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Relato lésbico: Jefa, temida y explosiva

Relato lésbico: Jefa, temida y explosiva




Jefa, temida y explosiva

- ¡Diana! La directora quiere verte. Ahora.


Le temblaron las manos y empezó a ponerse nerviosa. ¿Habría hecho algo mal? Llevaba solo dos semanas como auxiliar administrativa y sabía perfectamente que ese puesto pasaba desapercibido a la dirección. Todos en la oficina hablaban de lo intimidante que era la directora. Estaba próxima a alcanzar los 37 y, a pesar de su juventud, era una mujer de armas tomar.


Diana se levantó de su silla aún temblorosa, se estiró la falda y llamó a la puerta. Por una milésima de segundo se sintió como en ‘El diablo viste de Prada’, a punto de conocer a la temida directora. No obstante, cuando entró en el despacho y la vio ahí, sentada con su melena rubia y abundante, un ajustado vestido de escote pronunciado y unos labios carnosos color rosa chicle, olvidó ese temor y quedó ensimismada.


Le invitó a tomar asiento y así lo hizo Diana, de nuevo con una ligera sensación de pánico. Contra todo pronóstico, la directora se mostró agradable, le regaló varias de sus sensuales sonrisas y le dio la bienvenida al equipo. Tenía un bolígrafo entre sus dedos, con el que no paraba de juguetear. Le explicó que la había hecho venir al despacho para hacerle una propuesta. Necesitaba que pausara lo que estaba haciendo para centrarse unos días en una nueva prioridad. Se levantó para coger una carpeta del armario, exhibiendo su impresionante cuerpo. Su ceñido vestido no ocultaba ni uno de los 175 centímetros de perfección de aquella mujer con la que, parecía, iba a trabajar estrechamente durante los próximos días.


Gran parte de sus siguientes jornadas laborales las pasó en su despacho, tomando notas, mostrándole sus avances y poniéndose a su disposición.


En una ocasión, Diana estaba inmersa apuntando unos datos en su cuaderno cuando la exuberante directora se puso detrás de ella observando lo que escribía. Sentía su olor dulzón muy cerca y, de repente, unas manos que le masajeaban los hombros. No sabía si continuar escribiendo o apartar el bolígrafo y concentrarse en esa maravillosa sensación. Pero no hizo falta que ella hiciera nada, pues su superior dio un paso más y extendió su masaje hacia otras zonas. Sus suaves manos bajaron por su espalda, hasta su cintura. Una vez allí, desviaron su trayecto hacia su tripa, haciendo que Diana tuviera dificultades para controlar su respiración.


La directora continuaba en su posición, detrás de ella y cada vez más próxima. Sintió sus pechos presionándole la espalda y, pronto, observó las manos de la primera en los suyos. Desabrochó su blusa y los acarició con firmeza, pasando su dedo índice levemente humedecido por sus pezones. Diana estaba muy excitada, quería besarla, quería lamerla. Iba a girarse pero la directora se lo impidió y, entonces, comprendió que ella era quien mandaba.


Sin miramientos, su jefa le levantó la falda y se deslizó por sus labios vaginales. Diana se apoyó sobre la mesa y la primera siguió masturbándola. Le introdujo un dedo y luego dos, que entraban y salían sin pausa. La directora, entonces, se bajó las bragas y restregó su sexo contra el trasero de Diana mientras la llevaba al clímax.


Diana se tapó la boca y estalló, con los dedos de ella todavía revolviéndose en su interior. Se quedó quieta unos segundos, con su vagina aún palpitante y sus senos fuera, escuchando los sutiles jadeos de su explosiva jefa que se acariciaba el clítoris a escasos centímetros de su espalda.


A punto de correrse, instó a Diana a darse la vuelta y, por vez primera, probó sus labios y palpó sus senos. Mordió sus pezones con ansia. Llevaba deseándolo desde el principio. Los chupó sin detenerse hasta que esta alcanzó el clímax, como si previera que iba a ser la primera y última vez. Y así fue.

4 comentarios - Relato lésbico: Jefa, temida y explosiva

Nando-1973 +1
Muy bueno, me ha gustado mucho!!!
mdqpablo
que buen relato , menuda jefa se a mandado , , cómo seguira esto no ??
Neotete
mmmm terrible... ahora quedo con la pija dura todo el dia... magistralmente contado... van puntos hermosa
romanrikelme
sex

Excelente, mis felicitaciones a la autora Andrea B.C.

Gracias por compartir.