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Luz blanca y tus misterios (2nda parte)




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Compendio II


Fue un periodo bonito. Se aparecía los sábados por la tarde a hacerme clases y para nosotras (mamá, mi hermana del medio y yo), era todo un suceso.
Mi hermana aprovechaba de salir a correr, porque estar con él le ponía nerviosa e inquieta.
Mamá limpiaba bien la casa, se ponía bonita y se armaba un tiempo, para charlar un rato con él.
Y yo, tenía problemas para vestirme.
😖 😖 😖
¿Cómo te puedes ver linda para un amigo que nunca se le ha ocurrido que te pueda gustar?
¿Qué siempre te mira a los ojos, te sonríe y te da su apoyo, pero nunca pensó que tú le amabas?
😡 😡 😡
¡Fueron días terribles y me daba rabia que fuera tan denso!
😡 😡 😡
Incluso, le preguntaba su opinión de mi ropa, si me quedaba bonita.
Pero él es un hombre y no sabía de ropa de mujer, por lo que todo que usaba yo me decía que “me quedaba bonito y te ves bien.”
😡 😡 😡
Hasta que un día, parece que le agoté la paciencia.
“¡Mira, Marisol! Tu mayor encanto no es la ropa que usas. A mí me gusta tu manera de ver la vida. Cuando dices que los mangas están a la vuelta de la esquina, me haces sonreír, porque lo dices tan segura de ti, que te creo. Yo no sé nada de ropa, Marisol, pero si me preguntas cómo te ves más bonita, es siendo como eres tú.”
😳 😳 😳
Me dejó sin palabras y me hizo clases, aunque me costó una enormidad concentrarme.
¡Y también, en ese tiempo, fui a mi primera fiesta con él!
😍 😍 😍
Mi prima quería conocerlo. Me decía que andaba muy alocada y que no era posible que perdiera la cabeza por un chico.
Pero ella no me entendía entonces.
😊 😊 😊
Le pedí que me acompañara, porque tenía que ir al bar donde trabajaba mi prima y me daba cosa volver tarde.
Él aceptó como mi buen amigo que siempre ha sido y mi corazón latía incesantemente cuando íbamos tomados de la mano.
💗 💗 💗
Me dio miedo cuando se lo presenté a mi prima, porque ella siempre ha sido tan bonita.
Además, estaba en su onda gótica y la manera de vestirse, mostrando sus tremendos senos y su bonita figura me apretaban el estómago.
😖 😖 😖
Pero él se quedaba conmigo y no la miraba más allá de lo normal.
Después, aprendí con él que un caballero de verdad nunca mira a otra mujer cuando está acompañado, porque es de mala educación.
Y nos empezamos a aburrir juntitos, porque no era nuestro ambiente.
La música era fuerte, había olor a cigarro y todos tomaban.
😍 😍 😍
Entonces, para romper el aburrimiento, me preguntó algo que me hizo soñar…
“¿Quieres bailar conmigo?”
😳 😳 😳
¡Nunca había bailado con un chico! ¡Mucho menos, pensaba bailar con él!
“¡No importa! Tampoco sé bailar…”
😍 😍 😍
Y me sacó a bailar.
No fue como en las películas, que uno usa el centro de la pista y todos te envuelven.
Pero en esos momentos, no me importaba. Él me abrazaba suavemente y yo aprovechaba de apoyarme en su pecho, porque se le ocurrió bailar un lento conmigo.
¡Yo soñaba despierta!
😍 😍 😍
Mientras bailaba así con él, sentía que él me protegería de todo. Que me cuidaría, sin importar el mal y aprovechaba de abrazarlo fuerte, mientras él acariciaba mi pelo para calmarme.
¡Es un recuerdo que nunca olvidaré!
“¿Lo pasaste bien?” me preguntó cuándo nos marchamos.
😊 😊 😊
No podía responderle con palabras, porque flotaba en una nube, mientras de nuevo me tomaba de la mano.
“¡Qué bueno! ¡Yo también lo pasé muy bien!”
Pero mis clases se hacían más y más difíciles. No que me costara entender sus explicaciones, pero esa desesperación porque él me viera con otros ojos.
Él sabía tanto de mí, pero no veía lo más importante.
“¿Y qué quieres estudiar, Marisol?” me preguntó una tarde, cuando llevábamos más de 3 meses de clases.
“¡Aun no lo sé!” le respondí, porque nunca me puse a pensarlo y me dio un poco de vergüenza, porque lo que hacíamos no tenía mucho sentido.
Él me miró pensativo.
“Eres buena para las matemáticas, pero pienso que tu mayor fuerte es la lectura.”
😳 😳 😳
¡Me conocía incluso mejor que yo misma!
“¿Y qué debería estudiar?” le pregunté.
“¡No sé! Yo creo que podrías ser profesora o educadora, porque creo que tienes buenos instintos maternales y tienes mucha paciencia.”
😳 😳 😳
“¡Pero yo no soy mamá!” le respondí, colorada hasta las orejas.
“Si, pero tu hermanita te respeta y te quiere como una mamá.”
Y me volvió a mirar con esos ojos que parecían ver toda mi alma.
😍 😍 😍
“Yo pienso que podrías ser una profesora de historia o de lenguaje. Tienes muy buen vocabulario y una excelente memoria.”
Y lo intenté una vez más.
😈 😈 😈
“¡Es una lástima que salgas de la universidad ahora! ¡Me habría gustado que estuvieras conmigo un tiempo más!”
“¿De verdad?” Preguntó, sonriendo
“Si, porque me habría haber estado contigo, cuando encontrara al chico de mis sueños…”
😂 😂 😂
¡Y nuevamente, fracasé miserablemente!
“¡Pero no tienes que preocuparte, Marisol! ¡Si conoces a alguien que te guste, puedes presentármelo y yo te apoyaré!”
Pero para complacerme (y no dejarme sola), se enroló en la universidad para sacar su Magister, aprovechando que no tenía esposa ni familia que mantener, que al final me hizo salirme con la mía.
😳 😳 😳
¡Y lo más impresionante de todo es que convenció a mamá para que dejara de tomar y de fumar!
“¿Quieres tomarte una cerveza? Sergio no está y no se dará cuenta…” le ofreció mamá, una tarde luego de hacerme clases.
“¡No, gracias, tía! No bebo porque mata las neuronas y hace engordar…”
“¿Hace engordar?” preguntó mi mamá, mirando horrorizada la lata.
A mamá siempre le ha preocupado su cuerpo y su figura. Nosotros (mis hermanas, mi prima, mi marido y yo) creemos que se ve bastante bien, a pesar de estar un poquito rellenita.
Sus pechos son tan grandes y bonitos que no se nota tanto.
Y esa vez, como muchas veces antes que le había escuchado, se puso a explicar cómo se hace la cerveza.
😍 😍 😍
¡Yo envidio su manera de hacerlo!
No suena para nada soberbio y siempre es muy claro en su explicación.
Le explicó todo el proceso de fermentación de la cebada y mamá estaba impresionada, porque no sabía cómo la cerveza le hacía engordar.
“La cebada está compuesta de azucares complejos, que no son absorbidas por la boca. Se alojan en forma de glucógeno y generan grasa, por lo que no pueden disolverse rápidamente, a menos que haga ejercicio.”
😂 😂 😂
Mi mamá tomaba la lata como si fuera una bomba de dinamita.
“¡Por favor! ¡Cuéntale ahora cómo el cigarro te hace envejecer!” le pedí, aprovechando de quitarle todos sus malos hábitos.
Y le empezó a hablar de lo que había leído en unos documentos científicos, que la exposición al humo del cigarro, la absorción del alquitrán y otras cosas más aceleraban el envejecimiento.
Mi mamá respetaba mucho la inteligencia de mi marido y a partir de entonces, empezó a dejar todos sus vicios.
😍 😍 😍
¿Cómo no iba a querer desesperadamente que me besara?
¡Había hecho tantas cosas por mi vida, que ya no me aguantaba las ganas!
Y llegamos a esa tarde que cambió definitivamente mi vida.
Donde las ganas de aguantarme se me acabaron y mis impulsos se sublevaron.
😊 😊 😊
Estábamos repasando física, los patrones de colores y dispersión y a mí se me hacía marciano.
No podía entender cómo era posible que a partir de la luz blanca, haciéndola pasar por un prisma, pudiera sacar diferentes colores.
Me había explicado que el negro es la mezcla de todos los colores y ahora resultaba que el blanco, el color que yo encontraba más soso de todos, pudiese tener otros colores metidos en él, con diferentes frecuencias y longitudes de onda.
😕 😕 😕
“¡Esto es muy difícil y no lo entiendo!” le dije, dándome por vencida.
“¡Vamos, Marisol, no te desanimes! ¡Has avanzado tanto!”
Yo estaba muy frustrada y se lo hice saber.
“¡No! Pienso que la luz blanca es tonta y muy difícil.” Protesté, haciendo un puchero y tirando mis libros al suelo.
Él se rió y me hizo enojar más.
“¡Vamos, cálmate! Yo pienso que para alguien como tú, no deberías enojarte con el color blanco…”
“¿Por qué no?” le pregunté confundida, mientras él tomaba los libros.
“Porque tu cara es blanca y muy bonita. Y nunca te lo he contado, pero tienes un lunar chiquitito que cada vez que sonríes, se esconde y lo encuentro adorable.”
😊 😊 😊
¡Me puse roja de vergüenza y me cubrí mi mejilla!
“¡Vamos, Marisol! ¡Sonríe por mí! ¡Por favor! ¡Una vez más!” me pidió él, con una sonrisa muy alegre.
😘 😘 😘
¡Y ya no pude aguantar más!
Mi cuerpo se movió solo y yo metí mi lengua en su boquita sorprendida.
¡Se sentía incluso mejor que lo esperaba!
😍 😍 😍
¡Me deshacía en sus labios, en mi primer beso!
Pero después, reaccioné y me di cuenta de lo que había hecho.
Él me miraba impresionado.
“¡Lo siento! ¡No pude aguantarme más! ¡Eres mi mejor amigo y muy bueno y pensé que no te molestaría! ¡Discúlpame!” me excusé, muy arrepentida.
Pero él me miró y palpó sus labios con la lengua.
“¡Sabe a limón!” me dijo.
¡Y me besó él!
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¡Si mi primer beso fue rico, el segundo fue mejor!
Él metió su lengua en la mía y envolvió la mía muy rico. Todo ese sentimiento de alivio se sentía genial.
“¡Increíble, Marisol! ¡Tu boca sabe a limón!” me dijo y me dio mi tercer y apetitoso beso.
😍 😍 😍
¡Me estaba volviendo loca con sus besos!
Ya de ahí en adelante, no me fije en nadie más y finalmente, nos volvimos pololos y tiempo después, marido y mujer.
Pero ¿El camino que seguí?
Tuvo subidas y bajadas, pero no me arrepiento de haberlo cruzado a su lado.
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1 comentarios - Luz blanca y tus misterios (2nda parte)

pepeluchelopez
Excelente forma de husmear entre recuerdos! Valla hasta yo me senti afligido q nunca te besara, soy mas desesperado jaja
metalchono
😂 ¡Es que él es así! Para esas cosas, recién se empieza a dar cuenta y lo mejor de todo es que no tiene idea de lo bonito que es él. ¡Saludos!