Hola. Soy Alejo y sigo con las historia de como mi hija Lourdes cambió mi tranquila vida por esta serie de acontecimientos morbosos y eróticos que dominan mis pensamientos y mis horas. Como siempre hago recomiendo pasar por los relatos anteriores a quienes los desconozcan ya que poco van a entender de otro modo. Los dejo a continuación
http://www.poringa.net/posts/relatos/2723179/Mi-hija-Lourdes-Primera-Parte.html
http://www.poringa.net/posts/relatos/2723417/Mi-hija-Lourdes-Segunda-Parte.html
http://www.poringa.net/posts/relatos/2723690/Mi-hija-Lourdes-Tercera-Parte.html
http://www.poringa.net/posts/relatos/2724346/Mi-hija-Lourdes-Cuarta-Parte.html
http://www.poringa.net/posts/relatos/2725152/Mi-hija-Lourdes-Quinta-Parte.html
Ahora si, continuamos:
Como si el deseo casi incontenible que sentía por Lourdes no me produjera suficiente culpa, ahora vengo a enterarme que su amiga Barbie es la hija de mi amigo de toda la vida. Si. La misma que me hizo acabar en su boca una noche en la cocina, la misma con la que tuve una noche de sexo salvaje en su departamento hasta no poder moverme, y finalmente la misma a la que nos habiamos enfiestado con Javier hacía apenas unas horas. Esa maquina sexual insaciable era la hija de Ova.
Los dos aceptaron la invitación de Lou para quedarse a cenar con nosotros y las chicas se fueron nuevamente al cuarto. Antes pasaron dos cosas. La primera fue que antes de irse Barbie me guiño el ojo como gesto de complicidad. La segunda fue que estaba en un 90% seguro de que Ova le miró el culo a Lourdes ¿Quien era yo para enojarme por eso después de todo lo que hice con Barbara?
- Eh rusito! que haces desgraciado?! - le gritó Javier apenas lo vio
- Oh pela pero que sorpresa! no sabía que estabas en la ciudad! - lo saludó Osvaldo antes de darle un abrazo muy fuerte. Nos sentamos los tres y seguimos conversando de nuestros años mozos.
- Cuando estaban solteros ustedes nos dábamos la buena vida, después se acartonaron un poco- nos acusó mi hermano, que nunca paró la caravana de la joda en toda su vida
- Si siguiera el ritmo tuyo Mariana y las chicas me matan - lo calmó mi amigo
- Se tiene que comportar que esta su hija Barbara en la casa - le aclaré a mi hermano antes de que me hundiera como al Titanic
En ese momento la cara de Javier se transformó. Parecía que estaba enfermo. Me imaginé que cara habré puesto yo cuando me di cuenta pero no tenía forma de saberlo. Por suerte quedó disimulado por la presencia de Enzo que vino a preguntar por la comida y me ayudo a cambiar de tema. Nos fuimos a la cocina a preparar todo. En poco tiempo ya tenía la comida en el horno y todo encaminado. Mi amigo me hablaba y yo recordaba la cara de su hija llena de nuestro semen sonriendo como una puta. Era algo que me parecía irreal.
Un rato mas tarde vino Diego que olió la comida y llegó como los perros. Llamamos a las chicas y nos sentamos a comer. En la cabecera me ubiqué yo. A mi izquierda estaban los tres invitados y a mi derecha mis tres hijos. Durante la comida, a mi derecha, al comportamiento normalmente extraño de Enzo lo noté más ausente de las charlas que de costumbre. No le dije nada porque se enoja cuando comento eso delante de la gente. Lourdes hablaba sin parar y era el centro de atención del resto. Un poco por lo que decía y otro poco por el escote pronunciado que dejaba ver parte de su corpiño rosa.
Mi amigo no se perdió de ese detalle. Era tan alevoso el escote de mi hija que en un momento Diego que no cruza palabras con ella casi nunca le comentó - Tene cuidado cuando te muevas que le vas a sacar un ojo a alguien con eso - y todos empezaron a reír. Era un desubicado pero me causó una carcajada. Con esa risa exagerada moví los pies y paree algo. Era una de las sandalias de Barbie.
Miré hacia abajo y vi la pierna de Barbara cruzando la mesa hasta la entrepierna de Enzo. En ese momento entendí el comportamiento de mi hijo que estaba delirando y tratando de disimular. No puede ser tan puta esta mujer! Esta el padre al lado! Mientras tanto comía muy tranquila como una chica de buena familia. Cuando la miré sorprendido entendió todo y me sonrió. Esa boquita viciosa seguramente quería otra dosis de leche. Esa mina es muy puta!
Me fije la disposición de los lugares y vi que Lourdes estaba sentada en frente de Osvaldo. Estaría haciendo lo mismo? Por qué mi amigo estaba tan callado? Como hacía para saberlo estando tan lejos? Me acerqué con la excusa de servirle más vino y me hice como que se me cayó el corcho. Me agache a buscarlo y pude ver que las piernas de mi hija estaban cruzadas en su lugar. Demasiado cruzadas para usar una pollera tan corta. Pude ver su pierna por completo y parte de su nalga derecha. " Hay que cogerlas a las dos acá mismo a las dos! Orgía entre todos!" me gritaba mi mente.
Por alguna razón mi amigo que era un animador nato de las reuniones estaba muy callado. Podía ser que notara lo que estaba haciendo su hija? no creo. Conociéndolo estaría furioso. Tal vez era porque Javier se sentó al lado de su Barbarita y todos conocemos a mi hermano. De todas formas el comportamiento de este desde que se enteró quien era Barbie era casi de temor. Ni siquiera la miraba. Seguramente sería algún problema ajeno a nosotros que no podría adivinar.
Cuando ya habíamos terminado de comer y estábamos de sobremesa mi hermano se paró y apareció de repente con una botella de champaña que había en la heladera.
- Tenemos que festejar que nos juntamos de nuevo - aseguró con la excusa de chupar un poco
- Si buenisimo! Voy a buscar las copas - le respondió Lourdes y a los saltos.
No me gustaba estar tomando tanto un día de semana, ya habíamos tomado todo el vino. De todas formas todos se entusiasmaron y no quise ser el aguafiestas.
Empezamos a tomar y yo no podía dejar de pensar. Todos se estaban divirtiendo y yo seguía dándome rosca con las actitudes de Barbara. En un momento aproveché que fue al baño y como ya todos estaban en cualquiera no llamó la atención que yo también me levantara. La agarré del brazo en el pasillo y la encaré
- Te vi lo que estabas haciendo con Enzo, No te importa un carajo nada?! - le reproché
- Que te pasa? estas celoso? no te alcanzó lo de hoy? - me dijo la muy trola. Apenas terminó de hablar me puso la mano en la pija y me empezó a frotar sobre el pantalón.
- Basta nena! Para! No te importa tu familia ni la mía? No se como tu viejo puede ser tan ciego - le dije antes de dejarme llevar. Si aflojaba un segundo la iba a coger ahí mismo
- Eso deberías preguntarte vos. Pensas que Lourdes es una santa? - tiro insinuando algo
- No tiene nada que ver mi hija en esto! - le dije pero sentir sus caricias y hablar de Lou a la vez hizo que mi pija se empiece a endurecer mucho.
- Yo creo que algo deber imaginarte pero al igual que mi papá te negas a averiguarlo - me susurró acercándose tanto que casi rozaba mis labios al hablar - deberías estar más atento - me sugirió y se fue a sentar de nuevo moviendo ese culo hermoso para mi. Me dejó re al palo
No sabía a que se refería. Era obvio que sabía muchas cosas que yo no pero tal vez no me atrevía a preguntarme cuales. Volví a la mesa y Ova había salido a fumar como hacía siempre. Era llamativo que siendo médico no pudiera abandonar ese vicio tan nocivo. Me puse a levantar las cosas de la mesa y llevarlas a la cocina para distraerme un poco, Me asomé afuera a charlar con mi amigo y lo que vi empezó a responder mis dudas.
Mi hija estaba muy pegada a Osvaldo, en una posición muy provocadora. Con sus pechos pegados y una sonrisa muy felina. Nunca la había visto en esa situación antes. Debería haber salido para cortar todo pero las palabras de Barbara todavía hacían eco en mi cabeza. Me di cuenta que estaban justo en la ventana espejada del escritorio. Podía meterme ahí para escuchar y ver todo sin que ellos lo notaran. Lo único que tenía que hacer era no prender la luz ni hacer ningún tipo de ruido. Eso fue lo que hice.
Apenas entré pude ver a mi amigo apoyado en la ventana y la cara de trola que le hacía Lourdes al hablar mientras daba pequeños sorbos a su copa.
- Esto tiene que terminar acá! Soy un tipo casado y lo sabes - la rechazaba Ova para mi paz
- Decí lo que quieras yo se lo que queres - contraatacó mi nena y en cuanto mi amigo se dispuso a responder ella se lo tomó del cuello y le dio un beso en la boca que lo dejó mudo. Yo estaba casi pegado al vidrio viendo todo lo que pasaba sin poder creerlo.
- Dale sabes que me pongo muy cachondita cuando tomo - le dijo saboreándose
- Te lo pido por favor! está mi hija ahí adentro y tu familia. No podes ser tan puta nena - le raclamó y entonces me acordé de las palabras de Barbie. Eran como dos gotas de agua. Igual de hermosas y a su vez igual de trolas. La tomó de los brazos y la alejó un poco de él.
- No te hagas el dificil conmigo - le dijo con un tono de picara y juguetona. Vi sus dos manos a la altura de la pija de Ova y escuche como le bajó el cierre. Se mordió los labios y miró al ventanal a ver si alguien salía. Al ver que estaban solos se agachó abierta de piernas, dejandome ver esa tanguita rosa y empezó a darle una mamada a toda velocidad a mi amigo.
No se en que momento saqué la pija del pantalón pero de repente me di cuenta que me estaba pajeando mal con esa escena en primer plano. Se había agarrado con las dos manos del culo del tipo y al parecer le estaba devorando toda la verga
- Sos tan puta pendeja! - exclamó mi amigo mirando al cielo
No podía dejar de pajearme, Debería estar furioso y en vez de eso estaba al borde del orgasmo. Podía ver como Lourdes se pasaba los dedos por adentro de la tanga mientras su cabello se sacudía de adelante hacia atrás. Lo que siguió fue el extremo.
Se pusieron de costado supongo que para espiar si venía alguien y pude ver como Lourdes lamía la verga desde los testículos hasta la punta. Tenía una cara de placer que me recordaba todos mis sueños eróticos, Miraba con un gesto de satisfacción a mi amigo como diciendo "viste que no te ibas a resistir". La expresión en las caras de ambos me hizo pensar que era la primera vez que pasaba y más excitante era todo para mi. Sacó la pija de su boca y la empezó a frotar por sus mejillas y sus labios.
- Cuanto hace que quería esta para mi. Ahora decime que no te gusta - lo desafió mientras rozaba la cabeza mojada de la pija contra su mejilla haciéndolo gozar en grande.
- No podes calentarme mas nenita, sos de terror! - le dijo y le metió su pija en la boca con fuerza como si la estuviera castigando. La agarró del pelo y empezó a meterla y sacarla como si estuviera cogiendole la boca. Era muy crudo ver eso! Lourdes se ahogaba pero no cambiaba esa cara de puta satisfecha ni por un segundo. Cuando vi que se quedaron quietos y empezó a brotar mucha leche de sus labios no pude aguantarme más. Para colmo de males, la muy viciosa se tragó todo y se miraba en el vidrio espejado juntando lo que se escapaba entre sus labios.
Cuando tuve a mi hija con la boca chorreando de leche mirándome de frente no me aguanté más. Me pegué al vidrio y acabé justo en su cara, como si no estuviera la ventana. Mi acabada golpeo la ventana con tanta fuerza que Lou se dio cuenta del ruido y mirando para adentro preguntó
- Hay alguien ahí? - Me quedé mudo y paralizado para no hacer ningún ruido.
- Vamos dale! que si se entera de esto Barbarita me muero - le decía Ova preocupado.
- Oki - le respondió. Miró una vez más hacia donde estaba yo, levantó su copa del piso y se fue tomando lo que quedaba.
Era increíble! Barbie tenía razón. Mi hija no tenía nada que envidiarle. Incluso era más arriesgada y más convincente cuando quería pija. Además los dos eramos igualmente ingenuos con respecto a nuestras hijas. La culpa y la excitación nos estaban comiendo la cabeza. No sabía cuanto hace que Lourdes buscaba ese pedazo de carne entre sus labios pero se la veía muy contenta por haberlo logrado. Era imposible no imaginar a Lou cogiendo como una perra como lo hace su amiga.
Yo pensaba que estas cosas pasaban solo en las películas pero mi casa se estaba convirtiendo de a poco en una maraña de mentiras y de sexo que parecía empeorar minuto a minuto. Cuando volví a la sala ellos aún no habían vuelto. Primero entró Ova mirando para abajo seguramente por la culpa de verme a los ojos. Entonces comprendí por qué estaba tan preocupado en la cena.
No más de un minuto después entró Lourdes lo más campante. No tenía ningún tipo de arrepentimiento y por el contrario se la veía muy feliz. El resto estaban medios picados por el alcohol y ya se reían de todo.
Barbara estaba sentada junto a Enzo y le hablaba al oído mientras el pibe abría los ojos cada vez más grandes. No podía resistir pensar que guarradas le diría pero el pobre movía las piernas y los brazos para todos lados tratando de ocultar la erección, parecía que el único que lo notó fui yo. Javier estaba contando los mismos chistes de siempre y Diego lo arengaba con sus carcajadas,
Me hervía el balero pensando en lo putas que eran las dos pero mucho más en Lourdes que recién ahora me mostraba esa faceta de calienta pijas. El resto de la noche siguió así hasta que Ova decidió partir con su hija. Cada saludo de las chicas me parecía provocador pero ya era idea mía.
Antes de partir Osvaldo tuvo una idea.
- Por qué no pasan mañana a cenar a casa así saludas a Mariana y a las chicas? - nos invitó
- Buenisimo! Dale mañana vamos! respondió Lourdes que estaba agarrada de mi brazo mirándome con carita de nena suplicando.
- Dale. Mañana organizamos bien - le respondí
Apenas se fueron, uno a uno todos se fueron retirando a sus cuartos y yo me fui último. Cerré con llave el escritorio y dejé la llave en mi mesa de luz. Ya estaba bastante picado por el alcohol y también muy cansado. Me acosté y me morí. A mitad de la noche un ruido me despertó y me levanté a ver que era. Me di cuenta que era del escritorio y pensé que habían entrado ladrones.
Me asomé a ver que pasaba y encontré a Lourdes junto a la ventana
- Esto es tuyo pa? - me preguntó señalando la mancha enorme de semen que había quedado ahí
No supe que decir. Me tomó por sorpresa. Se acercó hasta mi sonriendo y me dijo
- Yo sabía que eras vos el que me estaba espiando - acto seguido pasó sus manos por detras de mi cuello y se acercó para besarme pero solo pasó su lengua por mis labios.
- Supongo que es tu turno ahora - me susurró al verme tan entregado y empezó a besar mi cuello. La abracé de la cintura y la pegué contra mi cuerpo. Ella cruzó su pierna por mi cintura y con su pié empujó la puerta cerrándola con fuerza. Apenas hizo eso me empezó a besar con esa lengua sabrosa sobre la mía. Dio un salto y se colgó de mi como un koala. Apreté ese culo carnoso con mis dos manos para sostenerla. La acosté en el escritorio y de la calentura que tenía le rompí la remera para desnudar sus pechos. Me interne entre esas tetas y comencé a chuparlas con todas las ganas acumuladas.
Ella me desabrochó el pantalón y lo bajó empujando con los pies mientras seguía disfrutando de sus tetotas en mi boca. Se corrió la tanga al costado y fue empujando mi cabeza hacia abajo para hasta que quedé con su deliciosa conchita frente a mis ojos. Me agarré de sus piernas y empecé a saborear esa concha mojada. Sentía sus manos entre mi cabello y los dedos de sus pies en mi espalda. Me volvía loco con su sabor en mi lengua que no paraba de lamer.
- Si papi! Así! que rico! - me decía la muy puta que estaba gozando en grande
- Te gusta mi putita? Ahora me toca a mi - le dije separándome un poco y mirándola sonreír con sus tetas de por medio. Se acostó boca abajo en el escritorio apretando esas monumentales tetas con el peso de su cuerpo y entró a chupar mirándome con ojitos de nena inocentona. Sabía exactamente como calentarme la muy zorra! Sentía su lengua moviéndose bajo mi verga y eso me excitaba mucho. Me iba a hacer acabar en cualquier momento con esa lenta pero intensa forma de chuparla. Podía sentirlo
La hice darse vuelta y le abrí las piernas de lado a lado - Ahora si mi trolita hermosa - le dije y se la metí hasta el fondo. Los dos nos unimos en gemidos y empezamos a movernos rápidamente en busca del orgasmo. Ninguno de los dos estaba lejos. Me apretó con sus piernas como hizo al principio y se volvió a colgar de mi solo que ahora con mi pija adentro. Esto me calentó mucho. La apreté fuerte y ella moviéndose como si estuviera bailando me hacía delirar con su movimiento de cadera. Que manera de moverse esta diosa! No pude tolerar esto último y me vine ahí mismo.
En ese momento como ya me había pasado, desperté en mi cama con el sol pegándome en la cara. Que frustrante era eso! Lou estaba muy dormida y apoyada en mi pecho así que no me moví para no despertarla. Pero entonces caí. Que hacía con Lourdes abrazada en mi cama?! Levanté un poco las mantas y vi que estaba en ropa interior y yo también. Que carajo había pasado?!
En ese momento me suena el teléfono y Lourdes se da vuelta dándome la espalda.
Era un mensaje de Barbie:
"Esta noche los esperamos en la casa de papi. Besitos bombón! 😉 "
Esta vez más que nunca antes me pregunté que había pasado y aún peor que más iba a pasar...
P/D: les dejo un beso de mi nena
http://www.poringa.net/posts/relatos/2723179/Mi-hija-Lourdes-Primera-Parte.html
http://www.poringa.net/posts/relatos/2723417/Mi-hija-Lourdes-Segunda-Parte.html
http://www.poringa.net/posts/relatos/2723690/Mi-hija-Lourdes-Tercera-Parte.html
http://www.poringa.net/posts/relatos/2724346/Mi-hija-Lourdes-Cuarta-Parte.html
http://www.poringa.net/posts/relatos/2725152/Mi-hija-Lourdes-Quinta-Parte.html
Ahora si, continuamos:
Como si el deseo casi incontenible que sentía por Lourdes no me produjera suficiente culpa, ahora vengo a enterarme que su amiga Barbie es la hija de mi amigo de toda la vida. Si. La misma que me hizo acabar en su boca una noche en la cocina, la misma con la que tuve una noche de sexo salvaje en su departamento hasta no poder moverme, y finalmente la misma a la que nos habiamos enfiestado con Javier hacía apenas unas horas. Esa maquina sexual insaciable era la hija de Ova.
Los dos aceptaron la invitación de Lou para quedarse a cenar con nosotros y las chicas se fueron nuevamente al cuarto. Antes pasaron dos cosas. La primera fue que antes de irse Barbie me guiño el ojo como gesto de complicidad. La segunda fue que estaba en un 90% seguro de que Ova le miró el culo a Lourdes ¿Quien era yo para enojarme por eso después de todo lo que hice con Barbara?
- Eh rusito! que haces desgraciado?! - le gritó Javier apenas lo vio
- Oh pela pero que sorpresa! no sabía que estabas en la ciudad! - lo saludó Osvaldo antes de darle un abrazo muy fuerte. Nos sentamos los tres y seguimos conversando de nuestros años mozos.
- Cuando estaban solteros ustedes nos dábamos la buena vida, después se acartonaron un poco- nos acusó mi hermano, que nunca paró la caravana de la joda en toda su vida
- Si siguiera el ritmo tuyo Mariana y las chicas me matan - lo calmó mi amigo
- Se tiene que comportar que esta su hija Barbara en la casa - le aclaré a mi hermano antes de que me hundiera como al Titanic
En ese momento la cara de Javier se transformó. Parecía que estaba enfermo. Me imaginé que cara habré puesto yo cuando me di cuenta pero no tenía forma de saberlo. Por suerte quedó disimulado por la presencia de Enzo que vino a preguntar por la comida y me ayudo a cambiar de tema. Nos fuimos a la cocina a preparar todo. En poco tiempo ya tenía la comida en el horno y todo encaminado. Mi amigo me hablaba y yo recordaba la cara de su hija llena de nuestro semen sonriendo como una puta. Era algo que me parecía irreal.
Un rato mas tarde vino Diego que olió la comida y llegó como los perros. Llamamos a las chicas y nos sentamos a comer. En la cabecera me ubiqué yo. A mi izquierda estaban los tres invitados y a mi derecha mis tres hijos. Durante la comida, a mi derecha, al comportamiento normalmente extraño de Enzo lo noté más ausente de las charlas que de costumbre. No le dije nada porque se enoja cuando comento eso delante de la gente. Lourdes hablaba sin parar y era el centro de atención del resto. Un poco por lo que decía y otro poco por el escote pronunciado que dejaba ver parte de su corpiño rosa.
Mi amigo no se perdió de ese detalle. Era tan alevoso el escote de mi hija que en un momento Diego que no cruza palabras con ella casi nunca le comentó - Tene cuidado cuando te muevas que le vas a sacar un ojo a alguien con eso - y todos empezaron a reír. Era un desubicado pero me causó una carcajada. Con esa risa exagerada moví los pies y paree algo. Era una de las sandalias de Barbie.
Miré hacia abajo y vi la pierna de Barbara cruzando la mesa hasta la entrepierna de Enzo. En ese momento entendí el comportamiento de mi hijo que estaba delirando y tratando de disimular. No puede ser tan puta esta mujer! Esta el padre al lado! Mientras tanto comía muy tranquila como una chica de buena familia. Cuando la miré sorprendido entendió todo y me sonrió. Esa boquita viciosa seguramente quería otra dosis de leche. Esa mina es muy puta!
Me fije la disposición de los lugares y vi que Lourdes estaba sentada en frente de Osvaldo. Estaría haciendo lo mismo? Por qué mi amigo estaba tan callado? Como hacía para saberlo estando tan lejos? Me acerqué con la excusa de servirle más vino y me hice como que se me cayó el corcho. Me agache a buscarlo y pude ver que las piernas de mi hija estaban cruzadas en su lugar. Demasiado cruzadas para usar una pollera tan corta. Pude ver su pierna por completo y parte de su nalga derecha. " Hay que cogerlas a las dos acá mismo a las dos! Orgía entre todos!" me gritaba mi mente.
Por alguna razón mi amigo que era un animador nato de las reuniones estaba muy callado. Podía ser que notara lo que estaba haciendo su hija? no creo. Conociéndolo estaría furioso. Tal vez era porque Javier se sentó al lado de su Barbarita y todos conocemos a mi hermano. De todas formas el comportamiento de este desde que se enteró quien era Barbie era casi de temor. Ni siquiera la miraba. Seguramente sería algún problema ajeno a nosotros que no podría adivinar.
Cuando ya habíamos terminado de comer y estábamos de sobremesa mi hermano se paró y apareció de repente con una botella de champaña que había en la heladera.
- Tenemos que festejar que nos juntamos de nuevo - aseguró con la excusa de chupar un poco
- Si buenisimo! Voy a buscar las copas - le respondió Lourdes y a los saltos.
No me gustaba estar tomando tanto un día de semana, ya habíamos tomado todo el vino. De todas formas todos se entusiasmaron y no quise ser el aguafiestas.
Empezamos a tomar y yo no podía dejar de pensar. Todos se estaban divirtiendo y yo seguía dándome rosca con las actitudes de Barbara. En un momento aproveché que fue al baño y como ya todos estaban en cualquiera no llamó la atención que yo también me levantara. La agarré del brazo en el pasillo y la encaré
- Te vi lo que estabas haciendo con Enzo, No te importa un carajo nada?! - le reproché
- Que te pasa? estas celoso? no te alcanzó lo de hoy? - me dijo la muy trola. Apenas terminó de hablar me puso la mano en la pija y me empezó a frotar sobre el pantalón.
- Basta nena! Para! No te importa tu familia ni la mía? No se como tu viejo puede ser tan ciego - le dije antes de dejarme llevar. Si aflojaba un segundo la iba a coger ahí mismo
- Eso deberías preguntarte vos. Pensas que Lourdes es una santa? - tiro insinuando algo
- No tiene nada que ver mi hija en esto! - le dije pero sentir sus caricias y hablar de Lou a la vez hizo que mi pija se empiece a endurecer mucho.
- Yo creo que algo deber imaginarte pero al igual que mi papá te negas a averiguarlo - me susurró acercándose tanto que casi rozaba mis labios al hablar - deberías estar más atento - me sugirió y se fue a sentar de nuevo moviendo ese culo hermoso para mi. Me dejó re al palo
No sabía a que se refería. Era obvio que sabía muchas cosas que yo no pero tal vez no me atrevía a preguntarme cuales. Volví a la mesa y Ova había salido a fumar como hacía siempre. Era llamativo que siendo médico no pudiera abandonar ese vicio tan nocivo. Me puse a levantar las cosas de la mesa y llevarlas a la cocina para distraerme un poco, Me asomé afuera a charlar con mi amigo y lo que vi empezó a responder mis dudas.
Mi hija estaba muy pegada a Osvaldo, en una posición muy provocadora. Con sus pechos pegados y una sonrisa muy felina. Nunca la había visto en esa situación antes. Debería haber salido para cortar todo pero las palabras de Barbara todavía hacían eco en mi cabeza. Me di cuenta que estaban justo en la ventana espejada del escritorio. Podía meterme ahí para escuchar y ver todo sin que ellos lo notaran. Lo único que tenía que hacer era no prender la luz ni hacer ningún tipo de ruido. Eso fue lo que hice.
Apenas entré pude ver a mi amigo apoyado en la ventana y la cara de trola que le hacía Lourdes al hablar mientras daba pequeños sorbos a su copa.
- Esto tiene que terminar acá! Soy un tipo casado y lo sabes - la rechazaba Ova para mi paz
- Decí lo que quieras yo se lo que queres - contraatacó mi nena y en cuanto mi amigo se dispuso a responder ella se lo tomó del cuello y le dio un beso en la boca que lo dejó mudo. Yo estaba casi pegado al vidrio viendo todo lo que pasaba sin poder creerlo.
- Dale sabes que me pongo muy cachondita cuando tomo - le dijo saboreándose
- Te lo pido por favor! está mi hija ahí adentro y tu familia. No podes ser tan puta nena - le raclamó y entonces me acordé de las palabras de Barbie. Eran como dos gotas de agua. Igual de hermosas y a su vez igual de trolas. La tomó de los brazos y la alejó un poco de él.
- No te hagas el dificil conmigo - le dijo con un tono de picara y juguetona. Vi sus dos manos a la altura de la pija de Ova y escuche como le bajó el cierre. Se mordió los labios y miró al ventanal a ver si alguien salía. Al ver que estaban solos se agachó abierta de piernas, dejandome ver esa tanguita rosa y empezó a darle una mamada a toda velocidad a mi amigo.
No se en que momento saqué la pija del pantalón pero de repente me di cuenta que me estaba pajeando mal con esa escena en primer plano. Se había agarrado con las dos manos del culo del tipo y al parecer le estaba devorando toda la verga
- Sos tan puta pendeja! - exclamó mi amigo mirando al cielo
No podía dejar de pajearme, Debería estar furioso y en vez de eso estaba al borde del orgasmo. Podía ver como Lourdes se pasaba los dedos por adentro de la tanga mientras su cabello se sacudía de adelante hacia atrás. Lo que siguió fue el extremo.
Se pusieron de costado supongo que para espiar si venía alguien y pude ver como Lourdes lamía la verga desde los testículos hasta la punta. Tenía una cara de placer que me recordaba todos mis sueños eróticos, Miraba con un gesto de satisfacción a mi amigo como diciendo "viste que no te ibas a resistir". La expresión en las caras de ambos me hizo pensar que era la primera vez que pasaba y más excitante era todo para mi. Sacó la pija de su boca y la empezó a frotar por sus mejillas y sus labios.
- Cuanto hace que quería esta para mi. Ahora decime que no te gusta - lo desafió mientras rozaba la cabeza mojada de la pija contra su mejilla haciéndolo gozar en grande.
- No podes calentarme mas nenita, sos de terror! - le dijo y le metió su pija en la boca con fuerza como si la estuviera castigando. La agarró del pelo y empezó a meterla y sacarla como si estuviera cogiendole la boca. Era muy crudo ver eso! Lourdes se ahogaba pero no cambiaba esa cara de puta satisfecha ni por un segundo. Cuando vi que se quedaron quietos y empezó a brotar mucha leche de sus labios no pude aguantarme más. Para colmo de males, la muy viciosa se tragó todo y se miraba en el vidrio espejado juntando lo que se escapaba entre sus labios.
Cuando tuve a mi hija con la boca chorreando de leche mirándome de frente no me aguanté más. Me pegué al vidrio y acabé justo en su cara, como si no estuviera la ventana. Mi acabada golpeo la ventana con tanta fuerza que Lou se dio cuenta del ruido y mirando para adentro preguntó
- Hay alguien ahí? - Me quedé mudo y paralizado para no hacer ningún ruido.
- Vamos dale! que si se entera de esto Barbarita me muero - le decía Ova preocupado.
- Oki - le respondió. Miró una vez más hacia donde estaba yo, levantó su copa del piso y se fue tomando lo que quedaba.
Era increíble! Barbie tenía razón. Mi hija no tenía nada que envidiarle. Incluso era más arriesgada y más convincente cuando quería pija. Además los dos eramos igualmente ingenuos con respecto a nuestras hijas. La culpa y la excitación nos estaban comiendo la cabeza. No sabía cuanto hace que Lourdes buscaba ese pedazo de carne entre sus labios pero se la veía muy contenta por haberlo logrado. Era imposible no imaginar a Lou cogiendo como una perra como lo hace su amiga.
Yo pensaba que estas cosas pasaban solo en las películas pero mi casa se estaba convirtiendo de a poco en una maraña de mentiras y de sexo que parecía empeorar minuto a minuto. Cuando volví a la sala ellos aún no habían vuelto. Primero entró Ova mirando para abajo seguramente por la culpa de verme a los ojos. Entonces comprendí por qué estaba tan preocupado en la cena.
No más de un minuto después entró Lourdes lo más campante. No tenía ningún tipo de arrepentimiento y por el contrario se la veía muy feliz. El resto estaban medios picados por el alcohol y ya se reían de todo.
Barbara estaba sentada junto a Enzo y le hablaba al oído mientras el pibe abría los ojos cada vez más grandes. No podía resistir pensar que guarradas le diría pero el pobre movía las piernas y los brazos para todos lados tratando de ocultar la erección, parecía que el único que lo notó fui yo. Javier estaba contando los mismos chistes de siempre y Diego lo arengaba con sus carcajadas,
Me hervía el balero pensando en lo putas que eran las dos pero mucho más en Lourdes que recién ahora me mostraba esa faceta de calienta pijas. El resto de la noche siguió así hasta que Ova decidió partir con su hija. Cada saludo de las chicas me parecía provocador pero ya era idea mía.
Antes de partir Osvaldo tuvo una idea.
- Por qué no pasan mañana a cenar a casa así saludas a Mariana y a las chicas? - nos invitó
- Buenisimo! Dale mañana vamos! respondió Lourdes que estaba agarrada de mi brazo mirándome con carita de nena suplicando.
- Dale. Mañana organizamos bien - le respondí
Apenas se fueron, uno a uno todos se fueron retirando a sus cuartos y yo me fui último. Cerré con llave el escritorio y dejé la llave en mi mesa de luz. Ya estaba bastante picado por el alcohol y también muy cansado. Me acosté y me morí. A mitad de la noche un ruido me despertó y me levanté a ver que era. Me di cuenta que era del escritorio y pensé que habían entrado ladrones.
Me asomé a ver que pasaba y encontré a Lourdes junto a la ventana
- Esto es tuyo pa? - me preguntó señalando la mancha enorme de semen que había quedado ahí
No supe que decir. Me tomó por sorpresa. Se acercó hasta mi sonriendo y me dijo
- Yo sabía que eras vos el que me estaba espiando - acto seguido pasó sus manos por detras de mi cuello y se acercó para besarme pero solo pasó su lengua por mis labios.
- Supongo que es tu turno ahora - me susurró al verme tan entregado y empezó a besar mi cuello. La abracé de la cintura y la pegué contra mi cuerpo. Ella cruzó su pierna por mi cintura y con su pié empujó la puerta cerrándola con fuerza. Apenas hizo eso me empezó a besar con esa lengua sabrosa sobre la mía. Dio un salto y se colgó de mi como un koala. Apreté ese culo carnoso con mis dos manos para sostenerla. La acosté en el escritorio y de la calentura que tenía le rompí la remera para desnudar sus pechos. Me interne entre esas tetas y comencé a chuparlas con todas las ganas acumuladas.
Ella me desabrochó el pantalón y lo bajó empujando con los pies mientras seguía disfrutando de sus tetotas en mi boca. Se corrió la tanga al costado y fue empujando mi cabeza hacia abajo para hasta que quedé con su deliciosa conchita frente a mis ojos. Me agarré de sus piernas y empecé a saborear esa concha mojada. Sentía sus manos entre mi cabello y los dedos de sus pies en mi espalda. Me volvía loco con su sabor en mi lengua que no paraba de lamer.
- Si papi! Así! que rico! - me decía la muy puta que estaba gozando en grande
- Te gusta mi putita? Ahora me toca a mi - le dije separándome un poco y mirándola sonreír con sus tetas de por medio. Se acostó boca abajo en el escritorio apretando esas monumentales tetas con el peso de su cuerpo y entró a chupar mirándome con ojitos de nena inocentona. Sabía exactamente como calentarme la muy zorra! Sentía su lengua moviéndose bajo mi verga y eso me excitaba mucho. Me iba a hacer acabar en cualquier momento con esa lenta pero intensa forma de chuparla. Podía sentirlo
La hice darse vuelta y le abrí las piernas de lado a lado - Ahora si mi trolita hermosa - le dije y se la metí hasta el fondo. Los dos nos unimos en gemidos y empezamos a movernos rápidamente en busca del orgasmo. Ninguno de los dos estaba lejos. Me apretó con sus piernas como hizo al principio y se volvió a colgar de mi solo que ahora con mi pija adentro. Esto me calentó mucho. La apreté fuerte y ella moviéndose como si estuviera bailando me hacía delirar con su movimiento de cadera. Que manera de moverse esta diosa! No pude tolerar esto último y me vine ahí mismo.
En ese momento como ya me había pasado, desperté en mi cama con el sol pegándome en la cara. Que frustrante era eso! Lou estaba muy dormida y apoyada en mi pecho así que no me moví para no despertarla. Pero entonces caí. Que hacía con Lourdes abrazada en mi cama?! Levanté un poco las mantas y vi que estaba en ropa interior y yo también. Que carajo había pasado?!
En ese momento me suena el teléfono y Lourdes se da vuelta dándome la espalda.
Era un mensaje de Barbie:
"Esta noche los esperamos en la casa de papi. Besitos bombón! 😉 "
Esta vez más que nunca antes me pregunté que había pasado y aún peor que más iba a pasar...
P/D: les dejo un beso de mi nena
31 comentarios - Mi hija Lourdes. Sexta Parte
Abrazo
felicidades capo
http://www.poringa.net/alacranesnlaboca/posts
van puntines