. Esa mezcla de deseo, entrega y abandono. Esas ganas de salir de ti y ser solo miá.
¿Has sido una niña buena? - Lo he dicho en ese tono en que te hablo, con esa forma de hacerte saber que me da igual lo que pienses o lo que digas porque estas en mi manos, que voy a cuidar de ti, que voy a hacerlo bien. Has ido a responder pero te he hecho callar -shhhhhhh, no digas nada aun mi niña, piensatelo bien.- Si- Has respondido muy bajito, dudando.
Yo creo que no, yo creo que has sido una niña mala que merece unos....azotes...¿no crees?-
Si, has sentido un latigazo en tus vertebras lumbares. Yo sabia que lo deseabas y sabia la justa medida de este juego. He subido tu falda. Te he colocado sobre mis rodillas. He pasado mi mano por tu culo. Aunque no hubiera hecho nada mas se que te tenia, ya, a mis pies. Loca. Has apretado los ojos. He bajado tus bragas, un poquito, dejándolas por los muslos. Te has mordido el labio. Y he esperado. Te he hecho esperar sabiendo que tus coño goteaba, sabiendo que tu corazón latía desbocado y apenas podías controlar el ritmo de tu respiración. Entonces has sentido el primer azote. La palme de mi mano entraba en contacto con tu piel con cada azote y con cada azote tu corazón parecía retumbar en tu pecho, en cambio, por alguna razón que se te escapa apenas podías sentirla. Sentías mi mano, sentías cierta angustia y la humillación de ser azotada, sentías el dolor, aunque te gustaba muchisimo mas de lo que te dolía, pero no sentías que nadie te estuviera azotando. Cuando he comprobado que tu culo se enrojecía me he detenido.
Te picaba, te escocia, te morías de ganas de ser follada. El estado al que te había conducido no puedes describirse. Excitación no es la palabra adecuada. Enajenación, rapto, éxtasis...quizás. Sobre mis rodillas ademas sentías mi tremenda erección. Yo también jadeaba. Introduci lentamente un dedo en tu coño, lo he metido y sacado follandote con mi dedo despacito varias veces y luego te lo he dado a chupar... -Chupa, ¿Esta rico, verdad?-. Lo he impregnado en tu boca bien y luego lo he metido en tu culo muy muy despacito...- Como estas de cachonda mi niña....¿ves? Esto es lo que mas me gusta de todo, ponerte asi, ver que estas que te sales. Palpar tu chochito mojado y acariciar tu culo rojo.- Te he vuelto a azotar dos o tres veces mas y luego te he acariciado el culo, suave, suave. Es delicioso el tacto de mi mano sobre su culo ardiendo. He acercado mi cara a tu culo y lo he lamido entero. Ya estabas tan cachonda que me hubieras permitido que te pidiera cualquier cosa, estabas realmente fuera de ti...-Follame, por lo quemas quieras, no puedo mas, es que no puedo mas.
Entonces he vuelto a ponerte de pie. He desabrochado tu blusa del todo, te la he sacado al mismo tiempo que te besaba muy suave. He bajado la cremallera de tu falda mientras aspiraba tu olor. He olido todo tu cuerpo despacio, como si quisiera retener tu olor en mi memoria. Te he bajado la falda y la he echado a un lado. He hundido mi nariz en ti esnifando tu coño a bocanadas, inhalando tu olor almizclado y picante de niña mala -Me gusta asi, tuyo, excesivo, hinchado, lubrico-. Te he dicho entre susurros. Te he terminado de desnudar. - No, mi niña, no, aun no te voy a follar....cuando llegue el momento...- He sacado mi polla. La he mirado a los ojos. Se que tiene algo en la cabeza capaz de adivinar mis pensamientos, lo se. Por eso se ha colocado entre mis piernas. Me he sentado en la cama. Deseabas comerme la polla mas que nada en esta mundo. Sentir mi deseo sobre tu lengua, mi piel caliente, mi olor, mi suavidad, mi fuerza, mis ganas. Me has hecho una felacion lenta, profunda, entregada, pacifica, dulce. Deseabas sacarme con tu boca todo el placer que fuera capaz. Deseabas dármelo todo. Deseabas entregarte totalmente en esa mamada, hacerme tuyo. Pero no he querido correrme aun. Cuando estaba apunto de hacerlo te he parado.
Te he besado, te he levantado y te he tumbado en la cama. Me he sacado la ropa y me he echado sobre ti. Sentir mi cuerpo cuerpo caliente junto al suyo, su olor, su deseo ha sido maravilloso. -Follame, te lo suplico, de verdad que no puedo mas...- Te he besado otra vez y otra vez mas, te he besado cerdo, te he besado muy dulce, no sentías la diferencia entre uno y otro, Besos y mas besos bajando por tu cuerpo, lamiendote, babeandote. Te he entregado todo los besos que te había prometido y con cada uno de ellos te sentías morir. Morir de gusto. Morirte a besos. Mi saliva resbalaba por tu dermis y soplaba sobre ella erizando tu piel. Te daba mordiscos. Te volvía a besar. He separado los labios de tu coño para introducir mi lengua. La he metido en tu coño, te lo follaba, te lo acariciaba, empujaba tu clítoris con ella. Estabas tan salida que has estado a punto de correrte varias veces. Pero en cuanto me daba cuenta de que estabas a punto de hacerlo paraba. Entre jadeos suplicabas – Cabrón, cabrón, déjame, déjame correrme por favor.-
Entonces me he separado de ti. -Ponte a cuatro patas y no digas nada- Has hecho lo que te he pedido. Sentías como los minutos transcurrían despacio y tu ansia crecía y crecía. Sentías mi mirada sobre ti, recorriendote, casi fustigandote. Mis ojos posados sobre tu cuerpo, indagando en tu sexo, apretando tus tetas, sobando los labios de tu coño, perforando tu culo.... Por un momento he pensado, que la fuerza de tu respiración, rompería algo en la habitación. Te morías de ganas de ser penetrada. Me has odio pajearme detrás de ti, el ruido de mi polla te estaba trastornando y mientras se pajeaba te he dicho -Guarreate el coño, toca tu chochito para mi, hasta correrte, hazlo.- Has metido los dedos en tu coño. Ardía. Podías notarlo inflado y goteando, tus dedos impregnados en tu deseo. Estabas muy guarra. Esa combinación de cumplir mis deseos y alcanzar los tuyos te cautiva, que yo sea un conducto, un pozo misterioso a través del cual te encuentras con tus pasiones es algo....sustancial. Como si un enigma se te hubiese revelado. Has metido tus dedos en tu coño pajeandote, retorciéndote de gusto, sintiendo como tu orgasmo llegaba hasta ti bajo las indicaciones de este hombre que te hace suya guiando tu placer, tu hambre, tu cuerpo, tu mente...Te has tendido en la cama tratando de recuperarte de un orgasmo soberbio mientras la sensación de estar flotando se expandía por la habitación, estabas tiritando de gusto, tratando de sosegarte un poco, fuera de ti...Me he acercado hasta ti, te he vuelto a besar dulce, tierno, cariñoso,...esa capacidad de pasar de la autoridad a la ternura, te pierde, sencillamente te puede, te hechiza...
Luego te he agarrado por la muñeca con suavidad guiándote hasta al baño. He abierto el grifo del agua caliente. Nos hemos metido en la ducha. Mi polla brillaba de excitación. Tus ojos también. Me la has agarrado firme pero con delicadeza. Me la has pajeado un poco mientras no dejabas de mirarme a los ojos. Te has inclinado para lamerme los huevos. El agua caía sobre mi cuerpo, se deslizaba por mi polla hasta su cara. Me has comido la polla. Tu lengua deslizándose obediente por mi tronco, parándote en el frenillo, volviéndome a pajear, entregada a tu tarea de hacerme gozar, gozando tu también, de mi carne, aprisionando mi capullo entre tus labios...la querías dentro de tu boca, dentro, dentro, dentro. Te has puesto de rodillas. - Pon las manos atrás.- Lo has hecho como te he pedido. Lo he hecho como yo sabia que tu querías. Te he follado la boca me mirabas a los ojos con tu cara de guarra. Con tu cara de zorra. Con tu cara de no desear otra cosa en el mundo que comerme la polla. Adelantaba mis caderas sobre tus labios y mis cojones pegaban en tu barbilla. Te has puesto muy cerda. Me la has comido tan adentro que te faltaba aire. Deseabas mi leche en tu boca. Deseabas hacerme feliz. Deseabas todo de mi, conmigo. Pero he vuelto a parar....
Te he dado la vuelta, he abierto tus nalgas y te he comido el culo lento, lento. Creo que te han crujido hasta las venas...Luego he metido mis dedos despacio, metía un dedo escurriéndolo dentro de ti, sacándolo y metiéndoselo delicadamente, luego otro.... salivandote, dilatandote, volviéndote loca. Tu eras un animal. Mi animal. He colocado mi verga sobre tu ano empujando despacito. Tu culo se abría a mi paso dejándome entrar obediente a mis maniobras. He metido todo mi rabo en tu culo y empezado a moverme despacio, en un vaivén estudiado, metódico, maravillosamente blando. Tu culo pedía mas. Y te he dado mas. Te lo he dado todo. Follandote a saco, como una bestia sobre ti. Como dos animales en celo entregados al celo. Tu culo se contraía contra mi rabo haciéndonos que ambos fuéramos uno. Un mismo movimiento, un mismo placer. Has estallado en varios orgasmos grandiosos. Correrse por el culo es uno de los placeres mas cercanos a tocar el cielo. Tu orgasmo vibraba dentro de tu culo propagándose por tu organismo a borbotones, haciéndote hervir en ese liquido en el que te he convertido, reventando placer dentro de tu cabeza, aflojando tu carne, tu mente, tus sentidos... En ese momento me he levantado y me he corrido sobre tu cara, sobre tus labios, sobre tu pelo mojado, sobre tu propio placer estremecido. Te has abrazado a mi, te he besado, nos hemos deshecho...
Y has creído que llegaba hacia ti para hacerte sentir de un modo esplendido, y que no importa el tiempo, la distancia o lo que tenga que pasar entre nosotros para llegar un momento así, para poder llegar a ser mas tu, mas yo, mas carne, mas placer, mas suya...y con ella... MÍA.
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