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Trío fallido: Mi esposa me dejó afuera.

Como ya saben mi esposa Mariana se coge bastante seguido a su primo Ezequiel. A mi siempre me llega un llamado, algún audio por Whatsapp, fotos, etc., pero nunca estuve ahí en vivo.

Varias veces me insistieron los dos, tanto mi esposa como su primo, para que hiciéramos un trío. No sé por qué yo siempre me negaba, tal vez algo malo presentía, hasta que acepté.

Fijamos una noche y vino el primo a casa a cenar. Comimos, tomamos, tomamos, tomamos, hasta que fui entrando en confianza y empezamos a ponernos los tres más cómodos.

Pasamos de la mesa al sillón y arrancamos él y yo con las caricias y los besos hacia Mariana, que iba ronroneando como una gata en celo. Ella nos manoseaba las vergas a los dos, mientras él le chupaba las tetas y yo le besaba la espalda y con mis dedos jugueteaba con su conchita.

Seguimos así, los tres muy calientes, hasta que ella se arrodilló, nos miró y nos dijo: "Preparense para la chupada de pija de sus vidas". Ezequiel y yo, como dos nenes en Navidad, nos sacamos la poca ropa que nos quedaba, nos sentamos, apuntamos las pias hacia mi esposa y ella arrancó a pajearnos y chuparnos, alternando una y otra, cosa que en dos segundos ya estabamos, o al menos yo, con unas ganas de meterle toda la leche hasta la garganta. Sin importarle lo que pudiera estar pasándome, ella siguió chupandonos y pajeandonos. Hasta que, a punto de acabar, grité "Basta" y me puse de pie.

La agarré de la cintura como para acomodarla y empezar a cogerla, de tal forma que ella pueda seguir comiendola la pija a su primo. Pero ella se puso de pie también, nos volvió a mirar a los dos y nos dijo "Vamos a la camita". El primo se levantó, la agarró por atrás y fueron así, los dos abrazados hasta la habitación, con él manoseándole las tetas y ella estirando el brazo y agarrándole la pija dura. El pasillo de casa es angosto, así que no me quedó otra que ir detrás de ellos.

Cruzaron ellos primeros la puerta de la habitación y ella se tiró enseguida en la cama, quedando en cuatro, y su primo se colocó inmediatamente en posición para darle sin asco por atrás y cogerla toda. Yo, un poco más tímido, dudé un segundo y fui hacia la cabecera de la cama como para que mi esposa me la chupara mientras su primo la cogía. Ella me agarró la pija con ganas, abrió la boca y cuando ya casi me estaba rozando la cabecita con los labios, se interrumpe y como acordándose de algo me dice: "¡Amor, por favor traé nuestros juguetitos!". Así le decimos a un bolsito en el que ella tiene todos sus juguetes sexuales, consoladores, esposas, vibradores, etc. Sin dudarlo me paré y salí a buscar ese bolsito, que está en un mueble de nuestro baño (tenemos habitación en suite).

Apenas entré al baño el miedo se apoderó de mi cuando siento que de golpe se cierra la puerta atrás mío. Me doy vuelta, agarro con las dos manos el picaporte para intentar abrir y escucho el ruido de la llave que da rápidamente dos vueltas. Encerrado. Estaba encerrado. Sí, mi esposa y su primo me encerraron en el baño.

Yo no entendía nada. Estuve unos segundos pensando qué carajo pasaba, hasta que escucho la risa de ella y después la de él y ahí todo me quedó claro. Más claro todavía cuando la escucho a ella diciendo: "Ahora sí, primito. Cogeme toda". Y arrancó una fiesta de gemidos, gruñidos, insultos, chirlos, a más no poder. Todo acompañado por los clásicos "Así, así... cogeme con todo, hijo de puta..." tan típicos de Mariana.

Pasada la sorpresa inicial empecé a golpear y a forcejear gritándoles que me dejen salir. Los insulté, les dije que eran unos mentirosos y traicioneros, pero ni me dirigían la palabra. No me daban pelota. Más gritaba yo, más gemía y ella, y lo peor era que él se cagaba de risa mientras la cogía.

"Dame, damela toda, primo", gritaba ella y todo empeoró para mi cuando escuché lo que obviamente iba a suceder tarde o temprano. El típico "Reventame el culo con esa pija hermosa". Y ahí los gritos de Mariana ya tapaban los míos, así que me rendí y dejé de intentar salir. Me senté en el inodoro y me concentré en escuchar cada cosa que pasaba en la habitación. El enojo dio paso a la excitación y traté de mirar por la cerradura. Pero los muy hijos de puta habían dejado la llave puesta...

Creo que pasó más de media hora y seguían los gemidos y las embestidas que sacudían toda la cama y la hacían golpear contra la pared. Después de un rato lo escucho al primo que dice, entre dientes: "No aguanto más, acabo, acabo...". Y mi mujer enojada le dice: "Si no me dejás que me trague la leche no me ves más, primito". Y escuché cómo se movían en la cama, buscando la posición ideal, y a Mariana diciendo: "Así, dale, damela, damela...". Un segundo después escuché cómo gruñía Ezequiel, seguramente llenándole de leche toda la boca. Lo último que escuché fue un "Ay, qué rico. Gracias" de Mariana y arrancaron a los besos.

Y ahí, sentado en el inodoro, con mi pija re dura en la mano, me clavé la paja del siglo.

"Dale, che. Déjense de joder y abranme. Ya está", les dije. No me respondieron. "Bueno, no voy a darles el placer de suplicar, eh", les advertí y me senté en el piso, apoyado en la pared, esperando que me abran.

Debo haberme quedado dormido, porque me despertó la luz del sol que entraba por el tragaluz del baño. Me levanté, dolorido por la dureza del piso del baño, y mientras trataba de entender y recordar lo que había pasado, tomé el picaporte para intentar salir nuevamente. Abrí sin problemas. Seguramente durante la noche me habían levantado la condena. Salí del baño miré hacia la cama y ahí estaba Mariana, durmiendo plácidamente, metida debajo de las sábanas con una hermosa sonrisa en su boca. Salí de la habitación y recorrí la casa, pero no había ni rastros de Ezequiel.

Volví a la habiatación, miré la hora y eran las ocho y media de la mañana del domingo. Yo había dormido re mal así que me acosté en la cama, muy despacio para no despertar a mi esposa, pero al notar mi presencia me miró apenas abriendo un ojo y en un susurro somnoliento me dijo: "¿Te gustó?".

4 comentarios - Trío fallido: Mi esposa me dejó afuera.

ala392000
Noooooo, que HdP, jajajajaja, te la cogiste después?
JuanCuernos
Sí, pero recién a la noche siguiente.
Pijagrande25
Sabes cómo la cojo después de eso. Que buen relato!!!