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La buena, la gótica y el caballero (4ta parte)




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Compendio II


😌 😌 😌
Una de sus soluciones más prácticas y originales que se le ha ocurrido es la de la ropa.
😂 😂 😂
Cuando tenemos que salir a algún lugar importante, él escoge mi ropa y yo escojo la de él.
Pienso que es una solución brillante, porque en el fondo, quiero verme bonita para él y él quiere verse bonito para mí.
Además, me evito todas esas indecisiones si tal vestido me hace ver gorda, muestra mucho los pechos o me hace ver aburrida, porque casi siempre sabe elegir bien.
XD
Para la noche de la fiesta, le escogí una camisa blanca con franjas verticales azules, una corbata verde de seda, pantalón negro y una chaqueta café de cotelé, para que no se viera tan serio.
😊 😊 😊
Pero en esa época, yo no tenía mucha variedad.
“Creo que tendrás que ir con este vestido de nuevo.” Dijo, tomando el hermoso vestido color vino que me compró para la fiesta de graduación de la escuela (¡Otro momento Kodak de mi corazón!).
Es de una falda de poliéster, con encaje desde la cintura hasta los pechos y un listón de seda en la cintura, muy bonito, que me hacía sentir como princesa.
😍 😍 😍
¡Es una lástima que no me quede bueno ahora!
¡El pecho me queda muy apretado y no me deja respirar!
XD
Y para el frio, me escogió un echarpe de cachemira color naranja, que me hacía ver más elegante.
“¡Listo! ¡Pienso que te verás preciosa!” me dijo, satisfecho con su elección.
“¡Gracias!”
“¡Pruébatelo!” me pidió, muy apurado.
😊 😊 😊
“¡Oye! ¡Acuérdate que está mi mamá! ” Le reclamé muerta de la risa, por querer verme desnuda.
Se le iban los dedos por “ayudarme a sacar mi ropa”.
XD
“¡Discúlpame! Pero esa noche, ¿De verdad no podrás estar conmigo?” me preguntó, preocupado.
“¡Si, amor! ¡Lo siento mucho!, pero tú conoces a mi papá: Solamente la familia.”
“Pero ¿Sentarme con tu prima?” protestó una vez más.
XD
😈 😈 😈
¡Improvisé la excusa al vuelo!
“¡Es que alguien tiene que cuidarla! ¡Acuérdate lo que pasó para tu cumpleaños!”
😊 😊 😊
Una de las cosas más bonitas que tiene es que nunca guarda rencor y ya no estaba tan enojado con ella.
“Pues ella no me escucha mucho…” me dijo, más resignado a mi petición.
Si bien sus ojitos siempre me han gustado, la mirada que puso en esos momentos fue una de mis favoritas: No había ningún interés físico por mi prima y su aflicción era solamente emocional.
Entonces, me hizo una propuesta traviesa.
😈 😈 😈
“Te pondrás esto también, ¿Verdad?” me preguntó, mostrándome el vibrador de huevito.
😳 😳 😳
Les confieso que en esa época, yo me había vuelto obsesionada con su huevo por las noches.
Era muchísimo mejor que mi novio, porque me estimulaba muy rico y por más rato.
El único defecto que tenía comparado con mi pololo (porque ahora si funciona como consolador. Mi marido lo superó con creces 😤 ) es que no me daba besos, ni me hacía cariños y mucho menos, me daba el apoyo emocional que siempre me ha dado.
😆 😆 😆
Para él, era la mezcla entre un bíper y un juguete. Como el control remoto tiene un alcance de 35 metros, cuando se sentía aburrido, lo encendía y me llamaba, lo que me llenaba de vergüenza y de excitación también, porque yo no quería que los demás se dieran cuenta.
😊 😊 😊
“¡No sé!” le respondí, toda colorada.
😈 😈 😈
“¡Por si acaso, hay problemas! ¡Así te llamo y vienes a ayudarme!” dijo, levantándome la falda y moviendo mi calzón.
No me quedó otra más que acostarme y cubrirme la boca, porque cuando se pone a jugar con mi rajita, no hay nadie que lo saque.
😍 😍 😍
Acepté su condición y así fuimos a una de las noches más importantes en mi vida.
Había un montón de personas que no conocía, pero les llevé a la mesa que había apartado especialmente para ellos.
“¿Tan lejos?” preguntó él, al ver que quedaron a unos 20 metros de la mesa principal.
“¡Si, amor! ¡Lo siento, pero no había nada más disponible!”
“Oye, Mari ¿Estáis segura de lo que hacéis? ¡No he visto ninguna otra mina de nuestra edad!” me preguntó mi prima en secreto.
😓 😓 😓
La verdad, la mayoría de los invitados pasaba los 40 años de edad.
Pero mi prima seguía cautivando la atención de muchos.
Usaba un vestido negro de algodón muy apretado, que remarcaba muy bien su figura y sus imponentes pechos que desafiaban la gravedad se veían tentadores y ansiosos por salir, al ser completamente descubierto de los hombros.
😅 😅 😅
Me fui nerviosa, porque por primera vez pensé que pude haberme equivocado y que había sido una mala idea dejarles a solas.
Más encima, esconderme no resultó nada de fácil, porque mi vestido era demasiado llamativo y si quería que no me vieran, tenía que esconderme por debajo de una mesa.
Afortunadamente, esos invitados no me dieron mayor importancia cuando les dije por qué estaba escondida de esa manera e incluso el mesero me siguió el juego de ignorarme, para seguir espiándoles sin problemas.
Al principio, apenas se miraban. Los 2 se repelían como el agua y el aceite, pero como yo se los había pedido, aceptaron a hacer una tregua.
Mi prima me contó que no sabía qué hablarle. Por lo general, cautivaba la atención de los chicos contando sus aventuras en el bar o sus experiencias más calentonas.
Pero con él, eso no funcionaba y le hacía sentir incomoda.
Entonces, él hizo un gesto que le dejó con la boca abierta.
“¡Mari, te lo juro por lo que quieras que quedé impresionada! ¡Ningún tío, Mari! ¡Ninguno! ¡Ninguno! ¡Ninguno! ¡De todos los chicos con lo que he estado, ninguno hizo lo que tu marido me hizo esa noche!” me contó el verano.
😳 😳 😳
¡Yo estaba que me comía las uñas!
“¡Romina, quiero pedirte disculpas por lo de la otra vez! ¡Estaba muy enfadado y no tenía derecho para ser tan hiriente!” le dijo, tratando de no mirarla a los ojos.
¡Por primera vez, alguien, aparte de mí y más importante que todo, un chico, se disculpaba con ella!
“¡Pero tío, estabais en tu derecho! ¡Fui yo la que cagué tu fiesta!” le respondió mi prima, muy arrepentida.
“¡Lo sé, Romina! Pero yo no soy nadie para juzgar tu vida. Si te gusta coquetear con los chicos, no debería ser mi problema… pero siempre me ha incomodado andar contigo.” Le confesó mi marido.
😳 😳 😳
Me dijo que le dio una sonrisa muy tierna, mientras que ella quedaba anonadada con sus palabras.
“¡Eres una de las mujeres más hermosas que he visto!... pero ahora estoy con tu prima y muchas veces, pienso que tu manera de vestir y de ser la opaca demasiado. ¡Tú sabes que Marisol es muy tierna y muy dulce!... pero a tu lado, casi desaparece y eso no me gusta. Por eso, he querido pedirte disculpas, porque es tu manera de ser y yo no debería haber sido tan frio contigo. ¡Ella te quiere demasiado y ni siquiera imaginas cuánto te admira!”
⚡ ⚡ ⚡
“¡Mari, se sintió como si me cayera un rayo! ¡Todo ese tiempo, él me había visto, pero por respeto a ti, no había hecho nada!... y sentí envidia de ti, porque de tantos tíos que he estado yo, lo encontraste en tu primer intento.” Me comentó, llorando de felicidad.
¡El solitario pistolero del cementerio había dado un disparo certero en el corazón de la mala!
Y ella cayó rendidamente enamorada por su bala.
😓 😓 😓
Pero para mí, que apenas podía leer sus labios, no tenía idea de lo que pasaba.
😳 😳 😳
¡Imagínense mi cara cuando le vi que la tomaba de la mano!
“¿Podrías ayudarme a buscarla?” le preguntó, invitándole a bailar.
Ella se paró y por primera vez, disfrutó la ternura del vals.
Me contó que fue algo tan bonito, que también se sintió como una princesa cuando él le guiaba los pasos.
Su mano de caballero, posada firmemente en su cintura, la sujetaba sin ninguna otra intención más que guiarle en el baile.
Ella aprovechaba de apoyarse en su pecho, mientras yo montaba en furia.
😡 😡 😡
¡Mi plan había fracasado y el corazón me pesaba muchísimo!
😔 😔 😔
Pero cuando me retiraba derrotada a la mesa principal, me sorprendió un cosquilleo.
brrrrrrrrr
Sentía entre mis piernas. Doy la vuelta a verle y le diviso que, aunque está bailando con la mujer más bonita de todo el salón, sus lindos ojitos me buscaban desesperados.
Brrrrrrr
😖 😖 😖
¡Repentinamente, había subido la intensidad!
¡Me necesitaba! ¡Me quería a su lado!
😍 😍 😍
¡Me seguía amando!
Entonces, mamá me encontró.
“¡Marisol! ¿Qué haces por acá? ¡Te he estado buscando por mucho rato!”
“¡Lo siento, pero he estado jugando!”
“¡Tu pololo ha estado preguntando toda la noche por ti!” me reprendió, enfadada.
“¡Lo sé! ¡Por eso voy a verlo!” le respondí, con alas del amor en los zapatos.
“¿Te pasa algo?” me preguntó, al ver que me costaba caminar y me tocaba la cintura.
😖 😖 😖
¡Ya había pasado mucho rato vibrando y me costaba mantenerme como una señorita!
“¡Nada que preocuparse, mamá! ¡Voy a verlo y vuelvo contigo!” le respondí.
Pero mi cara debía verse rara, porque no se le quitaba la preocupación.
Entonces, papá hizo sonar la copa.
“¡Vamos!” ordenó mi mamá.
¡Pero yo sentía que se me iba mi vida si no hablaba con él!
Y de repente…
⚡ ⚡ ⚡
“¡Ahhh!” me quejé, al sentir que en vez de bajar la intensidad, subía más.
😲 😲 😲
“¡Marisol!” dijo mi mamá, alcanzando a atajarme.
“¡No… te preocupes… mamá!... ¡No es… grave!” Le dije, tratando de sonar calmada.
“¿Qué te pasa? ¿Te sientes mal?”
“¡Aunque… no me creas… me siento… de maravilla!…” Le respondí, empezando a fluir.
El viaje hasta la tarima se me hizo eterno y subir los 3 peldaños fue igual a trepar el Everest.
💖 💖 💖
Cuando llegué a mi asiento, veía entre luces, estrellitas, lágrimas y destellos.
“¡Que no se den cuenta! ¡Que no se den cuenta!” me decía a mí misma.
Pero no podía evitar sentirme excitada, al saber que estaba gozando como nunca lo había sentido antes, entre tantas personas que no conocía.
😱 😱 😱
¡Ya no aguantaba más! ¡No me importaba verme como señorita!
¡Quería correrme, pero al menos, mirando sus lindos ojitos!
Entonces, lo divisé todo asustado y metiendo las manos en su bolsillo. No pasó mucho rato hasta que parara todo, pero ya no podía aguantar.
Escuché que dijeron “¡Salud!” y ¡Zas!
¡Lo solté todo!
“¡Marisol! ¡Marisol! ¿Qué te pasa?” me preguntó mamá, asustada.
“¡Nada, mamá!... ¡Estoy bien!... ¡Estoy de lo mejor!” le dije, sintiendo las contracciones de mi útero.
Mamá me miró sorprendida y cuando llegó mi marido, lo entendió todo.
“¡Tía, se siente indispuesta! ¡Déjeme llevarla a tomar aire!” le dijo, tomándome de la cintura.
😍 😍 😍
Yo caminaba como una borracha, mientras él se disculpaba por algo que no entendía.
Me sacó al balcón y bajamos las escaleras, con una luna enorme y muy helada.
Él lloraba arrepentido, no sé por qué, si me sentía bien y le bajé la cremallera.
Estaba asustado, pero quería que se sintiera bien conmigo y empecé a chupar, como si mi vida dependiera de eso.
La besaba y abría mi boca, probando ese apetitoso y delicioso bocadillo de carne, enterrándolo en los rincones más recónditos de mi boca.
Su carita se veía muy linda y yo me sentía muy feliz, relamiendo sus juguitos y pasando la lengua, desesperada.
Me la enterraba hasta darme arcadas, pero no me importaba, porque le estaba haciendo muy feliz.
Y cuando el pobrecito no pudo aguantar más, me dio toda su poderosa leche, la que bebí completamente.
“¡Eso es para que no lo vuelvas a hacer más!” le dije, limpiándosela completamente y dándole un tierno besito, aunque no sería la última vez que se lo hiciera.
Para prevenir, más que nada…
😈 😈 😈
Pero para finalizar, una de las cosas que más le ha gustado a mi prima ha sido que mi marido nunca le ha enrostrado las cosas que hizo antes de que le conociera.
Sus antiguas parejas sabían ser muy crueles con ella, especialmente cuando se aburrían. Pero mi marido no.
Bromean pesado y se tratan de pervertidos, pero se siguen queriendo a su propia manera.
Y ella se siente segura y tranquila, al estar enamorada del mismo caballero que me robó el corazón.
Y que le dio ese certero tiro en su corazón. Besos.
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