Sexo de repente
Día lunes, recién comenzando la semana, pero ya en las últimas horas del día, hacía minutos había llegado a mi casa, todo transpirado, con el cuerpo activo, y marcado.
No sé por qué, ese día, decidí entrar en silencio a mi departamento. Sabía que Clara, mi esposa, estaba esperándome. Entré a la sala de estar, y apenas una luz tenue iluminaba el lugar, fui hasta la cocina, para tomar agua e hidratarme, sin querer, me volqué agua sobre la remera, con lo cual no me quedo otra opción sacármela y quedarme semidesnudo. Y ya que estaba en mi casa, me saqué las calzas que usé para hacer ejercicios y quedar simplemente en bóxer; ya en dirección hacia mi habitación, pasé por la oficina, y lo que vi, lo llevo grabado en la cabeza, como una imagen perpetua.
Era Clara, frente a la notebook, viendo algo que yo, hasta ahora no había visto y ni siquiera imaginado, estaba viendo porno, más precisamente mujeres con dildos, vibradores, y a la vez estaba haciendo videollamada por Skype con una amiga de ella… Ambas, aparentemente, estaban en pleno juego de excitación. Sin que note mi presencia, hice el menor ruido posible, y pasé a la habitación. Ella como estaba tan concentrada, o más bien excitada, ni si quiera se percató de mi presencia.
Clara es una morocha, ojos verdes, 1, 76 mts. De estatura, flaca, un par de tetas pequeña pero redondas con unos pezones chicos pero duros, y lo que más me gustaba de ella, su culito bien redondeado, como se dice… una manzanita.
En esta ocasión, estaba de rodillas sobre la silla, con sus codos apoyados en el escritorio. En una posición en el que se preparaba para la guerra. Llevaba puestas un par de medias, un bóxer femenino que le marcaba bien sus nalgas y su concha. Y una musculosa de entre casa. No tenía puesto corpiño, por lo que produjo en mi una excitación notable. Viendo de esa forma, desde atrás, se podía notar en su bóxer (ya que era de color claro) como estaba humedecido. Cada intervalo de 30 segundos llevaba un par de dedos a su clítoris por encima de su bóxer y también por debajo, llegaba a la puerta de su ano, y volvía a mirar la pantalla de la notebook.
Un detalle, también no sabía que estaba en la habitación porque estaba con los auriculares y viendo atentamente como su amiga, a través de la videollamada se masturbaba frente a ella si ningún tipo de pudor… No podía escuchar lo que se decían, pero estoy seguro que su amiga, que estaba que partía la tierra en dos, igual que Clara, la incitaba a este juego de calentura.
Yo podía ver ( aunque no mucho, sino se iba a dar cuenta que estaba, y no quería, por el momento que me descubrieran) a su amiga, como se metía un consolador de goma de gran tamaño sobre el ano, se sentaba encima, mientras disfrutaba y gritaba por lo que se podía ver. Eso, hizo que Clara se siente bien en la silla y comience a pasar una de sus manos por sus senos, ya erectos, y la otra mano comenzar a bajar un poco el bóxer y jugar a meterse los dedos en la vagina.
La verdad que venía bien al observar esa forma de moverse a Clara, hizo ya que me saque el bóxer y comience también a tocarme, mi pene ya comenzaba a crecer, a tomar su forma activa, me iba calentando más y más… Por una milésima de segundo pensé si continuar viendo esa escena o poner manos a la obra.
Me decidí por lo segundo. Ya desnudo y con la pija al palo, me acerqué a Clara, y vi a su amiga por la pantalla con una cara de asombro, pues le puse mi pija entre el cuello y el hombro a Clara.
Dio un pequeño salto del susto que le cause, por entrar de esa manera, pero inmediatamente me miró con una cara de lujuria y agarró mi pija erecta y comenzó a chuparla desenfrenadamente. Claro, era más que obvio, con la calentura que llevaba ya por el juego previo con su amiga, era inevitable pensar que iba a hacer eso, de repente se sacó los auriculares, los desconectó y pude escuchar a su amiga, también hiper caliente: -‘Clara, puta, zorra!... Me dijiste que Martín tenía una pija hermosa y grande… Yo también la quiero’ Y agregó: ‘Martín por favor, imagínate que yo te la chupo, dame tu leche por favor’.
Eso me puso a mil, Clara, ya gimiendo y con voz entrecortada me dijo: ‘Sabes cuánto estaba esperando esta pijaaaa… ‘ Mientras seguía chupando.
-Clara, que putaaa, sos toda una profesional chupando pijas. Decía María del otro lado,
-Sí, la verdad que no sabes como la está chupando. –Agregué.
-Sí, me encanta María, y la voy a chupar tanto como si fuera que lo disfruto también por vos.
Esto ya estaba en un juego en donde no había retorno…
-Por favor Martín, sácale la musculosa y comienza a chuparle esos senos preciosos que tiene… Me está calentando mucho está escena (mientras María con el consolador en el ano, y sus dedos sobre el clítoris también gemía y disfrutaba de lo que veía a través de la pantalla)
Ni lento ni perezoso , hice a Clara que se paré, la tomé por la cintura, le comí la boca de un beso, mientras mis manos recorrían su espalda por debajo de su musculosa, y bajaban a tocar su cola celestial. Luego lleve mis manos hacía sus senos, agarrándole los dos con fuerza mientras le besaba el cuello, mientras gemía y ella son sus manos rozando mi pija, agarrándola y masturbándola.
-Uyyy que ricoooo, por favor seguí. Me decía Clara.
-Si, voy a seguir, por mucho tiempo más. Mientras seguía dándole besos.
-Por favor Martín sácale la musculosa y chúpale los senos, que eso me pone muy cachonda, voy a acabaaaaar… ayyy siii.. Decía María que era una espectadora de lujo de esta escena.
Le hice caso a María, le saqué la musculosa a Clara, y como dije antes esos senos pequeños, pero que vuelven loco a cualquiera, estaba super erectos y esperando a ser lamidos y chupados de una forma excepcional.
Bajé del cuello hacia su seno derecho, lamiendola de una forma muy excitante, mientras le agarraba con mi mano derecha su concha bien depilada y le metía un dedo haciéndola gemir de placer.
-Ayyyy… Como me gusta esto Martín… - Me decía Clara, son esa voz sensual que ponía cuando estaba cachonda.
Yo me volvía loco, cada vez era como si mi pija creciera más y más, estaba a punto de estallar de tanta excitación.
-Aaaahhhhhh! Ahhh!... Se escuchaba por los parlantes como María llegaba a su primer orgasmo.
Eso me llevó a más… Apoyé sobre una banqueta a Clara, ubicándolo frente a la cámara, y le bajé el bóxer super mojado ya, y comencé a chuparle su concha, era tan sabroso, me ayudé con mis manos a abrir sus piernas para que mi lengua penetrara por su agujero.
-Ay Martín hijo de puta… Que delicioso me la estás chupando, por favor… Diossss… Aaahh ahhh!... Gritaba ya Clara.
-Sí Martín chúpale bien duro a esa puta que tienes en frente, dale… Ahh, ahhhh, vamos… mmmm. Comentaba María, con una voz zorra también y super excitada mientras seguía tocándose por todo el cuerpo. –Martín cógetela, dale duroooo, durísimo, así como me estoy metiendo el consolador yo… Agregó.
-Síiiii, por favor Martín, méteme esta pija gigante ya por la concha, estoy deseosa de esa pijaaaaaaa!... Mientras me agarraba la pija y la ubicaba en la puerta de su concha.
Yo estaba al palo y dije:
-Sus deseos son órdenes putas… Te voy a dar duro Clara, y mira María, que para ti también va. Sin mediar más palabras, la metí de una.
-Aaaaahhhhhhhh ayyyyyyy! Gritaba fuerte Clara.
La agarré por la cintura y comencé a besarla desenfrenadamente mientras la penetraba, se podía sentir el aliento entrecortado de Clara de tanto placer que sentía.
Luego me acosté de frente a la cámara, y le ordené a Clara que se siente sobre mi pija dándome la espalda, le agarré sus piernas hacía arriba y los costados, dejando en primer plano la penetración para que María pudiera disfrutar de esta escena.
-Clara, putaa de mierda,como te gusta la pija… A mí también, dale… bien fuerte, que se escuchen esos gritos perraaa… ahhh!..
Eso me enloquecía, que una amiga de Clara, nos mire, se excite y a la vez la incite a ser más puta, me ponía loco, estaba a punto de acabar, comencé a gemir y a aumentar la velocidad que elevé un poco mi pelvis, subía y bajaba, haciendo que casi mi pija salga y se introduzca con toda la fuera sobre esa concha abierta y mojada, mientras Clara seguía gritando y disfrutando, pasaba sus dedos en forma circular sobre su clítoris a una velocidad impresionante. Cada vez íbamos más rápido, y más… y ambos gritábamos, gemíamos… Estábamos en un éxtasis los tres…
-Voy a acabar de nuevo hijos de putaaaaaaaaaaaa aaahhh!... Justo miramos el orgasmo de María, y la concha de Clara comenzó a apretar y sus piernas a temblar, comenzó a salir juego por doquier, me empaparon todas las piernas mientras gritaba.
-Aaahh ayyyy aay aaaaaahhh Sí Dioooooooooooos..
Aproveché, la bajé a Clara, hice que se arrodille y que comience a chuparme la pija de nuevo porque tenía una leche acumulada, apenas unos 20 segundos y comencé a largar a borbotones chorros de leche dentro de su boca, le saqué un poco la pija y le salpiqué por su frente, mejilla, pelos y tetas… y Clara seguía chupándome toda la pija y alrededor junto con lo que quedaba de sus juegos en mi pelvis. Luego se paró, terminó de tragar todo la leche le restaba en la boca, nos abrazamos bien fuerte, mientras seguían nuestras manos en explorando nuestros cuerpos exhaustos cuerpos transpirados de placer y lujuria y nos fundimos en un beso bien apasionante.
Miramos a la pantalla, ya María no se encontraba a la vista, pero sí se notaban restos de sus jugos y el consolador todo húmedo, probablemente se habrá ido al baño, nos dijimos. Así, también nosotros fuimos al baño, juntos a ducharnos.
Luego, lo que pasó ahí, es otra historia, con solo escribirlo, ya me excito tanto que si sigo, puedo acabar de nuevo.
Día lunes, recién comenzando la semana, pero ya en las últimas horas del día, hacía minutos había llegado a mi casa, todo transpirado, con el cuerpo activo, y marcado.
No sé por qué, ese día, decidí entrar en silencio a mi departamento. Sabía que Clara, mi esposa, estaba esperándome. Entré a la sala de estar, y apenas una luz tenue iluminaba el lugar, fui hasta la cocina, para tomar agua e hidratarme, sin querer, me volqué agua sobre la remera, con lo cual no me quedo otra opción sacármela y quedarme semidesnudo. Y ya que estaba en mi casa, me saqué las calzas que usé para hacer ejercicios y quedar simplemente en bóxer; ya en dirección hacia mi habitación, pasé por la oficina, y lo que vi, lo llevo grabado en la cabeza, como una imagen perpetua.
Era Clara, frente a la notebook, viendo algo que yo, hasta ahora no había visto y ni siquiera imaginado, estaba viendo porno, más precisamente mujeres con dildos, vibradores, y a la vez estaba haciendo videollamada por Skype con una amiga de ella… Ambas, aparentemente, estaban en pleno juego de excitación. Sin que note mi presencia, hice el menor ruido posible, y pasé a la habitación. Ella como estaba tan concentrada, o más bien excitada, ni si quiera se percató de mi presencia.
Clara es una morocha, ojos verdes, 1, 76 mts. De estatura, flaca, un par de tetas pequeña pero redondas con unos pezones chicos pero duros, y lo que más me gustaba de ella, su culito bien redondeado, como se dice… una manzanita.
En esta ocasión, estaba de rodillas sobre la silla, con sus codos apoyados en el escritorio. En una posición en el que se preparaba para la guerra. Llevaba puestas un par de medias, un bóxer femenino que le marcaba bien sus nalgas y su concha. Y una musculosa de entre casa. No tenía puesto corpiño, por lo que produjo en mi una excitación notable. Viendo de esa forma, desde atrás, se podía notar en su bóxer (ya que era de color claro) como estaba humedecido. Cada intervalo de 30 segundos llevaba un par de dedos a su clítoris por encima de su bóxer y también por debajo, llegaba a la puerta de su ano, y volvía a mirar la pantalla de la notebook.
Un detalle, también no sabía que estaba en la habitación porque estaba con los auriculares y viendo atentamente como su amiga, a través de la videollamada se masturbaba frente a ella si ningún tipo de pudor… No podía escuchar lo que se decían, pero estoy seguro que su amiga, que estaba que partía la tierra en dos, igual que Clara, la incitaba a este juego de calentura.
Yo podía ver ( aunque no mucho, sino se iba a dar cuenta que estaba, y no quería, por el momento que me descubrieran) a su amiga, como se metía un consolador de goma de gran tamaño sobre el ano, se sentaba encima, mientras disfrutaba y gritaba por lo que se podía ver. Eso, hizo que Clara se siente bien en la silla y comience a pasar una de sus manos por sus senos, ya erectos, y la otra mano comenzar a bajar un poco el bóxer y jugar a meterse los dedos en la vagina.
La verdad que venía bien al observar esa forma de moverse a Clara, hizo ya que me saque el bóxer y comience también a tocarme, mi pene ya comenzaba a crecer, a tomar su forma activa, me iba calentando más y más… Por una milésima de segundo pensé si continuar viendo esa escena o poner manos a la obra.
Me decidí por lo segundo. Ya desnudo y con la pija al palo, me acerqué a Clara, y vi a su amiga por la pantalla con una cara de asombro, pues le puse mi pija entre el cuello y el hombro a Clara.
Dio un pequeño salto del susto que le cause, por entrar de esa manera, pero inmediatamente me miró con una cara de lujuria y agarró mi pija erecta y comenzó a chuparla desenfrenadamente. Claro, era más que obvio, con la calentura que llevaba ya por el juego previo con su amiga, era inevitable pensar que iba a hacer eso, de repente se sacó los auriculares, los desconectó y pude escuchar a su amiga, también hiper caliente: -‘Clara, puta, zorra!... Me dijiste que Martín tenía una pija hermosa y grande… Yo también la quiero’ Y agregó: ‘Martín por favor, imagínate que yo te la chupo, dame tu leche por favor’.
Eso me puso a mil, Clara, ya gimiendo y con voz entrecortada me dijo: ‘Sabes cuánto estaba esperando esta pijaaaa… ‘ Mientras seguía chupando.
-Clara, que putaaa, sos toda una profesional chupando pijas. Decía María del otro lado,
-Sí, la verdad que no sabes como la está chupando. –Agregué.
-Sí, me encanta María, y la voy a chupar tanto como si fuera que lo disfruto también por vos.
Esto ya estaba en un juego en donde no había retorno…
-Por favor Martín, sácale la musculosa y comienza a chuparle esos senos preciosos que tiene… Me está calentando mucho está escena (mientras María con el consolador en el ano, y sus dedos sobre el clítoris también gemía y disfrutaba de lo que veía a través de la pantalla)
Ni lento ni perezoso , hice a Clara que se paré, la tomé por la cintura, le comí la boca de un beso, mientras mis manos recorrían su espalda por debajo de su musculosa, y bajaban a tocar su cola celestial. Luego lleve mis manos hacía sus senos, agarrándole los dos con fuerza mientras le besaba el cuello, mientras gemía y ella son sus manos rozando mi pija, agarrándola y masturbándola.
-Uyyy que ricoooo, por favor seguí. Me decía Clara.
-Si, voy a seguir, por mucho tiempo más. Mientras seguía dándole besos.
-Por favor Martín sácale la musculosa y chúpale los senos, que eso me pone muy cachonda, voy a acabaaaaar… ayyy siii.. Decía María que era una espectadora de lujo de esta escena.
Le hice caso a María, le saqué la musculosa a Clara, y como dije antes esos senos pequeños, pero que vuelven loco a cualquiera, estaba super erectos y esperando a ser lamidos y chupados de una forma excepcional.
Bajé del cuello hacia su seno derecho, lamiendola de una forma muy excitante, mientras le agarraba con mi mano derecha su concha bien depilada y le metía un dedo haciéndola gemir de placer.
-Ayyyy… Como me gusta esto Martín… - Me decía Clara, son esa voz sensual que ponía cuando estaba cachonda.
Yo me volvía loco, cada vez era como si mi pija creciera más y más, estaba a punto de estallar de tanta excitación.
-Aaaahhhhhh! Ahhh!... Se escuchaba por los parlantes como María llegaba a su primer orgasmo.
Eso me llevó a más… Apoyé sobre una banqueta a Clara, ubicándolo frente a la cámara, y le bajé el bóxer super mojado ya, y comencé a chuparle su concha, era tan sabroso, me ayudé con mis manos a abrir sus piernas para que mi lengua penetrara por su agujero.
-Ay Martín hijo de puta… Que delicioso me la estás chupando, por favor… Diossss… Aaahh ahhh!... Gritaba ya Clara.
-Sí Martín chúpale bien duro a esa puta que tienes en frente, dale… Ahh, ahhhh, vamos… mmmm. Comentaba María, con una voz zorra también y super excitada mientras seguía tocándose por todo el cuerpo. –Martín cógetela, dale duroooo, durísimo, así como me estoy metiendo el consolador yo… Agregó.
-Síiiii, por favor Martín, méteme esta pija gigante ya por la concha, estoy deseosa de esa pijaaaaaaa!... Mientras me agarraba la pija y la ubicaba en la puerta de su concha.
Yo estaba al palo y dije:
-Sus deseos son órdenes putas… Te voy a dar duro Clara, y mira María, que para ti también va. Sin mediar más palabras, la metí de una.
-Aaaaahhhhhhhh ayyyyyyy! Gritaba fuerte Clara.
La agarré por la cintura y comencé a besarla desenfrenadamente mientras la penetraba, se podía sentir el aliento entrecortado de Clara de tanto placer que sentía.
Luego me acosté de frente a la cámara, y le ordené a Clara que se siente sobre mi pija dándome la espalda, le agarré sus piernas hacía arriba y los costados, dejando en primer plano la penetración para que María pudiera disfrutar de esta escena.
-Clara, putaa de mierda,como te gusta la pija… A mí también, dale… bien fuerte, que se escuchen esos gritos perraaa… ahhh!..
Eso me enloquecía, que una amiga de Clara, nos mire, se excite y a la vez la incite a ser más puta, me ponía loco, estaba a punto de acabar, comencé a gemir y a aumentar la velocidad que elevé un poco mi pelvis, subía y bajaba, haciendo que casi mi pija salga y se introduzca con toda la fuera sobre esa concha abierta y mojada, mientras Clara seguía gritando y disfrutando, pasaba sus dedos en forma circular sobre su clítoris a una velocidad impresionante. Cada vez íbamos más rápido, y más… y ambos gritábamos, gemíamos… Estábamos en un éxtasis los tres…
-Voy a acabar de nuevo hijos de putaaaaaaaaaaaa aaahhh!... Justo miramos el orgasmo de María, y la concha de Clara comenzó a apretar y sus piernas a temblar, comenzó a salir juego por doquier, me empaparon todas las piernas mientras gritaba.
-Aaahh ayyyy aay aaaaaahhh Sí Dioooooooooooos..
Aproveché, la bajé a Clara, hice que se arrodille y que comience a chuparme la pija de nuevo porque tenía una leche acumulada, apenas unos 20 segundos y comencé a largar a borbotones chorros de leche dentro de su boca, le saqué un poco la pija y le salpiqué por su frente, mejilla, pelos y tetas… y Clara seguía chupándome toda la pija y alrededor junto con lo que quedaba de sus juegos en mi pelvis. Luego se paró, terminó de tragar todo la leche le restaba en la boca, nos abrazamos bien fuerte, mientras seguían nuestras manos en explorando nuestros cuerpos exhaustos cuerpos transpirados de placer y lujuria y nos fundimos en un beso bien apasionante.
Miramos a la pantalla, ya María no se encontraba a la vista, pero sí se notaban restos de sus jugos y el consolador todo húmedo, probablemente se habrá ido al baño, nos dijimos. Así, también nosotros fuimos al baño, juntos a ducharnos.
Luego, lo que pasó ahí, es otra historia, con solo escribirlo, ya me excito tanto que si sigo, puedo acabar de nuevo.
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