Era una tarde cualquiera.
Vivo con mi familia pero todos regresan de noche mientras que yo luego del colegio, me quedo en la casa solo, por lo que dormir y comer, son mis pasatiempos favoritos hasta que regresa la familia y vuelve el caos.
Mi vida, es muy normal pero con tal que no sea mala, estare muy satisfecho con lo que tengo hasta que un día fui a la tienda, por la leche y huevos para cenar, pero como en el big bang del universo, de repente y de la nada, el mundo se alineo y tuve un roce al entrar a los apartamentos, con una chica de ojos azules, tan deslumbrante como la necesidad de estar con alguien que no nace, hasta que la vista lo activa y como una droga, el deseo aparece y no cesa hasta tenerlo.
Poco pude disimular, puesto a que la mirada no se la quitaba pero como toda una dama, las pocas miradas de vuelta, solo dejaban ver un poco de interés con una sonrisa disimulada pero una mirada directa, le abrí la puerta y deje que subiera al ascensor primero, no dejaría que mis miedos arruinara la oportunidad de conocer, a una mujer que me hace sentir mi corazón de una manera diferente.
Le hable con seguridad, pero con un poco de falta de ideas pues mi preguntas fueron tontas y mi cuerpo daba indicios de nerviosismo, pero aun así ella no me quitaba la mirada cuando le hablaba y me respondía siempre con una sonrisa pero luego realice algo que a mi no me importaba pero muy probablemente a ella si...
Yo era mucho menor que ella y luego me dijo algo que termine cayendo en ello, "Me haces reir, te pareces mucho a mi primer novio cuando tenia tu edad" y entro el sentimiento de impotencia, cuando te das cuenta que el mundo no siempre esta a tu favor.
Aun así, me entro el Don Juan de mi Padre, cuando siempre mira a una cajera bonita pero sin caer en lo vulgar, le agarre una bolsa que llevaba y le dije, que a su edad ya necesitaria ayuda y con esto logre saber en que habitación vivía, pero me di cuenta de otro problema y si creía que llovía, pues empezó a llover mas fuerte y a caer truenos.
Llegando a la Habitación, abrió un hombre de saco aunque la corbata ya desalineada, me lo presento como su Marido y luego oí gritos de "Mama!" y me di cuenta que tenia un hijo pequeño, era una Madre de Familia pero para mi, era la Chica de ojos azules que me movía por dentro.
Me despedí con un beso, tal vez como un soldado que perdió la batalla, pero ella lo noto rápidamente porque al despedirse, me beso muy cerca de la boca y me abrazo muy fuerte, como si parte de su pasado, estaba dejando ir y lo que me robo el sueño, fue que no me despego la mirada hasta desaparecer de su vista.
Y ahí fue cuando me di cuenta, que no seria la ultima vez que la vería...
PD: Escrito por mi, Hacker_SV, si quieres la siguiente parte, hazmelo saber.
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