¿Cómo empezaste en el asunto este de la prostitución?
“Desde la secundaria. Mis amigos me daban dinero por verme. Dependiendo; a veces también me tocaban y eso era por más dinero. A veces por eso sacaba yo buena lana e invitaba a mis amigas de todo; era yo muy popular en la escuela”.
¿Y cómo es que se vuelve un oficio?
“Pues una cosa lleva a otra… Una vez un tipo ya viejo me dijo que alguien le platicó lo que yo hacia y me preguntó que cuánto les pedía a los chamacos por ver o agarrar y le dije y me dice: yo te doy 800 pesos pero ya sabes a cambio de qué… entonces dije: pues creo que sí vale la pena y pues ya, así pasó”
“Y pues luego fue otro y luego otro y así… claro que ya no me pagaron 800 pesos, pero me daban que los 300, que los 400, hasta 600. Una vez hubo un guey me medio 2 mil pesos. Imagínate: era yo joven y pues no por presumir pero tengo bonita cara y un cuerpo regular y pues ganaba lo que yo quería. Por un servicio diario digamos de a 400 pesos a la semana sacaba 2 mil pesos: de obrera o de sirvienta cuándo”
¿Hasta cuándo vas a seguir con esto?
“Pues todo por servir se acaba y acaba por no servir ¿no crees?; ahorita pues porque el cuerpo lo permite, cuando ya no pues simplemente ya no… mientras pues hay que sacarle provecho”
¿Pero cuáles son tus metas, hasta dónde vas a llegar?
“Mira, sí las tengo: estoy haciendo mi casa y tengo a mis dos hijas en la escuela… a ellas nada les falta y les compro de lo mejor. El tiempo me va a dar mi retiro pero para cuando eso pase pues ya habré resuelto mi vida: ya tendré una casa más o menos, mis hijas ya tendrán una profesión y chance hasta ponga un negocito para mi futuro”
¿Por qué no buscar esos objetivos con otros métodos, otra forma de vida?
“Mira, los hombres son como unos perros. Si yo les hubiera ido a pedir trabajo ellos me hubieran pedido las aquellas. Si les hubiera pedido prestado me habrían pedido que les pagara con cuerpo… para ustedes los hombres todo gira en torno al sexo, entonces si de todos modos va a haber sexo al menos que lo paguen, que les cueste”
¿Qué es la prostitución para ti?
“Para mí es un trabajo como cualquiera, con la diferencia de que no tienes patrón, no hay quien te grite, no tienes que entrar o salir a la hora que te digan y luego pues no siquiera tienes derecho a opinar. En este trabajo eres libre incluso para decidir con quien te acuestas y con quien no; yo sí me doy ese lujo: guey que no me gusta pues le digo que no y san se acabó”
¿Qué opina tu familia de tu trabajo?
“Pues vivo sola porque mi papá me corrió de la casa y desde que supo a qué me dedico me pidió que lo diera por muerto, así que de papá estoy huérfana… mi mamá me viene a visitar y cada que viene nomás me regaña por lo que hago… mis hermanos también me dejaron de hablar y no los he vuelto a ver; sólo una de mis hermanas me habla pero eso nomás para pedirme prestado”
¿Cuál es tu opinión respecto a que la sociedad no ve con buenos ojos este oficio?
“La sociedad es hipócrita. La sociedad todo critica pero nada soluciona. La sociedad es la escoria, las aguas negras de la humanidad. Todos tenemos algo de qué avergonzarnos pero la gente oculta su naturaleza en una máscara o un apellido o en una religión su pecado, a diferencia de nosotras las prostis que nos mostramos tal y como somos; al menos en eso somos mejores”
¿Qué onda con el padrote, con el tratante?
“Yo no nací para mantener a ningún pendejo… mi cuerpo lo vendo al precio que quiero, cuando quiero y a quien quiero y lo que de él saco lo saco para mi… nunca, óyelo, nunca le he dado un peso partido por la mitad a ningún pendejo y nuca lo voy a hacer… es decir, no en ese sentido de padrote o como consecuencia de que amenace o porque me obligue a trabajar”
¿Pero sabes que sí hay de eso? ¿Es decir, conoces de padrotes y de mujeres obligadas a prostituirse?
“Mira, si no hay padrotes hay policías, pero siempre hay quien se aproveche de esto. Yo le paso su lana a los estatales; otras como yo, libres, les pasan a los judiciales estatales. Y las hay quienes le pasan su lana a los tres: a los estatales, a los judiciales y a los padrotes. Esto es un desmadre. Es de todos contra todos”
“Hay mucho de mentira en eso. Los padrotes o lenones no necesariamente secuestran, golpean y amenazan a las muchachas. A veces ellas acuden a esos gueyes porque ellos tienen los conectes para poder trabajar, es decir, están bien parados con las autoridades estatales, municipales y policías para poder trabajar sin broncas; entonces haz de cuenta, yo voy con un padrote y le digo: qué onda, hay chance de trabajar o no y entonces él me dice: si pero es por tanto y te vas a ir a X lugar, si te parece y si no pos llégale”
¿Qué te dicen los policías para poder dejarte trabajar?
“No pues como dicen que la prostitución esta prohibida en Tlaxcala entonces te dicen: ahí tu dices: te purificas o te damos fondo. Y una dice: no hay pedo, de a cómo va a ser y pues ya nos quitan que los 500, que los 800 pesos”
¿Cada qué tiempo?
“Cada que quieren… puede ser cada semana, cada que pasan o hasta puede ser diario; no, si no tiene madre esos putos”
¿Qué te gusta de tu trabajo y qué de disgusta?
“Me gusta porque hago lo que quiero, porque es una forma de ejercer mi libertad. Soy prostituta por gusto y voluntad y no porque alguien me obligue, soy prostituta y me gusta porque gano lo que quiero, porque trabajo los días que me dé la gana… ¿qué me disgusta? Pues eso, que haya desgraciados que abusen de una como lo que es o simplemente que haya quienes se aprovechen de la gente a base de mentiras, engaños o por la fuerza”
Sin embargo tu trabajo es de muchos riesgos, es, digamos, muy difícil o diferente…
“Pues es igual a cualquier otro. Si fuera yo bombera podría quemarme en un incendio, si fuera policía podrían matarme, si fuera yo obrera me podría tragar o lastimar una máquina… si cuidara niños es capaz de que uno se me muere ¡No, ni madres, mejor así estoy bien!”
Aun así no les recomendarías este trabajo a las muchachas o no se lo permitirías a tus hijas…
“Son otros tiempos… yo me metí en esto por gusto, porque no tuve otra alternativa… mis hijas van a tener una profesión, para eso me estoy medio matando. Mis hijas van a tener otro horizonte, otras posibilidades y otro futuro; ellas sí me interesan… lo de las muchachas ajenas a mi me vale madre lo que hagan o dejen de hacer”
Pero si una de tus hijas te dijera que se dedica a lo mismo que tú ¿La apoyarías?
“Que no… que ellas no tienen por qué hacer esto… para eso les estoy dando estudio, para eso tienen a su madre que es padre a la vez”
Muchas gracias y si deseas decir algo más…
“De nada… y pues no sé por qué tanto se espanta la gente… si no hubiera hombres que necesitaran de las prostitutas no existiríamos nosotras. Pero las señoras “bien” casadas no atienden bien a sus maridos y por eso ellos nos buscan; aquí cae de todo: jóvenes, viejos, pobres, ricos, políticos, funcionarios de gobierno y hasta sacerdotes… pero la pinche gente se espanta de todo”.
“Desde la secundaria. Mis amigos me daban dinero por verme. Dependiendo; a veces también me tocaban y eso era por más dinero. A veces por eso sacaba yo buena lana e invitaba a mis amigas de todo; era yo muy popular en la escuela”.
¿Y cómo es que se vuelve un oficio?
“Pues una cosa lleva a otra… Una vez un tipo ya viejo me dijo que alguien le platicó lo que yo hacia y me preguntó que cuánto les pedía a los chamacos por ver o agarrar y le dije y me dice: yo te doy 800 pesos pero ya sabes a cambio de qué… entonces dije: pues creo que sí vale la pena y pues ya, así pasó”
“Y pues luego fue otro y luego otro y así… claro que ya no me pagaron 800 pesos, pero me daban que los 300, que los 400, hasta 600. Una vez hubo un guey me medio 2 mil pesos. Imagínate: era yo joven y pues no por presumir pero tengo bonita cara y un cuerpo regular y pues ganaba lo que yo quería. Por un servicio diario digamos de a 400 pesos a la semana sacaba 2 mil pesos: de obrera o de sirvienta cuándo”
¿Hasta cuándo vas a seguir con esto?
“Pues todo por servir se acaba y acaba por no servir ¿no crees?; ahorita pues porque el cuerpo lo permite, cuando ya no pues simplemente ya no… mientras pues hay que sacarle provecho”
¿Pero cuáles son tus metas, hasta dónde vas a llegar?
“Mira, sí las tengo: estoy haciendo mi casa y tengo a mis dos hijas en la escuela… a ellas nada les falta y les compro de lo mejor. El tiempo me va a dar mi retiro pero para cuando eso pase pues ya habré resuelto mi vida: ya tendré una casa más o menos, mis hijas ya tendrán una profesión y chance hasta ponga un negocito para mi futuro”
¿Por qué no buscar esos objetivos con otros métodos, otra forma de vida?
“Mira, los hombres son como unos perros. Si yo les hubiera ido a pedir trabajo ellos me hubieran pedido las aquellas. Si les hubiera pedido prestado me habrían pedido que les pagara con cuerpo… para ustedes los hombres todo gira en torno al sexo, entonces si de todos modos va a haber sexo al menos que lo paguen, que les cueste”
¿Qué es la prostitución para ti?
“Para mí es un trabajo como cualquiera, con la diferencia de que no tienes patrón, no hay quien te grite, no tienes que entrar o salir a la hora que te digan y luego pues no siquiera tienes derecho a opinar. En este trabajo eres libre incluso para decidir con quien te acuestas y con quien no; yo sí me doy ese lujo: guey que no me gusta pues le digo que no y san se acabó”
¿Qué opina tu familia de tu trabajo?
“Pues vivo sola porque mi papá me corrió de la casa y desde que supo a qué me dedico me pidió que lo diera por muerto, así que de papá estoy huérfana… mi mamá me viene a visitar y cada que viene nomás me regaña por lo que hago… mis hermanos también me dejaron de hablar y no los he vuelto a ver; sólo una de mis hermanas me habla pero eso nomás para pedirme prestado”
¿Cuál es tu opinión respecto a que la sociedad no ve con buenos ojos este oficio?
“La sociedad es hipócrita. La sociedad todo critica pero nada soluciona. La sociedad es la escoria, las aguas negras de la humanidad. Todos tenemos algo de qué avergonzarnos pero la gente oculta su naturaleza en una máscara o un apellido o en una religión su pecado, a diferencia de nosotras las prostis que nos mostramos tal y como somos; al menos en eso somos mejores”
¿Qué onda con el padrote, con el tratante?
“Yo no nací para mantener a ningún pendejo… mi cuerpo lo vendo al precio que quiero, cuando quiero y a quien quiero y lo que de él saco lo saco para mi… nunca, óyelo, nunca le he dado un peso partido por la mitad a ningún pendejo y nuca lo voy a hacer… es decir, no en ese sentido de padrote o como consecuencia de que amenace o porque me obligue a trabajar”
¿Pero sabes que sí hay de eso? ¿Es decir, conoces de padrotes y de mujeres obligadas a prostituirse?
“Mira, si no hay padrotes hay policías, pero siempre hay quien se aproveche de esto. Yo le paso su lana a los estatales; otras como yo, libres, les pasan a los judiciales estatales. Y las hay quienes le pasan su lana a los tres: a los estatales, a los judiciales y a los padrotes. Esto es un desmadre. Es de todos contra todos”
“Hay mucho de mentira en eso. Los padrotes o lenones no necesariamente secuestran, golpean y amenazan a las muchachas. A veces ellas acuden a esos gueyes porque ellos tienen los conectes para poder trabajar, es decir, están bien parados con las autoridades estatales, municipales y policías para poder trabajar sin broncas; entonces haz de cuenta, yo voy con un padrote y le digo: qué onda, hay chance de trabajar o no y entonces él me dice: si pero es por tanto y te vas a ir a X lugar, si te parece y si no pos llégale”
¿Qué te dicen los policías para poder dejarte trabajar?
“No pues como dicen que la prostitución esta prohibida en Tlaxcala entonces te dicen: ahí tu dices: te purificas o te damos fondo. Y una dice: no hay pedo, de a cómo va a ser y pues ya nos quitan que los 500, que los 800 pesos”
¿Cada qué tiempo?
“Cada que quieren… puede ser cada semana, cada que pasan o hasta puede ser diario; no, si no tiene madre esos putos”
¿Qué te gusta de tu trabajo y qué de disgusta?
“Me gusta porque hago lo que quiero, porque es una forma de ejercer mi libertad. Soy prostituta por gusto y voluntad y no porque alguien me obligue, soy prostituta y me gusta porque gano lo que quiero, porque trabajo los días que me dé la gana… ¿qué me disgusta? Pues eso, que haya desgraciados que abusen de una como lo que es o simplemente que haya quienes se aprovechen de la gente a base de mentiras, engaños o por la fuerza”
Sin embargo tu trabajo es de muchos riesgos, es, digamos, muy difícil o diferente…
“Pues es igual a cualquier otro. Si fuera yo bombera podría quemarme en un incendio, si fuera policía podrían matarme, si fuera yo obrera me podría tragar o lastimar una máquina… si cuidara niños es capaz de que uno se me muere ¡No, ni madres, mejor así estoy bien!”
Aun así no les recomendarías este trabajo a las muchachas o no se lo permitirías a tus hijas…
“Son otros tiempos… yo me metí en esto por gusto, porque no tuve otra alternativa… mis hijas van a tener una profesión, para eso me estoy medio matando. Mis hijas van a tener otro horizonte, otras posibilidades y otro futuro; ellas sí me interesan… lo de las muchachas ajenas a mi me vale madre lo que hagan o dejen de hacer”
Pero si una de tus hijas te dijera que se dedica a lo mismo que tú ¿La apoyarías?
“Que no… que ellas no tienen por qué hacer esto… para eso les estoy dando estudio, para eso tienen a su madre que es padre a la vez”
Muchas gracias y si deseas decir algo más…
“De nada… y pues no sé por qué tanto se espanta la gente… si no hubiera hombres que necesitaran de las prostitutas no existiríamos nosotras. Pero las señoras “bien” casadas no atienden bien a sus maridos y por eso ellos nos buscan; aquí cae de todo: jóvenes, viejos, pobres, ricos, políticos, funcionarios de gobierno y hasta sacerdotes… pero la pinche gente se espanta de todo”.
5 comentarios - Entrevista a una prostituta
buenooo