La hermana de mi amigo Alejandro.
Tengo un amigo de hace muchos años. Se llama Alejandro. Ale esta casado como yo y tiene una hermana menor que se llama Mariela.
Mariela como Alejandro es gordita. Pero eso no le quita encanto ya que es rubia, ojos claros y una personalidad, que hace que casi todas las mujeres como mi esposa y la esposa de Alejandro, la tilden de loca, rayada, rara.
Mariela en esa época tendría unos 25 años y yo 35.
Íbamos un club que tenia un amplio predio colmado de verde y una pileta muy linda. En la temporada de verano, todo el club estaba ahí.
Hicimos un almuerzo todos juntos, mi familia, la familia de Alejandro y Mariela, que estaba de visita.
Hacia mucho calor. Mariela tenia una malla enteriza color azul oscuro y la misma dejaba ver un hermoso par de lolas que al ser gordita eran grandecitas.
Durante la tarde, ya pasada la digestión, tanto las esposas, como lo chicos e incluso Alejandro se fueron a la pileta. Yo me quede durmiendo la siesta y Mariela estaba leyendo algo en una reposera cercana o tomando sol, pensé.
En medio de mi siesta siento una mano que me acaricia la parte interna del muslo, lo que me hizo despertarme y sobresaltarme. La dueña de la mano dijo "¿Te molesta?, era Mariela. Debo confesar que me sorprendió ese acercamiento. A lo que le conteste, "¿y los demás? ¿donde están todos?", "en la pileta, nadie cerca" me dijo Mariela.
Ahí me relajé y ella siguió acariciando mis muslos y metió su mano adentro de mi malla y comenzó a acariciarme los huevos. Obviamente mi pene se comenzó a poner duro, ella siguió su camino empezando por la base del pene y fue subiendo. Podía sentir sus uñas largas y sus dedos que se las arreglaban para acariciar todo mi pene de arriba a abajo, haciéndome calentar, cada vez mas.
-¿Querés más? me preguntó.
-Si, por favor, le dije casi suplicando.
Se levantó y me dijo "vení".
Disimulando mi erección fui detrás de la gordita que se dirigió hasta un estadio cerrado donde se juega al Básquet y Voley. Estaba desierto y un poco oscuro. Llegamos hasta un vestuario, no había nadie.
Se metió en un baño y yo la seguí.
Empezamos a besarnos y acariciarnos entre besos, me bajo el short y me dijo que siente en el inodoro (sobre la tapa del mismo).
Ella se quedo parada y seguimos besándonos. Ella acariciaba mi pija y yo comencé a bajar de su boca a su cuello, de su cuello a su escote. Podía sentir el sabor de su piel, mezcla de la transpiración salada y el protector solar. Mientras una de mis mano acariciaba sus tetas, la otra se fue haciendo lugar para llegar a su conchita, corriendo previamente la malla.
Así estábamos gozando los dos, yo con mi short en los tobillos y ella inclinada sobre mi, con tus tetas en mi boca y gozando con mis caricias en su conchita húmeda y caliente.
Mariela, leyó mi mente y dejó afuera sus tetas bajando los breteles de la malla, lo que me permitio besar sus pezones virgenes, ya que ella no había tenido nunca hijos.
Luego de un rato, ella me sacó (literalmente), una de sus tetas de mi boca y delicadamente sacó mi mano de su malla que acariciaba la conchita. Se arrodilló y empezó a chuparme la pija. Entre lengua y labios, me hacia gozar como hacia muchos años que no me pasaba. En un momento me dijo que le avisara antes de acabar.
Mientras me chupaba mis manos acariciaban su pechos y su cabeza que subía y bajaba.
Cuando no pude mas, le avise que se venía, que estaba por acabar, así fue que se sacó la pija dura de la boca y húmeda por su saliva comenzó a pasarla por sus tetas y pezones, dándome una imagen que nunca podré olvidar.... y así acabé.... en sus tetas. Una vez que termino todo, con movimientos lentos volvió a mi pija que estaba chiquita y blandita y siguió chupando un ratito mas.
Luego agarro papel higiénico me limpió la pija y ella comenzó a limpiarse las tetas y la boca.
-Que enchastre hicimos" me dijo con una sonrisa.
-¿Y vos?, quiero que vos también acabes. Le dije.
-No, acá no, es incomodo, en la semana vas a venir a mi casa y me pagas esta deuda... . me dijo y se rió.
Nos vestimos y disimuladamente volvimos. Fuimos a la pileta donde estaba todo el mundo.
Durante la tarde cruzamos miradas y sonrisas cómplices. Solo nosotros sabíamos de que nos reíamos.
Tengo un amigo de hace muchos años. Se llama Alejandro. Ale esta casado como yo y tiene una hermana menor que se llama Mariela.
Mariela como Alejandro es gordita. Pero eso no le quita encanto ya que es rubia, ojos claros y una personalidad, que hace que casi todas las mujeres como mi esposa y la esposa de Alejandro, la tilden de loca, rayada, rara.
Mariela en esa época tendría unos 25 años y yo 35.
Íbamos un club que tenia un amplio predio colmado de verde y una pileta muy linda. En la temporada de verano, todo el club estaba ahí.
Hicimos un almuerzo todos juntos, mi familia, la familia de Alejandro y Mariela, que estaba de visita.
Hacia mucho calor. Mariela tenia una malla enteriza color azul oscuro y la misma dejaba ver un hermoso par de lolas que al ser gordita eran grandecitas.
Durante la tarde, ya pasada la digestión, tanto las esposas, como lo chicos e incluso Alejandro se fueron a la pileta. Yo me quede durmiendo la siesta y Mariela estaba leyendo algo en una reposera cercana o tomando sol, pensé.
En medio de mi siesta siento una mano que me acaricia la parte interna del muslo, lo que me hizo despertarme y sobresaltarme. La dueña de la mano dijo "¿Te molesta?, era Mariela. Debo confesar que me sorprendió ese acercamiento. A lo que le conteste, "¿y los demás? ¿donde están todos?", "en la pileta, nadie cerca" me dijo Mariela.
Ahí me relajé y ella siguió acariciando mis muslos y metió su mano adentro de mi malla y comenzó a acariciarme los huevos. Obviamente mi pene se comenzó a poner duro, ella siguió su camino empezando por la base del pene y fue subiendo. Podía sentir sus uñas largas y sus dedos que se las arreglaban para acariciar todo mi pene de arriba a abajo, haciéndome calentar, cada vez mas.
-¿Querés más? me preguntó.
-Si, por favor, le dije casi suplicando.
Se levantó y me dijo "vení".
Disimulando mi erección fui detrás de la gordita que se dirigió hasta un estadio cerrado donde se juega al Básquet y Voley. Estaba desierto y un poco oscuro. Llegamos hasta un vestuario, no había nadie.
Se metió en un baño y yo la seguí.
Empezamos a besarnos y acariciarnos entre besos, me bajo el short y me dijo que siente en el inodoro (sobre la tapa del mismo).
Ella se quedo parada y seguimos besándonos. Ella acariciaba mi pija y yo comencé a bajar de su boca a su cuello, de su cuello a su escote. Podía sentir el sabor de su piel, mezcla de la transpiración salada y el protector solar. Mientras una de mis mano acariciaba sus tetas, la otra se fue haciendo lugar para llegar a su conchita, corriendo previamente la malla.
Así estábamos gozando los dos, yo con mi short en los tobillos y ella inclinada sobre mi, con tus tetas en mi boca y gozando con mis caricias en su conchita húmeda y caliente.
Mariela, leyó mi mente y dejó afuera sus tetas bajando los breteles de la malla, lo que me permitio besar sus pezones virgenes, ya que ella no había tenido nunca hijos.
Luego de un rato, ella me sacó (literalmente), una de sus tetas de mi boca y delicadamente sacó mi mano de su malla que acariciaba la conchita. Se arrodilló y empezó a chuparme la pija. Entre lengua y labios, me hacia gozar como hacia muchos años que no me pasaba. En un momento me dijo que le avisara antes de acabar.
Mientras me chupaba mis manos acariciaban su pechos y su cabeza que subía y bajaba.
Cuando no pude mas, le avise que se venía, que estaba por acabar, así fue que se sacó la pija dura de la boca y húmeda por su saliva comenzó a pasarla por sus tetas y pezones, dándome una imagen que nunca podré olvidar.... y así acabé.... en sus tetas. Una vez que termino todo, con movimientos lentos volvió a mi pija que estaba chiquita y blandita y siguió chupando un ratito mas.
Luego agarro papel higiénico me limpió la pija y ella comenzó a limpiarse las tetas y la boca.
-Que enchastre hicimos" me dijo con una sonrisa.
-¿Y vos?, quiero que vos también acabes. Le dije.
-No, acá no, es incomodo, en la semana vas a venir a mi casa y me pagas esta deuda... . me dijo y se rió.
Nos vestimos y disimuladamente volvimos. Fuimos a la pileta donde estaba todo el mundo.
Durante la tarde cruzamos miradas y sonrisas cómplices. Solo nosotros sabíamos de que nos reíamos.
3 comentarios - La hermana de mi amigo Alejandro.
http://www.poringa.net/posts/relatos/2721929/La-hermana-de-mi-amigo-Alejandro-2da-Parte.html