En primer lugar quiero agradecer por todos los comentarios y mensajes que recibí a partir de mi relato anterior. Es muy liberador poder compartir tan abiertamente esas experiencias que uno se juró que mantendría en secreto.
En esta oportunidad les voy a contar algo que viví hace casi un año y medio y que marcó un antes y un después en mi sexualidad.
Estábamos con mi novia de ese entonces y unos amigos en una de esas fiestas electrónicas al aire libre. Multitudes de personas bajo los efectos de multitudes de sustancias deambulan de carpa en carpa buscando el próximo subidón. Nosotros, formábamos parte de esa marea.
Mi ex y yo nunca fuimos muy drogotas pero esa noche nos habíamos tomado algo y estábamos muy a full en el medio de una carpa. Bailábamos como locos, ella dándome la espalda y refregándome su hermoso culo de manera muy guarra. Yo estaba hecho una roca y ella era completamente consciente de eso.
En eso ella se da vuelta, me agarra una mano y se la mete en la calza, por debajo incluso de la ropa interior. Al sentir como le latía la conchita depilada y lo empapada que estaba aproveché el envión y comencé a masturbarla sin ningún reparo mientras ella me comía la boca y me manoseaba la pija con total impunidad.
Al abrir los ojos y mirar al rededor, veo a todo el mundo muy en la suya menos un flaco que me miraba casi fijo. Era medio rubio, con su onda y mucha pinta de extranjero. O al menos así lo recuerdo. Verlo ahí, mirándome meterle mano a mi chica me calentó aún más así que seguí manoseándola descaradamente mientras lo miraba fijo al flaco. En ese momento me permití flashearla y nos imaginé a los tres juntos, haciéndonos de todo, aunque sabía que mi chica no era muy amiga de la idea.
Nosotros seguimos bailando, pasa el momento y lo pierdo de vista. Un rato más tarde se nos acaba el agua y deliberamos quien va a ser el encargado de a por más. Yo me ofrezco sin dudarlo y me encuentro unos momentos más tarde saliendo en pos de la tortuosa, y poco económica, tarea de conseguir agua en una fiesta electrónica.
Una fila de 20 minutos y casi 200 pesos después ya estoy volviendo hacia la carpa en la que dejé a mi chica y a nuestros amigos.
A acercarme veo al flaco parado afuera de la carpa. A un lado del lugar por el que iba a pasar yo. El corazón me comenzó a latir súper fuerte, me puse bastante nervioso y sentí como una erección casi animal luchaba por hacer saltar el cierre de mi bermuda.
El chabón me mira y se que me está invitando a desviarme de mi recorrido. Yo vuelo de calentura pero los nervios de la situación, incrementados por tener a mi novia y mis amigos a unos metros nomás, me hacen seguir caminando y vuelvo a donde está mi grupo.
No les puedo explicar como quedé. Estaba súper al palo y buscaba al flaco con la mirada pero no lo veo por ningún lado. "Mejor" pienso para mis adentros. "Que iba a hacer?"
Además de lo que conté en el relato anterior, todas mis experiencias habían sido con mujeres y tenía la intención de que así siguiese...ademas tenía novia...y estaba ahí...al lado mío!!! Pero por más que tratase de racionalizarlo, la calentura de sentir el deseo de ese flaco me tenía como loco.
Mi novia algo notó porque me pregunta si estaba buscando a alguien y en ese momento supe que tenía que controlarme.
Pasa un rato, en el que hago lo posible por focalizar toda mi atención en mi chica, hasta que tengo que ir al baño. La travesía es igual de lenta, aunque más económica que la del agua, así que le digo: " ahora vuelvo, quédense por acá". Se ofrece acompañarme pero le agradezco la oferta, invento alguna excusa y salgo.
Si bien no podía dejar de pensar en todo lo que había pasado (no había pasado nada en realidad pero seguía con la cabeza en eso) no es que hubiese tomado algún tipo de decisión. Por un lado no estaba buscando algo pero internamente sabía, que iba atento a ver que pasaba. Como sin querer a propósito.
Cuando estoy en la fila, esperando a entrar a esos pequeños baños químicos que tan bien huelen, veo aparecer al flaco desde un costado. Está a unos metros míos, mirándome fijo. Me hace una seña, o me la imagino, y voy hacia el empujado por una ola de droga y calentura que me tienen a mil.
Antes de llegar a el, comienza a caminar hacia un costado de la carpa y yo lo sigo. Va unos metros adelante mío y se detiene al llegar a una zona "ligeramente" menos a la vista de todo el mundo aunque igual hay gente por todos lados. Me freno en seco y quedo a tres metros de el. Me congelé en el lugar. Era el momento de tomar la decisión de avanzar o pegar la vuelta y volver. Siento el corazón en la boca mientras me quedo estático en el lugar.
Finalmente el se acerca y me dice algo en inglés, que entre el volumen de la música, su acento de alguna parte de europa se me hace difícil de entender y me tira la boca. Yo me quedo en el lugar, como "dejándome hacer". No haciéndome cargo de la situación, como si no fuese también mi decisión.
Era la primera vez que me besaba con un hombre. Es una sensación totalmente diferente a todo lo que había experimentado hasta ese momento.
La música, las sustancias, la calentura, no se, la combinación de todo eso hizo un click en mi y comencé a transármelo fuerte, apretándonos los cuerpos con ganas. Es muy loco recibir del otro lado esa fuerza, esa energía masculina y más aún sentir que me agarraba el culo como yo se lo agarraba a mi chica un rato antes...
...Mi chica. Seguía bailando por ahí pero no tardaría mucho en salir a buscarme. Además yo no estaba seguro de cuanto tiempo había pasado desde que me fui pero sabía que no podía demorarme mucho más.
Al agarrarme el culo me paso algo muy loco. Me sentí en el otro rol. Yo siempre ocupé el rol masculino en todas mis relaciones y aventuras pero acá me estaba encontrando con una energía igual a la mía. Era terreno nuevo para mi.
Si bien me recontra calentó que me agarraran el culo de esa manera yo no quise quedarme en el papel sumiso e hice lo mismo con el suyo. Se lo agarré y apreté con un descaro y unas ganas inauditas. Al traerlo hacia mi y apretar nuestros cuerpos, sentí como apoyaba su bulto contra el mio y eso casi me hace acabar.
Yo me separo de el unos instantes pero me manotea el bulto con la mano al tiempo que vuelve a besarme. Ahora es el quien me transa y me manosea con total autoridad. Frota su bulto contra el mío, fuerte, con ganas hasta que siento su mano dentro de mis bermudas.
La cosa iba escalando rápidamente mientras yo me debatía si seguir o emprender la retirada. Mientras me pajea despacio adentro del pantalón con una mano, con la otra agarra una de las mías y se la lleva a su bulto.
Jamás en mi vida había tocado una pija que no fuese la mía. Sentir la pija de otro chabón en la mano (aunque sea a través del pantalón) es algo de lo que no me voy a olvidar nunca. La tenía igual de pétrea que la mía y en ese momento realmente me planteé cosas que nunca me había permitido. Me encontré capaz de arrodillarme y metérmela en la boca. Nos imaginé desnudos, súper colocados, haciéndonos de todo. Me imaginé entregándome a otro tipo, sintiendo la fuerza de otro hombre contra mi cuerpo. Me imaginé a el agarrándome y...
Solté un chorro de semen tremendo que me salió desde el fondo del cuerpo con una intensidad y una potencia desconocidas para mi. Para este entonces el ya me había sacado media pija fuera del pantalón por lo que no me embadurné todo, aunque si me salpiqué bastante la bermuda.
Después del primer chorro, salió un segundo más tranqui y un tercero mas fuerte que los anteriores.
Unos segundos después de acabar, recobro la conciencia de la situación, el lugar, me acuerdo de mi chica y me entra la paranoia.
Miro hacia la carpa, el flaco se da cuenta y tira de mi como para que haga lo mismo con el pero me suelto. Se que no tengo códigos, que eso no se hace, que está al palo y así lo voy a dejar pero ya pasó demasiado tiempo y la perspectiva de que mi novia o mis amigos me vean en esa situación es mucho menos favorable.
Le digo que tengo que volver, "my girlfriend, my grilfriend" y me voy. Avergonzado con el flaco por dejarlo así, con mi novia que tiene una idea de mi y no se imagina lo que acabo de hacer y conmigo mismo, porque si.
El calor y la humedad del interior de la carpa ahogan, espero, cualquier olor ajeno que pueda tener en el cuerpo y de esta manera me acerco a mi novia.
Me pregunta si me siento bien, que se estaba preocupando y que estaba a punto de ir a buscarme. Le respondo que si, que había mucha fila para el baño y que está todo bien.
A pesar de que no podía de dejar de pensar en lo que acababa de pasar, la noche y mi vida siguieron como si nada. A el no lo volví a ver. Ni esa noche ni nunca.
Solo dos personas conocíamos esta historia hasta ahora. Espero que hayan disfrutado el relato y haberles podido transmitir, al menos en parte, como me sentí esa noche.
De nuevo, gracias a todos por su tiempo, la paciencia y por cualquier comentario o mensaje que quieran dejar.
Nos vemos por ahí
En esta oportunidad les voy a contar algo que viví hace casi un año y medio y que marcó un antes y un después en mi sexualidad.
Estábamos con mi novia de ese entonces y unos amigos en una de esas fiestas electrónicas al aire libre. Multitudes de personas bajo los efectos de multitudes de sustancias deambulan de carpa en carpa buscando el próximo subidón. Nosotros, formábamos parte de esa marea.
Mi ex y yo nunca fuimos muy drogotas pero esa noche nos habíamos tomado algo y estábamos muy a full en el medio de una carpa. Bailábamos como locos, ella dándome la espalda y refregándome su hermoso culo de manera muy guarra. Yo estaba hecho una roca y ella era completamente consciente de eso.
En eso ella se da vuelta, me agarra una mano y se la mete en la calza, por debajo incluso de la ropa interior. Al sentir como le latía la conchita depilada y lo empapada que estaba aproveché el envión y comencé a masturbarla sin ningún reparo mientras ella me comía la boca y me manoseaba la pija con total impunidad.
Al abrir los ojos y mirar al rededor, veo a todo el mundo muy en la suya menos un flaco que me miraba casi fijo. Era medio rubio, con su onda y mucha pinta de extranjero. O al menos así lo recuerdo. Verlo ahí, mirándome meterle mano a mi chica me calentó aún más así que seguí manoseándola descaradamente mientras lo miraba fijo al flaco. En ese momento me permití flashearla y nos imaginé a los tres juntos, haciéndonos de todo, aunque sabía que mi chica no era muy amiga de la idea.
Nosotros seguimos bailando, pasa el momento y lo pierdo de vista. Un rato más tarde se nos acaba el agua y deliberamos quien va a ser el encargado de a por más. Yo me ofrezco sin dudarlo y me encuentro unos momentos más tarde saliendo en pos de la tortuosa, y poco económica, tarea de conseguir agua en una fiesta electrónica.
Una fila de 20 minutos y casi 200 pesos después ya estoy volviendo hacia la carpa en la que dejé a mi chica y a nuestros amigos.
A acercarme veo al flaco parado afuera de la carpa. A un lado del lugar por el que iba a pasar yo. El corazón me comenzó a latir súper fuerte, me puse bastante nervioso y sentí como una erección casi animal luchaba por hacer saltar el cierre de mi bermuda.
El chabón me mira y se que me está invitando a desviarme de mi recorrido. Yo vuelo de calentura pero los nervios de la situación, incrementados por tener a mi novia y mis amigos a unos metros nomás, me hacen seguir caminando y vuelvo a donde está mi grupo.
No les puedo explicar como quedé. Estaba súper al palo y buscaba al flaco con la mirada pero no lo veo por ningún lado. "Mejor" pienso para mis adentros. "Que iba a hacer?"
Además de lo que conté en el relato anterior, todas mis experiencias habían sido con mujeres y tenía la intención de que así siguiese...ademas tenía novia...y estaba ahí...al lado mío!!! Pero por más que tratase de racionalizarlo, la calentura de sentir el deseo de ese flaco me tenía como loco.
Mi novia algo notó porque me pregunta si estaba buscando a alguien y en ese momento supe que tenía que controlarme.
Pasa un rato, en el que hago lo posible por focalizar toda mi atención en mi chica, hasta que tengo que ir al baño. La travesía es igual de lenta, aunque más económica que la del agua, así que le digo: " ahora vuelvo, quédense por acá". Se ofrece acompañarme pero le agradezco la oferta, invento alguna excusa y salgo.
Si bien no podía dejar de pensar en todo lo que había pasado (no había pasado nada en realidad pero seguía con la cabeza en eso) no es que hubiese tomado algún tipo de decisión. Por un lado no estaba buscando algo pero internamente sabía, que iba atento a ver que pasaba. Como sin querer a propósito.
Cuando estoy en la fila, esperando a entrar a esos pequeños baños químicos que tan bien huelen, veo aparecer al flaco desde un costado. Está a unos metros míos, mirándome fijo. Me hace una seña, o me la imagino, y voy hacia el empujado por una ola de droga y calentura que me tienen a mil.
Antes de llegar a el, comienza a caminar hacia un costado de la carpa y yo lo sigo. Va unos metros adelante mío y se detiene al llegar a una zona "ligeramente" menos a la vista de todo el mundo aunque igual hay gente por todos lados. Me freno en seco y quedo a tres metros de el. Me congelé en el lugar. Era el momento de tomar la decisión de avanzar o pegar la vuelta y volver. Siento el corazón en la boca mientras me quedo estático en el lugar.
Finalmente el se acerca y me dice algo en inglés, que entre el volumen de la música, su acento de alguna parte de europa se me hace difícil de entender y me tira la boca. Yo me quedo en el lugar, como "dejándome hacer". No haciéndome cargo de la situación, como si no fuese también mi decisión.
Era la primera vez que me besaba con un hombre. Es una sensación totalmente diferente a todo lo que había experimentado hasta ese momento.
La música, las sustancias, la calentura, no se, la combinación de todo eso hizo un click en mi y comencé a transármelo fuerte, apretándonos los cuerpos con ganas. Es muy loco recibir del otro lado esa fuerza, esa energía masculina y más aún sentir que me agarraba el culo como yo se lo agarraba a mi chica un rato antes...
...Mi chica. Seguía bailando por ahí pero no tardaría mucho en salir a buscarme. Además yo no estaba seguro de cuanto tiempo había pasado desde que me fui pero sabía que no podía demorarme mucho más.
Al agarrarme el culo me paso algo muy loco. Me sentí en el otro rol. Yo siempre ocupé el rol masculino en todas mis relaciones y aventuras pero acá me estaba encontrando con una energía igual a la mía. Era terreno nuevo para mi.
Si bien me recontra calentó que me agarraran el culo de esa manera yo no quise quedarme en el papel sumiso e hice lo mismo con el suyo. Se lo agarré y apreté con un descaro y unas ganas inauditas. Al traerlo hacia mi y apretar nuestros cuerpos, sentí como apoyaba su bulto contra el mio y eso casi me hace acabar.
Yo me separo de el unos instantes pero me manotea el bulto con la mano al tiempo que vuelve a besarme. Ahora es el quien me transa y me manosea con total autoridad. Frota su bulto contra el mío, fuerte, con ganas hasta que siento su mano dentro de mis bermudas.
La cosa iba escalando rápidamente mientras yo me debatía si seguir o emprender la retirada. Mientras me pajea despacio adentro del pantalón con una mano, con la otra agarra una de las mías y se la lleva a su bulto.
Jamás en mi vida había tocado una pija que no fuese la mía. Sentir la pija de otro chabón en la mano (aunque sea a través del pantalón) es algo de lo que no me voy a olvidar nunca. La tenía igual de pétrea que la mía y en ese momento realmente me planteé cosas que nunca me había permitido. Me encontré capaz de arrodillarme y metérmela en la boca. Nos imaginé desnudos, súper colocados, haciéndonos de todo. Me imaginé entregándome a otro tipo, sintiendo la fuerza de otro hombre contra mi cuerpo. Me imaginé a el agarrándome y...
Solté un chorro de semen tremendo que me salió desde el fondo del cuerpo con una intensidad y una potencia desconocidas para mi. Para este entonces el ya me había sacado media pija fuera del pantalón por lo que no me embadurné todo, aunque si me salpiqué bastante la bermuda.
Después del primer chorro, salió un segundo más tranqui y un tercero mas fuerte que los anteriores.
Unos segundos después de acabar, recobro la conciencia de la situación, el lugar, me acuerdo de mi chica y me entra la paranoia.
Miro hacia la carpa, el flaco se da cuenta y tira de mi como para que haga lo mismo con el pero me suelto. Se que no tengo códigos, que eso no se hace, que está al palo y así lo voy a dejar pero ya pasó demasiado tiempo y la perspectiva de que mi novia o mis amigos me vean en esa situación es mucho menos favorable.
Le digo que tengo que volver, "my girlfriend, my grilfriend" y me voy. Avergonzado con el flaco por dejarlo así, con mi novia que tiene una idea de mi y no se imagina lo que acabo de hacer y conmigo mismo, porque si.
El calor y la humedad del interior de la carpa ahogan, espero, cualquier olor ajeno que pueda tener en el cuerpo y de esta manera me acerco a mi novia.
Me pregunta si me siento bien, que se estaba preocupando y que estaba a punto de ir a buscarme. Le respondo que si, que había mucha fila para el baño y que está todo bien.
A pesar de que no podía de dejar de pensar en lo que acababa de pasar, la noche y mi vida siguieron como si nada. A el no lo volví a ver. Ni esa noche ni nunca.
Solo dos personas conocíamos esta historia hasta ahora. Espero que hayan disfrutado el relato y haberles podido transmitir, al menos en parte, como me sentí esa noche.
De nuevo, gracias a todos por su tiempo, la paciencia y por cualquier comentario o mensaje que quieran dejar.
Nos vemos por ahí
8 comentarios - En la Cream