Hola. Antes que nada me presento: Mi nombre es Alejo. Hasta hace poco tenía una vida relativamente tranquila. Padre de familia, a mis 45 años tengo la mala suerte de haber enviudado. Tengo 2 hijos varones, productos de mi matrimonio pero también una hija extra matrimonial con la que nunca tuve relación. Su madre hizo todo lo posible para que así fuera y yo nunca hice demasiado por conocerla.
Todo lo que voy a contar va a parecer un poco extraño para algunos y puede que increíble para muchos pero es todo verdad. Seguramente de no haber tenido un tiempo recorriendo las fantasías y experiencias de varios hombres y mujeres que escriben aquí nunca hubiera tenido la intención ni el valor de contar todo lo que voy a compartir. Perdón si es un poco largo al principio pero creo que no se entendería de otra forma.
Bueno, hechas estas aclaraciones comienzo:
Todo comenzó en el verano. Desde que enviudé paso mucho de mi tiempo libre en las redes sociales. Mi hijo mayor me hizo una cuenta de Facebook y desde ahí he tomado contacto con mucha gente. Entre ellos una chica que me agregó e inmediatamente comenzó a escribirme como si me conociera de toda la vida. Al principio dude que se tratara de algún estafador de esos que me había advertido mi hijo Diego, luego creí que estaba interesada en mi pero para mi sorpresa el interés que tenía era otro. Se trataba de mi hija.
Distanciada de su madre y enterada de mi reciente viudez se decidió por conocerme. La verdad todo eso me tomo por sorpresa. Pero en mi situación estaba un poco deseoso de recuperar a los afectos. Comenzamos a chatear seguido para conocer un poco de nuestras vidas. Teníamos 24 años que contarnos. La verdad yo solo la había visto algunas veces de niña junto a su madre. Era una chica de lo más agradable, graciosa y muy charlatana. A veces me costaba seguirla porque no escribo muy rápido.
Una tarde mientras estaba en la sala de estar lustrando mis zapatos. Sonó el timbre y unos segundos después mi hijo menor, Enzo, vino a buscarme diciéndome - Pa, te busca una mina -
Pensé que se trataba de una vendedora ya que estaba en la puerta con dos bolsos grandes. Era una mujer de tez muy blanca, ojos marrones y cabello escuro. Tenía la impresión de conocerla pero no sabía de donde y en calidad de qué.
- Hola Papá, soy Lourdes - me dijo para aclarar mis dudas. No lo podía creer. Ya no sabía donde estaba esa dulce niña que tenía en mi memoria. Me quedé duro y solo reaccioné cuando cruzó la puerta y me dio un abrazo fuerte. La abracé también y ante mi mirada aún extrañada me pasó a explicar.
- Pa, necesito un lugar donde quedarme. Van a ser solo unos días. Me podes ayudar? Yo me acomodo en cualquier lugar. Porfi!!! - me suplicó recordándome por un instante esa dulce nena que alguna vez vi.
- Obvio. Soy tu padre, no te voy a negar una mano - respondí. Entré sus bolsos mientras se presentaba con mi hijo Enzo.
El pendejo al parecer no registraba que se trataba de su propia hermana. La miró toda. Bueno tal vez a su edad me hubiera causado la misma impresión. Tengo que reconocer que mi hija había crecido muy bien y la vestimenta ayudaba a notarlo. Traía puesto un pantalón de jean azul que le marcaba muy bien un culo tremendo. Arriba traía una remera blanca muy chica, que dejaba ver su pancita (tenía uno de esos aros en el ombligo) y para colmo un escote que apenas podía contener unas tetas redondas y bastante grandes.
Me sentí un poco mal por los pensamientos que cruzaron mi mente al verla. Mientras tanto ella le pellizcaba una mejilla a Enzo y le decía que es igualito a mi. El pendejo adolescente no se disgustaba con ella como lo hacía con cualquiera que le dijera eso. Lo mandé a cambiar las sabanas de la pieza que a veces usaba la empleada para cortar con eso.
Unas horas después volvió mi hijo Diego del trabajo y nos encontró a los tres charlando en la cocina, mientras Lourdes preparaba unas pastas para agradecer la hospitalidad.
- Vos debes ser Diego - le dijo antes de correr a abrazarlo, como hizo conmigo.
Mi hijo me miró sin entender y pronto le explicamos que estaba pasando antes de que pensara cualquier cosa. Mi hijo Diego es bastante mal pensado y pude ver la mirada que me hizo al entrar.
Bueno así como estaban las cosas pasamos la primer noche como familia con mucha charla, muchas preguntas y una pasta espectacular. Fue una noche hermosa, ver a mis tres hijos sentados a la mesa riendo y charlando por primera vez juntos fue algo conmovedor.
Pero la verdad que el recuerdo que más guardo de esa noche no fue esa hermosa foto familiar sino algo que vendría más tarde. Una vez que cenamos, Lourdes se fue a bañar antes de ir a la cama. Momento que mis hijos aprovecharon para interrogarme sobre ella, sobre su estancia en la casa y todo lo que podían preguntar al respecto. Respondí hasta donde pude.
Estábamos en medio de eso cuando apareció mi hija envuelta en un toallón blanco que cubría sus pechos apenas al borde de los pezones y nada de sus piernas. Estaba todavía mojada y el pelo negro y despeinado caía sobre sus hombros. Algunas gotas caían por sus piernas y una en particular en medio de su cuello, caía hasta perderse entre sus pechos. Los tres nos quedamos mudos y con los ojos abiertos como dibujitos animados.
- No tienen secador de pelo? - preguntó mientras se acomodaba el toallón que no estaba muy apretado y parecía que se le iba a caer en cualquier momento.
- Si a ver querida, ya te lo busco - le respondí rojo como un tomate.
Busqué el secador en el mueble del baño, Cuando estaba en eso miré de reojo y vi su ropa tirada junto a la bañera. Había una bombachita roja muy provocativa. Creo que lo notó porque me dijo
- Ay perdón el desorden pa - y se agachó para juntar la ropa. Casi me muero. Cuando se agachó el toallón se le levantó y pude ver el culo desnudo de mi hija en primer plano. Era redondo y paradito como el de las vedettes o modelos de la tele, aparte mojadito. Hacía décadas que no veía algo así. Dejé el secador apurado y me fui lo más rápido que pude.
Me moría de miedo de que hubiera notado como se me paro la verga. No podía asociar ese cuerpo infernal con la idea de que fuera mi hija. Me latía el corazón como una locomotora. Pensé que me iba a dar un infarto. Me quedé encerrado en mi cuarto un rato para no cruzarla de nuevo envuelta en ese toallón. Esta pibita no se si estaba consciente de la calentura que producía
Para calmar mi mente prendí la tele y me metí a la cama, pero la imagen de ese culito desnudo me taladraba la mente. No iba a poder sacarme la calentura viendo deportes. Apague la tele y me empecé pajear con una desesperación que no tenía desde mi juventud. No tardé mucho en acabar a lo grande. Estaba muy placido y aliviado todavía cuando escuche tres golpecitos en la puerta.
- Soy yo Lourdes, se puede? - preguntan del otro lado de la puerta
- Un segundo! - le contesté con la adrenalina por las nubes. Me limpié a toda velocidad y me tapé hasta el cuello como un nene - Pasa querida - le dije más calmado.
Cuando abrió la puerta casi me muero! Tenía uno de esos babydoll de seda rosa recontra corto!
Que pedazo de hembra por favor! Esas tetas hermosas estaban totalmente desnudas debajo de la seda. Se notaba por la forma de los pezones y esas piernas esculturales al desnudo caminando lentamente hacia a mi cama parecían la previa de una película porno, Su rostro al natural y esa sonrisa cálida y sensual me terminaron de calentar de nuevo.
Acababa de a descargar y ya estaba al palo de nuevo! Esta pendeja era mejor que el viagra!
- Venía a darte las gracias y un beso de buenas noches - me dijo susurrando junto a mi. Se agachó, me dio un beso en la frente, poniendo esos espectaculares pechos a centímetros de mi cara y se retiró en puntas de pie. No sé como hice para aguantarme las ganas de meterla a la cama conmigo. No pude volver a pajearme porque me quede dormido al instante.
Estaba entre dormido y escucho los pies descalzos una vez más. Sentí como las sabanas se corrían detrás de mi y al girar me encuentro a Lourdes acostada junto a mi.
- Hola papi, vengo a agradecerte de nuevo - me dice con cara de puta y me da un beso de película. No me puedo contener y la sigo besando. Mis manos se van por sus piernas hasta apretar esa cola perfecta
Se agacha bajo las sabanas y me baja el pijama. Me entra a comer la pija como una puta y yo me vuelvo loco de la calentura. No me importa nada ya. Esos labios recorriendo mi pija me tienen al borde de la acabada de nuevo. Siento la leche presionada en la punta de mi pija. La escucho hablarme con la boca llena de verga sin entender nada de lo que dice.
Era una maestra del oral, pasaba su lengua como una trola. No puedo contenerme más y me vengo adentro de su boca y entonces la veo levantarse con la boca despidiendo leche y me dice
- Son las 6:15... son las 6:15... son las 6:15 - agitado y confundido, me desperté y la voz del despertador eléctrico seguía cantando "son las 6:15". Había sido todo un sueño. pero que sueño! la eyaculación fue real. estaba hecho un asco.
No podía creer como me calentaba mi propia hija! Me iba a volver loco! Sabía que era algo que no podía concretar pero no podía mirarla de otra manera. No podía evitarlo
Lo peor de todo es que esta iba a ser apenas la primer noche que pasaría en esta casa...
Todo lo que voy a contar va a parecer un poco extraño para algunos y puede que increíble para muchos pero es todo verdad. Seguramente de no haber tenido un tiempo recorriendo las fantasías y experiencias de varios hombres y mujeres que escriben aquí nunca hubiera tenido la intención ni el valor de contar todo lo que voy a compartir. Perdón si es un poco largo al principio pero creo que no se entendería de otra forma.
Bueno, hechas estas aclaraciones comienzo:
Todo comenzó en el verano. Desde que enviudé paso mucho de mi tiempo libre en las redes sociales. Mi hijo mayor me hizo una cuenta de Facebook y desde ahí he tomado contacto con mucha gente. Entre ellos una chica que me agregó e inmediatamente comenzó a escribirme como si me conociera de toda la vida. Al principio dude que se tratara de algún estafador de esos que me había advertido mi hijo Diego, luego creí que estaba interesada en mi pero para mi sorpresa el interés que tenía era otro. Se trataba de mi hija.
Distanciada de su madre y enterada de mi reciente viudez se decidió por conocerme. La verdad todo eso me tomo por sorpresa. Pero en mi situación estaba un poco deseoso de recuperar a los afectos. Comenzamos a chatear seguido para conocer un poco de nuestras vidas. Teníamos 24 años que contarnos. La verdad yo solo la había visto algunas veces de niña junto a su madre. Era una chica de lo más agradable, graciosa y muy charlatana. A veces me costaba seguirla porque no escribo muy rápido.
Una tarde mientras estaba en la sala de estar lustrando mis zapatos. Sonó el timbre y unos segundos después mi hijo menor, Enzo, vino a buscarme diciéndome - Pa, te busca una mina -
Pensé que se trataba de una vendedora ya que estaba en la puerta con dos bolsos grandes. Era una mujer de tez muy blanca, ojos marrones y cabello escuro. Tenía la impresión de conocerla pero no sabía de donde y en calidad de qué.
- Hola Papá, soy Lourdes - me dijo para aclarar mis dudas. No lo podía creer. Ya no sabía donde estaba esa dulce niña que tenía en mi memoria. Me quedé duro y solo reaccioné cuando cruzó la puerta y me dio un abrazo fuerte. La abracé también y ante mi mirada aún extrañada me pasó a explicar.
- Pa, necesito un lugar donde quedarme. Van a ser solo unos días. Me podes ayudar? Yo me acomodo en cualquier lugar. Porfi!!! - me suplicó recordándome por un instante esa dulce nena que alguna vez vi.
- Obvio. Soy tu padre, no te voy a negar una mano - respondí. Entré sus bolsos mientras se presentaba con mi hijo Enzo.
El pendejo al parecer no registraba que se trataba de su propia hermana. La miró toda. Bueno tal vez a su edad me hubiera causado la misma impresión. Tengo que reconocer que mi hija había crecido muy bien y la vestimenta ayudaba a notarlo. Traía puesto un pantalón de jean azul que le marcaba muy bien un culo tremendo. Arriba traía una remera blanca muy chica, que dejaba ver su pancita (tenía uno de esos aros en el ombligo) y para colmo un escote que apenas podía contener unas tetas redondas y bastante grandes.
Me sentí un poco mal por los pensamientos que cruzaron mi mente al verla. Mientras tanto ella le pellizcaba una mejilla a Enzo y le decía que es igualito a mi. El pendejo adolescente no se disgustaba con ella como lo hacía con cualquiera que le dijera eso. Lo mandé a cambiar las sabanas de la pieza que a veces usaba la empleada para cortar con eso.
Unas horas después volvió mi hijo Diego del trabajo y nos encontró a los tres charlando en la cocina, mientras Lourdes preparaba unas pastas para agradecer la hospitalidad.
- Vos debes ser Diego - le dijo antes de correr a abrazarlo, como hizo conmigo.
Mi hijo me miró sin entender y pronto le explicamos que estaba pasando antes de que pensara cualquier cosa. Mi hijo Diego es bastante mal pensado y pude ver la mirada que me hizo al entrar.
Bueno así como estaban las cosas pasamos la primer noche como familia con mucha charla, muchas preguntas y una pasta espectacular. Fue una noche hermosa, ver a mis tres hijos sentados a la mesa riendo y charlando por primera vez juntos fue algo conmovedor.
Pero la verdad que el recuerdo que más guardo de esa noche no fue esa hermosa foto familiar sino algo que vendría más tarde. Una vez que cenamos, Lourdes se fue a bañar antes de ir a la cama. Momento que mis hijos aprovecharon para interrogarme sobre ella, sobre su estancia en la casa y todo lo que podían preguntar al respecto. Respondí hasta donde pude.
Estábamos en medio de eso cuando apareció mi hija envuelta en un toallón blanco que cubría sus pechos apenas al borde de los pezones y nada de sus piernas. Estaba todavía mojada y el pelo negro y despeinado caía sobre sus hombros. Algunas gotas caían por sus piernas y una en particular en medio de su cuello, caía hasta perderse entre sus pechos. Los tres nos quedamos mudos y con los ojos abiertos como dibujitos animados.
- No tienen secador de pelo? - preguntó mientras se acomodaba el toallón que no estaba muy apretado y parecía que se le iba a caer en cualquier momento.
- Si a ver querida, ya te lo busco - le respondí rojo como un tomate.
Busqué el secador en el mueble del baño, Cuando estaba en eso miré de reojo y vi su ropa tirada junto a la bañera. Había una bombachita roja muy provocativa. Creo que lo notó porque me dijo
- Ay perdón el desorden pa - y se agachó para juntar la ropa. Casi me muero. Cuando se agachó el toallón se le levantó y pude ver el culo desnudo de mi hija en primer plano. Era redondo y paradito como el de las vedettes o modelos de la tele, aparte mojadito. Hacía décadas que no veía algo así. Dejé el secador apurado y me fui lo más rápido que pude.
Me moría de miedo de que hubiera notado como se me paro la verga. No podía asociar ese cuerpo infernal con la idea de que fuera mi hija. Me latía el corazón como una locomotora. Pensé que me iba a dar un infarto. Me quedé encerrado en mi cuarto un rato para no cruzarla de nuevo envuelta en ese toallón. Esta pibita no se si estaba consciente de la calentura que producía
Para calmar mi mente prendí la tele y me metí a la cama, pero la imagen de ese culito desnudo me taladraba la mente. No iba a poder sacarme la calentura viendo deportes. Apague la tele y me empecé pajear con una desesperación que no tenía desde mi juventud. No tardé mucho en acabar a lo grande. Estaba muy placido y aliviado todavía cuando escuche tres golpecitos en la puerta.
- Soy yo Lourdes, se puede? - preguntan del otro lado de la puerta
- Un segundo! - le contesté con la adrenalina por las nubes. Me limpié a toda velocidad y me tapé hasta el cuello como un nene - Pasa querida - le dije más calmado.
Cuando abrió la puerta casi me muero! Tenía uno de esos babydoll de seda rosa recontra corto!
Que pedazo de hembra por favor! Esas tetas hermosas estaban totalmente desnudas debajo de la seda. Se notaba por la forma de los pezones y esas piernas esculturales al desnudo caminando lentamente hacia a mi cama parecían la previa de una película porno, Su rostro al natural y esa sonrisa cálida y sensual me terminaron de calentar de nuevo.
Acababa de a descargar y ya estaba al palo de nuevo! Esta pendeja era mejor que el viagra!
- Venía a darte las gracias y un beso de buenas noches - me dijo susurrando junto a mi. Se agachó, me dio un beso en la frente, poniendo esos espectaculares pechos a centímetros de mi cara y se retiró en puntas de pie. No sé como hice para aguantarme las ganas de meterla a la cama conmigo. No pude volver a pajearme porque me quede dormido al instante.
Estaba entre dormido y escucho los pies descalzos una vez más. Sentí como las sabanas se corrían detrás de mi y al girar me encuentro a Lourdes acostada junto a mi.
- Hola papi, vengo a agradecerte de nuevo - me dice con cara de puta y me da un beso de película. No me puedo contener y la sigo besando. Mis manos se van por sus piernas hasta apretar esa cola perfecta
Se agacha bajo las sabanas y me baja el pijama. Me entra a comer la pija como una puta y yo me vuelvo loco de la calentura. No me importa nada ya. Esos labios recorriendo mi pija me tienen al borde de la acabada de nuevo. Siento la leche presionada en la punta de mi pija. La escucho hablarme con la boca llena de verga sin entender nada de lo que dice.
Era una maestra del oral, pasaba su lengua como una trola. No puedo contenerme más y me vengo adentro de su boca y entonces la veo levantarse con la boca despidiendo leche y me dice
- Son las 6:15... son las 6:15... son las 6:15 - agitado y confundido, me desperté y la voz del despertador eléctrico seguía cantando "son las 6:15". Había sido todo un sueño. pero que sueño! la eyaculación fue real. estaba hecho un asco.
No podía creer como me calentaba mi propia hija! Me iba a volver loco! Sabía que era algo que no podía concretar pero no podía mirarla de otra manera. No podía evitarlo
Lo peor de todo es que esta iba a ser apenas la primer noche que pasaría en esta casa...
36 comentarios - Mi hija Lourdes. Primera Parte
http://www.poringa.net/posts/relatos/2723417/Mi-hija-Lourdes-Segunda-Parte.html
Muy bueno, Me copa bastante los relatos así.
Tremenda tu Nena Amigo!!! nos dejaste re caliente con el comienzo...
Ya mismo seguimos con la continuación 😉
_PUNTOS para VOS