Cuando comencé a tener conocimiento del ambiente sexual era debido a aquella información tergiversada que me contaba mi amiguito quien es unos años mayor que yo.
De hecho ahora que soy adulto y ya se identificar algunas cosas que antes desconocía, puedo afirmar que este "amiguito" se aprovechaba físicamente de mí, lo cual podría merecer alguna historia interesantes. Pero esto será en otra ocasión.
Esto será solo una pequeña anécdota.
Yo prácticamente niño, 13 años. Entendiendo mi sexualidad, mi cuerpo, las sensaciones. Creo que todo eso me sirvió para decir que soy una persona que conoce su cuerpo, sabe sus preferencias y tiene definidos sus gustos. No he temido experimentar.
Adolecente, con los cambios hormonales y testosterona descontrolada en el cuerpo, la combinación de curiosidad y una sexualidad inquieta como es común a esa edad.
Esa noche estaba en mi habitación.
Tenía una erección tremenda, mi pene se sentía tan duro, realmente era una sensación de excitación extenuante, inclusive desesperante.
Me parecía que estaba tan duro que inclusive molestaba el tener la ropa interior puesta, así que decidí estar más cómodo.
Describo la escena; Jovencito piel color claro algunas áreas inclusive con un tono rosado, cabello castaño corto, se encuentra desnudo debajo de sus sabanas. Toda la habitación esta obscura, una noche fresca y todo en silencio.
Comencé a relajarme y a poner atención a las sensaciones de mi cuerpo mi entorno, las sabanas muy suaves tocando mi piel, mis pies sobaban a las sabanas mientras separaba mis deditos, la frescura de la tela rosando mis nalgas el abdomen y el pecho hasta los pezones. Percibiendo el silencio de la noche, el aroma de mi piel, el calor que emanaba mis genitales, entre todo esto lo más extraordinario era mi pene sin bello siendo acariciado por las mantas y produciéndome un placer sexual hasta ese momento desconocido.
Comencé a frotarme suavemente, la excitación al máximo, dando ligeras embestidas sobre la superficie de la cama con mi pequeño cuerpo. Desnudo y boca abajo con las piernas ligeramente abiertas mientras sentía como la fresca noche se colaba entre las sabanas y sentina ligera frialdad desde la planta de los pies por todas las piernas hasta las suaves nalgas y mi ano, moviendo la cadera continuamente para mantener esa sensación increíble.
Use mis manos para tocar el pene y masturbarme, nunca lo había hecho sin embargo había escuchado que se frotaba como jalándolo. No tarde mucho con unas pocas fricciones eyacule. Sentía todo calor en tomo mi cuerpo mi primer orgasmo, me deslice y observe el líquido que expulse un semen semitransparente, prácticamente incoloro.
Mi primera masturbación, costumbre la cual continúe practicando y digamos perfeccionando con el tiempo.
Si esta anécdota fue de su agrado, posteriormente contare otras de como continúe explorando mi cuerpo, conociéndome y a mi sexualidad.
Bunas noches.
Muchas Gracias.
De hecho ahora que soy adulto y ya se identificar algunas cosas que antes desconocía, puedo afirmar que este "amiguito" se aprovechaba físicamente de mí, lo cual podría merecer alguna historia interesantes. Pero esto será en otra ocasión.
Esto será solo una pequeña anécdota.
Yo prácticamente niño, 13 años. Entendiendo mi sexualidad, mi cuerpo, las sensaciones. Creo que todo eso me sirvió para decir que soy una persona que conoce su cuerpo, sabe sus preferencias y tiene definidos sus gustos. No he temido experimentar.
Adolecente, con los cambios hormonales y testosterona descontrolada en el cuerpo, la combinación de curiosidad y una sexualidad inquieta como es común a esa edad.
Esa noche estaba en mi habitación.
Tenía una erección tremenda, mi pene se sentía tan duro, realmente era una sensación de excitación extenuante, inclusive desesperante.
Me parecía que estaba tan duro que inclusive molestaba el tener la ropa interior puesta, así que decidí estar más cómodo.
Describo la escena; Jovencito piel color claro algunas áreas inclusive con un tono rosado, cabello castaño corto, se encuentra desnudo debajo de sus sabanas. Toda la habitación esta obscura, una noche fresca y todo en silencio.
Comencé a relajarme y a poner atención a las sensaciones de mi cuerpo mi entorno, las sabanas muy suaves tocando mi piel, mis pies sobaban a las sabanas mientras separaba mis deditos, la frescura de la tela rosando mis nalgas el abdomen y el pecho hasta los pezones. Percibiendo el silencio de la noche, el aroma de mi piel, el calor que emanaba mis genitales, entre todo esto lo más extraordinario era mi pene sin bello siendo acariciado por las mantas y produciéndome un placer sexual hasta ese momento desconocido.
Comencé a frotarme suavemente, la excitación al máximo, dando ligeras embestidas sobre la superficie de la cama con mi pequeño cuerpo. Desnudo y boca abajo con las piernas ligeramente abiertas mientras sentía como la fresca noche se colaba entre las sabanas y sentina ligera frialdad desde la planta de los pies por todas las piernas hasta las suaves nalgas y mi ano, moviendo la cadera continuamente para mantener esa sensación increíble.
Use mis manos para tocar el pene y masturbarme, nunca lo había hecho sin embargo había escuchado que se frotaba como jalándolo. No tarde mucho con unas pocas fricciones eyacule. Sentía todo calor en tomo mi cuerpo mi primer orgasmo, me deslice y observe el líquido que expulse un semen semitransparente, prácticamente incoloro.
Mi primera masturbación, costumbre la cual continúe practicando y digamos perfeccionando con el tiempo.
Si esta anécdota fue de su agrado, posteriormente contare otras de como continúe explorando mi cuerpo, conociéndome y a mi sexualidad.
Bunas noches.
Muchas Gracias.
1 comentarios - Adolecente descubriendo su sexualidad