A tres meses de que cumplí los 18 años, y claro lleno de hormonas, una de mis tías maternas (57 años) pasaba por una crisis económica, sus hijos (de 20, 26, 28 y 32 años) estaban estudiando y ella se quedaba sola y con pocos recursos (solo su pensión), ya que a mis primos les encantaba andar bien arregladitos y por ende mi tía se sacrificaba, viuda desde 39 años se había refugiado en la religión. Mi madre nos mandaba a mis hermanos y a mi a llevarle comida y ayudarle con sus quehaceres, como yo había dejado de estudiar por un tiempo y trabajaba en un turno nocturno, me ofrecía a pasar temprano a casa de mi tía para ayudarle a sus quehaceres e incluso le hacia algo de comer, con esta rutina mi misma tía me sugirió que si estaba cansado me durmiera unas horas en su casa y también me aseara. Al paso de un mes yo comencé a tener más confianzas, y pues mis primos contentos por que así ellos podían estar más afuera. En ese transe comencé incluso a lavar mi ropa en su casa y en una de esas la de mi tía, ahí fue donde al tener sus pantaletas comencé a morbosear con ella, cuando lavaba y doblaba su ropa, ella al principio se apenaba, pero como dicen cuando se hacen las cosas sin cobrar los otros se quedan sin chistar.
La cuestión de la siesta paso también a que al yo llegar a las 8 am, cuando todos se iban yo podía quedarme en un short y después en calzoncillos mi tía se levantaba a las 9 am y por lo general me tapaba con una sabana, después se comenzó a acostumbrar, un día ella se torció el tobillo sin que fuera grave, y yo acomedido le di un masaje con aceite de árnica, sin embargo la cercanía de su piel hizo que me fuera calentando y pasara de sobar a acariciar, ella quedo semidormida y comencé a subir mis caricias a la pierna y toque un poco de su pubis, ella adormecida solo abría la boca, cuando comencé a tocar su vulva por encima de la pantaleta, ella me dijo que ya estaba mejor y que ya era de que me fuera, al día siguiente llegue como de costumbre y saque la ropa a la lavadora, vi la pantaleta que traía el día anterior toda húmeda, aspire el aroma y me cachondee todo, así que mi cabeza solo pensó en cogerme a mi tía. Fui a asomarme a su recamara, la vi con su batón y sin sabanas, así que me deje solo el calzoncillo y con el aceite en mi mano me le acerque a su pie, comencé a ponerle un poco de aceite caliente y a masajearle , ella no se inmuto así que continúe y seguí poco a poco sobre su pierna, ella abrió los ojos y me pregunto que qué pasaba, le dije que se le veía el tobillo un poco amoratado que le estaba dando un masaje y si no pasaba íbamos a ir al médico más tarde, con esta contestación ella se tranquilizo, así que comencé de nuevo y vi como ella se iba relajando más, comencé a masajearle el vientre, le dije que estaba muy tensa que se diera la vuelta para que pudiera masajear la espalda, ella con un poco de resistencia se dio la vuelta, cuando el masaje lo regrese a sus piernas y después a sus nalgas, me subí a la cama, ella sintió la piel de mis piernas y solo sentí como se estremeció, al paso de unos minutos yo ya estaba casi acostado sobre ella con mi pecho en su espalda y ya le había arremangado el batón, con mi verga en sus nalgas comencé a hacer movimientos que acomodaron mi verga cerca de su vulva, aún ambos vestidos, ella solo resollaba, le dije que tenía que terminar el masaje que se pusiera boca arriba, ella casi sin voluntad lo hizo, y recordé lo que un colega me había dicho " si masajeas la cabeza en las sienes , en la base del cuello y en los hombros de manera circular y con una presión igual y firme puedes casi dormir a una persona", así que lleve esto a la práctica, y mi tía se relajo tanto que pude quitarle la pantaleta y ver ese chocho peludo, con esas nalgas algo flácidas, el sostén fue quitado y esas tetas arrugadas algo se apodero de mi, esa cachondez que hace que la lengua se hinchen y las narices resoplen comencé a lamer sus tetas mientras mis dedos hurgaban esa panocha que había estado inactiva, estaba casi reseca, así que me unte mas aceite y lentamente la penetre, cuando ya estaba dentro de ella, reacciono casi aventándome, pero yo ya estaba apergollado de sus nalgas con mis manos, en un primer instante ella trato de quitarme pero después me rodeo con sus brazos y yo comencé a bombearla mientras ella tomaba también el ritmo, a eso de unos 5 minutos ella suspiro profundamente y se aflojo toda, yo aun erecto seguí bombeando y ella me dijo "espera estoy rozada" mejor deja que te lo chupe para que termines, así lo hice y ella me hizo una magnifica mamada, quedamos desnudos recostados, en breve me volví a cachondear, y le pedí que me dejara cogerla por el culito, pero ella se negó, volvía acogérmela de misionero hasta que sentí que los huevos me explotaron. Fueron tres meses felices de cogedera, pero como todo siempre vienen nuevos ciclos, llego a casa de mi tía una primita de Veracruz que con sus 19 años estaba de antojo, pero ella se dedico a cuidar a mi tía y escasearon los pretextos para ir a verla
La cuestión de la siesta paso también a que al yo llegar a las 8 am, cuando todos se iban yo podía quedarme en un short y después en calzoncillos mi tía se levantaba a las 9 am y por lo general me tapaba con una sabana, después se comenzó a acostumbrar, un día ella se torció el tobillo sin que fuera grave, y yo acomedido le di un masaje con aceite de árnica, sin embargo la cercanía de su piel hizo que me fuera calentando y pasara de sobar a acariciar, ella quedo semidormida y comencé a subir mis caricias a la pierna y toque un poco de su pubis, ella adormecida solo abría la boca, cuando comencé a tocar su vulva por encima de la pantaleta, ella me dijo que ya estaba mejor y que ya era de que me fuera, al día siguiente llegue como de costumbre y saque la ropa a la lavadora, vi la pantaleta que traía el día anterior toda húmeda, aspire el aroma y me cachondee todo, así que mi cabeza solo pensó en cogerme a mi tía. Fui a asomarme a su recamara, la vi con su batón y sin sabanas, así que me deje solo el calzoncillo y con el aceite en mi mano me le acerque a su pie, comencé a ponerle un poco de aceite caliente y a masajearle , ella no se inmuto así que continúe y seguí poco a poco sobre su pierna, ella abrió los ojos y me pregunto que qué pasaba, le dije que se le veía el tobillo un poco amoratado que le estaba dando un masaje y si no pasaba íbamos a ir al médico más tarde, con esta contestación ella se tranquilizo, así que comencé de nuevo y vi como ella se iba relajando más, comencé a masajearle el vientre, le dije que estaba muy tensa que se diera la vuelta para que pudiera masajear la espalda, ella con un poco de resistencia se dio la vuelta, cuando el masaje lo regrese a sus piernas y después a sus nalgas, me subí a la cama, ella sintió la piel de mis piernas y solo sentí como se estremeció, al paso de unos minutos yo ya estaba casi acostado sobre ella con mi pecho en su espalda y ya le había arremangado el batón, con mi verga en sus nalgas comencé a hacer movimientos que acomodaron mi verga cerca de su vulva, aún ambos vestidos, ella solo resollaba, le dije que tenía que terminar el masaje que se pusiera boca arriba, ella casi sin voluntad lo hizo, y recordé lo que un colega me había dicho " si masajeas la cabeza en las sienes , en la base del cuello y en los hombros de manera circular y con una presión igual y firme puedes casi dormir a una persona", así que lleve esto a la práctica, y mi tía se relajo tanto que pude quitarle la pantaleta y ver ese chocho peludo, con esas nalgas algo flácidas, el sostén fue quitado y esas tetas arrugadas algo se apodero de mi, esa cachondez que hace que la lengua se hinchen y las narices resoplen comencé a lamer sus tetas mientras mis dedos hurgaban esa panocha que había estado inactiva, estaba casi reseca, así que me unte mas aceite y lentamente la penetre, cuando ya estaba dentro de ella, reacciono casi aventándome, pero yo ya estaba apergollado de sus nalgas con mis manos, en un primer instante ella trato de quitarme pero después me rodeo con sus brazos y yo comencé a bombearla mientras ella tomaba también el ritmo, a eso de unos 5 minutos ella suspiro profundamente y se aflojo toda, yo aun erecto seguí bombeando y ella me dijo "espera estoy rozada" mejor deja que te lo chupe para que termines, así lo hice y ella me hizo una magnifica mamada, quedamos desnudos recostados, en breve me volví a cachondear, y le pedí que me dejara cogerla por el culito, pero ella se negó, volvía acogérmela de misionero hasta que sentí que los huevos me explotaron. Fueron tres meses felices de cogedera, pero como todo siempre vienen nuevos ciclos, llego a casa de mi tía una primita de Veracruz que con sus 19 años estaba de antojo, pero ella se dedico a cuidar a mi tía y escasearon los pretextos para ir a verla
5 comentarios - Mi tía materna