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Compendio II
😕 😕 😕
Les confieso que he estado varios días tratando de escribir. He escrito varios bosquejos, pero me quedan muy largos.
La sombra de mi profe aun me molesta, porque me cuesta resumir.
😊 😊 😊
Pero seguí el consejo de mi marido. Me dijo que me diera una ducha larga, que me acostara y me pusiera a escribir.
☺️ ☺️ ☺️
También me sugirió que partiera de cero, pero que dejara un espacio con lo que ya he escrito y que fuera pegando las cosas que me gustaban y borrara las que no.
Así que les pido disculpas si me extiendo mucho.
Empezó la noche del sábado, con él escribiendo. Me dijo que me tenía un regalo para el día de la madre, pero que no lo leyera hasta que él se fuera.
😕 😕 😕
No me gusta que me pida eso, porque más ganas me dan de leer.
La mañana del domingo la empezamos temprano.
☺️ ☺️ ☺️
Soy flojita y cuando estoy con él, me gusta quedarme acostada hasta tarde.
XD
Y él, como marido justo y generoso, me atiende con la misma dedicación que lo atiendo yo.
😘 😘 😘
Se mete entre mis piernas y lame muy, pero muy delicadamente. Me manosea los pechos, me los chupetea y me mete sus deditos, haciéndome sentir muuuuy bien.
😉😉😉
Pero este domingo, se despertó y lo primero que hizo fue tomar el teléfono.
😳 😳 😳
¡Para mí sorpresa, llamó a su mamá y estuvieron conversando mucho rato!
XD
Me interrumpió mi sueño, pero lo entendía. Le cuesta llamar a su mamá y al día siguiente no tendría tiempo para llamarla.
Me dio uno de sus jugosos besos, me deseó un feliz día y cuando pensé (toda entusiasmada 😮 ) que me iba a dar su cariño…
¡Me pasa el teléfono, mientras que él bajaba a no sé qué parte!
😡 😡 😡
¡Me enojé un montón, pensando que mi día de la madre estaba empezando pésimo!
Pero fue cuando contestó el otro lado que quedé impresionada.
“¿Hola? ¿Hola?” preguntaba la voz en el teléfono.
😂 😂 😂
¡Me puse a llorar de alegría! ¡Era mi hermanita!
“¿Marisol?... ¡Marisol!” gritaba ella, también contenta.
“Hermanita, ¿Dónde está mamá? ¡La llamo para saludarla por el día de las madres!”
“¿Ya es domingo por allá?” preguntó ella, muy impresionada.
Parece que la explicación de mi marido no la entendió bien.
😔 😔 😔
Me dijo que estaba en la pastelería.
“¡Ya sabes!... con ese…”
Lo dice con un tono con desprecio. Como si me dijera “Con ese… que no es él.”
😕 😕 😕
Y me pregunta por su novio.
☺️ ☺️ ☺️
Le digo que sigue igual. Que pasan chicas y chicas, pero nosotras seguimos siendo sus favoritas y ella se pone contenta.
Luego de hablar (y llorar con mi hermanita), me trajo el desayuno: huevos fritos, café, pan tostado y jugo.
¡Incluso, vino hasta con una flor en un vaso!
😂 😂 😂
¡No olvidó ningún detalle! Y yo, contentísima…
Quería que se acostara conmigo. Que pusiera el desayuno en el velador y que me dejara desayunarlo a él primero.
😈 😈 😈
Pero él quería que me levantara pronto.
😳 😳 😳
¡Tenía pensado hacerme una celebración con mis amigas!
☺️ ☺️ ☺️
Hace tiempo le he pedido que conozca a mis amigas. Él no ha querido, porque claro, yo quiero que lo conozcan para que pase lo que siempre pasa.
😅 😅 😅
Sandy es una chica estudiosa y la más interesada por conocerlo. Es muy tierna y también piensa que es muy romántico que me haya casado tan joven.
Lara es más arisca. Me molesta por estar casada y es muy mandona. Pero al menos me ayuda a mantener los chicos a raya.
Y Jess es tranquila, pero no pudo venir. Le encantan los libros y siempre vive en la luna.
Como Megs está entrando en su último año, son pocas las horas que la veo porque tiene que hacer la práctica en una escuela primaria, pero también la invité.
También quería invitar a mi amiga azafata y a su novio, pero tenía que trabajar.
La próxima semana le toca libre, así que aprovecharé para invitarla al cumpleaños de las pequeñas, que lo celebraremos junto con mi marido.
Me bañé, me vestí y encontré a él y a Lizzie conversando en la cocina.
😕 😕 😕
Me dijo que se iba a tomar el día libre y que aprovecharía de salir, pero yo no quería.
Lizzie me entiende. Ella también comparte ese lado de mi marido tan rico: ser papá y esposo.
Me dice que ha aprendido mucho con él y las pequeñas. Que ha aprendido a mudar bien y reconoce sus llantos, al igual que mi marido.
😊 😊 😊
Eso me hace reír, porque supuestamente es una “niñera experimentada” y resulta ser que ha aprendido a cuidar niños con mi marido.
Le pedí a mi marido que la invitara…
“¡Es tu día, Marisol! ¡Tú ves a quien invitas!”
😊 😊 😊
Mis amigas llegaron a mediodía. Liz me ayudó a arreglar a las chiquititas y a mi marido, a preparar la mesa.
Pero yo sabía que entre tanto ir y venir de la cocina, la sonrisa de Liz no era solamente por cargar los platos…
😈 😈 😈
Y después de presentarles a las pequeñas, nos pusimos a conversar sobre mi ramo de nivelación.
Como soy inmigrante, me toca un curso que habla de la historia de Australia y de las colonias británicas y que hasta el momento, me ha dado un dolor de cabeza.
Ellas hablaban de las expediciones de Drake, de Cook y de otros nombres que no conozco, hasta que él llegó a meter la cuchara...
XD
“Bueno… ¿Ustedes saben que George Bass llegó hasta nuestra tierra?” preguntó él.
😳 😳 😳
¡Pusimos esos ojos!
XD
“¿Cómo sabes tú eso?” le pregunté.
“Siempre leo el programa de tus materias, corazón.”
Y mientras nos servía las bebidas, les contaba que Bass supuestamente había llegado a nuestro país y que habría sido capturado por los realistas.
Ellas no tenían idea, pero él les fue explicando del monopolio que ejercía el virreinato y que muchos navíos extranjeros, como el del tal Bass, atracaban en nuestras costas por contrabando.
😆 😆 😆
A veces, pienso que él sería mejor profesor de historia que yo. Pero él me dice que le gustan las matemáticas y yo lo envidio por la buena memoria que tiene.
En fin, cuento corto, mi marido volvió a la cocina y los ojos de Sandy brillaban impresionados. Lara no mostraba mucho interés, pero sentía que el día mejoraba cada vez más.
Empezó a salir rico olor de la cocina.
😛 😛 😛
A veces, me da vergüenza reconocer que mi marido cocina mejor que yo. Pero yo sabía que me estaba preparando carne mechada, como me gusta a mí.
Al poquito rato, apareció Megs.
😅 😅 😅
No venía muy contenta, porque quería conocer a Liz y estaba celosa. Pero su cara amargada le duró hasta que vio a mi marido.
Él la saludo con un beso en la mejilla y un fuerte abrazo, que la dejó flotando entre las nubes, mientras yo le explicaba a Liz quién era ella.
Y finalmente, aparecieron de sorpresa los vecinos, con su bebito nuevo.
Nos saludamos, les mostré lo grande que se han puesto las pequeñas y tras un rato, mi marido se excusó para volver a la cocina.
“¿No quieres que te ayude?” preguntó la vecina.
“¡No te preocupes! ¡Siéntate y comparte con las chicas!” le respondió.
“¡Vamos! ¡No es justo que seas el único encerrado en la cocina!” le dijo ella, llevándoselo bajo el brazo.
😈 😈 😈
Pero lo más bonito fue lo que pasó después y lo que más me cuesta explicar.
Yo sé que si él fuera distinto, él me engañaría y no me daría cuenta, porque es muy fogoso.
Pero podía darme cuenta que los abrazos y roces de la vecina, Liz y Megs eran distintos a los que les daban Sandy y Lara.
Cuando le movió la silla a la vecina para sentarse, “sin querer” le enterró la cola en la entrepierna y Megs y Liz se quedaban mirándolo con otros ojos.
Pero lo que más me gusto de esa comida fue que él me miraba igual que cuando estábamos solteros.
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Yo era la única mujer que miraba. Sin importar lo linda que es Megan o la vecina, me miraba a mí.
😍 😍 😍
Lo he meditado más estos días. Pude haberme sentido como la mujer más tonta del planeta, sabiendo que él se acostó con más de la mitad de mis invitadas.
Pero me sentía especial y afortunada.
Les confesaré por qué.
😊 😊 😊
YO AMO A 2 HOMBRES.
Uno de ellos es el amor de mi vida. Mi príncipe azul, con quien me di mi primer beso, fue mi primer pololo y es mi esposo.
Pero conocí a otro hombre aquí.
Es más rudo. Con él, tengo sexo desenfrenado, riquísimo y me da por horas y horas, sin parar.
Soy su perra. Su esclava. Su puta particular.
Pero mi mayor felicidad es que ESOS 2 HOMBRES SON LA MISMA PERSONA.
Y por eso quise destacarlo, para que no le dé un patatús.
XD
No hay nada que me pida mi marido que yo no esté dispuesta a hacer.
Y por eso, cuando se fueron las visitas y Liz se acostó, me puse el babydoll blanco que más le gusta y me hice una cola de caballo.
Puso una sonrisa muy linda y le pedí que se acostara y que bajara su pantalón.
“¡No me gustaría que te fueras! ¡Te amo mucho!” le dije, lamiendo su masculinidad.
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Simplemente, me encanta.
Siempre me acuerdo de mi prima, cuando me decía que tenía que conocer otros chicos. No me creía que su pene fuera así de rico y que no necesitara otro más.
Lo gracioso es que ella ahora también lo extraña, porque va pegado a mi marido.
Empecé a lamer como el más rico de los helados. Manjar delicioso, salado y con su fuerte aroma.
Él gemía bajito, pero se lo merecía. Se había portado muy bien.
💕 💕 💕
Le pasaba la lengua en la punta de su cabecita y me bebía todo ese juguito que le empezaba a aparecer.
Le lamía la cabecita, haciendo una circunferencia con mi lengua y no podía resistirme. Tenía que meterla en mi boca.
Subía y bajaba despacito, mientras él se quejaba y chupeteaba, tratando de probar ese delicioso juguito.
Más fuerte. Más fuerte. Sentía mis mejillas envolver esa deliciosa carnosidad, mientras que mi garganta la chupaba para no dejarla escapar.
Empezaba a suspirar más rápido, mientras yo la iba paseando de una mejilla a la otra.
Su olor a hombre se hacía más fuerte y se me hacía agua la boca tragar ese delicioso néctar de la vida.
Más rápido. Más rápido y yo sentía que la besaba con mi lengua, porque también estoy enamorada de eso.
Él me miraba, entrecerrando sus ojitos y yo jugueteaba con ella en mis labios.
Se empezó a sacudir y yo me puse alerta, porque venía mi bocado.
Me inundó las mejillas, con ese líquido delicioso y fuerte y yo, golosa, tragándolo como podía.
XD
No soy de tomar vinos o tragos, pero para mí, esa bebida también es de una cosecha de fina selección.
Entonces, me descubrí los pechos…
😆 😆 😆
¡Me da risa que siendo yo la que ahora tengo más pechugas, tengo que andar siguiéndole a él para hacerle Paizuris!
Y se la limpie y recontra lamí, para envolverla entre mis pechos.
😕 😕 😕
Lo único malo es que no es tan rico como cuando él está arriba.
Quedan bien envueltos, pero sale la puntita y no puedo meterla en mi boca.
😚 😚 😚
En cambio, cuando él está arriba, es como los mangas donde siento que me viola los pechos y me encanta. Me los aprieta bastante y como que se desespera por metérmela en la boca.
Pero lo rico es que dice que mis pechos son blanditos y que se siente muy rico.
XD
Entonces, le doy un último beso a la puntita y me pongo en cuclillas sobre él, para enterrarla.
😛 😛 😛
Saco la lengua de lo rico que se siente cuando me ensancha y voy suspirando, hasta que entra hasta el fondo.
❤️ ❤️ ❤️
A veces, siento que me falta el aire.
Y se siente enorme.
Me siento como un pavo relleno y empiezo a moverme despacito, despacito.
😅 😅 😅
¡Puro movimiento de cadera!
Por algo, no estoy gorda. Entreno con mi marido cada vez que puedo.
😤 😤 😤
Y mi marido me va agarrando los pechos, de a poquito.
Muy tímido.
😆 😆 😆
¡Son suyos y puede tomarlos como él quiera!
Pero es delicado y lo miro a los ojos y me pongo roja, porque es el chico que me gusta y el que iba a mi casa a hacerme clases.
¡Lo amo!
😘 😘 😘
Y yo voy domando esa bestia, salto tras salto y siento como mis pechos suben y bajan y se siente como me voy derritiendo encima de él.
Hasta que llega un momento que se recupera, me toma por la cintura, me da un feroz beso…
Y ¡Zas!
¡Queda encima de mí!
😍 😍 😍
Me afirmo como puedo, porque sé que me tocará pesado.
Lo miro a los ojos y es mi amante. El que no se aguanta las ganas de estar dentro de mí.
💕 💞 ❤️
¡Me tengo que afirmar de la cabecera de la cama!
¡Me da muy rico y me quema súper profundo!
También se pone ansioso, porque no me va a tener por toda una semana.
Trag- trag- trag…
Van crujiendo los resortes de la cama, a medida que la mete.
¡Sus manos se meten bajo el babydoll, acariciando mi cintura!
¡Yo siento su respiración en mi cuello y ese hormigueo tan rico entre las piernas!
¡No aguanto mucho y me corro otra vez!
Tragtrag-tragtrag-tragtrag…
La cama hace ruidos de corazón y yo me voy deshaciendo.
Siento un ardor tremendo en la cintura y lo abrazo, para que no pare.
“¡Te quiero, amor! ¡Te quiero!” le digo al oído, mientras me sigue dando el mejor placer de mi vida.
Siento que no voy a aguantar más. Que me voy a morir o algo.
Y entonces, él acaba…
Splurt, splurt, splurt.
Así debe sonar dentro de mí. Y es como una botella de champaña, que me va rellenando por dentro y yo quedo ligerita, relajada y muy tranquila.
Él, cansado, como si hubiese corrido 15 cuadras.
😍 😍 😍
Lo encuentro precioso. Es mi héroe y me besa satisfecho y con amor.
Por eso, yo entiendo a la vecina, a Megs y a las demás. Porque mi marido es tierno, es un buen amigo y sabe escuchar.
Sin embargo, una le saca los pantalones y tiene eso, que no razona, que te da duro y que apenas se cansa y la quieres sentir todo el tiempo.
Por eso, cuando estamos solos y vemos una película, apoyo mi cabeza en su vientre y se la empiezo a chupar. Porque me gusta su sabor y cómo me hace sentir.
Y él, muy considerado, me desabrocha el pantalón, la falda o lo que sea y me mete sus deditos por el trasero o por mi rajita y los 2 felices y contentos.
Y para terminar (y agradecer la paciencia de los que leyeron a esta loca enamorada), le pregunté si me podía hacer la colita.
“¡Por supuesto, Marisol! ¡Es tu día!”
😍 😍 😍
Yo, contenta como una chiquilla.
Y me va metiendo su carnosidad.
😖 😖 😖
Tengo que morderme la mano, porque se siente enorme.
Lo bueno es que rara vez necesito lubricación. Nos sacamos tantos jugos (más de él que los míos XD), que él los unta con su cosita y los esparce con sus dedos.
A veces, le echa un poquito de saliva al pulgar, la esparce en mi colita y quedo lista.
Y ahí, me empieza a dar.
Me pongo en 4 patas, porque me gusta esa sensación que él me viola.
😡 😡 😡
No se compara para nada con la manera del vecino, que era un desconsiderado y no le preocupaba si me dolía o no.
No. Mi marido me la va metiendo, pero de a poquito. Sus movimientos son suavecitos y calmados y se afirma de mi colita con ternura.
Por eso me gusta. Porque con mi marido, es como un viaje.
Me va tocando mi cintura, mi rajita, mis pechos y me siento querida y deseada en esos momentos.
Yo meneo mi colita, como si fuera una perrita y él, contento.
Y empezamos a luchar y a luchar, porque él empuja a un lado y yo empujo para el otro y los 2 ganamos, porque la mete más y más adentro.
Siento un ardor en la cola, pero no me importa, porque sé que es la de él.
Imagino que es una espada samurái, envainando y desenvainando en su funda, porque encaja perfecta.
Y sus agarrones se empiezan a poner más fuerte. Mis pechos se sacuden y me siento un poco como mi hermana, al sentirlos cargarse para adelante y para atrás.
Llego a un punto en donde tengo que apoyar mi cara en el colchón y entregarle completamente la cola, porque sino, me bota y me va quemando cada vez más rico.
Escucho el “ric-ric” de los resortes.
😆 😆 😆
¡Da lo mismo donde pongamos la cama! ¡Siempre hace ruido!
Y me afirmo de la sabana, estrujándola, porque se pone intenso. Siento como si tuviese un martillo ardiendo en mi trasero y la boca se me llena de saliva.
Me da y me da y me da y yo me quejo, aguantando, mientras que sus manos se afirman fuerte de mi cintura.
Y finalmente, explota una vez más.
Quedo cansada y la siento, soltando su poderosa carga en mí y me acuesto a esperar.
Él me abraza. Me besa el cuello y me da las gracias, cuando soy yo la que tiene tanto por agradecer.
Es mi marido. Lo extraño un montón.
😭 😭 😭
¡Que los días vuelen, para que vuelvas a mi lado!
Y terminamos mi primer día de la madre, durmiendo acurrucaditos y con él, agarrándome de los pechos.
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9 comentarios - Mi primer día de la madre