Mi hija Lourdes. Tercera Parte

Hola. Continúo con la historia de mi hija Lourdes. Soy Alejo y si no conocen como viene la mano, tendrían que entrar acá para entender un poco de que se trata:

http://www.poringa.net/posts/relatos/2723179/Mi-hija-Lourdes-Primera-Parte.html

y la continuación:

http://www.poringa.net/posts/relatos/2723417/Mi-hija-Lourdes-Segunda-Parte.html

Para los que entraron y se pusieron al día o ya vienen embalados de antes con la historia continuamos:

Estoy en mi cama tranquilo disfrutando del sábado a la mañana. Poder hacer un rato más de fiaca era el máximo disfrute que tenía hasta hace unas semanas. Como si hubieran leído mi mente, lentamente veo abrirse la puerta y detrás de ella aparecen las dos pendejas, haciéndome el dedito de la enfermera para decirme que haga silencio.

Vienen caminando hasta la cama y a los pies de la misma se sacan sus diminutas ropas de noche. Las dos desnudas con esos cuerpos infernales. Tanta carne bien ubicada! Hacen que la pija se me ponga como el palo mayor de un barco. Riéndose tiran de las cobijas y se encuantran con lo que vienen a buscar: mi verga latiendo de la calentura

Gateando por el colchón me la agarran y siento sus lenguas peleando por ella. Sin dudas un placer único tener a dos pendejas tan putas y tan tremendamente perras lamiendote la pija. Las dos tiradas así, con sus enormes tetas rozándome las piernas y los tremendos ortos mirando al cielo eran la gloria! Lourdes sube lamiendo mi pecho hasta mi cara y comienza a besarme con esa boca que quema.

Así desnuda como esta no me resisto y le empiezo a chupar las tetas blanquitas y redonditas totalmente sacado. La muy trola en medio de algunos gemidos me dice:
-Si papi! Somos tus putas! - Apretándome entre sus tetotas. Barbie deja de chuparme la pija y me toca el hombro de repente diciendo
- Hey dale! Ya son las 11 y el asado?! - Chan!
Flor de desilusión me llevé cuando me desperté abrazado a mi almohada en lugar de esos jóvenes y carnosos pechos y con Diego parado al lado mío reclamándome por la comida
- Ahora bajo! Que denso que sos a veces eh! - le dije fastidiado más con mi subconsciente que con él

- Por mi que te parta un rayo, pero tu consentida y su amiguita están preguntando por vos - me respondió cuando salía del cuarto
Entonces recordé a la puta de Barbara y lo que había pasado la noche anterior. Le habría contado algo a mi hija?! Probablemente pensaría que soy un viejo verde o peor. Por qué preguntaban por mi? Me moría de vergüenza de mirar a la cara a Lourdes después de eso.

Me vestí con ropa vieja, para hacer el asado que me reclamaban y bajé haciéndome el boludo. Si se iba a destapar la hoya no iba a ser yo quien abriera la tapa. Saludé a todos con normalidad y cuando llegué a Barbie, vi que actuó con la misma o más naturalidad. Me sorprendió. Esperaba algún gesto de complicidad o algo así.

- Pa, vas a prepararnos un asado? Sos el mejor! - Me dice Lourdes, con esa gracia y esa voz tan hermosa que tiene.
- Si, lo prometido es deuda - les dije mientras me preparaba todos los elementos. Junté todo y me fui para la parrilla. Hacía un calor que era más o menos como un verano en Qatar. Apenas abrí el ventanal para salir al patio me di cuenta que iba a pasar más calor que en el sueño, pero todo era poco para mantener contenta a mi hermosa y sensual nenita. Si asado quería, asado iba a tener!

Una vez que prendí el fuego me fui adentro y me destapé una cerveza para apaciguar la temperatura. Para mi sorpresa el pack estaba casi vacío. Miro hacia atrás y los cuatro tenían una lata cada uno. Estaban chupando y a las carcajadas mientras yo me cocinaba vivo. Me dio un poco por las bolas. Enzo estaba sentado cerca de las chicas y no disimulaba nada. Les hablaba directamente a las tetas. Mientras que el otro estaba en la computadora mirando el Face

- Toma pendejo, anda a comprarme más cerveza - le dije al borrego para que no se quedara bizco mirando a su hermana y la amiga. Me miró con cara de pocos amigos y vino con ese paso de tortuga lesionada que tiene a buscar la plata. "sería más rápido fabricar la birra en casa" pensé.
- Diego podes ir salando la carne? - le pregunte como diciendo "hacelo!". Me fui para afuera de nuevo mientras las chicas tomaban cerveza y me saludaban sonrientes.

Al rato viene Diegote con la carne y me dice por lo bajo
- Che todo bien con la hermanita nueva pero esta otra piba se va a quedar a vivir también?
- No seas mal educado queres?! - lo corté en seco. No quería ninguna discusión con esa pendeja que me podía delatar en cualquier momento.
- Bueno, es una pregunta! tampoco la voy a echar! - me respondió de la misma forma
- Y podrías ser un poco más cortes con tu hermana también - le agregué para que no quede en que defendía a la rubia por algo en particular.

- Ok - me respondió y se a buscar su cerveza, con cara de pocos amigos. Parecía que estaba celoso de la hermana desde el primer día el muy pavo. Siempre fue mi preferido pero lo de Lourdes era algo distinto. Ahí siempre iba a perder si se ponía a competir.

Estaba muerto de calor. Ya me había sacado la remera pero el fuego de la parrilla y el calentamiento global me estaban asando a mi. La birra se fue como si estuviera pinchada la lata y pedí otra a los gritos. Esperaba que tardara una eternidad traída por Enzo pero para mi sorpresa en unos segundos me ponen una lata fresquita en la mano y me dan un abrazo de atrás pegandome un par de tetas preciosas en la espalda.
- El mejor papá del mundo quiere algo más? - me dice la dulce voz de Lourdes en el oído
Lo más tranquilo de todo lo que se me ocurrió pedirle fue "si una turca de esas monumentales tetas que tenes ahí" pero por suerte no lo dije.

- No corazón. Muchas gracias! - le dije haciéndome el que miraba el asado. No quería darme vuelta porque ya estaba al palo con el roce y la frase al oído.
- Si queres vayan preparando la mesa - completé para despegarme esos pechos sublimes y bajar la calentura. Por lo menos esa calentura.
- Bueno papi! - me dijo y se fue rápido. Separé algunos cortes que estaban para servir y puse un poco más de brazas y me fui para adentro también. No daba más ahí afuera.

Cuando entré me recibieron con aplausos y ovación como si trajera la copa del mundo. No sé si era por el hambre, por la cerveza, o por el ambiente festivo que estas hembras le daban a nuestra casa pero parecía un cumpleaños la mesa. Empezamos a comer como escapados de la cárcel. Dábamos una imagen un poco primitiva los tres hombres mordiendo los costillares en lomo.
- Lou, puedo sacarme la remera? hace mucho calor y tenemos las mallas abajo - preguntó Barbie
Lourdes me miró y como no le hice cara de negación le dijo que si con la cabeza.

Cuando esas tetas suculentas y bronceadas quedaron tapadas solamente por una malla rosa pasaron a ser el centro de atención. Casi al instante mi hija se paró y comentó
- Sabes qué? yo también me voy a sacar la remera. Soy la única que está tan abrigada - y de un tirón se sacó la remerita, pero no se fue sola. Una de sus tetas quedó desnuda accidentalmente
- ring ring - le avisó su amiga que había un timbre a la luz. Se dio vuelta apurada y se acomodó
- perdón! re porno la comida! jijiji - dijo para pasar el momento y todos empezamos a reír.

La calentura que tenía disimulada por la risa iba a hacer que la pija me tocara la mesa en cualquier momento. Ese pezón rosadito me trasportó de nuevo a mi sueño. Esa piel casi pálida, suave y tersa. Que buena que estaba mi hija por favor! El resto del almuerzo transcurrió sin mayores sobresaltos en un clima ameno y distendido. Me asombraba como Lourdes se había integrado a la familia tan rápido. Mi lado más guarro pensaba "con ese lomazo es bienvenida en cualquier lado"

Después de comer me fui a dormir una siesta con la imagen fresca de esas dos trolitas divinas casi en bolas. Esperaba tener uno de esos sueño eróticos que me estaban quemando el balero. Para mi decepción en vez de eso tuve una pesadilla horrible. No recuerdo los detalles pero me desperté y cuando quise levantarme me dolía todo el cuerpo. Estaba rojo como un tomate! Me había quemado todo haciendo el asado! Sentía toda la piel caliente y me dolía el contacto con las sábanas. Lo que me faltaba!

Me levanté caminando como un robot y apenas me vieron mis hijos se escucho un sincronizado y general "uuuhhhh noooooo" que me dio la imagen mas acabada de lo mal que estaba.
- Ay papi mirá como estas! por qué no te pusiste protector?- me dijo preocupada Lourdes
Hacia mis adentros pensaba "porque quería quemarme y sufrir como un condenado boluda!"
- No me di cuenta mi amor, no soy muy amigo de las cremas - le dije tratando de reforzar mi dañada imagen de virilidad. La verdad era cierto. Siempre era Silvia, mi difunta esposa, quien me hinchaba con la crema en el verano y ahora que no estaba no me di cuenta yo solo.

Mientras dormía Barbie se había ido. Eso era algo que me daba un poco de tranquilidad. La presencia de esa puta cuchicheando con mi hija por la casa me tenía tenso. Un problema a la vez. Ahora lo que más me preocupaba era mi piel. Mientras cenamos, los dos boludos hacían competencia de talento para ver quien hacía el chiste más ocurrente sobre el color rojo, Lourdes por su parte, se fue a su cuarto y volvió con una especie de crema verde y lo primero que pensé fue "esto va a arder como el ácido"
- Esto te va a aliviar un poco pa - parecía contestar a lo que había pensado.

Sacó un poco, se frotó en las manos y empezó a pasarme por los hombros. Para mi sorpresa era una sensación de frescura que me venía como agua en el desierto. Cuando vio mi cara de alivio se fue poniendo más y desparramando por mi espalda, mis brazos, mi pecho. Era como si me fuera a pintar todo. Lo hacía con una dedicación única. Sus deditos recorriendo todo mi cuerpo eran una delicia para mis perversos pensamientos. " por qué no me habré quemado sin el short para que me pase acá abajo!" fue el más guarro.

- Bueno papucho, creo que eso va ayudar. te la dejo por si más tarde queres ponerte más, ahora me voy a bañar rápido que en un rato me voy - en ese momento caí que era sábado a la noche. Iba a tener que sacarle la tapa y bañarme en esa crema refrescante por que mi preciosa Lourdes estaba por salir y eso significaba que se iba a producir para el quilombo.

No me equivoqué cuando salió de bañarse y cambiarse estaba vestida para derretir la Antártida! En detalle era algo más o menos así: unas botas de esas negras, una pollerita a rayas que me da vergüenza detallar pero si se agachaba se le iba a ver absolutamente todo y una remeras roja de esas que dejan la panza al aire y para colmo de males era recontra ajustada y le marcaba las tetas como si estuviera pintada a la piel. Se le veía el corpiño negro desde cualquier ángulo.

Todo eso lo completaba con un maquillaje definitivamente de gato. Los labios rojos muy fuerte, mucho rubor y los ojos pintados como si fuera oriental. Todo eso con los rasgos finos y delicados de Lourdes eran una invitación al ratoneo y mucho más. Me atormentaba la mente cada vez que salía así. Y no era la única cabeza que estaba pendiente de ella. Antes de irse me dio un beso y me dejó marcados esos rojos y carnosos, labios hermosos en la mejilla.

Como Enzo se iba a dormir con sus amigos nerds y Diego salió un rato antes en busca de alguna presa nueva como hacía todos los fines de semana. Aproveché en cuanto me quedé solo y me clavé una tremenda paja sentado en el living después de tanta calentura que habia tenido desde que me desperté. Acabé una buena descarga y me quedé un rato sentado pensando en lo puta que se veía mi bebota. Después limpié todo e intenté inútilmente dormirme. La molestia de las quemaduras no me dejaban y fue solo dar vueltas en la cama.

A eso de las 6 de la mañana escucho unos ruidos en el living. Me estaba por asomar cuando escuché la voz de Diego y una risa de mujer. Unos segundos después la puerta de su cuarto se cerró. No era muy común que mi hijo trajera sus minitas a casa, pero por lo picado que se lo oía se ve que no estaba para dar muchas vueltas. Mientras pensaba todo eso empiezo a escuchar gemidos que vienen de la pared contigua. Al parecer ya había empezado la acción. Las minas que enganchaba mi hijo siempre eran camiones totales.

Me dio un poco de curiosidad y aprovechando que Enzo no estaba en la casa hice lo que hubiera hecho él. Me asomé a espiar. Apoyé mi oreja en la puerta y se escuchaba claramente un sonido de succión y los gemidos de Diegote. Parece que la putita la chupaba como una profesional. Miré por la mirilla y solo llegaba a ver una pendeja arrodillada abierta de piernas y el cuerpo de mi hijo me tapaba el resto. Noté que la puerta no estaba cerrada. Solo apoyada así q empujé un poco como para ver por el costado.

La había tirado en la cama y la tenía de espaldas con las piernas abiertas pasandole los dedos por la concha, antes de penetrarla. Cuando vi a ese hembron abierta de piernas con ese culo tremendo para mi lado. Saqué la verga y me empecé a tocar ahí mismo. Cuando se la metió el gemido que dio la pendeja fue recontra excitante. Que rica trola! pensaba mientras me pajeaba con todo.

En un momento la mina gira pasando su bota al lado de la cara de Diego y ya empecé a ver cosas raras. Me di cuenta que esas botas las conocía. Lo empuja sobre la cama subiendose encima de él y cuando se corre el pelo para atrás veo en toda su plenitud la cara totalmene caliente de Lourdes!! Casi me desmayo! La muy yegua se estaba cogiendo a su propio hermano! Estaba furioso pero seguía masturbándome incluso más que antes.

Si bien era una locura lo que estaba viendo también era la primera vez que veía a mi despampanante hija montando una pija. Y por el amor del cielo que bien que lo hacía la bestia! Tenía sus dos manos en el pecho de Diego y movía todo su cuerpo al menearse sobre él! Podía verlo rendido al placer con la cabeza colgando de la cama. Ver el movimiento de esa cadera y como esas carnosas nalgas chocaban contra las piernas de mi hijo me tenían re caliente!

No me importaba en ese momento regañar a ninguno de los dos. Solo disfrutar de ese cuerpo vestido solamente con las botas. Como se movía esa mujer! Iba subiendo la velocidad de a poco y sus tetas sublimes se movían rebotando cada vez más con los pezones parados y todo, "Yo me meto y la cojo!" pensé, pero no quería arruinar el show

- Si cogeme! si más fuerte! más fuerte! - le reclamaba Lourdes. con la carita toda transpirada como el resto de su cuerpo
- Toma puta! - le dijo Diego ya con una calentura tremenda
La puso en cuatro con la cabeza apoyada en el colchón y le empezó a dar con todo. Los gritos de Lourdes no tardaron en llegar y yo ya sentía la leche apretando para salir. Cerraba mis ojos esperando el orgasmo y escuchaba esa cola perfecta golpeando con fuerza. Mi nena era una diosa en la cama! Una puta perfecta y la tenía viviendo conmigo!

Me tapé la boca para no gritar y acabé como un campeón. Creo que nunca había salido tanta leche de mi pija. Mientras hacía malabares para que no callera nada al piso. Miré de reojo y la vi a Lourdes arrodillada en la cama chupándola de nuevo. Ahora la pude ver claramente y era increíble como esa boquita tan chica se comía todo el pedazo de su hermano. La devoraba con una carita de placer propia de una trola golosa. Se la saco de la boca y como una fuente empezó a saltar la leche decorando toda esa cara divina y delicada. Ella movía la lengua tratando de capturar todo lo que podía.

Con esa imagen impactante me fui a mi cuarto apurado porque mi propia acabada ya resbalaba por mi pierna y no quería que ninguna mancha me acusara por haberlos espiado. Junté la puerta y pude ver a Lourdes cruzar desnuda a su cuarto con la ropa en la mano, haciendo una risa muy traviesa. No podía creer que fuera tan trola! Su propio hermano! El otro era un desgraciado también. Me acordé que al mediodía le había pedido que se acercara un poco a ella pero esto era demasiado!

No sabía como reaccionar. Esta situación me superaba y cada vez se ponía peor, una vez más, como pasaba desde el primer día que Lourdes piso esta casa, me acosté pensando en como iba a seguir todo esto al otro día...