La Sex Teacher parte 3

Cuando sonó mi celular a eso de las 3 de la mañana ya sabía quién era sin mirar el identificador de llamada. La muy puta no pudo aguantarse ni 24 horas para contestar mi propuesta. Ante su primer “lo voy a pensar”, yo estaba convencido que tarde o temprano me iba a confirmar que sí, pero nunca me imaginé que iba a ser tan rápido. Mónica se tomó en serio su nueva filosofía de vida y estaba dispuesta a todo.

Cuando terminamos de coger durante mi clase de inglés, conversamos un rato y yo no podía sacarme una idea que se me vino a la cabeza. Al ver lo puta que resulto Mónica, inmediatamente pensé en mi compañero de facultad Carlos, un veterano divorciado adicto a las putas. Literalmente Jorge trabaja para ir de putas, es su obsesión y razón de vivir, por lo tanto no es raro que su matrimonio allá terminado, aunque él nos jura, mientras nos cuenta sus nuevas andanzas, que su adicción comenzó una vez divorciado.

-¿No te queres ganar unos mangos extra? – Pregunte

-¿De que estas hablando Marcos?

-No te hagas la boluda. Me dijiste que te ibas a coger a cualquiera que te tire onda, no importaba si era feo, gordo o viejo, y pensaba ¿porque no aprovechas y le sacas más provecho a la situación?

-¿Queres ser mi chulo? – Pregunto riéndose- ¿Quién va a querer pagar para cogerme a mí? ¿Estás loco?

-Vos estás loca. Yo con las ganas que tenia de cogerte si sabía lo puta que eras te ofrecía mil mangos para coger antes. Esas tetas me vuelven loco.

-Sí, ya me di cuenta degenerado. Veo que estás hablando en serio.

-Y yo veo que en ningún momento me dijiste que no, ¿Lo vas a pensar? Yo conozco a alguien que se moriría de ganas de coger con vos. Es bastante feo, gordo y viejo pero te va a pagar bien y te va a coger de lo lindo. Yo que vos lo pensaría. Capaz podes cambiar de rubro o mejor ofrecer clases de inglés con “Happy ending”.

-Jajaja que hijo de puta. Ok, lo voy a pensar Marquitos. Ahora ándate así me cambio y sigo con mi rutina.

-Bueno, le doy unos besitos más a esas tetas hermosas que tenes y me voy.

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Lo primero que hice al acercarme el cuerpo fofo de Carlos es decirle “Te conseguí un nueva puta para vos, y lo mejor de todo es que vas a ser vos quien la inicie como puta”

-¿De verdad? Sos un genio pendejo. Te amo guacho.-Me dijo entusiasmado a afectuoso, abrazándome.

-Salí boludo, deja las energías para esta mujer.

-¿Y esta buena?

-Está muy buena, vas a quedar encantado. Pero te voy a pedir un favor, la tenes que convencer para que me deje mirar mientras le rompes bien el culo.

-Sos un depravado Marcos, pero me encanto esa idea voy a ver qué onda. Pásame el número y después de clases la llamo.

-Toma anota. Se llama Mónica, decile que llamas de mi parte y acordate que tengo que mirar eh.

-Dale dale, no te hagas problema- Rio entusiasmado- No te quiero ni preguntar como llegaste a esto. Ahora entremos así no nos cagan a pedo.

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“no sé cómo me convenciste a mí y a tu amigo, pero venite al departamento a las 6”

Y con increíble puntualidad a las 6 me encontraba en la entrada del edificio esperando a Carlos. Lo primero que me dijo no fue “hola, como estas Marco”, fue “Me voy a coger a tu Mónica, si esta tan buena como parecía por teléfono después dejo que vos me rompas el culo en agradecimiento”

-No seas boludo, que a vos no te toco ni con un palo.

-Espera a que me veas taladrar esa cola. No hablamos nada de eso pero en cuanto tenga la oportunidad se la meto por el culo para ver cómo reacciona.

-Menos charla y más acción. Veni subamos así empezamos.

Actué como mediador al notar el nerviosismo de la debutante Moni y los presente amenamente para romper un poquito el hielo. Carlos no tenía intenciones de hablar ni mucho menos así que al poco tiempo de entrar ya tenía las manos puestas sobre la tetas de Mónica, quien respiraba agitadamente intentando disimular su nerviosismo.

-Que buena que esta señorita-Decía Carlos mientras apretujaba sus tetas- La vamos a pasar genial, pero antes tome, esto es lo que acordamos- Entregándole el dinero que Mónica ni conto y guardo en el bolsillo.

Fuimos hasta el dormitorio donde yo me acomode en una silla que se encontraba en una esquina, teniendo un panorama genial de toda la habitación. Mi intención era no perderme ni un detalle. Ambos se despojaron de sus prendas dejando al descubierto la increíble figura de Mónica y la enorme verga de Carlos que estaba al palo y que sorprendió tanto a Mónica como a mí.
Agarrando la cabeza de la puta de moni, Carlos la guío hasta su poronga forzando su pequeña boca que empezó a chupar como podía. Casi no le entraba la cabeza de la chota en la boca y eso a mí me ponía al palo. Las manos inquietas de Carlos tocaban cada rincón del cuerpo de su amante de alquiler, introduciendo sus dedos en la ya jugosa concha de ella. La masturbaba enérgicamente y apenas se escuchaban los gemidos por la masiva verga que se lo impedía.
Estuvieron así un rato, hasta que la ansiedad de penetración de él pudo más y agarrándola con violencia la arrojo sobre la cama y se dispuso a penetrarla fuertemente. La primera penetración fue casi bestial, aquella concha no estaba preparada para tanta carne y casi sentí lastima por ella al notar su cara de asombro y dolor, y digo casi porque sinceramente tenía muchas ganas de verla así, sobrepasada por una enorme verga. A Carlos no le importaban sus gemidos de dolor, sus embestidas continuaban bestiales, hasta que poco a poco esos gemidos de dolor comenzaron a ser de placer.
Ya tenía mi pija fuera de los pantalones tocándola mientras miraba los ojos lagrimosos de la puta de Mónica que de a poco comenzaba a disfrutar tener esa vergota entre sus piernas.
Aburrido de aquella postura, Carlos la da vuelta dejando su culo en pompa. Yo en mi interior pensaba “Este es el momento, le va a romper el culo el hijo de puta”. Pero el momento se hiso esperar y Carlos introdujo nuevamente su pene en la concha de Mónica. El sonido en aquella habitación era ensordecedor, los gritos de placer de Mónica eran increíbles. La muy puta estaba gozando de lo lindo. Carlos noto esto, dirigió su dedo mayor a su boca, ensalivándolo y mientras penetraba con su pene la vagina introdujo su dedo lubricado lentamente en el culo de Mónica.

-¡Para! Por ahí no- grito ella

-Vos relájate y disfruta- Le dijo dejándola sin opción, todo su peso estaba sobre ella, inmovilizándola.

Me busco con la mirada pidiéndome ayuda por lo que antes de que la situación se vaya de las manos y Mónica no quiera verme nunca más por ende no me la pueda coger más, interviene para conciliar las cosas.

-Para Carlos, no seas boludo, sino quiere no quiere.-Le dije.

-Pero si no sabe si le gusta o no- me respondió

-Si pero con la bestialidad que coges y la monstruosa verga que tenes estoy seguro que no lo va a disfrutar.

-Y vos que sabes, aparte no era eso lo que querías ver.

-Era un decir, no te lo tenías que tomar tan literal.

-Está bien-Dijo sacando el dedo del culo de la inmóvil Mónica, que mientras yo intervine se quedó completamente en silencio.- Perdón señora, no era mi intención hacerle pasar un mal momento- Se disculpó.

-Está bien- Por fin reacciono Ella- Ahora te pido que por favor sigas cogiéndome como antes, sin cosas raras.-Continuo sorprendiéndonos a ambos.

-Como usted pida señora- Y obedientemente Carlos retomo con sus fuertes embestidas.

Entre gemidos y olores a sexo, Carlos al punto del colapso dijo “Voy a acabar”

-Aguanta-Le digo con mi pija al palo entre las manos- Vamos a acabarle los dos en las tetas.

-¿Podemos?-Pregunto Carlos para no volver a hacer algo que moleste a Mónica.

-Por supuesto.

Y poniéndonos uno a lado del otro comenzamos a echarle toda la leche casi al mismo tiempo.
La imagen de los pechos de Mónica llenos de semen fue increíble. Creo que ni yo ni Carlos nos vamos a olvidar de este momento.

-¿La Puedo volver a llamar Señora Mónica?-Pregunto tímidamente Carlos.

-Cuando se me pase la irritación de abajo te aviso. Qué manera de Coger por favor.

Reímos los tres mientras nos cambiábamos…
CONTINUARA…