Mi hija Lourdes. Séptima Parte

Hola. Soy Alejo, y voy a seguir con "la saga" como dicen algunos de mis seguidores. Acá la historia ya empezó a tomar un camino bastante morboso. Todos los que llegaron hasta acá ya deben conocer a Lourdes, mi hermosa hija pero para los que no tienen idea de que estoy hablando vale la pena pasar por mis relatos anteriores para entender la historia

http://www.poringa.net/posts/relatos/2723179/Mi-hija-Lourdes-Primera-Parte.html
http://www.poringa.net/posts/relatos/2723417/Mi-hija-Lourdes-Segunda-Parte.html
http://www.poringa.net/posts/relatos/2723690/Mi-hija-Lourdes-Tercera-Parte.html
http://www.poringa.net/posts/relatos/2724346/Mi-hija-Lourdes-Cuarta-Parte.html
http://www.poringa.net/posts/relatos/2725152/Mi-hija-Lourdes-Quinta-Parte.html
http://www.poringa.net/posts/relatos/2727063/Mi-hija-Lourdes-Sexta-Parte.html

Ahora si, la séptima parte a continuación:

Como había llegado hasta este punto? Tan borracho había estado la noche anterior como para no recordar como llegó hasta acá este pedazo de mina semidesnuda? No entendía nada. Me asomé por encima de su hombro y la sonrisa plácida y satisfecha de Lou me preocupó el doble.
Cerraba los ojos e inútilmente hacía fuerza para recordar algo como si eso sirviera de algo.
No podía seguir viendo a mi nena así en mi cama sin que se me pusiera dura como un mástil otra vez. Antes de dejarme llevar decidí levantarme y despabilarme un poco. Tenía que pensar con claridad y no lo podía hacer así.

Me metí a la ducha y seguía dandome manija con lo que acababa de pasar. En medio del baño siento que me golpean la puerta y para peor del otro lado sonaba la dulce voz de mi hija
- Pa! estás ahí? Soy yo, Lou! - gritó desde afuera. "quiere entrar! esto se va a poner caliente!" me retumbó la cabeza. "Tranquilo tengo que mantener el control!" pensé de inmediato.
- Si mi amor me estoy bañando - le dije como si no escuchara la ducha.
- Oki. Voy a preparar café. Quiero hablar con vos en el desayuno - me adelantó, para que el resto de la ducha fuera otra tortuosa espera en medio de las dudas sobre la noche anterior.
"Que me dirá? Si le digo que no me acuerdo no me va a creer nada!" pensaba totalmente preocupado por la charla con mi hija.

Así me pasé todo el tiempo hasta el momento del desayuno. Cuando entré a la cocina lo primero que vi fue a Lou agachada y el culo espectacular que tiene, paradito frente a mi. Casi me tiro al piso y lo empiezo a chupar todo. Estaba sacando algo de la heladera, pero la pose me mató. Cuando se levantó pude ver con claridad que estaba tal como amaneció junto a mi solo que se había puesto una remera un poco grande como si fuera un mini vestido. Cada vez que hacía eso pasaba lo mismo. Se agachaba y todos en la casa sabíamos que ropa interior estaba usando.
Se acercó y me dio un beso en la mejilla y me trajo una taza de café. Mientras revolvía su tasa mirando para abajo comenzó a hablar.

- Pa, me gustaría que lo de anoche quede ahí. Estaba un poco borracha y cuando estoy así a veces digo o hago cosas como esas. - me empezó a decir
- hija yo... - intenté intervenir, pero me interrumpió - gracias por dejarme quedar a dormir con vos. Es lindo dormir tranquila y segura con un hombre tan bueno y tierno como vos papi - me agradeció. Si supiera las cosas que pienso no diría lo mismo seguramente.
Cada vez entendía menos.

Por lo que hablaba algo bastante fuerte me había confesado pero no sabía que y para colmo ella no quería hablar más del tema. Lo único que me tranquilizaba es que por lo menos no había pasado nada entre nosotros al parecer. Era todo muy confuso. Pero que podía ser que la avergonzara tanto? Seguramente una cosa: la escandalosamente erótica escena que protagonizó con mi amigo Osvaldo.

No podía quedarme con la duda, pero en ese momento escuché a Diego saludar
- Buen día familia! - y mirando a su hermana le comentó con malicia - Nena vos no podes tomar más, anoche te reías hasta de tu propia sombra - Era irrisorio como aprovechaba cada vez que podía para incomodar a su hermana este tipo. Con ese último comentario hizo que Lou bajara la cabeza y me mirara haciéndome el gesto de silencio con el dedo en la boca. Era increíble. Tenía que guardar un secreto que ni yo mismo conocía. No podía fallar en discreción por lo menos.

Para colmo de males la piba estaba re inquieta y se paseaba vestida con esa remera nada más. Con mirar los piernones tremendos que tiene ya era suficiente para entretenerse pero se le notaba bastante el culo también. Con eso ya pasaba de ser divertida a ser abiertamente excitante. En eso apareció Enzo. Si había algo para ver era obvio que el pequeño degenerado iba a ser el primero en notarlo. Para mi sorpresa miró al pasar y en lugar de quedarse hipnotizado como siempre hacía volvió su vista al celular. Ya tenía que irme, así que terminé mi desayuno de un sorbo, me preparé para salir y emprendí el camino al trabajo.

Estuve toda la mañana pensando en mi hija y la espectacular mamada que le hizo a mi amigo. No entendía como llegó a mi cama, que hacía vestida así y sobre todo qué pasó ahí. Entonces me acordé del sueño que tuve cogiéndola y me pregunté si habrá notado algo. Todos los pensamientos que cruzaban por mi cabeza eran sobre ella y cada uno era más caliente que el anterior. Cuando volví a casa no encontré a nadie. Era la primera vez en mucho tiempo que no tenía la casa totalmente vacía para mi solo. No estaba acostumbrado a este silencio. Pero al parecer era como la calma que antecede a la tormenta.

Mientras estaba tranquilo mirando el resumen deportivo en la tele escucho la puerta y unos segundos después se me aparece en frente Lou toda transpirada y con su ropa de gimnasia que era pornográfica! La calza blanca no podía esconder las tiritas de esa tanga rosa y chillona que sobresalían. La hermosa y durita panza con ese aro en el ombligo que era como la frutilla del postre y sus espectaculares tetas apretadas en una remerita blanca y rosa parecía que se querían escapar por arriba. El sudor de su cuerpo hacía que todo ese lomo brille como en una sesión de fotos. Que impresionante mina que tenía ahí!

Me dio un beso y se fue a buscar algo para refrescarse. Cuando volvió con una botella me clavó un puñal para arrancar la conversación.
- Anoche que soñabas pa? - me dijo antes de empezar a beber. Me quedé duro y pensé bien antes de responder. De todas formas nada se me ocurrió
- A que viene esa pregunta? - indagué antes de quemarme solo
- Primero parecía una pesadilla, después daba la impresión que no era tan malo, salvo que se hayan amontonado las cobijas - me dijo con una sonrisa picara.
- La verdad no me acuerdo - le mentí para zafar en el momento.

Se me puso muy pegada al lado mío y me dice al oído
- De lo otro tampoco te acordas? - con un tono difícil de descifrar
- La verdad no me acurdo nada, desde que amanecí que estoy con muchas preguntas - le confesé
- Solo te voy a decir que fue una noche muy intensa pero estaba muy borracha - empezó a contar
- Pero que fue lo que pasó? - le preguntaba desesperado después de esa aclaración
- Lo que pasó es que jus... - había comenzado cuando un portazo la interrumpió. Enzo había vuelto en el peor momento. - Después hablamos - cerró Lourdes y se fue a su cuarto, sin saludar.

Entre confundido y caliente me quedé sentado con el pibe charlandome sobre su día. No tengo idea que me dijo pero por lo menos estaba de buen humor lo que no era muy común en él. Al rato de divagar volví a la realidad y traté de escuchar un poco de que me hablaba pero justo me dijo que se iba a cambiar para la cena de hoy. "Ah cierto! la cena en la casa del ruso!" pensé y me preparé una buena pilcha para la ocasión.

Me mandé unos mensajes con mi amigo y acordamos los detalles. A la hora señalada estábamos todos listos menos Lourdes. Estaba por llamarla cuando apareció cruzando el pasillo con una pollera de jean sumamente corta y una remera blanca que parecía ser parte de su piel por lo ajustada que estaba, Tenía el pelo suelto y un maquillaje importante. Quemaba el suelo que pisaba mi nena. Salimos los cuatro apurados ya que era bastante lejos. Durante el camino hacía lo posible por no mirarle las piernas a Lourdes que venía con las piernas cruzadas. No era ese departamento chico al que me había citado Barbie. La casa de su familia era prácticamente una mansión.

Apenas llegamos nos atiende una piba media terrorífica. De esas que se maquillan como pálidas con los labios y uñas pintadas de negro. Tenía varios aros: uno al lado del ojo, uno en la nariz y otro en el labio. Me quedé un poco sorprendido hasta que hizo una sonrisa y nos invitó a pasar. Cuando habló noté que tenía otro en la lengua. No se si es por como me traen estas dos minas o que realmente me estoy poniendo un poco verde pero apenas dimos un par de pasos y empecé a mirarle el culo. Tenía un pantalón negro apretado de cuero y sobresalía demasiado esa cola.

Cuando llegamos a la sala estaban Mariana y Osvaldo sentados. Los dos se pararon y vinieron a saludar.
- Hola Alejo! No puedo creer lo grandes que están estos chicos! y que guapos! - se apresuró a decir ella mientras iba saludando uno a uno
- A ella ya la veo más que a mi familia - bromeo mientras abrazaba a Lourdes
- Si Marian, yo soy un poco hija de mi papá y un poco hija de ustedes - le siguió la corriente mi hija y todos empezamos a reir.

- Ya la viste a Abril, Seguramente si la cruzas por la calle no la reconoces
- La recordaba rubia - bromee sobre el aspecto lúgubre de la pendeja.
- Extraño cuando las vestía como yo quería ahora ella que es la menor ya tiene 18. No puedo opinar nada de nada y el padre las deja hacer lo que quieren,
- Con las hijas mujeres somos así - le comenté, contento por el atuendo apretado de la piba.
La charla fue fluyendo sola. Había mucho que contar. Era notoria la incomodidad entre Ova y yo por todo lo que venía ocurriendo con Barbie y Lou. Mi hija ya se había ido corriendo por la escalera a la habitación de su amiga.
Mientras charlabamos entra una mina que si no fuera porque la presentaron rápido hubiera jurado a primera vista que era Barbara. El mismo cuerpazo de proporciones pornográficas con la diferencia de que era un poco más baja, como la chica dark que me atendió.

- Hola don Alejo! - me saludó volviendome a la realidad de lo viejo que soy.
- Hola, vos debes ser Clarisa no? - le dije con miedo de meter la pata
- Si. Estoy casi igual jaja - bromeo la espectacular mina. Desde chica era la más linda, ahora empecé a entender por qué Barbie era tan obsesiva de su aspecto. Quería ser la fiel copia de su hermana mayor. La diferencia es que esta era más natural.
Me preguntaba si esta sería tan trola como la otra. Mientras charlaban me imaginé a las dos desnudas en mi cama invitándome a acompañarlas. Me quemaba la mente pensarlo nada más!
- ... o no Ale? - escuché mientras volaba mi mente.
- Perdón, no te escuché le respondí a Mariana.
- Si te acordabas que las nenas se peleaban por saludarte primero cada vez que venías - me recordó como para que me haga más la cabeza. Me reí y asentí. No lo recordaba pero ojalá lo hagan la próxima.

Era una locura! Estos dos eran una fabrica de hacer perras. Las tres eran minas despampanantes. Yo no podía quejarme. Mi hija era simplemente perfecta pero estas tres no podían estar tan buenas. Mis hijos estaban los dos hablando con la dark mientras Clari con esa gracia y frescura naturales se quedó hablando conmigo. En eso me llamó Ova para que viera la parrilla en la que iba a preparar la comida. Era una locura, tenía una tirada gigante - se puede quemar la casa al lado que con esto no tenes olor a humo - le comenté para romper el hielo que había entre ambos. Cuando rió todo pareció volver al normalidad.

Cuando trajo la bandeja con la carne para tirar a la parrilla me dice
- Mira esta carne amigo! Es para chuparse los dedos - paradójicamente mientras decía esto Barbie y Lourdes venían caminando hacia nosotros
- Por quién lo dicen? - preguntó la rubia con ese tono de puta que tiene siempre. Los dos nos pusimos bastante incómodos por ese comentario.
Mientras su padre se distrajo con mi hija Barbie se acercó y con la excusa de que no me había saludado me dio un beso mitad en la boca y mitad en la mejilla. No podía creer que fuera tan puta delante del propio padre. Antes de irse me tocó la pija disimuladamente y con eso solo ya me dejó en llamas. Mi hija estaba a las risas con Osvaldo. No pude evitar pensar que estaban viviendo una situación parecida. Las dos se fueron de vuelta adentro y nos dejaron en un silencio de lo más incomodo a los dos padres.

La mayor parte de la noche la pasamos con esa tensión de por medio. No sé si él sospecharía algo entre su hija y yo. Es muy probable que con esos infiernos de nenas que tiene, viviera perseguido. No aguantaba más ese clima así que me fui con la excusa de pasar al baño. Cuando salí de ahí me encuentro con Abril. A pesar de estar buena la pibita esa me daba un poco de miedo.
- Disimule un poco cuando me mire. Se nota mucho, no soy tonta - me dijo con la cara totalmente inexpresiva. Me quedé muy sorprendido. No sé por qué en lugar de desmentirlo le dije
- Bueno. Perdón! - le contesté para sumarle más tensión a todo esto. La pendeja estaba tan pegada a mi cara que pensé que me iba a morder pero me agarró con fuerza la cara y me metió un beso con esa lengua perforada. Fue violenta y dominante en toda su actitud. Con la misma cara de nada se fue y yo me quedé confundido.

Estas pibas eran iguales. Querían volverme loco! No podía más de la calentura entre el coqueteo cada vez más sensual de Barbie y esta pequeña con esos modos que despertaba cosas tan diferentes en mi me mantenían excitado y expectante todo el tiempo. Cuando bajé estaban todos charlando. Mis hijos parecían estar en un parque de diversiones entre tantas bellezas. Incluso me pareció que Diego miraba bastante bien a la misma Mariana. Estos chicos no perdonan a nadie tampoco. No hubo más sucesos extraños durante toda la cena. Comimos en una relativa normalidad. Algunos gestos de Barbie o miradas cruzadas a las chicas eran lo único que interrumpía mi calma.

Cuando terminó la cena salimos con Ova al patio a fumar unos habanos. El resto de la familia estaba disfrutando del postre todavía.
- viste lo que es esta casa? no sabes como extraño cuando eran chicas - dijo mi amigo mientras miraba el humo
- Si, sos bendito entre todas las mujeres, debe ser complicado - le dije yo con un tono amigable.
- También es un problema con los tipos tener hijas como las mías - no sabía si se refería a la belleza o a la actitud abiertamente provocadora que tenían las pendejas.
- Si, deben tener muchos pretendientes - trataba de remar la charla para que no me lleve la corriente.
- Con Barbarita pasa algo o es plátonico lo tuyo? - me preguntó sin mirarme. No podía ser! Mi calentura era tal que ya fallaba al ocultarla o la piba algo contó.
- Dale que decis? - traté de escapar por última vez.

- No dejá! son divagues míos. No sabes lo que es tener a esa piba de hija! - se confesó. No sabía que decirle. Lo veía casi quebrado. Le di unas palmadas en la espalda y siguió hablando
- Vos porque la conoces desde chica pero yo noto como provoca a los tipos. Creo que un padre no debería decir eso pero es muy puta esa mina! No sé que hacer con ella ya. Mi mujer no puede controlarla tampoco - me sentí un hijo de puta total. Yo era parte de las andanzas de esa gatita.
- Las chicas son difíciles. Yo estoy aprendiendo a convivir con Lourdes. Son de una generación muy liberal, hay que tomar las cosas con calma - traté de darle clases de paternidad a pesar de las ganas feroces que tenía de cogerme a mi hija.
- Nuestras hijas son un poco más que liberales y creo que debes saberlo - me dijo como si hablara de cualquier mina que anda por la calle. Estaba muy nervioso con esta charla, sentía que en cualquier momento iba a terminar confesandole lo de Barbie.

- Si bueno... - empecé a hablar sin saber como seguir cuando de repente se asomó Mariana al hermoso patio parquizado que tenían en la parte trasera.
- Vamos a poner el video de las vacaciones en Europa, quieren venir? - ofreció con una sonrisa.
- No querida. Estamos hablando en un rato vamos! - le respondió mi amigo sin consultarme. Al parecer quería contarme algo. Si fuera por mi hubiera salido corriendo con ella pero no lo hice.
Nos insistió un poco hasta que la convencimos y se fue adentro con los chicos a ver su dichoso video de Europa.

Ova protestó un poco por la insistencia de su mujer y después me preguntó
- Que decías antes de que te interrumpa mi esposa? - Junté valor y me dispuse a contar todo lo que venía pasando desde que Lourdes llegó a casa. Era mi mejor amigo y aparte no podía enojarse porque había cometido la misma deslealtad. Estaba por empezar a hablar cuando veo asomarse la bestial figura de Barbie. Que cerraba silenciosamente la puerta como quien se escapa. No podía ser!
- De que hablan los papis más lindos del mundo? - pregunta haciendo esa voz de puta chetita que tanto me calienta. Tenía un chicle en la boca y jugaba con él para aumentarle calentura al momento.

- Barbarita estamos hablando cosas de hombres. Podes dejarnos solos? - le dice el padre bastante molesto con la evidente provocación que estaba haciendo en frente suyo
- No. No puedo. Me quedo hasta que me digan de que hablaban! - le dijo abrazándome de costado como si fuera su protector. Mi hombro quedó apretado entre sus deliciosas tatas y era muy difícil controlarme para mi. Trataba de pensar en otra cosa pero mientras hablaba se movía y me rozaba. Notaba con terror que en mi pantalón se estaba despertando algo en el momento equivocado. Para colmo me sacó mi habano y se lo puso en la boca. Esos labios hermosos con cualquier objeto que les pusiera eran eróticos.
- Dale nena, me estas poniendo nervioso y sabes que no te conviene hacerme calentar! - la amenazó ya bastante enojado su padre
- Yo creo que estás caliente pero en otro sentido - le dijo despegándose de mi - estaba escuchando todo lo que hablaban los papis - agregó haciendo un tono juguetón y seductor mientras se acercaba a su papá. Tanto él como yo nos quedamos sin palabras.

Le puso la mano entre las piernas mirándolo fijamente a los ojos con mucha cara de puta y le dijo
- Esto de acá es por hablar de nosotras papi? - mientras empezaba a mover su mano por encima del pantalón. El habano de mi amigo cayó al piso.
- Que estas haciendo Barbara! Esto es una locura! Pará ahora mismo! - decía mi amigo de la boca para afuera pero no la alejaba y la dejaba hacer lo que quisiera. No podía creer que llegara a ese extremo de puta. Era su propio viejo. Si salía ahí mismo y lo contaba no me creía nadie.
Le bajó el cierre y con esa boca hecha para chupar tragó la pija de su padre que ya estaba poniéndose dura por las caricias. La melena platinada de Barbie empezó a moverse suavemente. Le estaba regalando toda la dedicación a esa mamada.
- Que pedazo de trola que sos amor! - le salió al padre. No era para menos! Nunca en mi vida había visto algo tan morboso y excitante como esa perra caliente chupándosela a su progenitor.

- Y vos que haces ahí tan solo? vení para acá - me dijo en el primer momento que se sacó la inflamada verga de su viejo de la boca. Esto ya era mucho para mi, me puse al lado de Ova que no hizo nada para evitarlo y cerré los ojos. Sentí como me bajaba el cierre la pendeja y esa lengua inquieta que jugaba con la punta de mi verga. Lo próximo que me enteré fue que ya la tenía entera adentro de su boca y me deleitaba de placer. Que puta viciosa!
- Perdón! es irresistible - le dije al rusito mientras la boca de su hija me hacía gozar como nunca.
- Te lo dije, son más que liberales - me respondió antes de que la nena volviera a chuparle la verga. La lamía toda mirándolo con una sonrisa de satisfacción que era tan caliente como el pete. A mi me estaba masturbando para que no dejáramos de gozar ni un instante.

- Te calienta pa? Te gusta como la chupo? - le preguntaba mientras jugaba con su lengua por cada una de las pijas. Era exquisito sentir esa lenguita traviesa pasando por todos lados
- Como no me va a calentar? mira como me tenes! - le respondió metiendosela hasta la garganta. Era increíble ver a un tipo tan centrado como Osvaldo totalmente enloquecido de calentura, ahogando de verga a su propia hija. Las arcadas de Barbie me excitaron mucho. Empecé a pajearme a toda velocidad con ese pornográfico sonido. Nada me importaba tener a toda la familia a metros de distancia.
Empecé a pasarle la pija húmeda por toda la cara mientras chupaba la otra. Pronto hizo un lugar y atacó la mía con esa boca insaciable. Parece que para el padre la imagen de su hija chupando la pija de otro tipo también era una escena super fuerte porque la miraba y se pajeaba mordiendose los labios.

Ese improvisado trío parecía algo irreal para mi. La muy perra se sacó la remera dejando esas espectaculares tetas casi desnudas y se paró entre nosotros sin dejar de pajearnos, Tenía la boca toda mojada. Le bajamos el corpiño entre los dos y nos pusimos a chupar esos pezones hermosos y rosaditos. Unos gemidos se le escaparon y aumentó la fuerza de las pajas a cada uno. Ya no me importaba nada que estuvieran las familias adentro. Le bajé el short que tenía con tanga y todo. Mientras acariciaba esa cola divina el padre le tocaba la conchita haciéndola estremecer.

Ya sentía que estaba por acabar cuando la muy zorra se agachó de nuevo como si tuviera un reloj. Nos empezó a masturbar con su carita en el medio y su cuerpo desnudo. Eso fue mucho para mi, Le largué todo en la cara sin previo aviso. Cuando sintió el primer chorro cerró los ojos y abrió la boca con una sonrisa de placer que me volvió loco, pronto llegaron los otros tres dejándole la cara llena de impactos de leche. Esa imagen debe haber calentado mucho al padre que apuró un poco las cosas con ayuda de la boca de esa perra que tiene por hija. La puta se la chupaba a toda velocidad hasta que Ova le apretó los hombros y ella se quedó quieta con la verga en la boca recibiendo toda la leche de su papi. Se podía ver caer parte del semen por el costado del labio, era un espectáculo excitante al extremo. Verla jugar con la leche del padre antes de tragar le sumó morbo.

Se mandó lo que le quedaba en la boca como si tragara un remedio y así como estaba con toda la cara y la boca acabada le confesó al padre - Toda la vida me tuviste a la sombra de Clarisa que es tu favorita, y ahora me tenías a la sombra de Lourdes que te calienta cada vez que te ve. Así si tengo tu atención me parece - le dijo mordiéndose un dedo y con una sonrisa de oreja a oreja.
- Tenes toda mi atención ahora putita mía - le dijo un Osvaldo desconocido
Yo esperaba que Enzo o Diego me despertaran. Esto tenía que ser un sueño de los que suelo tener pero nada de eso pasó. La piba se había vestido y antes de irse nos dio un poquito a cada uno que hubiera parecido casi inocente de no ser porque se sentía el gusto a la leche recién tomada y no era justamente la de la merienda.

- Ves lo que te digo? Con esto convivimos los dos - me dijo antes de irse adentro mi amigo Ova.
Me quedé unos minutos solo en el patio. Seguía incrédulo de lo que había pasado. Una cosa es fantasear con una cosa así y otra muy distinta presenciarlo. No podía creer que una mina fuera tan puta de chuparle la pija a su propio padre y mucho menos delante mío. Me quedé pensando en lo que me dijo. Habló de los dos. Se refería a mi hija también. De todas formas no había que ser muy retorcido para pensar en Lourdes después de ver algo así entre una piba de su edad y el padre. Me sentí muy extraño pero excitado al fin.

Cuando entré el video de las vacaciones todavía continuaba y todos estaban mirando incluidos Ova y Barbie, que estaba a upa del padre abrazada como una nena mimosa. Me acomodé donde pude y la muy puta me miraba sonriente a espaldas de mi amigo. Pase así lo que quedó de la noche y al poco tiempo terminaron con el show del viaje a Europa y nos despedimos. Lourdes que no había podido sacarse de encima a Mariana en toda la noche despidió al rusito con un beso en el cuello que nadie observó salvo yo. Era un detalle menor después de todo lo que había pasado esa noche, pero todo lo que hacía ella me parecía más provocador.

Cuando volvimos a casa otra vez vino en el asiento del acompañante y con esa pollerita, cruzada de piernas mostrándome esas gambas carnosas y hermosas. Cuando se estiró para bajarse del auto pude ver claramente una tanga muy finita. Todos estábamos cansados. Especialmente yo.

Cuando me acosté y me disponía a dormirme escuché la puerta abrirse y un as de luz entró del pasillo dándome en la cara. Miré un poco encandilado y vi la imponente figura de Lourdes, envuelta en una bata cortita. Cerró la puerta al entrar y se acercó a la cama. El corazón me latía como un martillo hidráulico adentro del pecho. Se metió en la cama y me dijo
- Con lo que vi en el patio de Barbie... empezó a decir. Me dio pánico cuando esas palabras salieron de su boca pero luego siguió
- creo que tenes que saber un poco más de lo que pasó anoche pa - mientras me sonreía mordiéndose los labios. El perfume de su piel tan cerca me volvía loco! Sentí su mano en mi pecho y enseguida empezó a deslizarse por debajo de las sabanas.

Ya no me importaba nada! La puerta estaba trabada del lado de adentro y no pensaba dejar pasar esta ocasión que esperaba desde el primer día que mi hija Lourdes llegó a esta casa...